Cuatro personas.
Entro a trabajar a las siete y media de la mañana, y normalmente voy andando.
El viernes, casi al salir de casa me crucé con un par de norteamericanos; uno de ellos, de unos cincuenta años, iba bebiendo una lata de coca-cola. Algo más adelante una señora mayor en bata pasaba la fregona a su portal. Y un poco después, por la ventana de una cafetería vi que la camarera le servía a un cliente un whisky.
Y, asombrado, seguí caminando.
Cuando lo verdaderamente increíble es que dando o quitando sentido a cada una de esas vidas haya en el fondo los mismos miedos, las mismas penas y las mismas ilusiones.
Hermoso relato. La madurez, tal como la veo yo, llega cuando uno es capaz de reconocerse prójimo, o próximo, del semejante, del vecino. Las ideologías aristocráticas que distingue entre "superiores" e "inferiores", "fuertes" y "débiles" son profundamente irreales, inhumanas, inmisericordes. Se me ocurre pensar que ése sea el motivo de que el nitzscheanismo prenda entre los jóvenes inmaduros (y sea insoportable, pienso, en la edad adulta) y que en cambio, el mensaje caritativo de un Jesús de Nazareth sea audible por hombres y mujeres de toda edad y condición... (¡Qué serio me he puesto!).
ResponderEliminarEs que a veces hay que ponerse serio, Joaquín. Estoy bastante de acuerdo con lo que dices.
ResponderEliminarGracias. Un abrazo.
Nunca habia oido llamar a la dualidad, ideología aristocrática, pero en cualquier caso a mi me parece más adulto vérselas con la nada que con mensajes foráneos. Tampoco se trata de caridad sino de "amor". Ser caritativo tiene un regusto egoico que no acaba de satisfacerme. "Soy caritativo por que soy la leche de buena persona".
ResponderEliminarJesús de Nazaret nunca habló de caridad tan sólo habló de algo más simple; el amor. La caridad no deja de ser una tejiversación de éste.
A D. Carlos "xy51", sólo una precisión: cuando escribía mi comentario de más arriba, estuve dudando, precisamente, entre poner "caridad" o "amor". Le supongo conocedor de que ambos vocablos vienen a ser, aproximadamente, sinónimos ('Deus charitas est' se ha traducido por 'Dios es amor'). Jesús de Nazareth predicó el amor (debo suponer que en la lengua corriente de su tiempo y lugar, el arameo), el amor a Dios y al prójimo. Traducirlo por 'caridad' no deja de ser un accidente idiomático, y discutir en torno a las palabras sería como coger el rábano por las hojas.
ResponderEliminarJoaquin, gracias por el D. tampoco es para tanto. En tratándose de téminos tan polisémicos mejor agarrar el rábano por las hojas, que terminar diciendo lo que no queremos.
ResponderEliminarPerdona Portorosa por invadir tu blogg. No es ánimo de polemizar pero para mi y parece ser que para el diccionario de la Real Academia, Amor y Caridad son asuntos diferentes, empezando por que el amor es una pasión y la caridad una virtud.
AMOR. (Del lat. amor, -ōris).
1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
4. m. Tendencia a la unión sexual.
5. m. Blandura, suavidad. Cuidar el jardín con amor
6. m. Persona amada. U. t. en pl. con el mismo significado que en sing. Para llevarle un don a sus amores
7. m. Esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella.
8. m. p. us. Apetito sexual de los animales.
9. m. ant. Voluntad, consentimiento.
10. m. ant. Convenio o ajuste.
11. m. pl. Relaciones amorosas.
12. m. pl. Objeto de cariño especial para alguien.
13. m. pl. Expresiones de amor, caricias, requiebros.
14. m. pl. cadillo (ǁ planta umbelífera).
CARIDAD: (Del lat. carĭtas, -ātis).
1. f. En la religión cristiana, una de las tres virtudes teologales, que consiste en amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos.
2. f. Virtud cristiana opuesta a la envidia y a la animadversión.
3. f. Limosna que se da, o auxilio que se presta a los necesitados.
4. f. Actitud solidaria con el sufrimiento ajeno.
5. f. Refresco de vino, pan y queso u otro refrigerio, que en algunos lugares dan las cofradías a quienes asisten a la fiesta del santo que se celebra.
6. f. Tratamiento usado en ciertas órdenes religiosas de mujeres y en alguna cofradía devota de varones. Su, vuestra caridad.
7. f. Agasajo que se hacía en muchos pueblos pequeños con motivo de las honras de los difuntos.
8. f. Mar. Quinta ancla de respeto que solían llevar los navíos en la bodega.
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ResponderEliminarCarlos, me da la impresión de que la palabra "caridad", desde hace unos años, se ha convertido en uno de esos términos nefandos, como el de "España", "patria", "honor", y tantos otros, que conviene evitar por decoro político. En cualquier caso, recomiendo que no nos perdamos en jardines.
ResponderEliminarJoaquin, nadie está defendiendo esa postura. A mi por lo menos la caridad me parece una práctica loable. Tampoco soy amigo del decoro político, mas bien pienso que a las cosas hay que llamarlas por su nombre. Pero si creo que hay que tener cuidado al hablar por que sobre todo se pueden dar a entender cosas contrarias a las que pretendemos. Aún así prefiero el Amor a la caridad, que no se por que me suena como a acto obligatorio. Cuando ayudo a alguien me gusta hacerlo por afecto y no por imposición.
ResponderEliminarDe todas maneras y volviendo a lo que jesús de Nazaret decia creo que se refería mas a Amor, Ágape o compasión que a caridad.
Lo siento Joaquin pero (para mi y puedo estar equivocado) la caridad tiene cierto regusto doctrinario que no me gusta. Y repito no quiero polemizar y si ajustarme a los significados. Los términos España, Patria y Honor, en el sentido que apuntas, no son nefandos sino decimonónicos, simplemente no me siento identificado con esos términos por que de hacerlo me vería obligado a prescindir de todas aquellas maravillas que la vida nos ofrece y no se encuadraran dentro de tan restringidas fronteras. Básicamente concuerdo con lo que expresas.
Por otra parte y para no darle más la turra al amigo Portorosa sugiero que de querer seguir con esto lo hagamos en privado, mi perfil tiene enlace directo a mi correo. Gracias.
Por mí podéis seguir discutiendo aquí; faltaría más.
ResponderEliminarGracias por tu hospitalidad.
ResponderEliminar1825 Christus amore erga nos mortuus est, cum adhuc eramus « inimici » (Rom 5,10). Dominus a nobis postulat ut amemus sicut Ipse etiam nostros inimicos, ut nos remotissimo faciamus proximos, ut sicut Ipsum amemus parvulos et pauperes.
ResponderEliminarSanctus apostolus Paulus incomparabilem caritatis effecit descriptionem: « Caritas patiens est, benigna est caritas, non aemulatur, non agit superbe, non inflatur, non est ambitiosa, non quaerit, quae sua sunt, non irritatur, non cogitat malum, non gaudet super iniquitatem, congaudet autem veritati; omnia suffert, omnia credit, omnia sperat, omnia sustinet » (1 Cor 13,4-7).
Cathecismus Catholicae Ecclesiae
Lo siento pero no hablo latín soy de ciencias. De todas maneras el catecismo de la iglesia católica no me es un referente de fiar, en todo caso tengo prevenciones de que lo que el catecismo refleja sea la auténtica doctrina de Jesús.
ResponderEliminarQué gran error creer que somos únicos o especiales, que nuestros problemas son los más profundos, que los demás no se plantean las mismas cosas ni tienen las mismas aspiraciones ni las mismas frustraciones.
ResponderEliminarQué pena cuando por fin nos damos cuenta de que todos pasamos por las mismas etapas y las mismas crisis.
Me gustó mucho el relato de Ismael Rozalén. Gracias por habérmelo descubierto.
Un saludo.
Estimado xy51, saber latín no es obligatorio, aunque no es difícil hacerse con algunos rudimentos. Lo he reproducido para que se reconozca el uso de 'caritas' en esa "descripción incomparable" del amor que hizo el apóstol Pablo. Si mantiene iguales reservas sobre la versión del cristianismo que hace el Catecismo, entonces... apaga y vámonos. Las versiones e interpretaciones particulares de cada uno, convendrás que no sirven para entenderse. De algo estoy seguro acerca del cristianismo, y es que es una religión comunitaria, desde sus orígenes. No tendría sentido predicar el amor al prójimo si queremos hacer del cristianismo una religión solipsista y privada.
ResponderEliminarYa, comunitaria es, pero unos siempre fueron mas comunitarios que otros. No intento lapidarlo, válgame Dios, solo que hay veces que las cosas que nos cuenta la historia, no son verdad ya que la historia siempre la cuentan los vencidos y en cualquier caso es su versión particular. Ya se que el latin no es obligatorio, lo malo es que no lo entiendo y no puedo entender lo que dice San Pablo.
ResponderEliminarLos usos que se hagan del lenguaje hablado son eso usos, pero la palabra siempre debe significar lo mismo. hay alguno que dijo que "España va bien" y hay que ver como vamos. Muestra de que bien no quiere decir lo mismo para él que para mi.
Que yo sepa Jesús tampoco dijo que se propagase su doctrina a golpe de espada, luego, en algunas ocasiones al menos, la doctrina de jesús ha sido malmente interpretada, por la misma Iglesia que luego nos quiso catequizar.
En cualquier caso soy mas partidari de una coherente utilización de la mente y por mucho que los textos, sagrados o no digan, nunca van a variar lo que puedo entender por mi mismo. Es todo.
Gracias por esta polémica, que no discusión, siempre es interesante cambiar puntos de vista. Aunque seguramente ni yo voy a convencerte a ti ni tu lo vas a hacer conmigo.
En cualquier caso, la religión siempre es un solipsismo, por que religare (unir) tiene razón únicamente como asunto interior, no como norma a seguir por todos. Las normas son cosas establecidas por la autoridad, pero el abandono de la dualidad para llegar a la unificación (que es lo que Jesús predicaba) es un asunto de uno mismo.
Para terminar Joaquin, pésame haber hecho un comentario a tu texto, no quería inundar esta casa de Porto de mensajes cruzados entre tu y yo, en aclaración de significados de ciertas nomenclaturas, cuando yo al entrar lo único que quería era manifestar mi acuerdo con su post de hoy.
ResponderEliminarEn serio, lo siento, ruego me disculpes.
A decir verdad, amigos, la mirada "amorosa", amable, caritativa si se quiere, del protagonista de este blog, yendo camino de su trabajo, hacia los vecinos que se encontró por su camino, no tienen por qué evocar por fuerza, como yo quería, a Jesús de Nazareth. Aunque algo de falta hace, porque lo que se usa es que cada uno vaya a lo suyo.
ResponderEliminarDe nada, Miguel.
ResponderEliminarJoaquín y Carlos, bienvenidas sean estas discusiones. Personalmente, ya he dicho que me parece bien lo que dijo Joaquín en su primer comentario. Efectivamente, una mirada amorosa o caritativa (a mí no me produce ningún rechazo usarlos aquí como sinónimos) no tiene por qué evocar a Jesús, pero puede hacerlo perfectamente (todo esto, dando por bueno el comentario de Joaquín sobre mi mirada, que ya es mucho dar).
Citaré, no sé si por aclarar algo o por echar más leña al fuego, a Ferlosio, poco sospechoso de clerical:
...no puedo seguir la actual resurección de (...) las doctrinas liberales en el rechazo de la caridad, como virtud de efectos económica y socialmente perversos; un rechazo que se ha impuesto hasta el extremo de convencer a la propia Iglesia Católica Romana de que abandone la palabra "caridad", de acuñación incluso precristiana y de etimología tan poco ideológica como la del sustantivo abstracto del adjetivo "carus" (querido). Los cristianos y católicos sabrán en que miserable ejercicio limosnero han arrastrado por los suelos [más adelante dice: miserable tráfico de conciencia entre hartos y famélicos a que los cristianos [la]dejaron reducida] esa virtud destinada a ser el sol de las virtudes, (...), pero el caso es que hoy se avergüenzan incluso de su nombre.
Rafael Sánchez Ferlosio, El alma y la vergüenza, en un texto en el que reivindica de pasada el uso del vocablo, sin por ello dejar de acusar a la Iglesia (que incluye a los fieles, ojo) de haberlo rebajado.
Portorosa, me he quedado mudo (de admiración). Me confirma en la idea, que ya sabían bien los antiguos, de que la verdad sólo se alcanza dialogando.
ResponderEliminarVale, caro Porto, has estado convincente. De todas maneras y para Joaquin haré una observación. Dialogando se alcanza el acuerdo, la verdad es otra cosa y seguramente no única, sino múltiple.
ResponderEliminarBuenos días.
ResponderEliminarPues me alegro mucho de que os haya gustado la cita. Pero que conste que el que ha estado convincente (como de costumbre) ha sido Ferlosio.
Un abrazo a los dos, y a quien esté por ahí.