29.11.08

La carta

Un hombre está escribiendo una carta. Una carta para su hija de cinco años, que está aprendiendo a leer. La carta acompaña a un dibujo que ella le ha pedido que le hiciese y enviara por correo durante el fin de semana.

El dibujo es de un paisaje de montañas y un lago, tal y como le dijo que haría. Lo ha copiado de un libro de dibujo, y no le ha salido muy bien; pero la carta, sí. También la ha copiado, casi, o al menos ha copiado el estilo, de un libro que ha hojeado esta mañana: está escrita en letra cursiva grande y salpicada de dibujos que ilustran el texto; está llena de colores y sabe que le va a encantar. En ella le dice que no se olvide nunca de mirar las cosas bonitas de su alrededor, y le desea que viaje mucho, de todas las formas que pueda, incluidas la lectura y su imaginación, y que siempre, sola o acompañada, esté contenta, sea feliz y recuerde que él la quiere.

Ha pasado una buena tarde, escribiendo, dibujando y escuchando música.

Sabe que esos deseos son ciertos, que quiere más que cualquier cosa que todo le vaya bien, que sea una mujer capaz de ser feliz. Pero también sabe que la carta, además de para sentirse cerca de su hija ahora, le sirve para luchar contra el miedo de ir desapareciendo de su vida.

21.11.08

Locura

El niño, de dos o tres años, sale de la guardería corriendo por el pasillo hasta la puerta. Lo esperan, excepcionalmente, sus abuelos.

- ¡¡Hola, cariño!! Holaaa.
- Vine corriendo.
- ¿Sí? ¿Corrías...? ¿Escapabas? Nooo, nooo. No se escapa, no, ¿eh? No se
escapa. ¿Verdad que no se escapa?

Y luego nos extrañamos de ver tanto chalado. Joder, si teníamos que estar todos como cabras...

20.11.08

Honi soit qui mal y pense

Ayer oí por primera vez (es lo que tenemos, los ignorantes), que yo recuerde (es lo que tenemos, los de memoria de mosquito), la expresión que encabeza el post, Honi soit qui mal y pense, y me acordé de mí (es lo que tenemos, los egocéntricos).

Bueno, de mí, de una entrada que escribí hace unas semanas y de alguna que yo me sé...

La frase, como todo, es interpretable, e interpretable es también la interpretación. Y la mía arrima el ascua a mi sardina (es lo que tenemos, los... los... merluzos).

Porque, más allá de su significado literal (algo así como Maldito quien piense mal), relacionado con la situación en la que supuestamente se acuñó el lema, ahora mismo la frase me parece muy apropiada para dejar claro, de forma breve y rotunda, que quien sufre las consecuencias de una visión negativa, retorcida, de las cosas es, siempre y antes que nadie, quien la tiene.

17.11.08

Fabulosas narraciones por historias, de A. Orejudo

Ayer por la tarde terminé de leer la novela Fabulosas narraciones por historias, de Antonio Orejudo. Es lo primero que leo de él.

No he encontrado una sola crítica negativa de esta novela. Es verdad que no las he buscado, pero, en cualquier caso, todo lo que he leído sobre ella (en internet, casi exclusivamente) ha sido poniéndola por las nubes; incluidas las opiniones de Rafael Reig (aunque, bueno, es amigo de Orejudo), del enfant terrible Mal-herido y del muy fiable Lector a la sombra.

Me ha parecido un libro entretenido y muy bien escrito.

Mmmm…

Mmmm...

Y ya está.

Es muy probable que el autor haya pretendido conseguir eso: un libro bien escrito que cuenta una historia entretenida.

Y sin duda es algo que está al alcance de pocos escritores.

Pero la verdad es que a mí eso, en general, y salvo momentos en los que sólo quiero que me lleven lejos de donde estoy (lo cual nunca se agradece bastante, en ese caso), no me llega. Y cada vez menos.

Esta novela no me ha contado nada que vaya a recordar, me temo. Me ha entretenido (al final ya no tanto) y me parece que Orejudo escribe genial, repito, pero creo que ni he aprendido nada interesante (hay algo de política y de opinión literaria entremezclado, pero poco), ni me ha sorprendido (con una excepción: la autocrítica en forma de carta del final, que me hace gracia), ni emocionado, ni impactado de ninguna forma, ni apenas me ha hecho pensar. Y a mí eso me importa.


[Añadido el 18.NOV]

Yo leo, ante todo, para disfrutar. Por placer, para pasar un buen rato. Y eso, cuando de novela se trata, pasa siempre por una buena historia bien contada.

Pero no es menos cierto que casi todas las buenas historias bien contadas hablan de muchas más cosas de lo que parece.

Y yo espero eso de un libro.

11.11.08

The Times They Are A-Changin'

For the loser now
Will be later to win
For the times they are a-changin'


Yo también voy a escribir sobre Obama, qué carallo.

Así dejo que las ideas reposen y me permitan seguir creando tanto como estoy creando (¿les he dicho que soy dramaturgo, ahora?).

Y, además, hacía un montón que no escribía de sexo.


Las tropas federales escoltan a estudiantes negros que llegan a la Escuela Secundaria Central en Little Rock, Arkansas, en la primera semana de integración en septiembre de 1957.


Hace unos días los norteamericanos han elegido presidente a un negro. ¡Un negro va a ser el presidente de los Estados Unidos!

Eso es fundamental, claro que es fundamental. Es más: es acojonante.

Aunque Obama resultase un mal presidente, aunque su único mérito fuese el color de su piel, como ya hay quien se ha apresurado a afirmar, ¡aunque fuese todo un paripé y él el hombre de paja de un lobby tenebroso!, ya ha conseguido algo crucial; algo que cambiará su país y el mundo entero.

(Y sólo hay que darse una vuelta por internet -por ejemplo buscando imágenes suyas en Google- para ver los prejuicios racistas que le esperan, y la falta que hace ese cambio.)

¿Ustedes se dan cuenta de lo que supone para el imaginario popular (¡coño, por fin puedo usar esta expresión!) ver a todos los mandatarios del mundo yendo a rendirle pleitesía a un hombre negro, en lugar de recibir de vez en cuando a alguno que llega en túnica o vestido de colores y darle unas palmaditas? ¡Vaya patada en el culo para tantos y tantos! Ese efecto integrador, ni con mil series de Bill Cosby...

No tengo ni idea de qué dice Obama sobre casi nada, la verdad. Tengo de él la imagen que algunos de nuestros medios de comunicación nos han querido dar: alguien relativamente (y digo relativamente porque creo que los parámetros estadounidenses son distintos a los nuestros) progresista, supuestamente respetuoso con la comunidad internacional, menos beligerante que lo que últimamente vemos, y, sobre todo, opuesto en casi todo a Bush. Y aunque en realidad aún no hemos visto cómo es, y aunque sin duda gobernará para los americanos (sólo faltaría), me contentaría con que esas cuatro cosas fuesen ciertas, porque creo que bastarían para mejorar las cosas.

(Claro que después de Bush uno tiene la sensación de que no mejorarlas debe de ser imposible...)

Es un país raro, Estados Unidos. Único, creo yo. Nació distinto y sigue siéndolo. Nos tiene acostumbrados a lo peor, y también a lo mejor. Las tropelías de muchos de sus gobiernos y la llamativa inopia de gran parte de sus habitantes (aunque no nos engañemos pensando que nosotros estamos mucho mejor), por poner dos ejemplos, contrastan, por poner tres, con su respeto a la libertad individual, su capacidad autocrítica y su confianza en sí mismos.

Y no hay más que oír los discursos del día de las elecciones, tanto el del ganador como el (tremendamente generoso y leal) de McCain, cargados de referencias morales, familiares y patrióticas junto con otras progresistas, individualistas y abiertas, para darse cuenta de que estamos ante otra cosa.

Ojalá ante Obama estemos también ante otra cosa. No me hago muchas ilusiones, para empezar porque creo que aun el mejor presidente estadounidense del mundo estaría limitado, muy limitado, pero me gustaría ver que nos movemos en la dirección correcta, aunque sea un poquito.

En cualquier caso, creo que ya hay razones para alegrarse.

10.11.08

Pausa creativa

Sabrán ustedes perdonar este silencio, pero es que resulta que estoy escribiendo.

Que estoy escribiendo algo aparte del blog, quiero decir. Y no puedo romper esta tensión creativa, claro. [Risas]

Lo inaudito es que pretende ser teatro, una mini obra, cortísima, para representar entre amigos, ¡pero estoy disfrutando tanto, tanto!

Al fin motivado.