18.11.10

La curiosidad de vivir

Es fácil (y maravilloso) fijarse en lo nuevo; pero a menudo dejamos de mirar a lo conocido, y nos lo perdemos.


14.11.10

Solo en casa

Por primera vez, he venido solo a Vicedo. Solo del todo. Apenas estaré veinticuatro horas, desde la tarde de ayer sábado hasta hoy domingo después de comer, pero me apetecía mucho.

No quiero ponerme cursi, pero el caso es que llueve. Escribo en una mesa junto a la ventana, y fuera, sobre el jardín y, más abajo, sobre la playa y el mar, llueve sin parar.

Esta semana el temporal ha causado daños en el muelle, ha roto un pantalán y ha tirado algún muro cerca del mar. La playa está cambiada, también.

Ayer no salí de casa; me pasé la tarde leyendo (acabé el libro de Ziegler, El imperio de la vergüenza, que les recomiendo), durmiendo y, por la noche, viendo Apocalipsis Now, edición Redux, que a pesar de su nombre es más larga. Yo Apocalipsis Now no la había visto nunca entera, creo. Me gustó bastante, me pareció tan impactante como esperaba. Y creo que Martin Sheen lo hace realmente bien. En cuanto a Brando, no se puede negar que impresiona, y mucho, aunque me parece que sale demasiado poco para acaparar tanta atención. Por cierto, su voz doblada, la de siempre, me parece tan buena, que aunque vi la película en v.o. algunas secuencias las puse también en castellano; y, aunque sea una herejía, casi me gustaban más.

Ha llovido toda la noche. Esta mañana no ha pasado el pan, así que fui paseando a desayunar. El café más rico que conozco, y aun encima el bizcocho y los churros no me los cobran. Y he jugado a la Primitiva (solo juego aquí, para comprarme esta casa), y como la señora se equivocó y me dio un boleto automático mientras yo cubría a mano otro, me lo regaló y dijo que lo jugábamos a medias, apuntó sus iniciales y las mías por detrás y me lo dio: ¿no les parece maravilloso?

Ha dejado de llover. Voy a salir un rato, antes de hacer la comida.

Buen domingo.




12.11.10

El hambre verde

Así llama Bjorn Ljungqvist, coordinador nacional de UNICEF para Etiopía, a la catástrofe (esta vez sí) humanitaria, que sufren incluso regiones fértiles de aquel país, provocada por la caída del precio en origen del café. Café producido en su mayor parte en pequeñas explotaciones familiares.

Un dato pasmoso, sobre este asunto:

Año 1990
Precio cobrado por productores: 11.000 millones $
Precio pagado por consumidores: 30.000 millones $
Año 2004
Precio cobrado por productores: 5.500 millones $
Precio pagado por consumidores: 70.000 millones $


J. Ziegler, El imperio de la vergüenza



7.11.10

Una mañana de domingo, un comentario y una película

1.
Esta mañana tuve que salir temprano de casa. Luego, por primera vez en al menos un año, compré el periódico y fui a tomar un café. De noche había llovido y el aire estaba limpísimo; hacía una mañana preciosa.

Leí El País. Sin deslumbrarme, me gustó la entrevista de Millás a Felipe González.

Y me acordé de este otro artículo, ojeado esta semana, sobre el alemán Die Zeit. Resulta que, a pesar de la abrumadora competencia de los medios online, el semanario tuvo el año pasado los mejores resultados de ventas de su historia. ¿La receta? Artículos más elaborados y exigentes, temas más profundos y análisis más detenidos; es decir, más calidad: un material que no se pueda leer en cinco minutos en el móvil, y que aporte algo que lo que sí se puede leer de ese modo no ofrece.


2.
Iba a escribir una entrada para airear la discusión sobre Obama, donde hay posturas encontradas, pero he releído otras conversaciones anteriores, de post pasados, y se me han quitado las ganas, porque veo que nos repetimos.

Y además hoy también he leído un artículo de Bernard-Henri Lévy, y veo que me ha pisado el post, el tío...

Pero quiero dejar clara una cosa: las razones por las que parte del electorado estadounidense lo condena no tienen ningún misterio (y seguramente son, repito, el mejor argumento a su favor). Tampoco que lo hagan nuestros conservadores. Sin embargo, el rechazo de parte de nuestra izquierda a admitirle cualquier bondad, aunque solo sea relativa, me exaspera. Por lo que sobre nuestra izquierda dice eso.

El ejemplo más claro es la reforma sanitaria todavía en marcha: una reforma que llevan décadas intentando, contra la que se han estrellado los pocos presidentes que se han atrevido a jugársela, y que quizá tenga más culpa de estos resultados que la omnipresente crisis; y que, como lógica y desgraciadamente ha salido rebajadísima del acoso y derribo al que la han sometido sus oponentes, ahora nosotros, que vamos de sobrados, la tachamos de tibia y la esgrimimos ¡como prueba en su contra! Manda carallo.

Sé que el papel de la conciencia que no se calla, que no transige, que no pierde de vista lo correcto por inasequible que resulte, es imprescindible; pero creo que si esa izquierda nuestra pretende hacer algo más que análisis teórico y quiere volver a pintar algo, debería abandonar la purista actitud de "si no está todo bien, está todo mal".

Yo considero un error no ver los logros parciales.

Como Obama les dijo a los republicanos hace un año, no se puede creer "que solo defendemos nuestras ideas cuando nos aceptan el 100% de nuestras ideas".


3.
Acabo de ver Sarabanda, de Ingmar Bergman.

La madre que lo parió.

Menos mal que el dvd no traía cuchilla de regalo...

Vaya mierda de vidas, relaciones atormentadas y soledad. Tal vez un panorama realista a la luz de un análisis lúcido. Supongo que el de Bergman. Pero, por suerte, la experiencia de vez en cuando nos da muestras de que la vida es más que lo que nuestra lucidez analítica podría llegar a concluir.


5.11.10

Revés a Obama

Me alegré mucho de su victoria, y lo he defendido varias veces, aquí.

He insistido, al hacerlo, en que partía de la base de que a un presidente de EE.UU. no se le puede pedir, por el momento, que no sea presidente de EE.UU. Y, por tanto, que hay críticas muy lógicas y fundamentadas que, en mi opinión, se refieren a cosas que vienen "de fábrica"; y ese es el marco de referencia que asumo a la hora de valorarlo. Lo resumo diciendo que, hoy por hoy, y tratando de ser realista, es el presidente de EE.UU. que quiero.

En mi opinión, uno de los principales argumentos a su favor eran (o son) sus adversarios. Políticos y mediáticos. Ver las resistencias que suscita es, para mí, una prueba de sus intenciones.

Y creo que se entiende mucho mejor lo que quiero decir, lo positivo que sigo viendo en Obama, cuando se ve la alternativa. Como ahora. Temible.

Y el cambio podía parecernos insuficiente, no lo dudo, pero, paradójicamente, iremos viéndolo más y más grande conforme se vaya alejando...

Una pena, para mí; con todo, con todos los peros que ustedes quieran. Una pena que Obama, como ya preveíamos, tenga casi todo en contra en casa, y se pueda acabar cuando todavía está casi empezando.

2.11.10

Día de difuntos

Paseamos y hablamos de la pena; por los otros y por uno mismo. Hablamos de la vida, de la visión personal de la vida. Y hablamos de la muerte.

No entiendo (literalmente) a quienes de morir temen el dolor, para mí tan insignificante al lado de que todo se acabe. Yo no puedo olvidarme de la muerte, y tengo que luchar para que no lo marque todo.

Sé que mi angustia por la futura muerte de mis padres, de mis abuelos, fue mucho más que unas cuantas noches de llanto infantil. Sé que la angustia por la mía, que comenzó al tener hijos, suponiéndola (y deseándola) anterior a la suya, será difícil de vencer.

Es despedirse, lo terrible. No volverse a ver.



Y esa consciencia de que la vida ya no podia ser cualquier cosa y había comenzado a tachar opciones, que significó dejar la niñez, ha estado siempre agudizada sin duda por la certeza del punto final, de que había una única oportunidad.

No obstante, somos supervivientes, y he descubierto que todo lo define el presente. Que, como dije aquí, ya puedo volver atrás, a los sitios y las personas, sin sentir que el tiempo pasado es únicamente pérdida. Parece que la tristeza de comparar expectativas (aun imaginadas) y realidad ya se ha pasado.

El presente.