29.11.13

Toletum

Una vez más, mi trabajo me ha movido. Esta semana, a la Ciudad Imperial.

Frío, cuestas y un laberinto fantástico de callejuelas en el que no importaba perderse pues uno siempre acababa desembocando en un sitio precioso.
















25.11.13

Trascender

- Papi.
- ¿Qué, Carlos?
- No pienses en eso, pero... ¿cuando te mueras puedo heredar tu armónica?


19.11.13

Un provinciano en Madrid: así fue

Volví. Volvimos.

Vi a Javi (con quien tan bien me siento pasemos el tiempo que pasemos sin vernos), a Cal (la primera, y sigue),  a NáN (a quien presenté al también provinciano Taliesín, que estaba en la capital y me presentó a su vez a la Casta -y culta y amable- Susana), a Róber (tan cariñoso como siempre), a Ernesto (¿por qué no es escritor con todas las de la ley, este hombre?) y a sus respectivas parejas. No pude ver a mis queridos David y Aroa, esta vez, ni a otros del taller (Marina, Juan...).

Estuve con mi hermano pequeño y su novia, ya tan personas y además tan buenas personas.
Estuve con amigos, y aunque coincidimos poco me llevo la sensación de haber conocido de verdad a sus hijos.

Me presenté a mi flamante nueva directora de tesis, ahora que la retomo.

Comprobé una vez más que mi actual trabajo me interesa.

Compré cinco libros, algunos recomendados por ustedes: Brooklyn, de Colm Tóibín, Knockemstiff, de D. Ray Pollock, al fin High Fidelity en inglés, de Hornby, Espíritu festivo, una colección de cuentos de fantasmas de Robertson Davies, y Por si se va la luz, de Lara, a quien tampoco vi. A los niños les compré otros cinco (qué gran librería, Pantha rei, en Hernán Cortés).

Me sentí físicamente agredido, no por la basura, que no me parecía para tanto, sino por el clima mesetario. Pasar años entre ese frío, el metro y las calefacciones madrileñas tiene que pasar factura.

Paseé mucho, y paseamos, y fue un placer. Madrid de visita siempre lo es.

Madrid, la gente que conozco, me hacen sentir muchas ganas de hacer cosas. Y así vuelvo siempre de allí: con ganas. Es el aire fresco. Pero aquí, donde vivo, es donde hay que demostrarlas.


10.11.13

Vente pa Madrí

Mi trabajo actual no solo hace que llegue a él cada mañana con una sonrisa en la boca, sino que ya es la segunda vez que me manda una semanita a Madrid.

Allá voy, a que me dé el aire.