25.8.06

Adenoidectomía

La vegetación, desmesurada, tupida, excesiva hasta llegar a asfixiar(la), me ha mantenido apartado del blog un par de días.

Pero el paso ya ha quedado libre, y mi hija está muy bien.

Y Carlos también, tras una segunda noche a solas con su padre.

22 comentarios:

  1. ¡Qué bestias éramos! Antes nos las hacían a pelo y de postre un helado.
    Me alegro de su mejoría y de que todo te vaya bien.
    Un abrazo

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  2. Ay Alexandrós, ¿esa no era la operación de anginas? Sí, qué brutos. Te decía el médico "a ver, dí aaaaaaaaaa" y cuando menos te lo esperabas te arrancaba las amígdalas de cuajo. Luego helado. Yo me escapé antes de pronunciar una vocal.

    Espero que la pequeñaja esté mucho mejor. Se sentirá más aliviada, fijo. Lo bueno es que ahora cuando son tan chiquitines parece como que no le afectan este tipo de cosas, como que se recuperan con mayor facilidad que nosotros, ¿no?

    Un beso muy fuerte para ambos. Cal.

    Pd. Me he acordado hoy de ti. Por fin he visto "Love Actually" y, sí, he de reconocer que me ha gustado (me ha arrancado alguna sonrisota).

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  3. Sí, Alexandrós, creo que lo que arrancaban de cuajo, con una sábana por delante para la sangre, eran las amígdalas; pero a ella sólo le han quitado las vegetaciones.

    Y está muy bien. Todavía respira como antes, supongo que por culpa de la misma operación, pero está como si nada.

    ¡Love actually, mi pecado!. De eso hace ya nueve meses; me hace ilusión que alguien de vez en cuando se acuerde de cosas que haya leído aquí. Un beso, Calamidad.

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  4. Portorosa me alegro muchísimo que todo esté ya en calma (bueno, la deliciosa calma que permiten dos niños;-)
    En cuanto a "Love Actually" no la he visto (pero lo solucionaré en breve). Me ha encantado tu escrito.
    Un abrazo

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  5. Después de varias semanas din poder entrar en mis blogs más queridos y admirados, entre los que se cuenta el tuyo bnaturalmente, veo con profunda alegría QUE NO ESTAMOS DE ACUERDO EN ALGO. Ese algo es Paul Auster, que es uno de mis escritores de cabecera. Te amenazo, pues, con contestarte como mereces... Hoy empiezo a escribir un post de desagravio que te dedicaré a tí. Por lo demás, te veo en forma, como siempre.
    Un abrazo, Zucco.

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  6. Muchas gracias, Olvido (supongo que te refieres al enlazado). Es una buena película para una tarde en casa, ya verás. Besos.

    ¡Hombre, Roberto, qué alegría! Bueno, pues espero tu respuesta; me encantará leerla. A lo mejor hasta me convences... Un fuerte abrazo.

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  7. ¿Seguís haciendo tú y Carlos 'cosas de hombres' cuando estáis solos?
    Me alegro un montón de que la niña se recupere y de que tú, mientras tanto, aproveches esas noches de complicidad con tu hijo.
    Un beso, milord.

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  8. Sí, milady, ya sabes, básicamente beber toda la noche hasta quedarnos sopa en cualquier postura.

    Un día os contaré cuánto estoy disfrutando con este segundo hijo.

    Un beso enorme, milady.

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  9. Por lo menos a mi me anestesiaron, aunque, la verdad es que el despertar fue casi teneboso (no a los sopapos pero mas o menos, es que antes no calculaban las dosis de fármacos como ahora, y por las dudas, zaz, zaz, despertate nena!). Los helados se los comían mis hermanos porque a mi me dolía hasta el alma. Es el recuerso más horrible de mi infancia. Recién había cumplido los seis años.

    Me alegro que la niña se encuentre bien.

    Nos debes un relato de las noches de beberaje y charlas de hombre a hombre!

    Saludos!

    PD. Bien Roberto!!!!!!!!!!!!

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  10. Yo siempre tuve miedo del médico que operó a mis hermanas porque yo me libré de esa tortura. Luego como madre la cosa había cambiado, se llevaron a Marta entre globos, diciendo que iba a soplar uno muy grande de color negro. Con la pequeña no hizo falta. Su capricho por tocar un gran instrumento de viento (la trompa) hizo que sus vías respiratorias estuvieran siempre libres. No se si recomendarlo. Los ensayos de la escala son escandalosamente pesados.
    Me alegro de que las juergas nocturnas paternofiliales vayan viento en popa.
    Un beso, Puerto

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  11. Me alegro que tu peque esté bien. Cuando son tan pequeñas, lo pasan muy mal porque no acaban de comprender el dolor y el malestar que sienten. Y los padres sufrimos por no poderles aliviar. Si pudiéramos, pasaríamos nosotros mismo la enfermedad.

    Y ya que hablamos de películas (ya sabes que compartimos la pasión por Love Actually), el otro día recomendaba en un post "Pride and Prejudice", la última adaptación al cine de una novela de Jane Austen. ¿La has visto? No te la pierdas.

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  12. Ay, los hijos!
    Luego, ellos ni se acuerdan...

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  13. Buenos días.

    Hola, Puerto. ¿Así que tienes una hija que toca la trompa? Me gustaría tanto saber tocar algo, a mí... ¡que voy a obligar a mis hijos a ir a clase de música desde los tres años, aunque sea a empujones!
    Es brooooooma.
    Mi hija se cogió un berrinche tremendo cuando lo cogieron una vía en el brazo, poco antes de la operación; y ese llanto hizo que se quedase dormida, así que entró en el quirófano sin enterarse de nada.
    Un beso.

    S., no la he visto. A ir al cine prácticamente he renunciado hace años, salvo la excepción anual de Woody Allen, pero si puedo la veré. Un abrazo.

    Supongo que no, que no se acuerdan, y que no nos acordamos. No al menos lo que debiéramos (aunque sé que en este punto ha habido visitantes a este blog que en su día discreparon). Pero eso cambia, sin duda, cuando eres padre; mi madre lo dice: hay que tener hijos para darse cuenta de lo que son los padres.
    Besos.

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  14. Me alegro de que la niña esté bien, ¡pobre!
    Y tu madre tiene toda la razón. Fue cuando me convertí yo también en padre cuando comprendí (y admiré) de verdad a los míos. (¿Cómo se las apañaron con siete?)
    Me encantó el post sobre Love actually pero, aunque he cometido pecados mucho más inconfesables, no comparto tu entusiasmo por la película. La que sí que me encantó es la que te recomienda rythmduel. Aunque no te fíes de mi juicio, no es nada frío y objetivo cuando la actriz protagonista es la de esta película (mi incapacidad absoluta para los idiomas me impide escribir su nombre).

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  15. Qué faena, ahora se tendrá que inventar otra cosa si el día de mañana se quiere cambiar la nariz.
    Es lo que dicen todas cuando se meten en quirófano a tunearse.

    Me alegro por la nena, cuanto más pequeñucos menos se enteran y pasa deprisa.

    Beso.
    M.

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  16. Ya te imaginarás cuánto valoro tu opinión sobre lo que yo escribo, Malambruno.
    Trataré de verla, ya digo.
    Un abrazo (y sí, mi madre tiene toda la razón).

    ¡Tunearse! ¡Qué bueno, M.!
    Un beso.

    Gracias a los dos.

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  17. ¡Ay la trompa! llegó la segunda parte, ortodoncia urgente que implicó aparcar el instrumento. Pero imagino que no se olvida. Para tu conocimiento tengo otra que eligió el oboe. Al llegar a "adulta" lo guardó pero de vez en cuando suena. Es verdad que no saben lo que son los padres... solo añoran los paquetes de lentejas o las tortillas de patatas cuando llevan tiempo sin aparecer por casa.
    Un beso

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  18. Ayudando a malambruno, te diré que la actriz que no se atreve a mencionar es Keira Knightley, y que la película la puedes encontrar en cualquier videoclub. Para más información puedes consultar mi reseña en Lecturas y películas. Es gratis.

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  19. Gracias, S. (ella es preciosa, también para mí).
    Un beso, Puerto.

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  20. Gracias, de parte de todos los que tienen tiempo para descargar cosas de internet (y saben, que no es mi caso) y, además, verlas (que tampoco, I'm afraid).

    Un beso.

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  21. Yo NUNCA descargo, a lo sumo, hago una copia particular de DVD's originales para consumo propio.

    Hay mucha bazofia en el E-mule o el Kazaa

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