8.3.06

El mundo entero en un jardín.

Nunca había oído hablar de Antonio Crespo Massieu (Madrid, 1951), que hoy a las ocho va a leer poemas de su libro En este lugar en la librería Rafael Alberti de Madrid.
Estoy a más de 600 km, pero un amigo me ha enviado este poema. Ni leo ni entiendo de poesía, pero me ha gustado, y creo que el autor dice algunas cosas muy bonitas (mis críticas poéticas son muy elaboradas, como ven).

Espero que les guste.

Ah, y por favor, no nos confundamos y vayamos a acabar discutiendo sobre quiénes eran los buenos y quiénes los malos en la IIGM, que aquí en el fondo no se habla más que de impacto y pavor y de delicadeza y sensibilidad:

Un jardín japonés

"Harlan K. Ullman parece estar viviendo sus 15 minutos de fama. Su doctrina estratégica de Impacto y Pavor, adoptada por el Pentágono, ha llegado a eclipsar el nombre oficial de la campaña (Operación Libertad Iraquí) (...)
Pregunta: ¿En que consiste la estrategia de Impacto y Pavor?
Respuesta: El Impacto y Pavor busca, mediante el uso de todo nuestro poder físico y psíquico, que el enemigo se sienta tan vulnerable e intimidado por nuestra capacidad que vea inútil cualquier resistencia. (...)
Pregunta: ¿Es Hiroshima un ejemplo de Impacto y Pavor?
Respuesta: El uso de armas nucleares nunca fue la intención de esta estrategia, pero la capacidad para transformar la resistencia suicida en rendición pasiva es el ejemplo supremo de ella. Los japoneses abandonaron la lucha porque no podían comprender la secuencia de un plan, una bomba y adiós a una ciudad. Aquello fue Impacto y Pavor."
(El País, jueves 3 de abril de 2003)

Uno
que nunca fue
demasiado japonés
ajeno al arte floral
las películas de Kurosawa
el judo los videojuegos
y no digamos las artes marciales.

Uno
(son tantas sus limitaciones)
que apenas compuso
un torpe haikú
(era de encargo
y desechó y contó sílabas
sin cuento).

Uno
que casi confundía Japón
con el tópico postal
o cuando menos con
la hiriente belleza de Puccini
o el delicado tapiz de un juego vanguardista.

Uno
tan de vieja Europa
cuyo mayor exotismo
es buscar lejanas raíces
habitar como propios
los jardines de la Alhambra
y rescatar huellas de perdidas juderías.

Uno
que ama
(entre otros ejercicios de rigor)
la poesía la mística
(cristiana y judía)
la prosa de Wittgenstein
y la música de Bach.

Uno
tan poco oriental
y ahora
tan de repente
tan japonés
sin remedio y sin lógica
o tal vez por ausencia de lógica
tan perdidamente japonés.

Uno
hay secuencias que no comprende
la lógica y el plan
que dice
(y hace)
una bomba y adiós
adiós a una ciudad.

Uno
(por eso)
comprará un terrenito
tal vez modesto adosado
en las afueras
y hará un jardín japonés
todas las mañanas
alisará la arena
jugando con formas
como si compusiera el mundo
y sentirá la armonía
en las mínimas piedras de la existencia.
Luego
escuchará a Puccini
leerá haikus
y meditará en silencio
mientras espera
que un iluminado
del National War College
le haga gustoso el hara kiri
para comprender
la secuencia del plan
y sentirse al fin
vulnerable e intimidado
y decir adiós
a las pequeñas cosas
que ama:
Bach y otras músicas
(casi todas)
la cábala los poetas los atardeceres
el silencio infinito de los animales
y
(no menos importante)
uno mismo
a quien
(si bien sin estridencias)
se ama lo suficiente como
para no desearle el autorreflexivo
adiós de un hara kiri
En fin
todas las pequeñas cosas
que caben
(el mundo entero)
en mi jardín japonés.

12 comentarios:

  1. Anónimo8/3/06 12:19

    Creo, apreciado Portorosa, que el valor de mi crítica literaria -ni sé, ni me gusta la crítica- no va mucho más allá que el de la que has apuntado tener tú para poesía, pero desde ahí, cambio el "Uno" por "Una" y adhiero este poema en su totalidad.

    Un abrazo entrañable

    Hannah

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  2. Un abrazo, querida Hannah.

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  3. Anónimo8/3/06 17:29

    Pues yo tampoco entiendo mucho de poesía. Sé si me gusta o no. Esta parece bonita (me gusta mucho Japón, aunque no haya estado nunca, posiblemente por la cultura del Bonsái).

    Gracias Portorosa; creo que ya tengo plan para esta tarde. Besitos. C.

    PD. Del trabajo, ya sabes, todavía no me explotan mucho porque no he empezado. Ya veremos el mes que viene qué tal va todo.

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  4. Me gusta la forma, incluso la arquitectura visual en la que se sostiene este poema y también lo que evoca y sugiere. No es, exactamente, lo que se ha venido llamando poesía social aunque, brevemente, se perfile un mensaje o denuncia reflexiva sobre la palabra como necesaria precursora o activadora de la barbarie. Al contrario que en autores como Celaya y otros de generaciones posteriores, la postura que se adopta no es de activismo sino la del alejamiento y un cierto nihilismo zen.
    Me llama la atención ese juego de contraposicion de valores y estéticas entre la cultura judeo-cristiana occidental y esas otras adherencias orietales que nunca han llegado a constituir cercanía de pensamiento.
    Yo tengo sobre el armario un pequeño (como un sobre de correos)terrario-jardín-japonés de tierra blanca, en el que con un rastrillo de tamaño proporcional hecho por mí configuro cada cierto tiempo, caminos, montañitas, valles, sembrados etc y es, inutil y entretenido. Justo lo necesario para tomarse en serio el resto de la vida.
    (Creo que las letras de confirmacion del mensaje/comentario es un protocolo que se puede quitar sin demasiado peligro de spameo de programas automáticos y para los cegatillos como yo nos aliviaria de los dos intentos a que nos vemos obligados casi siempre) (no es grave, solo incómodo)
    (Como te decía este es mi segundo intento-y estoy seguro de que la primera vez lo escribí bien)

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  5. Ya, Cal, ya estoy al día, por tu blog.
    ¿Así que vas a ir? ¡Pues ahora sí que me encantaría poder estar ahí, a mí también! Besos.

    Manolotel, no te creas, puse ese filtro porque lo del spam se convirtió en un verdadero asedio; cada día recibía tres o cuatro, y, como no quería que apareciesen, tenía que seguirles la pista y borrarlos. Lo de poner el texto bien y que no te lo admita puede ser por tardar demasiado en comentar y tener la pantalla mucho tiempo abierta; entonces, ella "necesita" actualizar la contraseña. Siento que te incomode, pero de verdad que me parece necesario.
    Gracias por tu comentario.

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  6. Uno
    no sabe que decir
    cuando lee eso.
    Solo sabe entristecerse
    por compartir humanidad
    con tan deshumanizada tribu
    y se avergüenza......

    Egonauta

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  7. Precioso, Porto, precioso.

    y decir adiós
    a las pequeñas cosas
    que ama:
    Bach y otras músicas
    (casi todas)
    la cábala los poetas los atardeceres
    el silencio infinito de los animales

    Precioso. Gracias.

    Xavie

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  8. Un abrazo, Egonauta, Xavie (de nada).
    Espero que la señorita Calamidad haya ido, finalmente; y, en caso afirmativo, que nos cuente si valió la pena o no.

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  9. Sr.Portorosa:desde Hiroshima todos llevamos ese jardín japonés del que Vd habla cosido en el alma.

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  10. Bartolomé, gracias por aceptar mi invitación; es un placer tenerlo aquí (al resto, les diré que Bartolomé C. es un habitual y brillante comentarista en el blog del Sr. Foix, de La Vanguardia: foixblog.blogspot.com).
    Por desgracia para mí, no soy yo quien habla de jardines; yo me tengo que limitar a pasear por los que otros crean.

    Un saludo.

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  11. Imagino que la silla es su jardín japonés y que está usted mirando el paisaje que es su mundo interior, sr Portorosa.

    Hay por aquí gente que realmente parece entender de poesía, ¿no?

    Por si acaso no escribiré ninguna, que me 'catea'.

    El poema, según mi simple forma de observarlo, es interesante. Me gusta lo que dice, sin embargo, soy una forofa de la rima y, en este caso, echo de menos su musicalidad.

    Le doy las gracias por su invitación.

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  12. Muchas gracias a usted, Rosa María. Yo, como habrá podido leer, no entiendo de poesía (y no oculto que la considero una asignatura pendiente), pero no ocurre lo mismo con algunos de los que pasan por aquí.

    Gracias de nuevo.

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