9.10.05

Estudio sociológico inconcluso.

Primera conversación oída en la calle ayer sábado:

Mujer de entre 45 y 50 años, andando junto a una señora de entre 70 y 75.

- Mujer: Pues Pili fue a Barcelona al concierto de U2, y se quedó en casa de Juana (...)

La señora, como quien oye llover, continúa caminando sin decir esta boca es mía. Yo me pregunto: si por razones para mí inexcrutables la señora sabe quién o qué es U2; si la señora no lo sabe (ni quién es Juana, y a lo mejor ni Pili, y si me apuran ni siquiera la mujer que lleva al lado y que se empeña en hablarle) pero se la trae al pairo; o si, directamente, la señora está sorda como una tapia y va pensando, feliz, en cuando, hace cincuenta años, ella subía por aquella calle con su novio.


Segunda conversación oída en la calle ayer sábado:

Jovencita de unos 18 años, de aspecto normal, ni de macarrilla ni de niña bien, con gafas (lo que hace, fíjense qué tonto, que la cosa me sorprenda más), se acerca al coche de sus padres, que la esperan con las puertas abiertas y, por lo que parece (yo estoy en la acera de enfrente y a los de dentro no les oigo nada), le están diciendo que se dé prisa.

- Madre: (...)

- Hija: ¡Que no puedo correr, cojones!

- Madre: (...)

- Hija: ¡Porque tengo tacones de aguja! ¿Te quieres callar la boca?

- Madre: (...)

- Hija (léase con el tono de voz empleado normalmente para imitar burlonamente a personas con algún tipo de deficiencia psíquica): Ña, ña, ña, ña, ñaaa...

Nuestra protagonista entra en el coche, cierra la puerta con violencia y el coche se va. El padre, sentado al volante, ha sido testigo mudo de toda la escena.


Conclusiones:
Se me escapan.
Y supongo que la señora mayor de la primera conversación estará igual de desconcertada que yo.

16 comentarios:

  1. Me incorporo lentamente a mis lecturas habituales y compruebo con placer que mantienes ese magnífico estilete para escribir y para hacerlo sobre propias observaciones. Te agradezco enormemente también tu probada fidelidad. Un gran abrazo, Roberto.

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  2. ¿Cómo puede haber diferencias tan grandes entre los mundos visuales de las personas? Habitualmente nos damos menos cuenta de que estamos viendo que de que estamos hablando. Nadie cree que necesita aprender a ver. Una vez más un placer reencontrarme contigo.
    Ulises

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  3. Hay fidelidades muy fáciles, Roberto.
    Me alegro mucho de saber de ti, Ulises, bienvenido.

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  4. Por eso y por no sacarnos cabeza y media a sus parejas de baile.

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  5. Creo que Juana es de la opinión de que los tacones de aguja le dan a una un toque canalla sólo comparable a ciertas cazadoras de cuero. Aunque en ella no debe influir su trabajo temporal con un contrato basura en un sexshop de Martorell, sección sado, los sábados por la tarde y festivos de guardar.

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  6. La señora mayor ha llegado a esa edad envidiable en la que puede hacer lo que de la gana, siempre qeu la salud le responda.

    La niñata es el pan nuestro de cada día y si fuese hija mía, hubiese probado la pedagogía tradicional, hoy tan denostada. A saber, un buen castigo y un buen guantazo.

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  7. ¿Quieres hacer un buen estudio sociológico inconcluso? Ponte detrás de la barra de un bar y escucha a la gente. La cantidad de sandeces que se oyen. In-creíble. Sin ir más lejos este fin de semana yo he oído cosas como "para qué ayudar a los países pobres con la cantidad de palacios que tienen" y cosas por el estilo. Y actué como la señora mayor de tu primer estudio (me mordí la lengua por no saltar una grosería a un cliente que se estaba poniendo morado a riojas).

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  8. Es alucinante lo que se "oye" por la calle, muy al pesar de uno... conversaciones a medias entre personas que la mitad de las veces hablan más para los de alrededor que para sus acompañantes.
    Pensé que este tipo de estudio lo hacían los anglosajones entre té y té ;)
    Un beso :)

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  9. Yo creo, queridísimo Señor de Portorosa, que el nexo entre ambas escenas captadas al desgaire no es otro que la incomunicación. Nadie escucha a nadie. Sea por diferencias culturales, generacionales, ideológicas, etc. lo cierto es que coexistimos separados por abismos que ni siquiera cavamos deliberadamente: están ahí, se abren y se abisman mientras caminamos y decimos nuestros monólogos, mientras subimos al coche y gritamos el malestar de nuestra adolescencia. Incomunicación. Lo dejo ahí, desflecado, sin rematar. Es un tema potente el que sugieres. Espero que el personal se anime a comentar. Callo, espero, leo. Volveré a comentar. Un abrazo.

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  10. Sí, lo sabía, y ya pensaba copiarlo aquí:

    DUQUE DE INSUA dijo...

    Un adolescente de 16 años( edad mental 9) presume ante una adolescente de 14(edad mental 10)de tener "una polla tremenda", "de 45 cm.". La adolescente responde:"Joder, tío, eso te llega hasta los pulmones".
    Oído hace tres días.

    [Fin comentario]

    Y yo, padre de una niña, digo: ¡Qué miedo! Espero que entre los genes y quienes la educamos sepamos meter algo de sentido común en su cabeza.

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  11. Mujer, digo yo, ¿no?. Si no...

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  12. Ya me parecía a mí, porque la razón de poner el comentario, has de saber, era la conversación, las edades, la situación. Se suponía que NO era por admiración anatómica (aparte de que no sé yo qué hay de raro; yo he visto gallinas más grandes todavía).

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  13. Pues mantener erectos 45 cm requiere una irrigación tal que me imagino al muchacho transparente y consumido como hoja de pergamino.

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  14. ***Manda SEXO al 5753 y ten conversaciones que te pondrán***

    Yo oí una vez una historia de un tío que se la tenía que atar doblada a la pierna cuando llevaba pantalones cortos (así que aun encima debía de pasarle desde pequeño), porque si no le salía por la pernera.

    ***Manda SEXO al 5753 y ten conversaciones que te pondrán***

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  15. La doblaba y se la pegaba a la cara interna del muslo, dicen, y se la ataba con una cinta, como una cartuchera de pistolero pero por dentro a la pierna.

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  16. Yo ovnis veo muy a menudo, lo que pasa es que me imagino que, si nadie dice nada, será que son aviones, o pájaros.

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