27.6.12

Mi madre, de Richard Ford

Es el tercer libro de Ford que empiezo y el primero que acabo. Con los otros me pasó esto. Pero este no es ficción.

En él, Ford cuenta, sin alargarse más de lo necesario (se lee en un par de horas), cómo era su madre y cómo fue su relación con ella. Es un libro sobre sus propios sentimientos y los que él supone en ella.

Me ha gustado. Dice que él a su madre le debe, sobre todo, sus propios afectos, sus afectos más profundos, los que él ha sabido sentir después.

Ha habido tres cosas que me han llamado la atención:

Por un lado, el poco peso del padre en su vida, la aparentemente débil y pobre relación que tenían (el padre viajaba mucho, pero siempre los cuidó y los quiso, y nunca sucedió nada malo), lo poco que parece haberle importado. Como padre, me resultó descorazonador leerlo.

También cuenta cómo de pequeño, a raíz de un comentario de un vecino, descubrió que su madre era alguien más que su madre; que era una persona como las demás, y también para los demás. Y dice (y esto me recordó una conversación maravillosa que tuve hace años con una amiga, Luna) que, si el tiempo nos ofrece la oportunidad, todos deberíamos tratar de conocer así a nuestros padres.

Por último, me desconcierta una vez más la distancia que, incluso siendo la suya una buena relación, parecía haber entre su madre y él. Fue una relación de cariño, en la que ambos se querían y se importaban, y sin embargo el modo en que está descrita hace pensar que todo eso permanecía en el fondo, poco visible: que se tenían cariño, se querían y se importaban a pesar de que iban por libre; o al revés. Sus vidas, desde el punto de vista material, fueron muy independientes una de la otra. Y me imagino que volvemos con esto a una cuestión de diferencias culturales, a cómo son las relaciones familiares en EE.UU., lo desarraigadas que resultan a nuestros ojos. Algo que por supuesto se refleja en la literatura norteamericana contemporánea, poblada por individuos aislados y relaciones personales con tendencia a tener principio y fin.

8 comentarios:

  1. Este libro nos lo recomendaron en el cole de L. y lo tenía apuntado en mi lista de libros para comprar (nos hicieron una lista de recomendaciones para los niños y otra para los padres). Después de leer tu entrada me han entrado más ganas de leerlo, así que lo voy a subir ya a la parte alta de la lista.

    Beso gordo.

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  2. Pues te lo dejo yo, tía :)
    Otro.

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  3. A mi me encantó cuando lo leí. Y como a ti, me llamó la atención lo de descubrir a tus padres como algo más que tus padres...como personas con una vida más allá de ser tus padres. Cuando tu eres padre además te das cuenta de lo dificil que es mantener esa "otra vida".

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  4. Pues vale. Te lo recuerdo la próxima vez que nos veamos. (El de Cheever te lo podía haber dejado yo, lo tengo en casa.)

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  5. Uy, lo tenía desde hacía años.

    Depende de las circunstancias, Moli, depende...

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  6. En realidad todos nosotros somos muchas cosas, padres, trabajadores, compañeros, amigos, pareja, personas individuales, ... La mayoría de la gente conoce de nosotros solo una faceta, tal vez dos. Los niños, es cierto, en general solamente nos ven como padres. A nosotros con los hijos también nos pasa, menos, pero nos pasa. Seguramente si fuéramos capaces de verlos en el colegio, desde fuera, con su círculo de amigos, escuchar sus conversaciones, ver sus reacciones, su forma de interactuar, nos sorprenderíamos.

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  7. Nos pasas menos mientras son pequeños, ¿no? Porque luego, de adultos, yo creo que nos pasará mucho.

    Bueno, quiero pensar que a mí me pasará menos, porque espero tener con ellos una comunicación lo suficientemente buena y completa; pero me temo que en general siempre ha sido así.

    Beso.

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  8. Si no pasa nada malo,si te cuidan y te quieren probablemente te cuidarán, te querrán y no pasará nada malo.Pero aquí hablamos de algo más profundo, de tu forma de sentir, de ser.Supongo que eso se transmite en el día a día con el propio ejemplo, con mucha conversación,...,con tiempo.
    Por otro lado, puede que en la actualidad los roles estén cambiando , pero ese amor INCONDICIONAL que generalmente trasmiten las madres marca para toda la vida porque no tendrás otro igual.Pero como ya he dicho creo que las cosas están cambiando .Las mujeres descubrieron el mundo fuera de casa y los hombres dentro de ella y eso nos enriquece a todos.
    B.

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