30.8.11

El hombre de al lado



Tienen ustedes que ver esta película, El hombre de al lado. Otra argentina.

Me la recomendó ayer mi hermano pequeño, y ayer la vi. Y me gustó muchísimo.

Voy a trata de hablarles de ella sin destripársela.

Un diseñador (de muebles, o algo así) famoso, prestigioso y rico vive con su mujer y su hija en La Plata, en la única casa de Le Corbusier en Sudamérica. Una mañana lo despiertan unos golpes, que resultan provenir de la casa de al lado, donde su vecino, que está haciendo reformas, ha decidido abrir una nueva ventana, que da justo a su vivienda. El diseñador, Leonardo, y su mujer, consideran aquello inadmisible por razones tanto de intimidad familiar como de estética. La película trata de sus intentos de conseguir que Víctor, el vecino, con un perfil social, económico y cultural casi opuesto al suyo, abandone su idea y cierre el hueco que ha abierto.

Ya está; del argumento no les cuento más.

Lo bueno, lo fascinante de la película, es cómo muestra a los protagonistas. En particular, cómo describe la vida de Leonardo, sus relaciones, su mundo laboral, su familia, su matrimonio y su carácter. Su vida, como era de esperar, se ve tan vacía como glamourosa, tan superficial como intelectual la pretende él, mera fachada; profesionalmente está crispado y no tiene el aprecio sincero de nadie de los que deberían respetarlo; familiarmente... su hija no le habla, él no sabe nada de ella, y su mujer es, como él, una persona ruín, que además lo maneja (por supuesto, no se quieren). Nada de esto es demasiado nuevo, y se ha contado en muchas películas, pero aquí se cuenta muy bien: se ve. Me gustaron especialmente las imágenes del matrimonio en la cama, dormidos o despertándose de noche, en una cama de todo menos apetecible, tomadas desde muy cerca, asfixiantes.

El vecino es un hombre rudo, sin gusto y vulgar: para ellos, un cavernícola, que les da miedo.

Porque, desde mi punto de vista, la película trata sobre todo del miedo. Leonardo y su mujer dan múltiples razones para su rechazo a la ventana, pero en el fondo lo que tienen es miedo. Miedo a ese desconocido que no se guía por sus códigos, que no es de los suyos, al que no saben tratar, y que con su mera presencia, con acercárseles un paso, provoca un verdadero derrumbe y pone de manifiesto una fragilidad, una vulnerabilidad, absolutas. Leonardo es, en igualdad de condiciones (es decir, cuando no puede abusar), un pusilánime. Pero no es solo un problema suyo; toda su vida parece resquebrajarse.

Porque por dentro está hueca, claro.

Víctor, la otra cara de la moneda, es, de entrada, sospechoso. Tiene todo para serlo. Se verá que tiene mucho que enseñarles, también. Pero no le darán la oportunidad. No son capaces.

Miedo. Miedos. Qué síntoma.

(P.S.: Gracias, Charli)


37 comentarios:

  1. Pues yo me fío de tí.
    (Gracias, Charli)

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  2. qué extraño que no hables de la personalidad de Victor, ¿sólo tiene interés su condición social, su personalidad la consideras ajena o la película no la trata?

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  3. Su personalidad, a diferencia de la de Leonardo, no se muestra sin más. Es lo que nosotros y sus vecinos deberíamos ser capaces de ver: ellos no lo hacen, o lo hacen mal, y si yo la describo creo que cuento demasiado de la película.

    Su condición social es el punto de partida, tanto para ellos como para nosotros. Para bien o para mal.

    Creo que te gustará, Aroa.

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  4. A mí me gustó mucho. Me sorprendió y me dio que pensar durante días. A pesar de ser previsible en ciertos momentos (El rico-pijo de vida vacía. ¿En serio que ningún rico tiene tiene una vida llena de algo más que de humo? Me parece tan generalizador e injusto como lo de que las rubias son tontas, francamente...), la historia está muy bien llevada.

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  5. Supongo que en cierto modo es injusto, sí.
    Aunque es difícil no ver como mínimo cierta frivolidad en algunas vidas (y la frivolidad, cuando se tienen muchas posibilidades, puede llegar a ser inmoral).
    Pero sí, supongo que puede ser injusto.

    Un beso.

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  6. Claro que a lo mejor todos somos inmorales en la medida de nuestras posibilidades...

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  7. ¿Y cómo acaba?


    Sirwood

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  8. no la he visto, pero me gustaría

    No estoy de acuerdo con que los ricos pijos tengan una vida vacía y los pobres tengan una vida plena.

    Me parece más probable lo contrario. la plenitud vital está relacionada con lo material (hasta cierto punto, no despreciable)

    Como dice Porto, todos somos inmorales (o no) en la medida de nuestras posibilidades.

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  9. Creo que me gustará verla.

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  10. Y observen con quien se identifican.

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  11. La riqueza, en todo caso, nos da posibilidades, y por tanto la oportunidad de demostrar cómo somos. Al menos en ciertos aspectos de la vida.

    La responsabilidad exigible es proporcional a esas posibilidades.

    Aunque hay más planos, además del material, donde eso también es cierto, el material importa mucho, y se ve mucho.

    Seguro, NáN.

    Es muy interesante comprobar de quién se siente más cerca uno, o qué tiene de cada personaje. Creo que se puede aprender bastante.

    Besos y abrazos.

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  12. Creo que lo relevante del personaje de Leonardo no es tanto su condición de hombre rico, como la manera que tiene de “tapar” las sensaciones de necesidad y, por lo tanto, el despliegue de actividad humana necesaria para satisfacerla y darle sentido a la vida. En ese sentido, creo que la película refleja muy bien el hueco que deja en las personas, la civilización de la opulencia, que en su empeño por diseñar, cada vez con más refinamiento, los objetos que habrían de cubrir sus necesidades, se van alejando cada vez más de la base más primaria de la naturaleza humana.
    El rudo Victor tiene todo todo lo que le falta a Leonardo: vida sexual satisfactoria, comunicación con su hija a través del teatrillo, atención detallista con su mujer y contacto con la agresividad necesaria para enfrentarse al mundo.
    Por eso, yo creo que la película denuncia el amaneramiento de la cultura refinada de la opulencia y el temor a tocar y enfrentarse con las emociones que nos informan de nuestras necesidades más sentidas, haciéndonos más humanos.

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  13. ¡EH, ESO LO HAS COPIADO DE ALGÚN SITIO!

    No, en serio: qué bien.
    Un abrazo.

    Buenos días.

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  14. Que va Porto, tan solo he mirado por el hueco de la habitación de al lado!
    Un abrazo.

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  15. Me la apunto!

    Beso gordo.

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  16. Ay, Sirwood, mil perdones: no se lo puedo decir, aquí en público.

    Un abazo. Me alegra verlo.

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  17. No, si yo ya la he visto. Lo que quería saber es cómo termina para usted, porque este tipo de películas, en especial las de factura argentina, tienen casi siempre un final diferente para cada espectador. A mí me gustan las respuestas del tipo: "Acaba bien", o "Acaba mal", o "No acaba mal del todo", o "Es un final complicado", o "No m'enterao de ná".

    Un suponer: Mediterráeno = "Acaba bien". La muerte del Sr. Lazarescu = "Acaba mal".

    Sirwood

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  18. Vale. Pues para mí acaba mal, muy mal, para ambas partes; aunque una se crea, quizá, que no es así.

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  19. ¡A mí me encantó! La película del verano, sin lugar a dudas. Y acaba mal, muy mal (desde mi punto de vista, claro).

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  20. lo que mal acaba, bien empieza, que dicen los sabios de los pueblos.

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  21. NáN, se nota que tú eres de ciudad.

    Un beso, Cal.

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  22. Muy buena reseña, Fernando. La veré seguro, gracias!

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  23. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  24. gran película- qué difícil es manejar el tiempo y el silencio sin pasarse. Qué raro ver algo hecho con tan pocos medios, con tan pocos planos, hoy en día.

    (gracias por la propuesta)

    mi conclusión es que ni la urbanidad, ni la solidaridad, son posibles entre gente tan diferente, no por las personas en sí, que luchan por llegar a un acuerdo (unos más que otros) sino por el lugar que ocupan en el mundo, que lo hace imposible.

    El final? No me imagino otro final.

    Como dice Victor: me mandaste a un cuervo (un abogado)... pero si esto es la Plata, Buenos Aires.

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  25. Claro Morelli. Cada grupo social tiene sus propios patrones culturales que canalizan el modo en que satisface sus necesidades. El valor solidaridad (del grupo de Victor) para resolver sus problemas, viene del inicio de los tiempos, cuando los hombres colaboraban en la caza y otras tareas, para sobrevivir. Digamos que es el valor humano por excelencia. Pero Leonardo (y el grupo al que pertenece) no necesita la solidaridad porque la opulencia ha anestesiado las sensaciones de necesidad, dejando en su lugar una máscara de autosuficiencia y refinamiento, valores éstos compartidos por su grupo social.

    Pero dicho esto, es cuando podemos preguntarnos ¿cual es el sentido del drama? No es solo un problema de incomunicación entre individuos por pertencer a diferentes grupos sociales. Eso, por si solo, no da para crear el dramatismo.

    Yo creo que Leonardo descubre el mundo perdido de los instintos que pulsan en el alma, ese mundo oscuro que necesita su “rayito de luz”, gracias a Victor. Desde mi punto de vista, la película habla de la incapacidad de Leonardo de rehabilitar en si mismo, ese mundo perdido, fundamentalmente por que no está dispuesto a renunciar al estatus que le da la opulencia.

    Y en ese sentido, el hombre de al lado, me parece unha metáfora de todo lo que está ocurriendo con la crisis. Y el final, alarmante. Lo único que nos podría sacar de la crisis es la solidaridad. Pero cada uno va a su opulenta bola.

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  26. Una vez más, es muy interesante lo diferente que miramos, ¿os dais cuenta?
    Yo siempre me fijo en la faceta psicológica (=individual=), y Morelli tiende a ver lo social.

    Y Taliesín... Taliesín hace un compendio. Opulento, diría yo :)

    Buenos días.

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  27. Opulento?
    Creo que tienes razón! Pero he decidido cambiar y permitirle al hombre de al lado hacer la reforma para que pueda tener su rayito de luz :)
    Buen día

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  28. Ay, ese rayito de sol...
    Con lo fácil que sería creerle y entenderlo. Si fuera fácil, claro.

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  29. No es fácil vivir desde el primer rayito de luz que nos hace llorar al nacer. Pero creo que es mejor que quedarse en el líquido amiótico de la comodidad.

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  30. Qué duda cabe.
    Antes morir que perder la vida.

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  31. Así es.
    “Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que entregue su vida por causa de mí, ese la salvará" Lucas, no sé que :)
    Quizás por eso, no sea tan desalentadora la película. Algo se salva al final (simbólicamente).

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  32. Si claro, como en la cita de Lucas. Con respecto a la película lo que se puede decir es que lo que se salva, son los valores solidarios. En cambio los valores de autosuficiencia, por no ser adaptativos, caerán, como caen todos los imperios.

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  33. ahí está: ¿quién muere dignamente?, ¿quién se queda solo con su conciencia? ¿quién más probablemente, habrá trasmitido su información genética?

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