31.8.08

El hoyo sobre el río Kwai

Hola.

A pesar de que mi hijo me lo pidió varios días, no he conseguido hacer ningún agujero en el agua; que no les confunda el título. Pero he hecho alguno en la arena, en la arena mojada de la playa.

Mis agujetas en dorsales, trapecios, aductores y glúteos pusieron de manifiesto lo completa que como actividad física es, y a mí me ha permitido comprobar en primera persona hasta qué punto el ser humano se identifica con su tarea, con su labor, más cuanto más penosa, y de ese modo trata de evitar caer en el abismo de la inutilidad, de la falta de sentido de su esfuerzo.

- Este agujero lo es todo para mí, ¡es mi vida! -le decía yo la otra tarde a mi hija, que, cansada de traerme arena seca para reforzar las paredes, me pedía que fuese a saltar olas con ella mientras yo, arena, sudor y lágrimas, veía cómo todo se desmoronaba.

- El agujero no tiene ninguna importancia, papi -me decía ella, sonriendo desde una prudente distancia.

11 comentarios:

  1. yo no hacía agujeros de pequeña
    hacía castillos...

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  2. Hola, Celiíta. Yo hacía, sobre todo, montañas con su túnel atravesándolas; pero ahora ya soy mayor.

    Un beso. Espero que estés bien.

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  3. Benvido Porto,
    ¡Qué recuerdos traes del pasado!
    Lo de los agujeros grandes en la arena con su muro de arena lo hacíamos colectivamente. Cada uno cavaba el suyo y ayudaba a construir el muro para impedir a la mar inundarnos. Tres, cuatro y a veces más agujeros que se conectaban por túneles subterráneamente. Y cuando la marea subía y la olas empezaban a azotar la construcción, qué excitación …

    Creo que es una tradición que se hereda de hijos a padres. Sí, sí … son ellos los que están cerca de los instintos y lo tranmiten.

    Y qué gran aprendizaje... claro que lo es todo para uno. Acabábamos aprendiendo la fatalidad. Por muchos esfuerzos que hiciéramos, el agua solía entrar por los laterales del muro, inundar los agujeros extremos y trabajar los túneles hasta derribar los puentes. Como el sol que se hunde en el mar inexorablemente, aprendemos desde niños que es el "fado" lo que nos constituye.

    Mientras en el levante, levantan castillos … ja ja ja

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  4. Me alegra verte de nuevo. Me alegra mucho.

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  5. no sabía que lo de los castillos fuera exclusividad de los de levante...

    Hola Porto, ya ves, tan maleducada como siempre. Que tal tus vacaciones? las mías bonitas, a pesar de mis pesadillas con mis otros castillos.

    Besos.

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  6. Celia,
    Claro que no es exclusivo. Lo dicho era un poco de broma. Un poco solo, que otro poco iba en serio... para expresar "eso".

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  7. Hola, Taliesín, bienhallado. También yo recuerdo esos pasos subterráneos; tendré que repetirlos. Este invierno pienso volver a la playa con los niños, con tal de que sea soportable.

    Viajes, muchas gracias. Qué alegría verte así.

    Buenos días, señoras y señores.

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  8. Hace tiempo que no hago agujeros en la playa........ pero en saltar olas soy un auténtico maestro.

    Porto, si andas por Ferrol podríamos tomarnos un café.

    Un abrazo

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  9. Hombre, Mapache. Claro que ando, y claro que quiero.

    ¿Sabes que un día te vi por Penencia? Yo estaba en las dunas y tú no hacías agujeros, no, sino que ibas con familia, muy enfrascado en la conversación, y por eso no me acerqué.
    Compruebo en mi móvil que no tengo tu número. ¿Tienes tú el mío? Si no es así, llama a mi trabajo, a la centralita, y que te pongan con el 2277 (uy, cuánta información...).

    Un abrazo.

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  10. ¿Tan formalitos érais todos haciendo castillitos y túneles de agua solamente?
    ¿Nadie hacía hoyos poniendo encima cañas, papel y tapando con arena para ver si alguien metía el pie?

    La niña siempre estupenda en sus contestaciones.

    Saludos

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