Extraño
Qué sensación de desubicación y desarraigo, de añoranza del hogar, qué clara y cruel constatación de no estar en nuestro verdadero sitio, cuando al girarnos confiada y mecánicamente nos encontramos con que en ese baño el papel está al otro lado.
La misma que, en el desamparo de una ducha ajena transcurren los segundos, minutos a veces, los rigores de las temperaturas invernales comienzan a aterirnos, y de ninguna manera conseguimos regular la temperatura del agua de esa infernal ducha a nuestro gusto, al gusto habitual, al gusto que nuestra amada ducha hogareña nos transmite en un pispás.
ResponderEliminarBuen día.
Solo que en este caso, en el caso al que yo me refiero, todo es repentino, pues todo era inconsciente.
ResponderEliminarBuen día tenga usted.
¿Portorosa a través del espejo?
ResponderEliminar¿Será esa la explicación del cambio de ubicación del papel?
No me importaría estar al otro lado, de vez en cuando.
ResponderEliminarPero en este caso me temo que no se trata de eso...
A mí me provoca desasosiego despertarme por la mañana y no saber en qué habitación de hotel me encuentro, a veces tardo un rato en ubicarme y es una sensación no muy grata para mí. Eso es por tanto viajecito, lo sé, pero cuando me pasa no me gusta nada...
ResponderEliminarHola Porto, mucho tiempo llevaba si escribir por aquí, besos.
"si" no, "sin"...
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEsto era realmente necesario?
ResponderEliminarUn beso, Carol, me alegro de verte.
ResponderEliminarFilla, así es la vida, chica...
Con el tiempo a todo se acostumbra uno. O más bien a casi todo. Bien pensado, hay cosas a las que jamás querremos acostumbrarnos.
ResponderEliminarUn beso.
Pues qué quiere que le diga, señor de Portorosa, no me importaría a mí despertame en cama ajena más a menudo :-P
ResponderEliminarAbrazo,
X.
¿Pero quién ha hablado de camas? ¿Cómo tiene usted amueblado el baño, hombre?
ResponderEliminarBesos.
Disculpe, es que cuando estoy en Galicia me pongo gallega y estando en chile, chilena...el papel a que se refiere, supongo que sera el papel confort?, perdon se dice alli papel toillet o el papel tapiz?...menudo chollo, el papel tapiz no le pega a un baño, digo yo por las humedades.
ResponderEliminarSaludos
No sera mejor, pintar de color gris azul cielo?... que es el color que segun el feng shui deben tener los baños, por la funcion que cumplen dentro de una casa.
ResponderEliminarMi sala de baño desde que tiene aquel color recomendado por el diseñador de espacios feng shui,me resulta tan magico, tanta paz y casi me dan ganas de hacer mi vida alli...si pudiera.
el color gris azul respresenta el aire, por los grifos sale el vital elemento agua... la madera la aportara algun mueble accesorio, de madera, por aquel elemento y una planta de sombra aportara la tierra.
Y digo yo, Señor Portorosa, ¿no es más duro, (si cabe), encontrar el papel en el mismo lado de siempre,tras el mecánico giro y tener la misma clara y cruel constatación de "no estar en nuestro verdadero sitio",con sentimientos de soledad, apatía, aburrimiento, monotonía,de no ser realmente "lo que debería ser tu hogar".No se, quizás,...,me abre equivocado de sitio
ResponderEliminarNi una brizna de hierba se mueve sin que el Padre la vea.
ResponderEliminar¿Quién dices que lo dijo? Porque no me acuerdo. Pero tú no has visto donde estaba hasta el momento de lanzar la mano. Todvía no eres divino del todo.
Y dicho eso, somos animales de costumbres. Os propongo una cosa. Si sois de los que dejan el pantalón muy colado en una silla, esta noche tiradlo al suelo de cualquier modo. Si sois de los "tirones", esmeraos en colocarlo exquisitamente en el respaldo de una silla. Vale para cualquier prenda y género.
Apuesto aque os costará dormiros.
¡Si usted lo dice! pero, que más da que el papel esté a un lado o al otro.Si cuando uno se sienta ahí, es porque ha querido,¿no? Ah, ¡o porque tenía prisa!je,je...es para quitarle hierro al asunto, que se ha puesto usted muy melancólico.
ResponderEliminarEso le pasa por empeñarse en ir al baño de Pablito.
ResponderEliminarFíjese que yo lo vi por otro lado: estando ensimismado en sus quehaceres se encontró tan a gustito, como en casa, que el subconsciente ha actuado a fuerza de costumbre. ¿Verdad que cuando le toca en baños públicos (cafeterías, aeropuertos) nunca se equivoca de lado?
ResponderEliminarSaludos desde la irónica realidad.
Buenos días.
ResponderEliminar¡Ayer no me dejaba entrar en el blog, Gran Hermano! ¡Qué susto! Menos mal que ha sido algo momentáneo.
Higiénico, Ro, papel higiénico, aquí.
NáN, no estoy seguro de qué quieres decir en la primera mitad de tu comentario.
Me han gustado mucho las dos lecturas de esa misma situación: la del anónimo reflexionando sobre la dureza de la monotonía, sobre estar en casa y seguir sin estar en nuestro sitio; y la de Irónico, que, al contrario, ve en ese reflejo un síntoma positivo. Muy interesantes, las dos opiniones.
Pablito no sé quién es...
Besos y abrazos a todos.
¡Hombre, por fin cambios!
ResponderEliminarAhora es Un hombre sentado en una taza.
S.
Renovarse o morir.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
¿Que no ha visto en la tele el anuncio del niño que se va al baño de Pablito porque en su casa su madre no ha comprao el amibientador que tiene en el baño Pablito? pues si es mejor anuncio que hay junto al del perro de Rastreator y al del mucolítico verde que le da una paliza a un señor con los bronquios cogidos...
ResponderEliminarPues no. Jobá, las cosas que me pierdo...
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