30.6.11

Carlos lo ve claro

- ¡Oh, pero tú, Carlos, no tienes corazón!
- Sí que tengo, pero uno malo. Y un cerebro descontrolado.


27.6.11

Responsabilidad

Aun siendo conscientes de la enorme dificultad de la tarea, asistimos con ilusión a un movimiento social que entre otras cosas reclama otra forma de hacer política y, yo diría, otra relación entre la ciudadanía y la autoridad. Con la reclamación de una democracia real se está pidiendo que se tenga claro en quién recae la soberanía, y por tanto que esa relación sea de igual a igual: la autoridad no es alguien que decide y dispone sin tenernos en cuenta, como antes. Pretendemos dar un paso adelante y asumir lo que somos.

Pero la otra cara de la moneda es, en mi opinión, lo que eso nos exige a nosotros. Estamos pidiendo, en definitiva, madurez democrática, y eso implica no solo un cambio de actitud por parte de políticos y Administración, sino ante todo en los ciudadanos: conlleva la asunción de una mayor responsabilidad.

Queremos ser "mayores", no queremos una relación padre-hijos. Dejemos de comportarnos como niños, pues, que solo supiesen reír agradecidos o patalear disgustados, y seamos adultos. Adultos responsables en el día a día, en todo cuanto hagamos que pueda tener consecuencias sobre los demás. Comenzando por la política.


24.6.11

2 de Carlos

1.
Concentración 19-J.
- ¡No hay pan para tanto chorizo! ¡No hay pan para tanto chorizo!
- Papi, vámonos, que a mí lo del chorizo no me interesa nada.

2.
- ¿Jesús es también el Padre del Cielo?
- Pues, para los cristianos, sí.
- ¿Y para los Ronaldos?


22.6.11

París bajo la lluvia



Cuántos cientos de imágenes preciosas de París nos habrá dado el cine. Y sin embargo creo que nunca las he visto tan bonitas como las de la secuencia inicial de Midnight in Paris.

La vi ayer, al fin.

Me encantó.

La historia me pareció menos interesante de lo habitual, y tenía muy poco de ese análisis psicológico de Allen (centrado en la pareja en un 75%, lo cual me parece aun mejor) que tanto me gusta y voy buscando; pero verla fue una delicia por los actores (en especial Owen Wilson; Hemingway en cambio no me gustó nada, pero puede que fuese por el doblaje), la música maravillosa, los personajes que iban apareciendo, el ambiente y la ciudad incomparable.

Y bueno, aunque desde luego no sea un dilema original el que se plantea el protagonista ("París, vida bohemia -muy relativa-, chica interesante parisina y literatura" vs "Hollywood, matrimonio con hija rica y guiones comerciales"), es siempre agradable ver a alguien tomar el camino que a uno le habría gustado seguir.

Pensaba ayer que las pelícuas de Allen tienen la virtud de hacer que la vida parezca más interesante. Y no solo la vida en general, sino que me convencen de que en concreto la mía puede serlo también. Salgo siempre contento.



17.6.11

La violencia y la nieve

¿Qué hago? ¿Hablo de lo de Barcelona o de mí?

De las dos cosas:

1.
Tengo amigos que creen que el 15-M y sus satélites son una cosa aburguesada y completamente asimilable (asimilada, ya) por el sistema. Que sin manifestaciones en regla, sin follón, sin enfrentamientos y sin molestar de verdad y rebelarse con los métodos de siempre, no hay nada que hacer, porque no nos harán ni caso.

Yo, por un lado, creo que por mal que estén las cosas, no lo están tanto para que haya el clima necesario para ese tipo de reacción generalizada. Por otro, y aunque no estoy en contra de toda violencia en cualquier circunstancia, sí tengo un criterio, digamos, bastante restrictivo a la hora de justificarla; y aquí no la justifico, por más que convivamos con otras formas de violencia más sutiles pero más destructivas (violencia estructural, dijo Galtung hace décadas). Además, creo que en cuanto esto se identifique con un movimiento de protesta violento, correrá la misma suerte que todos los demás: su fin.

Y esto último parecen tenerlo claro algunos más.

Lo de Barcelona estuvo mal. Sin duda. Y aunque hubiese policías infiltrados (cosa que imagino que sucede en casi todas las manifestaciones), e incluso si incitaron a la violencia (el vídeo que yo he visto no demuestra nada más que su presencia), si la gente pica la gente es culpable: no hay excusa.

Pero han sido unos sucesos aislados y verdaderamente excepcionales, que contrastan con el comportamiento mostrado a lo largo de todo este mes. Y que además se han apresurado a rechazar y condenar todos los que más o menos tienen voz en este movimiento.

Sin embargo, el eco mediático y la reacción oficial están siendo tan desmesurados, ¡tanto!, y contrastan tanto, ¡tanto!, con la atención que hasta ahora le habían dedicado al tema, que clama al cielo. Les aseguro que no soy nada conspiranoico, que toda la vida me he sentido muy a gusto con la autoridad, a la que he visto siempre de mi lado; pero este uso espurio de los hechos no me deja más remedio que pensar en una clara manipulación, en un intento evidente de desprestigiar al enemigo (que debe de dar más miedo del que reconocen), y de ocultar, sí, otras noticias (para empezar, lo que se debatía ese día en el Parlament).

Me parece lamentable.

No soy demasiado optimista, pero sigo teniendo alguna esperanza. En concreto, una: que todo esto, aunque no logre resultados tangibles ni concretos a corto plazo, sea un paso adelante hacia nuestra madurez democrática; quizá porque uno o dos millones de personas que, descreídas, miraban hacia otro lado, ahora, por los mismos motivos, presten atención a la política y se acerquen a ella con una actitud muy distinta. Me conformaría con que lo que está ocurriendo contribuyese a crear el estado de consciencia crítica que necesitamos.

Y creo que para eso, además de perseverar, hay que crecer. Y para crecer hay que convencer.


2.
Leo en la novela de Pamuk que nieva.

Aunque mi vida es bastante tranquila, hay veces en que mis preocupaciones más o menos personales,  las relaciones, la información, los temas que me interesan, etc., casi casi se convierten en una vorágine. El Hombre lo ocupa todo.

Y a veces me cuesta levantar la vista.

Y entonces leo que nieva, o que se desata una tempestad en el mar, o realmente llueve y me mojo a pesar del FMI, de Radio Nacional, del correo y de Facebook; y también a pesar de Libia y Siria y Sudán; y de los deberes de inglés; y de mí.

La meteorología, fíjense qué raro suena, me saca de donde estoy y me aleja un poco (¿o será que me trae de vuelta?), para que vea mejor. Me recuerda, no que soy mortal, que no hace falta, sino que somos poca cosa y estamos de paso. Y eso me tranquiliza. Creo que me animaliza un poco, a mí, socializado, tecnológico y próspero; que me acerca a algo elemental y profundo.

Ayer de noche discutía por teléfono, en la calle. Era una conversación preocupada, de esas en las que es fácil no ver la salida. Y fue la luna llena tras unas nubes la que me despejó y me mostró el camino; sé que suena cursi pero fue así. La vi, vi las nubes separándose, vi el cielo, noté frío y pensé: somos dos migajas sobre un insignificante lugar, nos rodea el mundo entero, inmenso, no podemos ahogarnos como si no hubiese aire. Y respiré. Y el aire entró en la conversación.


15.6.11

Fin de semana de estudio

De camino



Primera tarde

 
Al anochecer


Al levantarme


Segunda tarde


Antes de irme, el domingo


Es duro, ya lo sé, pero alguien tiene que hacerlo...


13.6.11

Un asunto local: salvemos las ranitas

[Carta enviada a la prensa local]

Una tarde en el parque de la Ranita


Veo a mi hija correr por la hierba, al sol, llamándome a gritos loca de alegría, riéndose a carcajadas ella sola, contenta de no tener que andar de la mano, de poder chillar, de tener tanto espacio libre, de sentir (aunque no lo sepa) su cuerpo vivo, de poder coger flores, de cortar las hojas en trocitos muy pequeños, de notar el aire en la cara, de esconderse de mí y de que la persiga. Y de vez en cuando llega muerta de risa a descansar a donde estoy, sentado en el suelo, y se me echa encima y me da un abrazo.

Esto de aquí arriba lo escribí hace cinco años; mi hija tenía entonces tres. Fue en una tarde del mes de mayo, y el sitio del que hablaba eran los jardines de la Fuente de la Ranita, en el muelle.

Yo llegué a Ferrol Vello hace diez años. Aquí han nacido mis dos hijos. Y para ellos, ir al muelle ha sido siempre, y sigue siendo, ir a jugar a la Ranita. Allí gatearon cuando aún no sabían andar, han corrido y cogido flores (como han podido leer), han escrito en la arena del suelo, se han empapado en la fuente (y yo les he reñido, claro), han recogido dátiles y dibujado caras con ellos en los bancos, han hecho espadas con hojas de palmeras y se han perseguido el uno al otro por la hierba; incluso se suben a los árboles, algo tan difícil ya. Yo he jugado con ellos, y los veo correr sabiendo que allí están bien.

Pero al parecer todo eso se va a acabar, porque unas obras relacionadas con el saneamiento de la ría tienen previsto levantar los jardines y construir en su lugar un tanque de recogida de aguas y un nuevo edificio de... cuatro plantas.

La limpieza de la ría es fundamental, qué duda cabe. Y si los interceptores de saneamiento exigen un tanque y otro edificio, pues lo exigirán, qué se le va a hacer; no seré yo quien lo discuta. La cuestión no es esa; la cuestión es si no hay alternativas que no supongan la destrucción de una de las pocas zonas verdes de Ferrol.

Y yo les digo que sí, que las hay; que no es cierto que no haya otro remedio. Porque lo cierto es, sencillamente, que esa no puede ser una de las opciones que se contemplen; como no lo es echar abajo el edificio de la Autoridad Portuaria, o el de la Capitanía de Puerto, o unas viviendas. Que eliminar un parque no es una alternativa válida, y que ninguna sociedad que se proclame avanzada puede considerarlo aceptable. Que, desde el principio, una actuación de ese tipo no puede estar entre las posibles soluciones.

Los jardines de la Ranita, cualquier mañana soleada de domingo, cualquier tarde con buen tiempo, están llenos de gente: en las terrazas, en los bancos, en la hierba, paseando. Seguramente porque somos muchos los que pensamos que son uno de los rincones más agradables de la ciudad.

El saneamiento de la ría es imprescindible. Pero seguro que hay formas de trabajar por él menos contradictorias que asfaltando un jardín.

Hemos tardado, pero parece que al final vamos comprendiendo la importancia vital del medio ambiente. Ahora, el siguiente paso es aprender a apreciar el valor de unos árboles, de un campo para jugar, de una vista bonita, de un sitio acogedor donde sentarnos a hablar.


8.6.11

Hasta luego, Lucas

Después de cada intento infructuoso de dar con una emisora de noticias en castellano aceptable, siempre he acabado volviendo a Radio 5. Soy consciente de que la manipulación y la tendenciosidad comienzan con la selección de las noticias y continúan con su descripción, por aséptica que parezca; pero al menos en esa emisora se intenta aparentar objetividad y no hay comentarios editoriales explícitos. Y aun encima cuantitativamente ganan de calle. Ni mucho menos es ideal, pero me parece la mejor opción.

Por eso, por el bofetón que supone a ese estilo informativo, me cabrea especialmente la presencia matinal de Juan Ramón Lucas. Tanto, que normalmente acabo apagándola a mitad de desayuno y volviendo a la música.



Sus comentarios claramente personales, su tendencia a enfoques sensibleros y amarillistas y su tono melodramático, además de profundamente irritantes me parecen muy poco profesionales. Y su supuesta condición de periodista estrella me resulta, además de incomprensible, completamente fuera de lugar en una emisora informativa pública.

Así que, por favor, que lo quiten. Que además seguro que cobra un montón.



2.6.11

Qué pasaría con otra ley electoral

El gran Pcbcarp me envía la información que les comenté el otro día: qué pasaría con nuestro Congreso de los Diputados con circunscripción única y sistema proporcional puro y duro (tal % de votos = tal % de escaños).

Ojo, yo no he comprobado nada; lo pongo como estaba. Y los datos son los referidos a las Generales de 2008.

El resultado me parece muy interesante.

Abajo lo pueden ver (si pinchan en la imagen, mejor; es que si la agrandaba más se me salía). En colorines, cómo quedaría la cosa (comparen con la columna de cuántos diputados obtuvieron realmente); y a la derecha de todo, cómo quedaría si, además de lo anterior, se decidiera que la abstención y los votos nulos o en blanco tuviesen "representación".

Circunscripción única, sistema proporcional puro

La bajada de PSOE y PP, y la subida de IU (y de UPD), eran de esperar, pero aun así son muy llamativas. Pero es que resulta que, contra lo que yo daba por hecho, ningún partido pequeño, salvo el PNV, baja. El BNG, que yo creía condenado, incluso gana un diputado.

Como le dice a Pcbcarp el autor del estudio, Un cambio en el sistema supondría la reeducación del votante, que tendría que dejar de hacer calculos en busca del voto útil para pasar a votar a quien le salga de los huevos, sabiendo que con cada 0.2857% de los votos a nivel nacional le toca un diputado, cualquiera que sea la candidatura. No parece mala cosa, ¿no?

Había otra tabla, que comparaba el actual "precio" de cada diputado según la provincia. No hay tanta diferencia como yo creía, pero aun así no es poca; oscilan entre los 28.124 de Soria y los 100.305 de Madrid. Con el nuevo sistema todos valdrían lo mismo, claro.

¿Y bien? ¿Qué les parece?