Si o vello Álvaro volvese ás illas
Anteayer, día 28 de febrero, se cumplían 25 años de la muerte de Cunqueiro.
"Así pues, el primero de marzo salí de (...) en el viejo y leal 850, con destino a la insigne Ciudad de la Mitra. Llegué con el tiempo justo. Una marea humana bajaba hacia el camposanto convirtiendo la calle en un río negro, como negra es la noche, a causa de las decenas de paraguas que la atestaban en aquella tarde orballosa; orballo que maceraba los cuerpos, que las almas ya lo estaban en la tristeza.", escribió mi padre.
Su obra Si o vello Simbad volvese ás illas acaba de ser traducida al árabe. Es el primer libro gallego traducido a esa lengua, y creo que no habrían podido elegir mejor.
Además, César Antonio Molina, reconocido especialista cunqueiriano, ha anunciado que la biblioteca que el Instituto Cervantes prevé abrir en breve en Damasco llevará el nombre del escritor mindoniense.
Mucho me temo que este Damasco de ahora sea bastante más pobre y triste que el que don Álvaro imaginó recordar, y tal vez sea difícil que en las salas de esta biblioteca vayan a prodigarse las conversaciones amables entre cultos y nostálgicos antiguos aventureros que él tan bien supo contarnos. Pero quién sabe si algún día entrará en ella, despistado y por aburrimiento, un niño, y maravillado descubrirá en sus estanterías mundos nuevos. Quién sabe si ese niño, leyendo, aprenderá a soñar y a sonreírse un poco de casi todo, y pasados unos años tendrá un amor y unos hijos a los que les enseñará a vivir, gracias a aquellos libros, con la mente abierta y el ánimo tranquilo.
Para los de aquí, que ya estamos de vuelta de todo, para nosotros, que deberíamos saber sacarle partido a lo que ese niño puede no llegar a disfrutar nunca, dejo estos fragmentos de un artículo suyo del año 1959, Arte de vivir:
(...) el llamado progreso de la civilización no ha enseñado a vivir mejor, y la dosis de felicidad del género humano no es hoy ciertamente superior a la de los siglos o milenios anteriores. Estamos rodeados de gente en tensión, intranquila, irritable o irritada.
[Ugo Spirito, el ilustre filósofo italiano, dice:] "Ahora nace la necesidad de hacer carrera, de afirmarse, de llegar a ser un gran profesional, un político importante, un gran escritor. La verdadera meta no fue todavía alcanzada, porque parece que solamente un ideal superior podrá dar significado a toda la vida. Y sigue así la carrera hacia el futuro, de año en año. Después..., después puede incluso llegar a tenerse la ilusión de haber llegado , de no haber vivido en vano: puede pensarse que finalmente se ha alcanzado aquello que fue continuo sueño, pero, si eso acaece, la meta se vacía de contenido apenas se ha tenido conciencia de ello, porque sobreviene de improviso la sensación de que la vida ha pasado, que todo está ya a nuestra espalda, y que todo el camino ha sido recorrido en la insatisfacción".
"Tutta la vita cosi é allenata" en la espera, en la esperanza, en el deseo insatisfecho. Parece que éste sea el drama de la vida. Se educa el hombre para la infelicidad, porque le invitamos siempre a mirar fuera de sí, fuera de su presente. Este presente, que debía representar la vida concreta, adquiere un valor puramente instrumetal, y se transforma, en efecto, en instrumento para un fin que nunca se realiza...
¿Qué hacer? Pues bien: vivir el presente. Saber vivir significa vivir el presente.
(...) El recuerdo debe trasnsformarse en poesía, y la esperanza también: "todo el pasado y todo el futuro deben trascender en una obra de arte que es el presente vivido hasta el fondo con la clara conciencia de que es divino". Y lo es. Yo lo digo desde mi humildad.
Y yo, desde la mía, les recomiendo leer a Cunqueiro.
El presente vivido como obra de arte, como materia de poesía cotidiana, como sustancia de lo divino...vivir significa vivir el presente...y lo demás es literatura. Porque Cunqueiro era de esos hombres (o así lo siento) que vivían al comer, vivían al beber, vivían al recorrer las tierras, al encontrarse con los hombres, al fabular con una sonrisa socarrona y sabia...sin dar importancia a otra cosa que al acto de vivir ahora. Cuando venga la sensación de que la vida ha pasado, que haya sido a conciencia. Aleixandre lo decía: perdonadme, no he vivido. Y es que lo único que podemos dar a los otros es nuestra vida. Nuestra única responsabilidad es vivir nuestra vida. Sin futuro, sin meta, sin ideal, sin mirar fuera de uno, sin instrumentalizar la vida. Vale vivir. Es suficiente y pleno. A mí me conmueve ese Buñuel de los últimos días, repasando en una libreta los nombres de las personas con las que tuvo en su vida siquiera un encuentro humano: para encontrarse hay que estar disponible, hay que estar presente ahí, con el otro...plenamente. Me parece digno de guardar este fragmento y lo copio. Gracias.
ResponderEliminarPues no le faltan méritos para ser conservado al tuyo tampoco, Francisco.
ResponderEliminarUn abrazo, y de nada.
Todo lo que se insista sobre Cunqueiro será poco. Me resulta cada vez más inexplicable una escala oficial u oficiosa de valores literarios que, en un panorama tampoco tan nutrido de primeras figuras, no termina de poner a Cunqueiro (a Ferlosio, a Pla) en el piso de arriba del todo.
ResponderEliminarHace unos años tuve la alegría de encontrármelo traducido al italiano, en una editorial exquisita que (demostrando una gran coherencia) tenía también a Giono entre sus autores básicos.
Quisiera hoy añadir o ligar el no mbre de Jean Giono a esta reivindicación de Cunqueiro. Son voces muy afines, el francés hizo con la Provenza lo que el gallego con esa Bretaña-Galicia suya. Que apenas esté traducido en España es otro escándalo de tamaño mundial; eviten "El hombre que plantaba árboles", fabulilla ecologista que no da idea del escritor y vayan a por "El húsar en el tejado" (Anagrama). Me lo agradecerán, y se unirán a mis clamores por que alguien saque de una vez su obra completa en castellano.
Pues yo debo confesar mi ignorancia, Ignacio (haber visto la película no vale, me temo). Así que gracias.
ResponderEliminarEstimado compañero,qué libro de Cunqueiro es bueno para empezar a conocer al autor??Reconozco que he oído hablar mucho de él pero no he leido nada suyo.
ResponderEliminarAh!Recibe un fuerte abrazo.
Hola, Max.
ResponderEliminarEn cuanto a ficción, yo empezaría por "Merlín y familia", "Si el viejo Simbad volviese a las islas", "Las juventudes de Ulises" o "Las crónicas del sochantre"; todas son más bien breves, y supongo que fácilmente conseguibles en castellano.
Y en cuanto a no ficción (si es que tiene sentido hablar de no ficción en Cunqueiro, porque verás que, hable de lo que hable, no deja de fantasear y de inventar... por suerte), he de decirte que a mí casi es lo que más me gusta de él. Para ir sobre seguro, te recomiendo cualquiera de las recopilaciones de artículos y textos sueltos que, en castellano, tiene editadas Tusquets (los de cubierta dorada); algunos títulos son "Fábulas y leyendas de la mar", "Tesoros y otras magias" o "Viajes imaginarios y reales".
De verdad, Max, empieces por donde empieces, te va a encantar.
Un fuerte abrazo.
He de reconocer mi ignorancia sobre el autor,pero creo importante en este momento el propósito de enmienda.Muchísmas gracias,compañero...salgo para la librería en busca de esa joya
ResponderEliminarun abrazo muy fuerte
Un abrazo, Max, y disfruta.
ResponderEliminarHe comenzado a leer "Merlín y familia", no sé, quizás en verano vayamos por allí.
ResponderEliminarUn abrazo
No suelo recomendar ni libros ni autores, porque tengo poco criterio literario, así que me fío de los que tienen más que yo, o sea, tú, Jesús, Nán ... y, desde que pertenezco a un club de lectura virtual, leo los libros que allí recomiendan. Creo que leo mejor y con más criterio, por eso, en cuanto acabe el que estoy leyendo (Stoner, de John Williams), creo que comenzaré a leer a Cunqueiro otra vez, sólo he leído un libro de él y a ti te gusta mucho.
ResponderEliminarMe atrevo a recomendarte no un libro, sino una Web en la que su autor critica más profundamente que otros algunos libros que le gustan y otros que no, claro.Ya puestos, no solo critica sino que también escribe novelas y, en ese sentido, he comenzado a leer una suya,"Otoño ruso", que me está gustando, aunque leer en el ordenador me gusta poco (no así en el Kindle).
Es una manera de corresponder a las veces en las que he leído con gusto libros o novelas recomendados por ti.
Un abrazo
http://bernardinas.blogspot.com.es/
http://issuu.com/bernardinas/docs/oto_o_ruso
Lo conocía, José Luis, aunque no suelo visitar su blog.
ResponderEliminarCunqueiro es muy especial; y no uso especial como halago, sino para dejar claro que la suya es una temática muy particular, tratada de un modo, con una mirada, muy particulares también. Entendería que alguien no lo encontrase interesante.
Sin embargo, a mí me gusta, sí; esa forma de estar me encanta y me aporta mucho, aunque no siempre me baste. Y desde el punto de vista formal es maravilloso.
Un abrazo.
Y qué maravilla también, estos comentarios separados por años, ¿no?
ResponderEliminarOtro abrazo, José Luis.
Guardas las entradas de hace años en orden cronológico, mientras que yo, cada poco tiempo, retiro las fotos y comienzo casi de nuevo con la última docena o menos. Pero sí, tienes razón, hacen mucha gracia esa separación de años. El tiempo me pasa cada vez más deprisa.
EliminarUn abrazo