22.5.12

Un provinciano en Madrid: puente infantil

Puente de las Letras Galegas, aquí en el noroeste penínsular, y escapada a Madrid con los niños y su madre, como regalo a Paula.

El plan: dos días de Warner, uno de Zoo y otro de Madrid ciudad.

Empezamos con algún que otro contratiempo: el coche no se recogía en el aeropuerto, sino en un hotel ignoto, al contrario de lo que me habían asegurado por teléfono (Rentalcars + Goldcar: no se los recomiendo), y además había que pagar más cosas de las que en principio parecía (seguro extra, o te inmovilizaban en la VISA ¡650 €!; depósito lleno, lo devolvieses como lo devolvieses); nos olvidamos la mochila con todos los billetes y reservas, con dinero y la documentación de mi ex y los niños, en el autobús que nos llevó al susodicho hotel (luego nos la trajeron, pero mientras duró...); cuando al fin nos llevamos el coche yo dejé una de las maletas en el parking y tuve que volver a por ella esa noche; y de camino a Pinto (donde dormíamos) nos perdimos dos o tres veces. Por lo demás, bien.

Por cierto, yo no sé si fue el colchón o la suavidad de la ropa de cama, pero hacía tiempo que no dormía tan bien como en este hotel.


WARNER

Supongo que no está mal. Supongo que incluso está bastante bien; y seguro que en cuanto a atracciones de emociones fuertes lo está. Pero un consejo para padres: si habéis ido a Disney, no vayáis aquí. O, dicho de otro modo, si queréis ir, empezad primero por este, y luego ya iréis a París. Y fliparéis.

Porque es inevitable comparar, y de la comparación sale francamente mal parado en casi todo: instalaciones/decorados/ambientación del parque, calidad (¡y duración!) de las atracciones, medios y cantidad de personal, su actitud (en Disney parecen todos actores aleccionados para hacerte creer que estás en una peli, o en un cuento; aquí, no, solo son empleados con uniforme), tiendas y hostelería (los dos sitios son un verdadero timo, pero mientras que en París comes genial y entras por ejemplo en una pastelería y no sabes qué no elegir, aquí era todo pura comida basura-basura, y locales cutres y bastante sucios (en lo cual seguro que también influye, y mucho, el civismo de los usuarios, que aquí éramos todos de aquí)), y actuaciones (eso, cutres). Además, estaba todo minado de pequeños gastos extras.

Si aun encima hace sol, y uno es de naturaleza húmeda, directamente se muere, porque hay muchas zonas del parque donde no hay ninguna sombra donde cobijarse.

De todos modos, que conste que Paula y Carlos lo pasaron muy bien. Aunque Paula vomitó en una atracción; pero para compensar vino conmigo en un par de montañas rusas medianas y salió entusiasmada. Las atracciones de agua les encantaron a los dos; y a los adolescentes de la docena de insitutos que había.

(Disgresión socio-nutricional:


Si alguien duda que en hábitos alimentarios, y en las lógicas consecuencias sobre nuestra salud, estamos acercándonos a los EE.UU., que por favor vaya a la Warner con buen tiempo.

Yo comprendo que la ropa de verano es inmisericorde. Y más todavía estando blanco como la leche. Que las mallas disimulan muy poco; y que la combinación chanclas+camiseta de tirantes+pantalón corto+gorrita, con riñonera o mochila de Bugs Bunny a la espalda, arruina la imagen de cualquiera. Pero en cualquier caso, el sobrepeso (por decirlo suavemente) era abrumadorante mayoritario. Y cuando no (sobre todo entre ellos), se ven de todos modos los estragos causados por la vida sedentaria y la casi completa inactividad física. Y a mí me parece preocupante, por lo que tiene de síntoma.
Es verdad que se trata de familias en una edad y una etapa de sus vidas (niños pequeños) muy concretas. Pero da qué pensar. Y además supongo, sin ningún dato en la mano, que, como en Norteamérica, la situación es peor cuanto menor es el nivel socioeconómico, porque los malos hábitos alimentarios también lo son; en parte por desconocimiento, en gran parte porque, con poco dinero, o se compra menos o se compra de peor calidad.)

ZOO

A pesar de que ya había ido muchas veces, a mí me gustó mucho más, como me imaginaba. Y a Carlos también.

Es innegable que un zoológico, ver a los animales allí confinados, transmite cierta tristeza; aunque uno se diga a sí mismo que ellos no lo comparan con nada y viven estupendamente (para lo que un animal se supone que puede esperar). Pero me pareció que estaba bastante bien, todo bastante digno. Y no deja de ser una suerte poder ver a tantos juntos. Por cierto, había un par de especies que solo sobreviven en cautividad.

Los niños entraron en una jaula a dar de comer a unas cuantas aves exóticas. Paula se puso algo nerviosa, y una cuidadora estuvo con ella, pero Carlos estaba feliz; parece cada vez más claro que los animales son lo suyo. En varios sitios, si no lo agarro se mete dentro con ellos.



Carlos, entusiasmado


La verdad es que hay muchos animales que impresionan, o, básicamente, que acojonan. Otros, en cambio, me resultan sugerentes y me dan ganas de viajar. Por ejemplo, los camellos; me acuerdo de alguna película mongola, de algún libro de viajes, y alucino imaginándomelos allí en el fin del mundo.

Los primates inquietan muchísimo: demasiado cercanos. Ya no solo su morfología, sino su actitud, su expresión, y sobre todo su mirada, no tienen nada que ver con los del resto. Y dan un poco de angustia; y más pena, porque no cuesta nada suponerles la consciencia suficiente para darse cuenta de lo puteado de su situación. Vimos un gorilita de pocas semanas de vida; solo le faltaban los pañales. El orangután, sentado muy quieto, me pareció lo que siempre: un sabio apesadumbrado, resignado a su suerte.






Salí con ganas de ver documentales.


MADRID

Los niños estaban asombrados con todo: los edificios, la cantidad de coches, las estatuas de los tejados, las actuaciones callejeras, la cantidad de restaurantes, de gente, reconocer sitios que les sonaban de la tele... E iban haciendo mil comentarios al respecto, que es lo mejor.

Teníamos M80 en la radio y decía Paula "Jo, hasta la radio es mucho más guay, en Madrid". Ya se lo expliqué.

Fuimos al Retiro el domingo por la mañana, como está mandado, y lo pasaron bien. Aunque lógicamente el lago no les impresionó mucho.


Paula observando absorta, como de costumbre

Pero de todos modos yo creo que lo que más les gustó fueron el Metro y el Dunkin Donuts.


AVIÓN


Qué mayor atracción que volar.

No era la primera vez que lo hacían, pero estaban excitadísimos. Carlos se puso a gritar "¡Dios, estamos en una nube, estamos en una nube!"; y ver la tierra desde el cielo, los campos de labranza, los pueblos, las carreteras, los ríos, les resultaba impresionante.

Y a quién no. La verdad es que es asombroso; uno se reencuentra con la geografía, y con la población dispersa y la concentrada. Y cae en el tópico de maravillarse de lo poca cosa que somos. Sin llegar a la altura de lo que ilusamente creyó no sé qué astronauta sobre el impacto que las primeras fotografías del planeta Tierra tendrían sobre la humanidad, no se puede evitar pensar en lo mezquinas y patéticas que se ven desde allí arriba nuestras referencias y nuestras luchas.

El paso de Castilla a Galicia, desde el aire, el cambio de color, es espectacular.



Ahora esta imagen es normal, pero imagínense la conmoción, hace no tanto

Y llegamos bien.


32 comentarios:

  1. Ya saben que es mejor pinchar en las fotografías, para verlas bien.

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  2. lo del astronoauta, sí, tuvo bastante impacto. Al menos sobre la gente de la NASA.

    a mí, lo que de verdad me fascina de ir en un avión es que, cuando despega, tampoco es que vaya a mil por hora, un acelerón y ya está. Luego es así como ir en un autobús muy largo, con bacehs y todo.
    Siempre pienso: si la humanidad es capaz de hacer más o menos normal para millones de personas sostenerse en un aparato por puro diseño aerodinámico y velocidad, qué no sería capaz de hacer...?

    Lo de la comida, no es por llevarte la contraria, pero en España quien no come sano es porque no quiere, o por ansiedad. El acceso a alimentos frescos, a verduras, a frutas, a pescado fresco y entero (aunque sea de piscifactoría) es mucho más fácil que en los países del centro de europa. Otra cosa es que la gente esté tan quemada y cansada que no se pueda parar un minuto a pensar lo que comer, o a cocinar. Que llegue a casa, fría algo o caliente un precocinado y a ponerse delante de la tele.
    No creo que sea por falta de recursos. La mayoría de los que comen mal podrían comer bien en otras circunstancias que no tienen que ver con lo económico.
    Es también una falta de educación, de no conocer variedad de alimentos, de no saberlos cocinar, de no saber la importancia de la comida en la salud...

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  3. Vaya, hombre, para una vez que introduzco yo el factor económico, no estás de acuerdo...
    No vamos a discutir por el limite exacto, porque yo también creo que hay una gran incultura en lo referente a la alimentación (incluido el engordar o no engordar, a pesar de la obsesión por el tema); pero también es verdad que uno, en cualquier súper, con poco dinero, o compra menos o compra peor. El ejemplo de la carne y sucedáneos de toda índole es claro.

    Me alegra verte.

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  4. Por supuesto, también es un problema de régimen de vida, en mucho casos.
    Pero todo eso (educación, tiempo, etc.) se junta, creo yo, con las limitaciones que impone el presupuesto familiar.
    Si tú compras cenas para tus hijos en un súper, vuelvo, es muy diferente poder o no poder gastar sin problemas.

    Me parece a mí, vamos. Ya digo que no tengo datos.

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  5. Lo primero y lo importante: hay que ser padrazos (y todos los somos) para "aguantar" tantas cosas para el disfrute de los hijos y sentirse felices por su felicidad.

    Tema alimentación: en los USA los pobres (y hay 70 millones de pobres) comen muy mal porque la comida superbarata es horrenda. Las consecuencias que tendrá esto para el futuro del país... allá ellos. De momento, altísimos porcentajes de obesidad y capacidad intelectual disminuida (además de sentimientos incontrolables de ira, frustración, imposibilidad de entender la realidad...).

    A mí, aquí, se me han caído los mitos. No sé salir de una tienda de verduras y frutas, con pequeñas bolsitas, sin haberme dejado, en el mejor de los casos, 10 euros. Pero una pechuga de pollo cortada en filetes (para 2 personas, siempre nos sobra) la compro por 1,20-1,30. Y dos filetes de los buenos (pero finos), nunca llega a 2 euros. Por no hablar de los huevos de las categorías 0 y 1, cuyo coste triplica y duplica los de la categoría 3 (en los que te comes la angustia de un animal que nació se crió en una jaula en la que ni cabe).

    Conclusión: alimentarte bien no es solo cuestión de "conocimiento", sino de recursos. En nuestro caso, de desviar recursos de otras cosas a una comida sana. En el caso de los millones de españoles que actualmente están en situación desesperada, un imposible.

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  6. Hay, hay. Pero lo cierto es que verlos disfrutar es un motivo sincero de disfrute, sin razonamientos por medio.

    Todo influye, ya se sabe. Como decía ayer, por el precio de 200 g de carne picada, que te da para 3 hamburguesas buenas, te compras dos bandejas de las de pavipollo (sea eso el engendro que sea), o de las rosa clarito. Y además luego los niños te dicen que las buenas (me pasó el otro día con la del VIPS, que era magnífica) no saben a nada, porque no son un compendio de todas las especias conocidas. Por el precio de un trozo de una cinta de lomo de cerdo te compras, también, dos o tres bandejas de lomo adobado, que vaya usted a saber.
    Por no hablar de las salchichas, flautas de pollo, deli-loquesea, crujientes de pseudo-pescado, y demás rebozados. Todo malo. Como la leche barata es peor, como el jamón cocido o el pavo baratos lo son, como el queso barato lo es.

    Pero no es menos cierto que por el precio de una coca-cola te compras 6 manzanas. Y que con el presupuesto semanal en coca-cola y patatas, gusanitos, cheetos, palmeras de chocolate, pipas, chuches, etc., de algunas casas podrían casi pagarse una comida sana al día.

    Naturalmente, allá cada cual. Naturalmente. Lo malo es cuando, por imposibilidad o por desconocimiento, no es una elección libre.

    Buenos días.

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  7. Indudablemente, en la morfología típica de una familia Española, influye todo educación nutricional, recursos económicos y naturales disponibles, trabajo y ocio.
    Yo creo que la alimentación a nivel familiar es más variada y equilibrada en una familia tipo: padres e hijos. En este tido de familia normalmente se suele pensar y preparar mejor la comida, y siempre estará mejor elaborada que si se hace para uno solo de sus miembros adultos. Para uno mismo sin más compañia que las noticias del mediodía, acabas optando por algo rápido un sandwich, ensalda, algo precocinado y rápido, alqo que suponga poco esfuerzo y dedicar poco tiempo, que a la vez te recuerda que estás solo.

    Con esto quiero decir, que cuando en un hogar hay niños pequeños, la tendencia a engordar y deformarse físicamente del padre o la madre o de ambos, depende más de la elección del propio sujeto: de su actividad laboral, la actividad física que este pueda conllevar y cómo decidas ocupar tu tiempo libre; que de la dieta alimenticia que sigan en su hogar.

    Evidentemente, el dinero que disponemos para la cesta de la compra y los precios de mercado y sus productos, también influye en la calidad de la alimentación. Pero de momento, creo que a un nivel medio esto aún sigue siendos bastante asequible.
    Pero, sinceramente, Sr. Portorosa no creo que las familias que Vd. se ha encontrado en ese parque sufran de grandes problemas económicos para alimentares de una manera más o menos correcta y equilibrada.

    Normalmente, una familia recurre a locales de restauración de "comida basura" de forma muy excepional y realizando actividades de ocio y lúdicas con los hijos, cómo podría ser esa en la que usted se encontraba en ese preciso momento, sin que sea algo habitual. Con lo cual, tampoco sería motivo de una dejadez física.

    Cómo todo en esta vida, es cuestión de prioridades.

    Y dicho esto, buenos días.

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  8. de momento acceder a productos ecológicos es un lujo. Yo soy socio de una cooperativa de consumidores de productos ecológicos y he terminado por ir muy ocasionalmente, cuando hay alguna oferta especial. Y si voy no es por los derechos de los animales, sino por que me gusta comer y la carne de una ternera "cachena" criada en la montaña, no tiene ni punto de comparación con la que venden el los supermercados, en la carnicería del mercado o en la tienda de la esquina. Igual con el pescado o la fruta.
    Lo de la educacion es muy importante. La estrellita de la cocina Jamie Oliver, que intenta una y otra vez mejorar la calidad de la comida de los chavales, es un buen ejemplo.
    http://jenesaispop.com/2010/04/06/la-revolucion-de-jamie-oliver-food-revolution/
    http://www.directoalpaladar.com/chefs/jamie-oliver-promueve-las-clases-de-cocina-en-la-escuela

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  9. En el primer programa que hizo sobre los comedores escolares intentaba servir un menú sano y abundante por 1 euro, y se quedaba muy cerquita de lograrlo.

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  10. Muy interesante la crónica. Y los comentarios.

    Yo intentaré no pisar un parque de estos. Por desgracia (o por suerte en este caso; claro que también ha afectado la "calidad" de la comida que compramos, enlazando con el otro tema), el presupuesto no lo permite... y además me horrorizan. No digo de esta agua no beberé porque, ¡¡lo que se llega a hacer por los hijos!!, pero tengo intención de resistirme.

    A mí me dan mucha pena también los animales encerrados en el zoo.

    http://madredemarte.wordpress.com/

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  11. Bueno, 1730, seguro que no eran pobres. Pero yo creo que ir a un parque de estos, aquí,(no hablo de irse a París), está al alcance (vía ofertas, regalos o esfuerzos) de familias que no andan sobradas de dinero. Volvemos a lo de las prioridades, claro, que dice Madre, pero a lo mejor van a la Warner y luego cada semana tienen que contar cada euro que gastan haciendo la compra.

    De todos modos, por enésima vez repetiremos que todo influye: posibilidades y decisiones :)

    Madre, yo en Disney, con todos los peros que le podría(mos) poner, lo pasé muy bien. Lógicamente, sin ellos no iría, pero con ellos lo pasé muy bien.

    He visto los enlaces, Morelli.
    Yo soy bastante pesado con la alimentación, y observo estupefacto el grado general de incultura que hay sobre el tema. Ni idea, oiga, de lo que es sano, de qué llevan las cosas, etc. Y si nos metemos en el tema adelgazar, ahí ya es de no dar crédito: aparte de la fe en los milagros y la imprudencia que se ve, la mayoría de la gente tiene unos errores de conceptos básicos tremendos; y así siguen dietas absurdas, inútiles o directamente perjudiciales para la salud y desquiciantes para el ánimo.

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  12. Creo que la primera vez que fuimos con nuestros hijos a Port Aventura, en Tarragona, lei un libro llamado "La macdonalización de la sociedad" que, de manera indirecta, trataba sobre la americanización de nuestro modo de vivir, hablando en general. Creo que lo lei para poder aguantar todo el día en un parque de atracciones sin llegar al cabreo absoluto. Y lo conseguí, pero no he vuelto más. Hacemos por nuestros hijos cosas increíbles, y esta no es la más increíble de todas, creo.
    En cierta manera volvemos a nuestra infancia, por unas horas, y damos todo por bien empleado. El zoo es otra cosa, aunque mi recuerdo de estos sitios es acabar molidos, los adultos. Respecto a la comida, creo que uno de los deberes de los padres es enseñar a comer a nuestros hijos, no delegar en otros algo tan importante. Es difícil, y hay que hablar muchísimo con ellos, para contrarrestar la seducción de la publicidad. Es algo que hemos perdido por el camino.
    Me gusta mucho lo que has contado, el tono con el que lo has hecho, y las fotos tan ilustrativas de lo que dices.

    Un abrazo, Portorosa

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  13. Gracias, José Luis.
    A mí me encanta escribir estos posts-crónicas. De "Un provinciano en Madrid" hay un montón por el blog.

    Y sí, por supuesto es cosa nuestra.

    Un abrazo.

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  14. Se nota que te encanta, y si te gusta a ti, haces que guste también a los demás.

    Un abrazo

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  15. si la americanización de nuestro modo de vivir se limitase a los parques temáticos... Pero está en todas partes, empezando por el uso del vehículo automóvil (como le llaman los técnicos al coche)
    El otro día leí una historia que contaba como en Disneyland, en Orlando,
    Otro ejemplo, los animales encerrados. De verdad es necesario ver simios y pájaros tropicales para disfrutar con la naturaleza?. Anda que no hay bichos que ver en nuestro entorno, en Galicia aves y pequeños mamíferos, en una variedad mucho mayor que el parque temático o el zoo. Y no hablemos de la flora, que es de las más ricas de Europa. Y una buena colección de animales domésticos, como el simpático periquito del estanco de tu calle. Otro ejemplo de mercantilización de la sociedad. Pagamos para ver bichos. Por ahorrar tiempo. Por lo mismo que comemos mal.

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  16. Respecto a lo que dice Morelli, creo que se puede disfrutar de la naturaleza sin apenas ninguna inversión económica para el que la disfruta. Consumir naturaleza, que es lo que suele ocurrir y a lo que se nos incita a menudo, sí.

    Un saludo

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  17. ¡Eh, eh, para el carro, Morelli!

    Tampoco es eso:
    1) El periquito murió, vaiche boa.
    2) Yo disfruto muchísimo de la naturaleza, de la que nos rodea, te lo aseguro. Y conmigo, los niños. Muy frecuentemente.
    3) Hay que reconocer que ver leones, o gorilas, o pingüinos u osos panda no es fácil, dándose una vuelta por la zona. Y que es normal que guste y resulte interesante poder hacerlo. Independientemente, ojo, de las connotaciones negativas de los zoológicos; que de hecho proceden de otra época, donde seguramente cumplían una función casi loable, pero que ya han empezado a transformarse en otras cosas, digamos, más consideradas con los animales y más acordes con nuestros tiempos.

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  18. Para los que no somos gallegos:
    "Vaiche boa", no es que "le vaya bien" o se alegre por ello...Los gallegos con esta exptesión quieren decir que "hace bastante tiempo".

    De todos modos, pobre periquito! con lo simpáticos que son... quizá el Estanquero se deprimió tanto que decidió sustituirlo por una máquina expendedora, para ocupar su espacio, de ella no se encariñaría y su posterior pérdida no le traumatizaría. Son todo conjeturas, cualquier parecido con la realidad es fruto de la casualidad.

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  19. Eso. Gracias.

    Dudo que ese estanco tenga ningún tipo de aparato mecánico, exceptuando la tele.
    Es el que todavía vende muñecas vestidas de marinero, recuerdo de la ciudad, y hórreos pequeños, también recuerdo.

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  20. pues tiene un periquito nuevo, o una holografía formidable y sonora. Te lo dice un fumador.

    y los zoos son, desde mi punto de vista, en habiendo documentales de la National Geographic y demás, aberraciones ambientales. Acordes con nuestros tiempos sí que son: pregúntale a los homínidos si están a gusto donde están. Yo no cuestiono fundamentalmente el trato a los animales (que también...), sino la idea de musealizar a los seres vivos que hay detrás de este negocio.

    Para mí, que algo resulte interesante o guste o sea divertido (y por eso sea un negocio, no lo olvidemos) no justifica acotar el espacio vital de unos mamíferos superiores.

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  21. Anda, coño, no lo sabía. Como al otro se le oía desde toda la calle...

    Sí, en realidad estoy de acuerdo.

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  22. Una preguntiña Morelli, con todo respeto...Tienes hijos ? y de que edad ?.

    Saludos

    A proposito que buenos amos de casa sois todos los señores aqui, eh!.

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  23. Un zoo no es naturaleza salvaje al alcance de la mano (tremendo oximoron). Puede que en un primer momento, el impacto de un zoo en el imaginario de los niños sea positivo: la identificación con lo indomeñable de los animales y la posibilidad de control y domesticación de los propios impulsos. Pero a la postre, quizás a partir de la adolescencia, se nos convierte en una imagen opresiva de lo más auténtico en nosotros.

    Pero lo que de verdad me pone de muy mal humor (en la realidad, no en el texto) es lo de los parques de atracciones, tipo Disney. Esa cultura que media la comunicación entre los niños y que, por tanto, se nos impone como imprescindible, es el imaginario ad hoc para ser socializado (adaptado) en esta sociedad neurótica e insaciable.

    Sinceramente, sin exagerar, me parece menos destructivo el imaginario religioso represivo en el que me socialicé y contra el que me tuve que rebelar que toda esa vanilidad sensacionalista que te deja inerme y desorientado, sin causa para la rebelión.

    Por cierto, en algunos colegios los curas ofrecen un viaje a Port Aventura para que los niños elijan religión. Una pesadilla!

    Que manera de confundir niñez con puerilidad!
    (Y sí, tuve niños que ya no lo son!)

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  24. "los zoos son, desde mi punto de vista, en habiendo documentales de la National Geographic y demás, aberraciones ambientales".

    No puedo estar más de acuerdo con esa frase.

    Es lo que pienso cada vez que visitamos el zoo... que es bastante a menudo: en nuestra ciudad hay uno, y hay un carnet familiar que te sale de precio como ir dos veces, así que muchas familias - la mía incluída - lo tenemos. Y mis hijos, grandes fans de los documentales de La 2 y similares (el mayor dice que de mayor se dedicará a esto: ver animales en la sabana africana), insisten en ir una y otra vez, a pesar de estar de acuerdo conmigo en la tristeza que les produce ver a estas fieras en jaulas...

    Lo que es la vida.

    http://madredemarte.wordpress.com/

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  25. Bueno, yo creo que se puede exagerar un poco, en este tema.

    Del mismo modo que estoy convencido de que Carlos (por poner un ejemplo muy cercano de alguien que demuestra un gran interés y cariño por los animales, a diario) acabará, dentro de unos años, probablemente criticando los zoos (espero que sea capaz de matizar sus críticas, en cualquier caso, en este como en cualquier otro tema) y viajando, si puede, al Ngorongoro a estudiar los animales; del mismo modo que creo que evolucionará así, decía, creo que ahora el zoo, o un parque como Cabárceno o, más modesto, Marcelle, le dan una oportunidad de disfrutar y de acercarse aun más a ellos. Simplemente, para él es emocionante tener un bisonte (le apasionan) a dos metros.

    Eso, con independencia de que, como he dicho, yo crea que los zoológicos son vestigios de otra época y otro concepto de conocimiento y conservación de la Naturaleza.

    Me gustaría conocer, de todos modos, opiniones científicas sobre los zoos. No sé si, como se anuncia en el de Madrid, contribuyen en alguna labor loable.
    Os dejo este enlace, que me parece muy interesante. Fijaos (Madre) en que el autor tiene bastantes reparos en el caso de los grandes simios:

    http://www.ciberdroide.com/wordpress/carta-abierta-a-saramago-que-pide-cerrar-todos-los-zoologicos-del-mundo/


    Con respecto a Disney y similares, creo también que todo depende: que la misma cosa se puede vivir de maneras diferentes, hasta convertirse en experiencias casi totalmente distintas.

    Un parque de atracciones tiene sentido y es divertido. Como lo tienen los juguetes, la televisión o los videojuegos, aunque puedan utilizarse verdaderamente mal. El de Disney tiene sus propias características, en ocasiones fácilmente censurables, pero es un parque más.
    ¿Qué ocurre? Que si consientes (o provocas, incluso) que el ocio de tus hijos dependa de eso, que efectivamente sea imprescindible, eso te estará secuestrando. Que si en la vida de tus hijos solo hay eso, esa vanalidad, pues mal vas; pero claro, es que si ocurre eso, ocurrirá con todo, aunque no vayan a un parque. Si no hablas con ellos, si no les enseñas nada (más), si no entienden ni intentan entender, si son unos melones y siguen siéndolo, mal van. Pero eso no necesita de ningún parque; hay sustitutos para alimentar esa puerilidad a su alcance a cada minuto.

    Se puede ir a un parque y no salir lobotomizado. Creo...

    Eso, toda su educación, la tuya y la de los demás, la consciente y la inconsciente, lo que oigan, lo que vean y lo que sientan, dará un resultado. Es verdad que si su vida es un parque de atracciones, a lo mejor sufren las secuelas.

    ¡Pero no creo que por ir a la Warner con 5 años se queden sin causa para la rebelión!

    Un abrazo.

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  26. Viví en Madrid diez años y tuve la ocasión de ir a la Warner varias veces GRATIS (lo que luego gastas dentro ya es otra cosa).El día que más me gustó fue uno lluvioso,con muy poca gente y sin ninguna cola.Personalmente no me atraen mucho los parques de atracciones,me parece un hocio un poco enlatado,artificial pero desde la perspectiva de un niño comprendo el atractivo que tiene para ellos y consigo disfrutar también(excepto cuando se conviente en una aglomeración y hay que estar media hora esperando en cada sitio).
    También estuve en el zoo varias veces(pagando)y siempre que voy tengo sentimientos encontrados.Por un lado me encanta ver animales de cerca que de otra forma sería imposible y por otro no se me saca de la cabeza que están ahí encerrados para que disfrutemos irónicamente los que los amamos.Hay otras opciones en semilibertad pero pueden decepcionar cuando no cosigues ver nada de lo que querías.
    Respecto a la comida me toca pelear a diario con mis hijos o más bien con su entorno.A veces no entienden porque tienen una madre distinta en ese aspecto.Yo también soy socia de una cooperativa ecológica y compró ahí lo que no resulta prohibitivo para mi bosillo porque es cierto que es más cara;también es cierto que me ahorro lo que cuesta otras cosas innecesares y que suelen ser basura.Mi hija me dijo un día que yo era un poco hippy por lo de tanta ecología pero en el fondo van comprendiendo que es una cuestión de salud el saber alimentarse ;yo tampoco les prohíbo tajantemente nada ,simplemente les hago distinguir lo que debe ser habitual y lo que puede ser de vez en cuando.En cuanto a si influye más lo económico o la educación pienso que más la segunda.Por poner un ejemplo,el pan es barato(el de verdad)y es sano;el problema viene cuando se sustituye el bocadillo por unos donettes.Por cierto los políticos dicen que van a aumentar los impuestos de la comida basura...
    Uf,¡Cuántos temas interesantes!
    B.

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  27. “Se puede ir a un parque y no salir lobotomizado. Creo... “
    Claro, Porto. Mi crítica no es a la visita al parque, sino a la “mitología del parque”. Digamos que en el parque se concentra todo el imaginario que se transmite por la TV (y otros medios) a diario. Por tanto, ir al parque no es más que un “sacramento”, como la primera comunión o la confirmación, digamos.

    Y, claro, o los niños tienen un soporte que les ayude a no quedar prendidos de ese imaginario o están perdidos, sin exagerar. A mi hijo le permitía ver la TV. con moderación. Llegó un momento, con cinco o seis años, en que ya tenía el virus del consumismo, y todo era “quiero ésto, cómprame aquello”. En esas circunstancias, lo que no es recomendable es prohibir la TV, ni tampoco la moralina anticonsumista. Eso no funciona!

    Ya que non hai un imaginario social sano, uno tiene que intervenir para que éste no lo fagotice como persona, inoculando anticuerpos en el imaginario del niño. Me acuerdo de una intervención feliz en esa época de los cinco o seis años. Estábamos viendo “el libro de la selva” y lo ví claro. La escena esa en que la serpiente se enrolla en Mowgli y con los ojos lo está hipnotizando, la utilicé para explicarle que la publicidad de la TV era como esa serpiente que nos hipnotizaba para que compráramos. Si alguna vez el niño caía en ese impulso de querer comprar, traía esa imagen como recordatorio. Y dió resultado! Mano de santo! Actualmente es un joven austero, en el sentido decente de la palabra!

    Un abrazo.

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  28. Hola, B.

    Creo que estáis hablando de la misma cooperativa, Morelli y tú :)

    Lo de la educación, está claro que es fundamental. El otro día hablaba con un conocido, que se quejaba de que no adelgazaba a pesar de que no comía mucho: "Mira, por ejemplo, hoy desayuné poquísimo: un café y un par de cruasanes pequeñitos de chocolate". Yo flipé, claro.

    INSISTO EN QUE LEÁIS EL ARTÍCULO ENLAZADO, SOBRE LOS ZOOS.

    Taliesín, acepto, como siempre.
    Y, como siempre, me convence la dirección por la que va tu remedio.

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  29. Ya he leído el artículo y supongo que tiene razón pero también tengo que decir ,y hablo de hace muchos años,que espero que el zoo de Barcelona haya mejorado .La visión de un elefante(elefanta)moviendo la cabeza desquiciada me dejó impresionada.Probablemente no se pueda generalizar y lo que hay que exigir es que todos los zoológicos cumplan las condiciones necesarias para cada especie .Al de Barcelona le faltaba espacio.Es el único sitio al que no me quedaron ganas de volver de esa preciosa ciudad.
    B.

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  30. La verdad que me suena como un viaje genial, aunque bastante desagradable la actitud de la empresa de coches, pero suena a que fue un viaje muy lindo el de madrid felicitaciones!

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