El papel de la rotonda en el arte contemporáneo
No sé en el resto de España, y menos de Europa, pero aquí en Galicia no sé a qué espera el gremio de escultores para rendir un agradecido homenaje a la rotonda, elemento vial que tanto está haciendo por ese colectivo.
Sólo espero que ese homenaje no consista en otra escultura.
Jajajaja, prometo buscarlo en la hemeroteca: hace varios años escribí un artículo titulado Glorietas (a las glorias locales). En Pontevedra hizo furor (la glorieta, no el artículo) una buena época. M soy yo, perdona. No sé qué ocurrió que no salió en el anterior post el enlace a mi página. Las gracias te las di por añadirme en tu lista de links. En cuanto sepa manejar un blog, te devuelvo el saludo, porque ya soy un visitante asiduo. Saludos.
ResponderEliminarY dale... Disculpa. Ahora sí.
ResponderEliminarBuenos días.
ResponderEliminarAh, Manuel, ahora sí; porque conforme leía el primer comentario pensaba "¿pero otra vez?".
Bueno, de nada, el placer es mío. En todo caso, gracias a ti por esa asiduidad. Un abrazo, y sé muy bienvenido.
Propongo dos reflexiones. La primera: quienes deberían estar agradecidos ¿no serían los decoradores en vez de los escultores?
ResponderEliminarY segunda: ¿en Galicia la gente sabe tomar las rotondas? Porque lo que es en Cataluña, en cada una que tomo me encuentro al pazguato de turno que circula por el carril exterior, bloqueando las sucesivas salidas intermedias hasta que abandona el donut y se libera el atasco.
Saludos.
Iván, aquí deben estar agradecidos los escultores, pues esculturas con su firma y su boato es lo que se pone en el centro, y los jardineros (o arquitectos paisajistas, que quizá lleven firma también estas horteradas geométricas).
ResponderEliminarEl resultado, para mi gusto, es lamentable, cateto y pretencioso a la vez.
En cuanto a lo segundo: no, claro, como en todos lados; cada uno hace lo que quiere (yo incluido).
Un saludo.
En Madrid se está pensando en quitar todas esas estatuas y fuentes y declararlo urbanizable.
ResponderEliminarSe dice que se levantarán enormes falos acristalados de decenas de pisos en cada rotonda.
Lo que tenía que haber son rotondas inteligentes, ya que no hay conductores inteligentes, ni nada inteligente en general, y serían estas unas rotondas que estuviesen siempre girando (la carretera) y así solo tendríamos que aproximar el coche a la rotonda y automáticamente nos desplazaría a la salida que tomásemos: es decir, una rotonda /puerta de hotel de 5 estrellas, las que dan tanto de sí en los gags cómicos baratos.Yo propongo, ahora si nos os gusta ahí nos quedamos con la incomodidad de tener que girar cada nada, porque aquí (Galicia) hay rotondas hasta en las aceras, para los peatones
ResponderEliminarUn saludo, don Portorosa. (Gracias por enlazarme; me da que en algún lugar del mundo esa misma frase podría significar otra cosa)
No me extrañaría, Nosurrender (y bienvenido, que antes no te lo dije. Creo que nos veremos por tu blog).
ResponderEliminarDe nada, Mabalot; un placer.
Nosotros tuvimos un alcalde en Vitoria que parecía que cada mañana llegaba a su despacho, cogía una maqueta de la ciudad y quitaba semáforos para poner rotondas. Ahora tenemos uno nuevo que, en vez de quitar las rotondas, ha añadido los semáforos, con lo que conducir aquí se ha convertido en un infierno.
ResponderEliminarYo también soy de las que hace lo que le da la gana en las rotondas. Total, nadie las coge bien.
Así nos va, todo el mundo declarando que comete infracciones.
ResponderEliminarPues no, aquí la que suscribe, respeta las rotondas y todo lo que haya que respetar ¿Será posible?
Aquí el que no respeta una rotonda, tiene varias opciones.. o aparece el poli,o el de movilidad, un coche o veinte que te dan un testarazo; vamos algo te llevas puesto, seguro.
Así,que por favor.....respeten,a lo mejor soy poli y a algunos les puedo identificar, jeje
Son una plaga...en la ciudad donde vivo,la gente no sabe coger las rotondas,hay numerosos accidentes y se crean sistemas infernales de rotondas para el acceso a los centros comerciales...el problema en esta capital para los escultores es que normalmente acaban los coches empotrados en la figura de marras...a ver lo que pasa cuando se ponga en marcha el tranvía...ayyy
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Soy galerista y nunca he conocido un artista que tenga una escultura en una rotonda. Los que perpetran (ésta es la apalabra adecuada) esos engendros pertenecen normalmente al gremio de los caraduras o primos de arquitectos o sobrinos de diputados o ni se sabe...
ResponderEliminarPor otra parte querría recordar que los coches tienen unas cositas al lado del volante que se llaman palancas, y moviendo una de ellas se encienden unas lucecitas (su nombre técnico es intermitentes). Cuando uno está en una rotonda y va a salir, si da a la palanquita de marras puede evitar que veinte pobres desgraciados esperen sin motivo gastando gasolina y de paso jodiendo la atmósfera. vivimos en un país de maleducados y analfabetos y tal vez, esto del intermitente rotondil podría ser el comienzo de un mundo mejor.
Un saludo muy atento a todos.
¡Cuidado con Luna, que es la típica siempre del lado de la Autoridad...! :)
ResponderEliminarTengo entendido (y además me parece bastante lógico) que las rotondas incrementan el número de accidentes, pero éstos son en la mayoría de los casos sin importancia, por lo que los graves (y, en definitiva, las muertes por choques en cruces) han disminuido mucho.
Oye, Ruth, y yo que pensaba que Vitoria era una ciudad casi ideal.
Pero ya que va de rotondas, mirad ésta, en no recuerdo dónde de Inglaterra. Es impresionante, no me quiero imaginar lo que será cogerla (¡y circulando por la izquierda!).
Javier, estoy seguro de que un escultor que se precie 1) no se presta a esto (aunque supongo que todo dependerá del dinero), y 2) no hace los bodrios que gustan a los políticos municipales. Pero que conste que aquí ha habido escultores, con su firma y su cutre-prestigio local que lucen su obra como digo. En cualquier caso, no querría que me tomases, ni de lejos, por el típico que tiende a mofarse del arte contemporáneo y, por desconocimiento, mete a todos en el mismo cajón y los menosprecia.
Abrazos a todos.
Pues yo de rotondas solo se que mi yerno se levanta a las 6 para ir a trabajar topografiando (no se si existe ese verbo) rotondas.
ResponderEliminarPero después de leeros os diré que tal parece que todos los buenos conductores que quedan en el país se hayan reunido en esta página.
10 comentarios y ni un mal conductor. Menos mal que yo salvo la estadística.
Y el caso es que Portorosa hablaba de otra cosa
Y no os enfadeis que sí, algunos, no tantos, somos como decís
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSin embargo, aunque no soy experta en el tema, lo que yo tenía entendido es que las rotondas disminuyen los accidentes. y aunque es cierto que mucha gente las toma mla (siempre los otros, claro), no suele haber accidentes en las rotondas, a lo sumo que tengas que dar una vuelta más para salir por donde querías. La de Inglaterra es expelucnante
ResponderEliminarPor aquí también les llaman "redondas" y el tema podrá parecer superficial, pero si se le da vueltas se apreciaran sus connotaciones escultóricas, municipales, geográficas y me atrevería decir que hasta místicas pues algún girovago que conozco llegó a dar tres vueltas sin aclararse sobre que salida escoger
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Porto
Exceptuando su abuso (en pocos kilómetros de tramo urbano decenas de ellas, por ejemplo) las rotondas son una buena solución para los problemas de tráfico en las circunvalaciones o variantes, por lo menos eso dicen los entendidos. Otra cosa son las obras de arte (o decorativas) en su interior, que al parecer distraen a los conductores y constituyen un riesgo serio en la circulación. (((Temo que me ha salido un comentario como si fuera funcionario de la DGT))). Un abrazo.
ResponderEliminarDonde vivo yo el gremio a homenajear es el de los jardineros, mucho más modesto. Éstos a menudo hacen arreglos hermosos y dignos, que algunos descerebrados se empañan en llenar de mierda. Habito en una ciudad de rotondas y badenes. Si pusiéramos una estatua en cada lugar, no habría artista para tanto.
ResponderEliminarTambién deberíamos homenajear (o todo lo contrario) a quienes planifican las urbes, porque parece que ya no existe otra opción que gestionar los cruces con rotondas. Como en tantas otras cosas, el abuso desvirtúa la cualidad.
Un abrazo, maestro.
Hace unos años cuando mi marido y yo paseábamos por la ciudad solíamos comentar, mira aquí iría bien una rotonda. Ahora solemos decir, mira vámonos por la calle de arriba que es estrecha y no cabe una rotonda.
ResponderEliminarAdemás ahora han inventado unas que son peraltadas, ponen la acera al mismo nivel que la carretera pero hacen la rotonda en equilibro. Espero no ser la primera atropellada y salir en las noticias: Antonia Romero, celebra la publicación de su primera novela en la cama de un hospital (es por ser optimista... lo del hospital).
Perdón por la extensión.
Un saludo
Buenos días.
ResponderEliminarOye, Arroba, no entiendo bien tu comentario, cuando precisamente hemos sido varios (tal y como dice con "enfado" Luna) los que hemos dicho que lo hacíamos mal...
En fin, que conste que, con independencia de que se pueda abusar de ellas (que de eso nada en la vida está libre), las rotondas me parecen una muy buena solución al tráfico.
Pero bueno, ¿alguien ha entendido que yo de lo que quería hablar era de rotondas...? Estos posts están vivos; los lectores los cogen y hacen lo que quieren con ellos, es la interpretación personal de lo leído llevada al extremo. :-) Que así sea.
Un saludo a todos, en este día que empieza, en esta nueva semana en la que, como siempre, seguiremos siendo responsables de nuestros actos (y de nuestras omisiones).
Pues mira por lo menos dan mucho que hablar. Al fin y al cabo y como ha quedado demostrado, los resultados, no ya estéticos, sino simplemente de adecuación al medio del desarrollo humano/urbano creo que es patente que se han estropeado mucho desde la antigua Grecia. Me han gustado mucho alguna de las mordacidades que aquí se dicen.
ResponderEliminarPero coincido contigo, agradecidos debian quedar.
Lo de las rotondas es un sinvivir, hay unas en las que tienes prioridad y otras en las que tienes que ceder a los de la derecha, así que da lo mismo todo, no hay ley que sirva y tranquilice.
ResponderEliminarEn las de por esta zona les ha dado por poner unas esculturas de hierrajos que luego se van poniendo verdes y mohosos, las hay que a veces ya las traen verdes de nuevas, ya me los imagino a los creadores poniendo el chirimbolo ad hoc y llevando chuchos a mearlo y mearlo y los chuchos traumaos, sin poder soltar ni gota del susto, y el escultor "mea aquí, ricomono, anda psssss..."
Es una cosa que da asco verlo, inquieta y todo, pero bueno, como luego inquieta más la velocidad a la que vienen por todas partes, pues se deja de mirar.
Odio las rotondas, y en general me espantan casi todas las esculturas mayores que yo, oseas, más grandes que la talla media de un ser humano, me dan como susto. A ver si saco una foto de la de Leioa, una de un tronco sin coco sin brazos y retorcido como con retortijones, con el culo para los que vienen de Bilbao. Verde verde...
Ufff!.
M.
Hola, M.
ResponderEliminarEl otro día, a otra chica de la AVV y a mí el concejal de obras nos enseñó las maquetas de tres esculturas ya adquiridas por el Ayuntamiento y a la búsqueda de emplazamiento (no sé, a mí me parece que debería ser la cosa al revés, pero bueno...): "Solidaridad", inefable, unos paralelepípedos unidos por tubos de hierro, formando una especie de entramado cúbico... conjunto terrible; "Galicia", una especie de árbol de piedra negra, que a mí me recordaba a la estatuilla de los Goya, con unos cruceiros camuflados y coronado por ¡una barca y un hórreo!; y "La duda", que era la mejor, porque consistía en una escalera de tijera muy grande con un muñeco de colorines, que parecía un hombre con cara de delfín y que resultó ser ¡una figura mitológica gallega! (¿?), sentado en medio.
En resumen: sin palabras :D
Abrazos.
En donde vivo también les ha dado por las rotondas, de un tiempo a esta parte; antes no había apenas, y en cuestión de pocos años de gobierno del PP, rotonda por doquier; esculturillas las hay, ¡y qué peligro tienen!, y no creo que sean los conductores los responsables. LOs jardineros se convierten en artistas, y los escultores-amiguetes de turno, también. ASí nos va.
ResponderEliminarSalgo al balcon.A la derecha veo una rotonda llena de palmeras y otras plantas.La de la izquierda conserva un trozo del antiguo puente que habia antes de la rotonda y lo acompaña una fuente luminosa.Las de la entrada (dos) de éste pueblo catalan tienen más palmeras y mas plantas.Cuando vivía ahi(en Galicia) me asomaba y veía un diapason.Estas explicaciones resultan útiles para indicar donde vivo cuando invito a amigos a casa por primera vez.
ResponderEliminarEl diapasón más grande del mundo, sin duda. Eso sí que tiene mérito...
ResponderEliminarUn beso.
Lo curioso es que el DIAPASON le llegó a robar el protagonismo al poeta que le da nombre a la rotonda.Porque yo no vivía en una calle o una avenida,lo hacía en una rotonda,la ROTONDA POETA .... .........(muy corto,por cierto,el nombre)y todos la rebautizamos como ROTONDA DIAPASON.
ResponderEliminarFeliz cumpleaños para la enana.Besos.
(Ay, no había leído esto.
ResponderEliminarSí, sin duda era la rotonda del diapasón, y no la de U. N.
Gracias.)