2 años de Un hombre sentado en una silla
Hoy hace dos años que abrí este blog.
Ésta fue mi primera entrada; y ésta la que celebraba el primer cumpleaños y trataba de resumir qué había sacado yo de esta experiencia.
Un año después, suscribo lo que dije entonces, pero me gustaría añadir alguna cosa y matizar otras:
- El blog me ha servido para consolarme por no escribir (y me va llegando, no hace falta que me consuelen ustedes). De hecho, es lo único parecido a escribir que hago. Suelo pensar que soy un aspirante a escritor-frustrado, así, todo junto, dejando claro que mi meta sería la de ser un escritor frustrado, meta (no me negarán) modesta que sin embargo mi incapacidad para esforzarme me impedirá alcanzar.
- A muchos de ustedes también les gustaría ser escritores (los más osados incluso aspiran a serlo no frustrados). Yo comprendo que escribir un blog es mejor que hacerlo en un cuaderno en casa; aquí se tienen lectores, que es de lo que se trata (y si creen que no se trata de eso, ¿por qué no escriben en un cuaderno en casa y lo guardan en un cajón?). Pero, en mi opinión, escritor (genial, bueno, regular, malo o infumable, pero escritor) es el que escribe libros, o al menos en un periódico, en una revista, en algo que se publique. Aquí somos nosotros, los autores, los que decidimos qué debe publicarse; y ése, aun siendo el tradicional sin duda imperfecto, es un criterio indefendible. Creo que, para alguien que tenga la inquietud de escribir (y sólo para los que tengan esta inquietud; razones para tener un blog hay muchas otras), a lo más que puede llegar su blog es a servirles como laboratorio de pruebas, como preparación antes de enfrentarse a una editorial. Y todo esto no lo digo por mí, sino por alguno de ustedes que, me parece, tiene talento de sobra para intentar dar ese paso.
- Los blogs que me interesan, y en particular éste, han sido con frecuencia un sustituto de las relaciones que en mi día a día de padre atareado en una pequeña (en todos los sentidos) ciudad de provincias no encontraba. En concreto, he podido tener las conversaciones que no tenía en la calle.
- Alguna relación surgida aquí se ha materializado en el último año, algún blogger ha adoptado forma humana. Y eso, demostrando que al final seguimos buscando carne y hueso, ha supuesto una gran diferencia: personajes del mundo virtual se han convertido en personas y, como tales, han entrado en mi vida.
- No sé cómo va a sonar esto, pero después de estos dos años he aceptado y asimilado que el mundo virtual es parte integrante del real. Al menos del mío, ahora.
Gracias a todos ustedes por su compañía, por su conversación y por leerme.
Me siento muy identificado con tu reflexión.
ResponderEliminarEn mi caso, decidí ponerme a escribir un blog porque me dí cuenta que a veces me olvidaba de cosas que pensaba al vuelo, reaccionando ante titulares de prensa o comentarios de la gente, o que me olvidaba de si tal disco me había gustado o no. Y no padezco Alzeimer.
Lo de escribir, eso si que queda en un cuaderno oculto en un cajón al que nadie tiene acceso, pero como decía aquel personaje de Billy Wilder, esa es otra historia.
Saludos admirados desde Barcelona,
Ivan.
Como usted es de asimilación lenta, me congratulo de que haya llegado por fin a conclusiones tan edificantes. Discrepo con usted cuando afirma: "...creo que, para alguien que tenga la inquietud de escribir (y sólo para los que tengan esta inquietud; razones para tener un blog hay muchas otras), a lo más que puede llegar su blog es a servirles como laboratorio de pruebas, como preparación antes de enfrentarse a una editorial. Y todo esto no lo digo por mí, sino por alguno de ustedes que, me parece, tiene talento de sobra para intentar dar ese paso". Para muchos de nosotros, el blog es un instrumento que permite hacer efectiva, en mayor o menor medida, nuestra vocación. He leido blogs (entre ellos el suyo, señor asorotrop) que superan con creces la calidad de muchos textos "en papel". El hecho de que una obra se publique en este formato no la invalida, ni mucho menos. Poder publicar en una editorial no está al alcance de muchísima gente. No por falta de talento, sino de suerte, recursos, disponibilidad familiar, necesidad de subsistencia, etc. Además, los formatos estándar de publicación a menudo no se ajustan a la cadencia y formato creadores de uno. Por lo tanto, éste me parece un medio tan bueno y versátil como los tradicionales; es más, es el medio del futuro.
ResponderEliminarDicha la perorata, permítame arrogarme de forma algo soberbia parte del mérito de tenerle aquí con nosotros después de dos años, al ser el culpable de la "avispilla" que un día le solté y que usted cazó al vuelo de manera tan brillante.
Finalmente, reciba mi más cordial felicitación y, lo mejor de todo, mi abrazo de verdadero amigo, pues eso es lo que, con mucho atrevimiento por mi parte, me considero.
Enhorabuena, Portorosa, y un abrazo :-)
ResponderEliminarFeliz aniversario, querido Portorosa.
ResponderEliminarFué un hallazgo encontrarle y un placer poder seguir viniendo a su casa.
Beso.
M.
Somos homo-comunicatus, Portorosa, así que este mundo virtual es tan real como el tangible. Las redes sociales suponen lo que tú has dicho exactamente; que el habitat de un hombre no tiene porque ser el pueblo en el que vive o el centro en el que trabaja. Nos comunicamos con lo que nos interesa en cualquier parte del mundo, saltando barreras sociales, grupos de edad, ciudades y lo que sea. Es algo más que un experimento para mí, que acabo de aterrizar en la blogosfera.
ResponderEliminarNo somos lo que comemos, somos lo que escribimos. Y usted lo hace muy bien y le doy las gracias por ello. A su salud.
Pues Don Ryth.., me ha dejado sin argumento.
ResponderEliminarLord....ud. escribe fatal,es insoportable su escritura, jamás va a poder publicar, no por falta de dinero ni de editorial, es que no sirve para ello ¿No lo entiende?
¿Le gusta más así?
No sea ud. coqueto por favor.
Felicidades
Me sumo a las felicitaciones. Dos años ¡casi nada! ¡Y que sean muchos más, con amigos,libros y música!
ResponderEliminarEn cuanto al por qué... hay muchos y no fáciles. No tengo yo ahora la cabeza para muchas disquisiciones pero creo que el blog no sustituye a la literatura en papel,publicada o no. Hay zonas comunes (el interés por escribir y ser leído, la idea del banco de pruebas, a veces bajo un cierto anonimato, la idea de tantear ideas, mercados, lectores...) pero, en definitiva, cuando se cuelga algo de aquí creo que lo que se espera es complementario de lo que se hace al escribirlo y, por lo mismo, algo con valor en sí: se escribe lo que se escribe porque gusta hacerlo y a continuación se espera que alguien pase por ahí y comente. Y si no, prueba al canto: ¿no somos muchos (si no todos) los que disponemos de un contador de visitas (cuando no de un analizador como el de Google), para saber de dónde viene la gente, cuántos son y todo lo demás? Está claro que se busca una repercusión que no debe de diferir mucho de la que espera el escritor que publica, pero bajo otros supuestos y con mayor inmediatez.
En esto último estoy de acuerdo con el señor de portorosa: la virtual es ya una realidad que se incorpora a la (hasta hace poco única) realidad tangible que conocíamos. Pero tampoco nuestros bisabuelos viajaron en avión y hoy es una experiencia y una realidad que incorporamos sin mayores problemas a nuestras vidas. Y, desde mi punto de vista, con sus peculiaridades, esta virtualidad es tan real como cualquiera otra: ¿o acaso estoy hablándole ahora mismo al vacío?
Un abrazo por partida doble.
Enhorabuena por estos dos años de bitácora. Aunque me he incorporado tarde a ella, procuro, siempre que puedo, perderme en tus entradas antiguas, por rebañarla hasta los huesos. Espero que sean muchos más los aniversarios y que al otro lado sigamos siendo tantos los que disfrutamos de su lectura y de tu generosidad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ah!!!! Pero es que existe el mundo real?
ResponderEliminarBuenos días.
ResponderEliminarAnte todo, muchas gracias por las felicitaciones.
Yo, en fin, me reafirmo en lo dicho sobre lo de escribir. Sé que esto es más que nada, y sé que, efectivamente, se tienen algunos lectores; incluso puedo llegar a pensar que si alguien tiene cientos de lectores diarios está yendo más lejos que si le publicasen un libro. Pero, aun así, creo que esa publicación, con todos sus fallos y sus razones extraliterarias, todavía supone un aval mucho mayor que el que cada uno de nosotros da a sus posts. Y por eso no le concedo a este medio la importancia que tiene el tradicional. Es posible que esto cambie, pues no cabe duda de que estamos, sí, en el medio del futuro, pero por ahora lo veo así.
Insisto en que no quiero el papel de víctima. Siempre que hablo de mí como lo que soy -alguien que no escribe, y que además no cree tener talento para llegar a hacerlo bien- surge algún alma caritativa (dicho sea esto con todo el cariño) que quiere consolarme. Les aseguro que soy sincero, que no es falsa modestia... ¡si es que es evidente, por favor!
No obstante, aclaro que eso no me impide disfrutar con el blog, que me siente bien, y que incluso me haya hecho mejorar escribiendo. Lo sé, y lo aprovecho.
Por lo que me ha dado hasta el momento, bienvenido sea el mundo virtual.
Repito, gracias a todos, y un fuerte abrazo.
Coincido con lo que dices, y celebro que ya lleves dos años en este mundo ;-)
ResponderEliminarUn abrazo, y seguiré viniendo por aquí.
Dos años ya!!
ResponderEliminarEnhorabuena por mantenerlo. Esto demuestra que no eres tan inconstante como tú te crees. ¿No tendrás tu autojuicio un poco equivocado?
Besos.
Yo sólo soy constante en lo que no me exige esfuerzo. Y aun así, depende.
ResponderEliminarY deja de preguntar...
Un beso.
Un abrazo, Lukas, y gracias.
Enhorabuena, Portorosa. Gracias por compartir tus experiencias con nosotros. Espero que en poco tiempo te animes a enfrentarte con las editoriales, ya que estoy seguro de que saldrás victorioso.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Mapache. Y bienvenido.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Es que esto es una cosa muy seria, ¿eh?! ¡Y no estamos para tonterías...!
ResponderEliminarEstá bien, está bien.
A ver qué tengo por aquí... Nada, me temo que sólo hay un par de empanadas y unos platos de pulpo; y de vino sólo Albariño. No sé yo si...
He disfrutado mucho de su viaje sentimental. Envidio su capacidad para escribir sobre cosas tan càlidas, tan cercanas. Felicidades por este dulce aniversario. Me adhiero, tanbièn, a las tesis de Rythmduel. Sigo con usted. Un abrazo.
ResponderEliminarVenía por aquí a felicitarte solamente y con cierta prisa. Me acordé de la fecha de hoy porque también es mi cumpleblog.
ResponderEliminarA ver si luego a la noche, cuando salga de este sacro santo lugar llamado trabajo, puedo leer todo lo que tengo retrasado de tu bitácora, Portorosa.
(un horror de fechas; también se me han pasado el cumpleblog y el cumpleaños de verdad de Rythmduel y etc, etc, etc de cosas buenas que me estoy perdiendo).
Un beso, vale, dos besotes muy grandes. C.
Manuel, el que tanto Rythmduel, que tiene obra publicada, como usted, que publica a diario (o casi, no estoy seguro) en prensa, me digan eso no hace más que gritarme a la cara que desmitifique un poco lo que publicar significa. Y yo lo hago, se lo aseguro, ¡si yo tengo clarísimo que hay genios anónimos (pocos, muy pocos, ¿eh?), y que hay escritores que merecen que se les hagan tragar todos sus insoportables libros! Pero es que, como he dicho, por mucha agua que haga ese criterio, ¿cuánta no hará uno en el que yo escribo lo primero que se me ocurre y al minuto está disponible para el mundo entero?
ResponderEliminarUsted dice envidiarme cierta capacidad para escribir sobre los sentimientos; y yo se lo agradezco infinito. ¿Pero sabe cuánto lo envidio yo a usted? Para mí tener una columna en un periódico ya sería todo un premio, sería estupendo.
En cualquier caso, muchísimas gracias.
Cal, mi querida Cal. Tú eres protagonista del blog, ya lo sabes. Y una de las compañías más antiguas, desde aquella ópera con Agatha Ruiz de la Prada, ¿te acuerdas?
Felicidades a ti también, un millón de gracias y un beso muy grande.
Perdona el inciso, Portorosa, pero he perdido tu dirección de correo y no la encuentro por aquí. Me gustaría recuperarla, si no tienes inconveniente (la mía está en mi perfil).
ResponderEliminarEnhorabuena de nuevo.
Jesús
Claro, Jesús. No sé por qué, ya no aparecía en mi perfil, debí de quitarla sin darme cuenta.
ResponderEliminarYa está de nuevo allí, y es: lordhwooton@hotmail.com
Un abrazo, y muchísimas gracias.
Pues tarde llega con el albariño.
ResponderEliminarAquí, en mi barrio, se celebra el entierro de la sardina, no queda nada, ni albariño, ni pulpo, ni sidra gallega.....nos hemos bebido todo.
Lo siento, me he olvidado de invitarles.
Saludos y felicidades.
Pues tarde llega con el albariño.
ResponderEliminarAquí, en mi barrio, se celebra el entierro de la sardina, no queda nada, ni albariño, ni pulpo, ni sidra gallega.....nos hemos bebido todo.
Lo siento, me he olvidado de invitarles.
Saludos y felicidades.
¿Y por qué vale más la opinión de un editor que decide publicar un texto ajeno que la de ti mismo al publicar-te en el blog? Es que todavía nos parece que lo que sale en prensa es mejor que lo que hay por la red. Me recuerda a esa gente que dice: "lo han dicho por la tele" como prueba irrefutable de que algo es cierto.
ResponderEliminarYo te leo con muchas ganas, eso no falta. Un beso y enhorabuena.
Enhorabuena.
ResponderEliminarUno ya no puede aparecer por aquí vestido de cualquier manera.
Princesa, me alegro de verte.
ResponderEliminarPuede que mi opinión sea más fiable que la de algún editor, pero la de los editores, en general, lo es más que la de los autores. No pienso que una cosa sea buena por salir en papel, ni mala por aparecer en una pantalla; pero, por mucho que encontremos libros pésimos y columnas de prensa penosas (sobran ejemplos), sólo hay que darse una vuelta por la blogosfera para ver la proporción de páginas que, aunque a los que las escribimos nos deben de parecer presentables, son infumables.
A mí me parece evidente que si el único filtro que tiene un escrito es el de su autor, puedes esperar encontrar espontaneidad, frescura, naturalidad, sinceridad, y otras muchas cualidades muy valiosas, pero no calidad, fuera de un mínimo porcentaje de casos (seguramente los de los que podrían publicar por ahí fuera).
Muchas gracias, y un beso a ti también.
Gregorio, llega con arreglarse de cintura para arriba, que es lo que se ve en pantalla. Un abrazo, y muchas gracias.
Llego tarde pero con los mismos buenos deseos que todos los años y brindo por muchos más como estos.
ResponderEliminarEnhorabuena y que siga.
Me alegra tenerle enlazado desde el principio de mi blog...merece mucho la pena
un fuerte abrazo
Muchas gracias, Max, y un fuerte abrazo a usted también.
ResponderEliminarSeñor de Portorosa,
ResponderEliminarSoy Augusto, un personaje de un relato corto de otro blog. He querido echar un vistazo por este mi mundo de ahora y saltando desde un enlace he venido a parar aquí.
Así que no puedo dejar de felicitarle.
Enhorabuena por su aniversario.
Me voy que me estará buscando la policía del pensamiento.
A sus pies.
A los suyos, Augusto, y muchas gracias.
ResponderEliminarY dele recuerdos al ventrílocuo que se ve por detrás, ese tal Xavie.
Pasaba ayer por aquí y no me decidí a felicitarle, pero lo hago hoy.
ResponderEliminarPermítame comentarle algo curioso, ésta debe ser la 6°, 8° vez que le visito... siempre llego haciendo click en las recomendaciones.
Un tinto y que su bitácora nos sobreviva.
R.
Bueno, R, gracias... aunque no sé yo si no preferiré sobrevivirla yo a ella (a la bitácora, no se preocupe).
ResponderEliminarSea bienvenida, y vuelva cuando quiera, por favor.
Un saludo.
A destiempo pero igual de sincera es mi felicitación
ResponderEliminarUn abrazo
Como mi agradecimiento, Alexandrós. Un abrazo.
ResponderEliminarAlguna vez leí Portorosa, que las palabras nos confieren permanencia(algo en lo que creo firmemente), mi comentario iba dirigido en esa línea.
ResponderEliminarQue sus palabras nos sobrevivan y que Ud nos viva mucho tiempo más, desde luego... eso también.
=)
Las visitas se volverán frecuentes sin duda. Excelente inicio de semana.
R.
Entendido, R. Algo así tenía que ser... :-)
ResponderEliminarMuchas gracias. Aquí estaremos.
El blog es un instrumento muy útil para perder el miedo a exhibirse, a la opinión de los demás.
ResponderEliminarAdemás, impone una obligación, un compromiso, una metodología... Y creo que puede ser una buena carta de presentación.
Pero está claro que quien quiere ser escritor, quiere publicar un libro. Aparecer en una revista o en un periódico está bien, desde luego, y me hizo mucha ilusión cuando me sucedió, pero la meta siempre está un poco más allá.
Por otra parte, ya quisieran muchos escritores "no-frustrados" escribir tan claramente como usted.
Un saludo y feliz aniversario.
Estoy completamente de acuerdo con lo que dice, Miguel.
ResponderEliminarEn cuanto a mí y a mi blog, muchas gracias, tanto por la felicitación como por sus amables palabras.
Un abrazo.
En una reunión con unos amigos me preguntaron ¿por qué escribes? a lo que otro amigo contestó: porque no puede no escribir ¿a qué sí?. Yo pedí que me dejaran pensar sobre eso, nunca antes había sentido la necesidad de preguntármelo y me di cuenta de que era exactamente así. Si pudiera no escribir, lo haría, me dedicaría a cosas más edificantes y que requieran menos esfuerzo. Pasearía más, charlaría más, jugaría más con mis hijos, leería muchísimo más, iría al cine. Pero es que cuando uno quiere escribir no puede no hacerlo.
ResponderEliminarSiguiente conclusión a la que llegué: quería publicar. Para esto último también descubrí algo, la única manera de conseguirlo es escribir, escribir y escribir. No desistir, no rendirse, o sea, desarlo mucho, mucho... y hacer llegar tu trabajo a las editoriales.
Felicidades, señor Portorosa. Por cierto ¿no preferíría sentarse en un sofá?
Antonia, yo le pregunté a un amigo que escribe mucho, desde hace mucho, y bien, si disfrutaba haciéndolo. Y su respuesta (lo tengo por un hombre muy serio -en el buen sentido de la palabra- e inteligente, en absoluto afectado o sospechoso de hacer nada de cara a la galería) fue que escribir era una necesidad; y que si yo pretendía disfrutar no iba a escribir de verdad nunca.
ResponderEliminarMe dejó helado.
Un sofá sería una concesión a la pereza. Y yo soy vago, pero no perezoso. Una silla está bien, es más humilde y me obliga a estar más despierto.
Un beso, y muchas gracias.
He llegado tarde pero... ¡Felicidades! Eso sí que es constancia.
ResponderEliminarMuchas gracias, Joaquín. Yo, constante, soy poco, pero aquí se ve que no me cuesta.
ResponderEliminarUn abrazo.
...mmm...yo nunca pensé en escribir nada..y creo que mi blog no es escribir..pero suscribo cosas de las que dices aqui.
ResponderEliminarala..voy a seguir.