Leyendo a Paul Auster, o de la desmitificación de un autor.
[Antes de comenzar, y para no abandonar mi habitual tibia cautela, permítanme hacer un par de aclaraciones, que yo creo que sobran pero quizá eviten alguna malinterpretación:
1. Ya me gustaría a mí escribir la décima (por decir algo, pero pueden poner centésima, que será también cierto) parte de bien que Paul Auster.
2. Ya les gustaría a muchos escritores, de esos que publican libros, los venden y son leídos, y que no son especialmente cuestionados, escribir como Paul Auster.
3. Lejos de mi intención hacer algo así como una crítica literaria seria; que para eso hay que saber.]
Hasta hace un par de meses no había leído nada de Paul Auster salvo el libro Creí que mi padre era Dios, que supongo que no se puede considerar exactamente suyo. Ahora ya he leído, en este orden, la Trilogía de Nueva York (Ciudad de crital, Fantasma y La habitación cerrada), Brooklyn Follies, Leviatán y El libro de las ilusiones (que acabé anteayer); estos tres últimos, seguidos.
Y la impresión general, y supongo que final, es de decepción.
La Trilogía me desconcertó. Me parecieron tres libros bastante raros, sus argumentos me resultaron un poco asfixiantes (lo cual no es malo), y no me gustaron demasiado (el que más, el segundo, Fantasma). Pero aunque a mí me decepcionaron, entendí que hubiese a quien pudieran parecerle buenos, o muy buenos, e incluso no me extrañó que para algunos fuesen libros casi de culto (eso sí, ya me explicarán ustedes dónde y cómo reflejan la vida y el ambiente de NY, porque en mi opinión podían estar ambientados en Sebastopol o en Barcelona).
En cambio, los otros tres, muy distintos, los he encontrado entretenidos (El libro de las ilusiones, algo menos), fáciles de leer, pero mucho menos interesantes. No pretendo identificar evasión con superficialidad, ni creo que la calidad de un libro sea proporcional a lo soporífero que resulte, pero lo cierto es que estos tres libros (que me han recordado bastante a los de John Irving) me han parecido correctos, amenos... y literariamente intrascendentes. Incluso un poco mediocres (¡!).
A ver cómo digo esto sin parecer muy engreído: creo que son libros que tras sus tramas y sus personajes pretenden encerrar y decir mucho (un profundo análisis de la vida y la mentalidad modernas, de las relaciones y los sentimientos), pero que en realidad no lo consiguen. Auster no deja de hacer reflexiones que quieren ser de gran calado, pero que a mí, debo decir, me han parecido un poco de pacotilla. Esa capacidad de análisis que los lectores y la crítica por lo general le reconocen, yo no la he encontrado. Me doy cuenta de que sólo he leído una parte de su obra, pero por el momento discrepo.
El libro de las ilusiones, en concreto, me pareció hasta malo.
Principalmente, por lo que ya he dicho: todo su estudio de los sentimientos y las emociones de los personajes me suena a hueco. El autor se pasa la novela haciendo que el protagonista extraiga, de ciertas situaciones, de ciertos comportamientos, conclusiones sobre la personalidad, el carácter y la vida de todos los que lo rodean; conclusiones sobre las que se va construyendo la trama, pero que ni de broma son evidentes ni necesarias, y que en algunos casos a mí me parecieron gratuítas y muy forzadas, cuando no sencillamente tonterías.
Además, hay en él unas 150 páginas, ocupadas por descripciones de películas e incluso por alguna relación personal del protagonista, que para mí eran claramente de relleno. Me parece que sobra medio libro, la verdad.
Al final, me temo que dejo la lectura de Auster con la sensación de que es un escritor bastante sobrevalorado. Quizá he elegido mal los títulos.
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Cambiando un poco de tema:
Me sucede, con la literatura norteamericana contemporánea, algo que a mí me sorprende, pues no veo que sea habitual: cuando leo algunas de sus novelas me parece como si estuviese leyendo la obra de un marciano.
Con los relatos (que leo con mucha más frecuencia) no me ocurre, supongo que porque en ellos no se desarrollan tanto los personajes y el contexto no suele importar, y a veces ni se describe; pero con las novelas, en las que se nos cuentan las circunstancias de los protagonistas, sus relaciones, su forma de vida, su rutina, etc., siento que son tan diferentes a las mías que a veces me resulta imposible identificarme mínimamente (esa identificación pasajera que en mi opinión permite al lector introducirse en el libro lo imprescindible para disfrutarlo y entenderlo) con ellos.
Esto, esta falta de identificación, me ha ocurrido con las novelas de Auster, y me pasó con Pastoral Americana y Me casé con un comunista, de Roth; y con El periodista deportivo, de Ford. Estas dos últimas las dejé por eso: me parecía que aquello no iba conmigo en absoluto, que me estaban hablando de un mundo ajeno por completo al mío que sólo podía ver desde fuera.
Sin embargo, tal vez se trate de una cuestión de calidad. El teatro de Sabbath, también de Philip Roth, me fascinó, me pareció un libro magnífico, que enseguida superaba los límites de las circunstancias concretas de su argumento; y lo mismo (o más) puedo decir de lo que he leído de Mailer (Los tipos duros no bailan, que me gustó muchísimo, El parque de los ciervos y Los desnudos y los muertos).
Y no sé si no será ésa, su (ahí va la pedantería) validez universal (¡!), la diferencia entre una una buena y una gran novela.
Leí la famosa trilogía hace cinco años, y su lectura no me ha dejado huella. Por el contrario, me parece prometedor un libro autobiográfico de P. Auster, "The invention of solitude" ("la invención de la soledad") que tengo apartado como lectura pendiente.
ResponderEliminarEn general sigo el criterio de leer sólo obras literarias de escritores ya muertos, cuando el valor intrínseco de la obra prevalece sobre los presuntos manejos del vivo.
HAHAHAHAHAHAHAHAHA!!!!!!!
ResponderEliminarAy ay por manitú, que me va a dar algo.
JAJAJAJAJAJAJA
Que me parto.
Genial, Porti.
Beso enorme.
M.
Sabes que nos jugamos mucho diciendo esto, Portorosa, lo sabes. Sabes que un amante de la música contemporánea dirá "ha sido la mejor interpretación de 4'33'' que he oído en mi vida", y hay que decir que sí, que John Cage es fabuloso. En realidad el Rey está más bonito desnudo, casi mejor dejarlo así, y dejar que en el mundo literario se reproduzca lo que decía aquel fanático de Star Wars: "he visto la última película de la maravillosa doble-trilogía del genial Lucas, y no me ha gustado, pero la veré las veces que haga falta hasta que me guste".
ResponderEliminarNos jugamos mucho. Pero haciendo rodar los dados, continuamos: Auster es una liviana y entretenida lectura de verano. Fantásticos como guiones de películas, insuficientes como hitos de la literatura universal. Faulkner le queda muy lejos.
Quizá haya mejores títulos, Joaquín, no lo sé. Un abrazo.
ResponderEliminarM., Balcius, me alegro de que coincidamos. Un abrazo, y gracias.
Solodelibros, nada tiene que ver Auster con otra literatura USA, en mi opinión. A mí hay cosas que me encantan, que considero de lo mejor que hay (véase, en la estratosfera de la literatura universal, el que Balcius cita). Suerte con tu madre.
Y,urgente, ¡¿alguien sabe qué es ese Sponsored link que me han metido en el texto, y cómo se quita...?!
Creo que una vez ya te lo dije aquí, me parece que a propósito del premio que le dieron hace poco: "igual resulta que no te gusta Paul Auster". Pues eso. A mí hay un montón de escritores que no me gustan. ¿Paul Auster y Richard Ford, de quien mencionas una de las novelas, El periodista deportivo, que más me han gustado en toda mi vida? Pues sí, estos son dos de mis escritores favoritos, ¿y qué?
ResponderEliminarLa vida es muy breve, los años pasan muy deprisa, no hay ninguna necesidad de sufrir o no disfrutar leyendo. Yo jamás leo un libro que no me entusiasme desde el principio (aunque tal hábito me salga caro, vive dios). Es que no tengo tiempo. ¿Que la crítica dice que tal o cual son muy buenos? Si a mí no me gustan, qué más da. Hay millones de libros esperándonos, y aún de cosas que no son libros. ¿No te gusta la literatura norteamericana contemporánea? Perfecto. Pero deja de comprar más libros de los que no te gustan, anda (para que luego digan de la cabezonería de los aragoneses).
Un abrazo.
Creo que la afirmación de solodelibros es demasiado fuerte (aunque me reconozco muy poco autorizado, que leo posiblemente mucho menos que cualquiera de vosotros), habiendo entre los autores norteamericanos gente como Miller, Capote, Faulkner, Melville, ah Melville o incluso Poe... Por favor, no olvidéis a Sherwood Anderson.
ResponderEliminar¿Consideraremos americano a Nabokov? No, ¿verdad?
Claro que ninguno de ellos avalan a Auster, que, insisto, hace de todas maneras una buena lectura de playa.
No veo ningún enlace esponsoreado, Señor de Portorosa. De todas formas, Google está haciendo un upgrade de su servicio Blogger a la versión 2, que por ahora está en beta, y modifica el comportamiento de algunos blogs privilegiados para comprobar la presencia de errores y la respuesta de la comunidad. Sólo los blogs más notables son sometidos a las pruebas; si es así, considérese halagado. Los especímenes destacados se emplean de conejillos de indias.
Hola, Jesús. Mira, quiero aclarar algo (además de que no he comprado u-no-so-lo de los libros de Auster que he leído...): mi comentario no pretende más que dar mi opinión; prescindible como todo lo que escribo aquí, pero que me apetecía compartir, como todo lo que escribo aquí. Estoy de acuerdo contigo en que cada uno haga lo que le venga en gana, guiándose por el boca a boca, por los críticos, por los colores de las portadas o los astros. No trato de sacar, de cuanto he escrito hoy, conclusiones para uso general; ni mucho menos dejar sentado qué tipo de escritor es Auster y si el resto de los mortales estáis o no equivocados con él.
ResponderEliminarAsí que a tu pregunta ¿y qué?, te contesto pues nada.
Ah, otra cosa, creo que no me lo dices a mí, pero por si acaso repito: hay mucha literatura norteamericana contemporánea que me encanta.
Un abrazo.
Balcius, hace un rato, la palabra personal del párrafo en el que hablo de 150 páginas de más era verde y enlazaba con publicidad de empleo, o algo así... ¡¿Es que no me creéis?!
Abrazos.
¡Lo que tienes es un empacho de azares y casualidades importante, Porto! Hay que alternar lecturas.
ResponderEliminarBromas aparte, a mí Auster me gusta y mucho pero es verdad que si alguien le compara con Faulkner, que no crea que él lo pretenda, pues gana Faulkner, claro.
Caray, en ningún caso era mi intención molestarte con mi comentario, Portorosa. No entiendo muy bien tu reacción pero vaya, pues nada...
ResponderEliminarCaramba, alguien se atreve a cuestionar a Paul Auster. En otro lugar se me ocurrió hacer un tibio comentario sobre su sobrevalorada literatura y casi me empluman. Considero a Auster un buen escritor, pero de ahí a ese fervor desmesurado como si de un genio se tratara no estoy nada de acuerdo. Igual me sucede con otros autores norteamericanos que la crítica actual suele encumbrar, caso de DeLillo. Sobre algún comentario que hay más arriba sobre la literatura norteamericana me parecen drásticos y exento del más minímo rigor (aunque de gustos se trate), Balcius nombra unos autores que no se pueden despachar de un plumazo. El caso de Faulkner es innegable, además de ser un nombre clave dentro de la literatura moderna.
ResponderEliminarPara mi, otro es Roth. "El teatro de Sabbath", me parece una de las grandes novelas de la literatura contemporánea y no sólo norteamericana. Por citar algún otro nombre, ahí está la obra de John Cheever, Raymond Carver o John Fante. No tengo el gusto de conocer la obra de Sherwood Anderson.
Me alegra que alguien cuestione a Auster y además desde un punto de vista (se puede estar de acuerdo o no en algunas cosas) expuesto con la sinceridad y clarividencia de un lector que se acerca a la obra del citado autor sin prejuicios previos. Un saludo.
No, no, no, Jesús, en absoluto me has molestado.
ResponderEliminarTe contesté, y no sabía si la respuesta me había quedado un poco seca, pero al final creí que no. De verdad, no la entiendas como la de alguien molesto. Lo de pues nada, tampoco; es literal, verdaderamente no pretendo llegar a nada con mi comentario (con ninguno), de ahí esa contestación.
Espero que leas esto y se aclare el malentendido. Un saludo.
Sí, T, tampoco creo yo que Auster admitiese esa comparación.
Lentitud, estoy de acuerdo contigo en casi todo.
ResponderEliminarYo aún no he leído nada del tan alabado DeLillo, y tengo ganas.
Con respecto a los autores de relatos, para mí son quizá lo mejor de la literatura USA contemporánea (con permiso, sobre todo, de las novelas de Mailer); y, en cabeza, sitúo a Cheever, por delante de Carver (también me gusta mucho Bukovsky, como sabe mi amiga Calamidad, aunque me resulta difícil compararlo con los demás).
Gracias por tu comentario. Un abrazo.
Yo con DeLillo no he podido. Compré dos novelas suyas, "Ruido de fondo" y "Submundo", y se me murieron en las manos.
ResponderEliminarSi te gustan los relatos de autores norteamericanos prueba (ay, no sé) con Ethan Canin: "El emperador del aire" y "El ladrón de palacio" me gustaron muchísimo; ah, y el año pasado descubrí por casualidad a un tal Lewis Robinson, sus "Historias de Maine" me entusiasmaron.
Por mi parte si consideras que Cheever, de quien no he leído nada, es mejor que Carver, a quien tengo desde hace muchos años en un pedestal (también me gusta mucho como poeta), pues me apetece leerlo, a ver si encuentro algo.
Un abrazo, Portorosa :-)
P.D: Ah, y por supuesto que Faulkner es mejor que Auster (apuesto a que éste sería el primero en afirmarlo). Faulkner, Melville (oh, Melville), Poe y otros que se han mencionado son verdaderos clásicos.
He tenido la dicha de leer el clásico "Hucleberry Finn" en inglés. Lectura muy ardua, aunque se acostumbra uno en pocas páginas, porque Mark Twain quiere remedar los diversos acentos sureños que ha oído en su niñez. Para la literatura norteamericana, esta novela biene a ser el equivalente de nuestro "Quijote" (de hecho, tiene estructura quijotesca). El caso es que después de esta experiencia, te das cuenta que cualquier traducción, sobre todo de novelas con importante voluntad estilística (como pueden ser las de Foulkner, ya mencionado), son un palidísimo reflejo del original, que a mí por lo menos se me cae de las manos. Para leer traducciones, mejor recomiendo leer directamente literatura escrita en castellano, o en gallego; nos cae más cerca y la entenderemos mejor.
ResponderEliminarUn abrazo, Jesús.
ResponderEliminarHace unos meses compré La generación quemada, que es una selección de relatos de escritores actuales norteamericanos, y la verdad es que no me convenció. En mi opinión, ocurre que ¡es tan difícil encontrar un relato verdaderamente bueno, incluso en una literatura que ha mimado tanto el género!
Carver me gusta mucho, que conste, pero los relatos de Cheever (La geometría del amor) me parecieron más cercanos (otra vez la identificación), y como más cálidos, a pesar de las depresiones y el alcoholismo del autor. Ese libro (en el que está el famoso El nadador) es magnífico. Ahora quiero comprarme sus Diarios (o algo así).
De las traducciones, Joaquín, hablamos aquí hace ya mucho, y yo siempre pongo el ejemplo de Faulkner, precisamente: estoy seguro de que la traducción de su obra es, como dices, un pálido reflejo de lo que el autor consiguió; aunque hay que reconocer que hay traductores muy buenos.
Pienso, al revés, en cómo será Cien años de soledad en inglés, y...
Saludos.
Decía Unamuno que "el Quijote gana traducido", frase 'unamunesca', pero que tiene sentido. Tampoco vamos a ser talibanismo de la antitraducción (buscaré esos post sobre traducción).
ResponderEliminarSaludos
Acabo de empaparme el post en que se discutía de traducción, escritores, Javier Marías, Pérez Reverte...
ResponderEliminarhttp://unhombresentadoenunasilla.blogspot.com/2005/10/grandes-escritores.html
Es admirable la sabiduría que se congrega en torno a los blogs. Nada más que por eso merece la pena escribirlos, y leerlos.
Un abrazo a toda la comunidad (y felicidades a Porto-Rosa, que tiene la habilidad de congregarla).
Pues much�simas gracias.
ResponderEliminarS�, creo que �sa es mi principal habilidad, si no la �nica.
Un abrazo.
Primero quiero decirte que cada quién puede pensar lo que se le ocurra y, por supuesto, escribir sobre lo que le venga en ganas. Que es, justamente a partir de la libre expresión (derecho que agradezco tener) de donde nacen las confrontaciones, las coincidencias, el diálogo, el intercambio de opiniones, el nacimiento de ideas. Y, sin duda, tu blog es un espacio de deliberación y libre expresión, razones por las que lo visito a diario (y a veces, más de una vez por día para saber qué comentan los demás "visitantes").
ResponderEliminarRealizadas estas puntualizaciones, te daré mi opinión sobre tu publicación.
Si comparamos escritores, comenzamos mal. Y si comparamos obras de un mismo escritor, también.
Ahora bien, tu has decidio escribir sobre un escritor. Mi opinión es que te has metido en un buen lío ya que eso no es posible cuando has leído apenas unos títulos de la obra de Auster. Obras que, además, no has leído en el idioma original, y vaya uno a saber traducidas por quién.
Comencé a leer Auster por casualidad y curiosidad, cuando un amigo me acercó la versión en español de La invención de la soledad. Me pareció un libro estupendo, escrito por un hombre en pleno duelo por la muerte de su padre.
Luego, seguí leyéndolo en español, encontrando algunas obras mejores que otras.
Un día descubrí que la misma obra publicada por Anagrama y por Compactos de Anagrama, tenía traductores diferentes. Entonces empecé a leer en inglés, confirmando lo que sospechaba:que la traducción de Compactos es de inferior calidad.
De ninguna manera soy una "crítica literaria", menos de Auster. Pero sí lo he estudiado profundamente, en períodos en los que estuve "abierta" a conocer realmente a ese escritor judío, norteamericano y contemporáneo.
Un escritor nos acerca los pensamientos y sentimientos de un individuo, la sociedad en la que vive, sus miedos, ilusiones, fracasos, sueños. Para poder llegar a ello, es fundamental que el lector esté dispuesto a ello. De lo contrario, los prejuicios y preconceptos bloquearán la posibilidad de profundizar.
Es cierto que hay obras de Auster más "livianas" que otras. Pero me parece una falta total de respeto hacia un excelente escritor, decir que sus obras son para "leer en la playa". Se puede decir que no gusta, que no llega e, incluso, que no lo entendemos. Pero que es para leer en la playa, es demasiado...
Las obras no "nacen" como "clásicos". Algunas, de acuerdo al tema tratado, a su profundidad, y al devenir de la historia de la humanidad, se van convirtiendo o no en clásicos. ¿Con qué derecho (ni qué hablar de idoneidad)se puede afirmar que alguna obra de Auster no lo será? Una cosa es dar nuestra opinión, otra muy diferente es emitir juicios. El abismo entre esas dos conductas es enorme, y separa la seriedad de la liviandad...
La obra de Auster no es lineal, pero es buena en su conjunto. Más que eso, muy buena, sin duda. Citando solamente las últimas, EL LIBRO DE LAS ILUSIONES es una joyita, tal como The BROOKLYN FOLLIES, altura a la que no llegó LA NOCHE DEL ORÁCULO. Y LA TRILOGÍA, sin duda, puede llegar a convertirse en un clásico. A pesar de lo que hayan escrito en otros comentarios.
Hay escritores que deben ser leídos con cuidado y precisión, lápiz en mano, y,por supuesto, a falta de versión en idioma original, en una buena traducción. Creo que el problema es que hay quién lee todos los libros como si estuviese en la playa...
Imposible comparar Faulkner con Auster, partiendo por la ideología y la sociedad del sur de EUA a mediados del siglo pasado. No hay versión en español que pueda rescatar la terminología sureña empleada por Faulkner, ya que, muchas palabras ni siquiera se usan actualmente.
Has nombrado a Roth. Pues bien, Me casé con un comunista es una de las obras que integran la denominada Trilogía de Roth. Pero para llegar a "Me casé con un comunista", "Pastoral Americana" y "La mancha humana", hay que estar dispuesto a entender al judío norteamericano, al EUA en la segunda guerra mundial y su actitud respecto a la Alemania nazi, al EUA de post guerra, al "Macartismo", al racismo contemporáneo, etc. Si no se está dispuesto a eso, será imposible llegar a esas obras.
Los escritores pueden gustar o no, pero así, a la ligera, lapidarlos, me parece, repito, una falta de respeto.
Me parece que los españoles que viven en España, están muy influenciados por la literatura europea, alejados de la América toda (norte, central y sur) que les impide, muchas veces, "abrir" la cabeza para permitirse conocer otros horizontes literarios. Y no me parece mal que así sea. Al final, como se ha escrito, la vida es corta, hay mucho para leer, y cada quién elije lo que más le apetece, seduce, atrapa, despierta su curiosidad.
Lo del principio: me encanta tu blog, lo que no quita que me parezca un error emitir un juicio sobre escritores o obras que no se conocen en profundidad. Y conste que nunca me cayeron bien los super sabios de la literatura (los catalogados de "críticos literarios").
Shalom
Hola, Laura.
ResponderEliminarMe alegro de que haya otra voz discrepante, porque a veces esto es demasiado monocromo.
En tu comentario aludes a cosas que han dicho otros comentaristas (como lo de la playa), y te quejas de que se lapide, algo que no creo haber hecho. Así que te contestaré a lo que creo me afecta.
Tienes razón en que me falta mucha obra de Auster por leer. Si leo algo más suyo, probablemente sea La invención de la soledad, porque parece que hay bastante unanimidad en considerarla muy buena. Pero de todos modos, no creo que para dar una opinión de tan corto alcance como la que he dado yo aquí sean pocos seis (o siete, según se mire) libros; no hay muchos autores de los que haya leído más títulos, la verdad.
En cuanto a leer traducciones, ya he comentado alguna vez hasta qué punto no leer la versión original hace injusto criticar a un autor. Tienes razón, pues (de Auster, sólo he leído en inglés True Tales of American Life, si lo consideramos suyo). Pero lo cierto es que es algo que hago/hacemos constantemente salvo, como mucho, con quienes escriban en el par de idiomas que dominemos lo suficiente para que nuestra traducción mental sea mejor que la de un profesional. Es imposible pretender que sólo se hable de lo leído en el propio idioma (o, repito, en otro en el caso de ser bi, tri, o tetralingüe).
Lo que sí me choca es que asumas que no estoy abierto a entender el mundo de Auster, o el de Roth, y en general la literatura americana, y que hables de prejuicios. Como has visto, me he referido a lo lejana que me resultan la sociedad y el modo de vida que veo reflejados en algunas (no en todas; también lo he aclarado) novelas USA, pero es que eso es un hecho, motivado por un montón de causas en las que no tienes por qué incluir mi cerrazón mental (exagerando, que ya sé que no me has dicho eso). Sinceramente creo que no es mi caso; algo me separa de ellas, es cierto, algo que no noto con la literatura sudamericana (se me ocurren bastantes razones), pero eso no demuestra una predisposición mía en contra (porque no la hay).
Lo mismo te digo sobre lo que comentas de Roth: probablemente hay una gran parte de su mundo que me resulta ajena, pero, por un lado, no sentí eso con El teatro de... ni con El lamento de Portnoy, que leí a principios de julio (en el hospital, cuando nació mi hijo), y, por otro, sí estoy dispuesto a entenderlo, aunque no sea capaz. Me da la impresión, de nuevo, de que crees que es un problema de actitud. Tal vez no tenga que ver, pero te aseguro que no he leído poca literatura judía, que considero especialmente rica. Y que intento profundizar todo lo que puedo...
Una opinión en concreto, sobre un libro: El libro de las ilusiones no me parece una joyita en absoluto; es más, te repito que a mí incluso me pareció malillo. Es mi opinión; no la de un experto, pero tampoco la de un ignorante que no haya leído nada.
Repito: gracias por machacarme un poco. Ha sido un placer.
Besos.
No soy yo nadie para ponerme a contestar al mensaje de Laura Diéz que está dirigido a Portorosa, pero en cierta manera, por mi mensaje anterior en algo me atañe y por ello escribo estas líneas.
ResponderEliminarSe dice que si se comparan escritores e incluso obras de un mismo autor "comenzamos mal". Yo creo que es un buen comienzo, más bien diría que un excelente comienzo. Auster pertenece a la narrativa norteamericana actual, por lo tanto, no es sólo pertinente si no razonable que se le compare y se busquen similitudes literarias con otros autores actuales norteamericanos e incluso, faltaría más, es pertinente e incluso imprescidible relacionar la obra de Auster y de cualquier otro autor con aquellos otros que les precedieron en el tiempo y que se encuentran dentro de esa misma narrativa. No sé donde está el "mal comienzo". Y más, cuando el comentario hecho por Portorosa es el de un lector que no ha leido nunca a Auster, se acerca a él con la lectura de varias de sus obras y vierte una opinión, para mi, exenta de todo prejuicio literario preestablecido, sea éste a favor o en contra.
No creo que se tenga que haber leido toda la obra de un autor para poder comentar sobre su escritura. Además, en este caso, con leer "La trilogía de Nueva York" y alguna otra, es más que suficiente para darse cuenta por donde transita la literatura de Auster. Yo me leido una buena parte de su obra publicada en castellano, malas, menos malas y buenas traducciones, y mi opinión sigue siendo la misma.
Sobre la opinión de que "La invención de la soledad" es un estupendo escrito en pleno duelo por la muerte de su padre. Sólo puedo decir que "La invención de la soledad" es un libro liviano escrito en pleno duelo por la muerte de su padre. En cuanto a "El libro de las ilusiones" decir que me parece unas de las peores "joyas" de Auster.
Lo de la necesaria precisión, cuidado y lápiz en mano me parece algo exagerado. Sobre todo el lápiz, que es totalmente innecesario en la literatura de Auster. Lo de la precisión habría que explicar con precisión qué se quiere indicar con ello y el cuidado también. Yo por lo menos cuando leo, sea el el autor que sea y el tipo de literatura que sea, siempre leo con la misma predisposición de esperar encontrarme con algo que suscite mi interés (y aquí cada uno que meta lo que quiera y le apetezca).
Comparar a Faulkner y Auster es imposible. Desde luego. Y con Roth tampoco. Imposible también. Es difícil asimilar "Me casé con un comunista" por sí sola, es cierto. Pero reincido en lo que ya dije anteriormente: con que sólo se leyera de Roth "El teatro de Sabbath" sería suficiente para darse cuenta que uno se encuentra ante una de la obras más importantes de la literatura contemporánea (desde luego es una opinión muy particular), no haría falta leer mucho más si no se quisiera para comprender que uno se encuentra con un autor nada liviano y como bien dice Portorosa (no hay pedantería alguna en ello) en su "validez universal".
Creo que hay muchos tipos de lector de playa. Uno es el lector de Dan Brown (por ejemplo), otro el de Isabel Allende (por ejemplo) y otro el Auster (por ejemplo). Algunas de sus obras me parecen excelente lectura para ese tipo de lector.
Da la sensación que ha determinados autores actuales no se les puede tocar. La próxima vez que se me ocurra leer una obra de Auster iré provisto de lápiz para subrayar o libretita para tomar notas (quizá sea imprescindible) y con una gran predisposición a entenderlo con la necesaria precisión y, sobre todo, cuidado, mucho cuidado. Y repito: Paul Auster me parece un buen escritor.
Perdona Portorosa por invadir tu espacio y por la extensión. Un saludo.
Perdonado, faltaría más. Es un placer, también.
ResponderEliminarLaura, Lentitud ha dicho una cosa que a mí se me olvidó: ¿por qué no te parece bien que se compare? Yo lo veo de lo más lógico.
Saludos a los dos.
En el concreto caso de Faulkner, Solodelibros, yo discrepo rotundamente: creo que es uno de los grandes escritores de la literatura (moderna).
ResponderEliminarUn abrazo.
Porto, no sé porqué, pero a medida que escribía mi comentario, imaginaba cada uno de los argumentos que esbozarías. Unos años atrás me hubiese sumergido en un apasionado intercambio de opiniones, de esos que parecen no tener fin. Pero hoy, y por escrito, juro que me da pereza! (¿será vejez?).
ResponderEliminarLo que importa es la diversidad de opiniones. Y la celebro. Como siempre, tu espacio permite la libre expresión.
Otro abrazo.
Haces bien. Nada de hacer algo a la fuerza; al menos no aquí. Bastante tenemos con otras obligaciones.
ResponderEliminarUn beso.
Cuando comentaste (me hizo mucha gracia) que los escritores americanos te parecían como marcianos, se me conectaron un par de neuronas de esas que acumulan polvo y palabras viejas, y tardé en acordarme dónde había leído algo similar.
ResponderEliminarLo he encontrado, en un paisano tuyo y mío, casualmente:
"Nueva York es una de las ciudades peor conocidas del mundo, precisamente porque abunda la gente que presume de llevarla en la cabeza como un mapa, y que con el resultado de su experiencia escribe novelas o libros de sociología. Sucede por ejemplo que los hombres verdaderamente raros, esos que escapan a toda clasificación así como a las concepciones racionales, excluidos poco a poco de otros lugares donde va siendo difícil disimularse e ir tirando, han ido convergiendo en Nueva York"
Gonzalo Torrente Ballester, La Isla de los Jacintos Cortados.
Una pregunta al hilo de lo comentado por Laura... ¿es eso cierto?, ¿vive el lector español de espaldas a América (norte, centro, sur)?
ResponderEliminarSi eso fuera verdad, sería terrible, un desprecio a la literatura universal (por norteamérica) y a la mayor contribución que ha tenido nunca la cultura en Español (por centro y suramérica). Hay que repararlo.
Bueno, ojo, no me refiero a todos los (libros de) escritores norteamericanos.
ResponderEliminarPues yo no me acordaba de la cita, a pesar de que he leído esa novela. Está bien.
En cuanto a tu pregunta, yo creo que si hay alguna literatura extranjera a la que no le damos la espalda es la centro y sudamericana (distinto es el caso de la norteamericana, por motivos obvios).
Ojo, de cualquier literatura extranjera sabremos menos que de la nuestra, tardaremos más en conocer lo más reciente, acumularemos años de desfase, y probablemente nos quedaremos sólo con lo más destacado (¿a veces lo más comercial...?). Pero, una vez asumido eso, no tengo ninguna duda de que la que mejor conocemos es ésa.
En cuanto a la de los EEUU, ¿vivimos más de espaldas a ella que a la europea? A mí me parece que no.
Un abrazo.
Sigo leyendo opiniones sobre Auster y me sorprende eu nadie haya mencionado la que para mí, es su mejor novela: LEVIATAN. Es Auster en estado puro; azar, juego de espejos, etc. Y aguanta la relectura bastantes años después.
ResponderEliminarY en cuanto Faulkner, por gustarme, me gusta hasta el discurso con el que aceptó el Nobel, un texto al que muchos años después hizo referencia García Márquez en ocasión similar. Me parece uno de los más grandes.
Bueno, T, si te fijas, ya he dicho que una de las novelas suyas que acabo de leer es "Leviatán".
ResponderEliminarLa incluyo en lo que he dicho sobre Auster, y que se puede resumir en que sí me ha gustado, pero me ha decepcionado, pues para mí no está a la altura de los elogios que no dejo de oír de él.
En todo caso, como se ha dicho, quizá un autor tan prolífico merezca ser valorado por más títulos.
Sobre Faulkner, ya ves lo que opino.
Besos.
Ya, Solodelibros, pero tú estás equivocado... es broooooma.
ResponderEliminarPues nada, lo dicho, por suerte podemos elegir lo que leemos.
Un abrazo.
Pues la verdad, me he quedado bastante sorprendido. He leido bastantes de los libros de Auster,y, dejando de lado la Trilogía de Nueva York, "El libro de las ilusiones" es el que más me ha gustado. Respecto a la Trilogía de Nueva York, nunca he leído nada que me haya provocado semejante angustia o asfixia mental (no se muy bien como explicarlo), sentir como se desmorona el mundo de los protagonistas como si fuera el propio ante las crisis de identidad. Recuerdo un pasaje del tercer relato en el que el protagonista habla sobre cómo hacer una biografía que siempre recordaré.
ResponderEliminarEl libro de las ilusiones lo acabo de terminar y me ha maravillado la capacidad para enlazar tantas historias, todas con puntos en común, profundizar tanto en tantos personajes y acabar la novela sin saber si todo a sido realidad o sólo un sueño de su protagonista. Lo bueno de Auster es que de sus libros sacas que a pesar de todas las desgracias azarosas que puedas tener en la vida siempre queda espacio para el futuro y la esperanza.
Hola, Fernando (perdona, pero no sé si eres "mi" Fernando u otro nuevo).
ResponderEliminarEn fin, no me voy a desdecir de lo que he escrito, claro. Era mi opinión, y no puedo negar que "El libro de las ilusiones" me pareció lo que he dicho: incluso malo.
Sí reconozco, en cambio, ese carácter optimista, esa visión de la vida como algo abierto que siempre puede cambiar; y que eres tú el que provoca el cambio, que tú tienes cierta capacidad de decisión del camino. Eso, incluso desde un punto de vista ajeno a la literatura, es muy de agradecer.
En cualquier caso, insisto en que mi impresión global no fue que sea un mal escritor, sino que no es tan bueno, para mí, como se supone.
Un abrazo.
Lo que sucede ha sucedido con muchos artistas grandes. La lista es larga por los años que han pasado, muchos artistas se adelantan a una generaciòn y hay un critico, que hace bien su trabajo y celebra ese adelanto, han habido errores, pero el caso de Paul Auster es normal. Un escritor puro, queriendo hacer una obra honesta, sin fanfarrias, sin trombones, sin feria, sin toboganes, para un pais como estados unidos donde el neon abunda, señores, contrasta.
ResponderEliminarSaludos, y los invito a mi blog, y los reto a dejar un comentario...jejeje.
Quizá llego demasiado tarde a esta discusión y nadie va a leer mi comentario. Pero igual lo quiero hacer.
ResponderEliminarMe parece muy bien todo lo que dices del super-hiper-sobrevalorado Auster. Es más: tienes mucha razón. Pero por qué carajo tienes que justificarte en ese inútil párrafo inicial ("ya quisiera escribir el 10% de Auster")... por qué esa cobardía? no confías en tu propia lectura y tu capacidad de argumentación?
Auster es muy bueno en lo suyo: lñ literatura light. Arma bien la trama, sabe llevar a sus personajes. Es ágil, bien escrito, fluido, inteligente. Pero nada más. Sería necio insinuar que estamos ante un gran escritor. Compararlo con Faulkner parece joda.
Volviendo al punto, creo que tu lectura da en el clavo. No era en absoluto necesario emitir esa opinión casi pidiendo perdón.
saludos
F
Como ya dije al empezar, F, se trata de mi habitual cautela. Sé que uno puede criticar una carretera aunque no sea ingeniero de caminos, pero también que, por hacerlo, la mayoría de las veces se dicen muchas tonterías.
ResponderEliminarEn cualquier caso, sí, me excuso antes de empezar, y lo hago para evitar el tipo de comentario "Tú qué coño dices; ya te gustaría a ti...". Seguramente porque yo se lo diría a más de uno y de mil que leo por la blogosfera.
¿Pero no te parece a ti caer en el extremo opuesto soltar con tanta seguridad que es una cobardía?
En cuanto a lo demás, gracias por tu opinión. Y repito la bienvenida, si es que procede.
ok, tienes razón, pudo ser precipitado definirlo como cobardía. y más haciéndolo como anónimo (por eso dejo la inicial y paso a tener un nombre).
ResponderEliminarcreo que hay mucho que comentar sobre auster. justo estaba escribiendo una reseña sobre su última novela y buscaba otras opiniones disidentes en google (así llegué a este blog). en fin, seguiré pasando por aquí
saludos
Francisco
Bienvenido de nuevo, Francisco.
ResponderEliminar¡Vaya, acabo de repasar tu perfil y veo que eres un invitado ilustre! Enhorabuena por la novela, antes de nada.
También veo que tu anterior blog está cerrado. ¿Vas a seguir en el de la novela, o es sólo temporal y piensas abrir otro?
Ya he visto que hace poco recomendabas, además del último de Auster, "Corre, Conejo"; y justamente lo leí hace un mes y pico. Lo primero que leía (!) de Updike, y me gustó mucho.
En fin, sólo me queda decirte, después de mi primera defensa, que sí soy cobarde en muchas cosas; también en la que tú decías. Pero lo estoy dejando : )
Un saludo.
¿¿¿...???
ResponderEliminarYo no entiendo nada, y de escribir mucho menos, ya lo sabe.
Pero aún así, y pese a que acabo de descubrir este post, gracias por Brooklyn Follies.
Porque he descubierto que el resto de mi vida me espera a la vuelta de la siguiente esquina :).
Un bico.
Me alegro mucho :)
ResponderEliminarTwain, Melville, Whitman, Scott Fitzgerald, Cheever,Carver, Franzen... Simples, inanes, adolescentes.Ya, claro.Fantástico. Se ve que entiendes.
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