17.8.06

Fealdad.

Un primo mío tenía una enfermedad rara que lo mató con poco más de veinte años, y que hacía que toda su piel fuese una gran acumulación de lunares (tumores, en realidad). No le dejaban entrar en muchos sitios cuando salía de noche con los pocos amigos que tenía. Y la madre, que lo vigilaba de lejos cuando iba a las fiestas, que le encantaban, se alegraba de que la enfermedad también lo estuviese cegando, porque así no veía las caras de las chicas a las que les pedía bailar.

¿Cuánto sufrimiento provocan la fealdad extrema, las malformaciones, las taras físicas que nos hacen estéticamente inaceptables?

Cómo será acercarse a alguien sabiendo que en cuanto levante la mirada apenas disimulará una mueca de desagrado, y que dará igual lo que digas o cómo lo digas, porque sólo verá esa mancha, o ese miembro amputado, o ese rostro deforme, y ni te escuchará.
Cuánto sufrirán de niños (y cuánto sus padres). Y qué pensará el joven que se siente un apestado, cómo aceptará que la amistad sea casi un imposible para él, y que jamás vaya a tener una relación de pareja, que nunca vaya a pasear con alguien de la mano y nadie lo vaya a desnudar.

Es horrible, pero estoy convencido de que la mayoría de quienes padecen un problema de ese tipo aceptarían cambiarlo por otra enfermedad, aunque fuese grave y supiesen que iban a morirse antes, si eso les permitiera vivir mientras tanto con normalidad; si pudiesen ser, los años que les quedasen por delante, personas como las demás.

Cuando vi por primera vez [ojo, la imagen enlazada puede resultarles muy desagradable, no la vean si les impresionan este tipo de cosas] a este hombre en Lisboa sentí una repulsión enorme. Durante la cena de ese día tuve náuseas. Mi cuñada, demostrando ser mejor persona, sin embargo sintió pena por él. Es una persona, decía ella, cómo será su vida. Al día siguiente pude mirarlo, sí, pero no tengo ninguna duda de que mi reacción inicial es la habitual. Él pedía limosna sentado en un portal del Rossío, y la gente bajaba de la acera para no pasar cerca.

A menudo he pensado en lo duro que debe de ser, aun sin llegar a casos tan extremos, que tu aspecto te condicione tanto la vida, que se convierta en una barrera infranqueable que te impida siquiera tratar de darte a conocer a los demás. Qué soledad se debe de sentir.

Y hoy en día ese problema estético es, en muchos casos, la obesidad. Estoy seguro de que hay personas, sobre todo jóvenes, y sobre todo (lo siento, pero es así) mujeres, que sufren tanto por estar gordas, que se sienten tan despreciadas, que darían años de vida por otro cuerpo, por ser no ya guapas sino normales, por ser aceptadas, por que algún chico les hiciese caso, por que alguien las besase alguna vez con deseo. Porque son tremendamente infelices.

35 comentarios:

  1. No esperaba estas palabras de usted. Así que no puede haber deseo hacia una mujer que está "gorda", y que a ellas le tiene que preocupar más que a nosotros el estarlo.

    Así que es más importante el aspecto que la salud, cuando tienes un tumor linfático de la violencia del que muestras.

    De manera que la juventud se disfruta cuando uno tiene un rostro limpio de espinillas y una sonrisa brillante.

    De modo que nos dejamos arrebatar por la abyección de una estética aprendida, que no espontánea, como el que dice que jamás comería algo con tentáculos, o dame lamprea pero no me la enseñes que me da asco, y está bien que sea así, es lo natural y lo único que hay que hacer es, si se es buena persona, lamentarse por los pobres feos, pobrecillos, a los que nunca compararán a gritos con un cantante latino cuando vayan al mercado (te aseguro que es igual de humillante que el que se cambien de acera). Parece la proclama de un accionista de Corporación Dermoestética.

    Dígame, ¿en su planeta hay gatos?

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  2. Pido disculpas por mi anterior comentario, pero la alusión al sexo femenino en esos términos acabó de incendiar lo que el resto del texto ya iba calentando.

    ¡Ay, Rubens, dónde está la belleza!

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  3. Una reflexión necesaria, a la orden del día. Un monstruo que estamos creando entre todos, puesto que acabamos confundiendo la salud física y mental con la belleza externa. Sólo tienes que ver los anuncios de Corporaciones Dermoestéticas varias, adelgazantes, desengrasantes, aguas purificadoras de lípidos, cremas milagrosas, alimentos "light-de-todo", etc. Por no hablar de los cánones de "delgadez y buen aspecto " vigentes en series de televisión, películas, revistas y demás escaparates mediáticos. ¿Quién, tras haber sufrido tal bombardeo y haberse mirado en el espejo, no se siente feo, viejo, gordo, falto de forma, encanto, hasta de inteligencia? Un problema que ya no sólo afecta a las mujeres. Cada vez son más los chicos aquejados de disfunciones relacionadas con este problema: depresión, anorexia, bulimia, suicidios, adicción al consumo, a las drogas, al sexo... a cualquier sucedáneo de vida o panacea artificial... Muy triste y preocupante.

    PD: interesantes tus valoraciones sobre Auster. No coincido al ciento por ciento, pero casi. Te recomiendo una lectura actual, que además te saldrá muy barata, puesto que la buena ciencia ficción no está de moda: Mundo Espejo, de William Gibson (Minotauro), una reflexión muy REAL sobre los caminos hacia los se dirige la sociedad actual.

    PD2: Balcius, evidentemente, no ha comprendido NADA de lo que has escrito.

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  4. Balcius, no esperaba estas palabras de usted...

    Nada (nada) de lo aquí escrito significa que yo crea que las cosas deben ser así, o que tienen razones, quienes sienten lo que yo he descrito, para sentirse como he dicho. Ni que anteponga la belleza a la salud, ni crea que la juventud es de los guapos, ni nada parecido.
    He descrito la que yo creo es la situación; no la deseable, sino la real. No es ninguna proclama, es un (pobre) vistazo a lo que hay.
    Claro que una mujer obesa puede ser atractiva, el caso es que la mayoría de ellas no lo creen así y viven con esa cruz. Esa cruz es de la que trataba de hablar.
    ¿Que creo que en las mujeres es aun menos aceptable? ¿Pero estás de broma, Balcius? Lo que digo es que creo que entre ellas estas cosas se llevan peor, y que me parece que hay más casos de sufrimiento por estos motivos. Me puedo equivocar, pero no es inmoral decirlo.

    En fin, espero haberte aclarado esto. Un abrazo.

    S., un abrazo.

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  5. Quiero creer que a pesar de cualquier tipo de tara física, siempre haya alguien capaz de mirar lo que hay más allá.

    Tengo suerte porque soy una persona que se siente satisfecha con su físico pero nunca dejo de plantearme que prefiero que alguien se acerque a mí por otras cosas.......cuando noto eso siento una especial atracción hacia esa persona.

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  6. Ya he pedido disculpas. Pero es interesante cómo el lenguaje que uno usa defiende aquello que uno mismo pretende denunciar.

    Mi crítica no iba contra tí, Portorosa, sino contra tus palabras. Y las palabras las hemos aprendido de nuestros viejos, y en última instancia, de quien quiere que las usemos. (es tan delicado hablar de feos como de malos o de pobres, las palabras están minuciosamente diseñadas para decir lo que no queremos)

    Con esa perspectiva... vuelvo a leer y me reafirmo.

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  7. Las últimas consideraciones de Balcius no deberían caer en saco roto, Porto... Tienen su fundamento. Me llevan a formular una pregunta: ¿hasta qué punto tú, un degustador de la belleza de las cosas, serías capaz de amar a una persona realmente gorda o directamente fea -adjetivos que aparecen varias veces en tu post-? En cierta manera, y eso es lo que creo que Balcius pretende apuntar, estás ya juzgando, condenando, con tus propias palabras.

    Por cierto, durante la sobremensa acabo de leer en El País que ya son más las personas que padecen de sobrepreso que de las afectadas por desnutrición.

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  8. Vamos a ver, Balcius, dices que te reafirmas:

    Así que no puede haber deseo hacia una mujer que está "gorda" - Yo no he dicho eso, ni lo pienso.

    ...a ellas le tiene que preocupar más que a nosotros el estarlo - Yo no he dicho eso, ni lo pienso.

    Así que es más importante el aspecto que la salud - Yo no he dicho eso, ni lo pienso.

    No puedes reafirmarte en esas acusaciones, creo yo.

    Tema aparte es el del lenguaje.

    Si lo que me echas en cara es que hable de feos o gordos, te pregunto:
    ¿Pretendes hacerme comprender que la fealdad es algo cultural, aprendido? Ya lo sé, Balcius; con matices, pues no creo que sea un concepto 100% artificial, pero ya lo sé. Pero el caso es que, en nuestra cultura, aquí y ahora, hay una idea sobre la belleza y sobre la fealdad; ideas que dejan margen a los gustos, y que afortunadamente no son leyes, por lo que yo puedo encontrar muy atractivo a alguien que a otro le deje indiferente, pero que más o menos compartimos. Y llevar la corrección política al punto de hablar como si nadie fuese más feo que nadie, como si tú, yo o Rythmduel no supiéramos que el hombre de la foto es físicamente monstruoso, me parece absurdo.
    ¿Quieres decirme que no debo hablar de gordos? No estoy de acuerdo; claro que los hay, y cada vez más, y bastante problemático es. El problema surge si el que me lee se cree que uso esa palabra como un insulto, cuando no es así.

    R., creo que podría querer (como pareja, porque de otro modo ya lo hago) a alguien feo o gordo. Lo creo sinceramente. Pero no por ello me escandalizaría porque alguien utilizase esos adjetivos. Distinto, repito, es que se usen como insultos o se empleen sin tacto ni respeto.
    (Y, ojo, ni de broma quiere eso decir que el físico me dé igual, porque no es verdad: necesito que mi pareja me atraiga físicamente, y, teniendo en cuenta que soy bastante normal en ese aspecto, es probable que, aunque yo tenga mis propios gustos (y por ejemplo no me gusten las modelos profesionales), cuanto más guapa, más me atraiga.)


    Un saludo.

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  9. ¿Entonces, y dejando por el momento la cuestión del lenguaje al margen, a alguien le parece mal que diga que hay gente que se siente desgraciada porque se ve fea, gorda, o porque en general cree que su físico es un impedimento para que los demás la acepten?
    Yo no puedo estar más convencido de que es así; nuestra sociedad está llena, llena, de individuos que sufren por ese motivo. Tendría que estar ciego para no verlo a mi alrededor.

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  10. Sin contar con que, desde el principio, aquí se ha hablado no de tener orejas de soplillo o no tener perfil griego, sino de fealdad extrema.
    Del mismo modo, los problemas de obesidad a los que me refería no consisten en tener michelines.

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  11. Lo que escribes refleja una realidad Porto, una cosa es el deseo y otra la realidad, y la realidad dice que hay gente tan desgraciada por no sentirse guapa que termina en la anorexia. Muchas adolescentes lo demuestran a diario.

    Si existen centros especializados en arreglar bocas, narices, pechos, sonrisas, piernas y todo lo que se nos ocurre es porque hay una demanda constatable.

    Y también es cierto que vivmos en un mundo en el que prima una imagen; muchas veces la 'fachada' lo es todo.

    Soy mujer y sé que entre las de mi edad, rondando los 40 y... hay una verdadera obsesión por seguir siendo jóvenes.

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  12. Claro, T.
    Yo pretendía centrarme en casos particulares en los que esa tendencia generalizada se convierte en una fuente de insatisfacción tan grande que quien la sufre llega, en mi opinión, a desear cualquier cosa antes de lo que le pasa.
    Pretendía hacer ver cómo algo que en principio no es una enfermedad, que no debería ser comparable con un problema de salud grave, en realidad sí lo es, y mucho. Hasta el punto de imposibilitar una vida normal, de hacer que alguien sea tremendamente infeliz.

    Imaginaos no poder acercaros tranquilamente a nadie nunca; ni caminar por la calle sin sentir cómo todos os miran. Eso me parece terrible, y esas personas me dan mucha pena.

    Besos.

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  13. Caramba, se me acumulan tus escritos querido Portorosa. Cuando he venido a ponerte un comentario sobre tu amada Galicia he visto que ya tenías colgado un nuevo escrito sobre Auster y los literatos americanos (mi bloglines anda un poco fastidiado por lo que veo). Estaba en el trabajo y lo dejé para un poquito después aquello de dejar mi opinión sobre norteamérica y sus escritores (por alusiones precedidas de un "amiga". Halagada me tienes todito el día, que lo sepas :D, por acordarte de esta calamidad andante) y ahora ya no viene a cuento porque me conecto unos minutejos antes de irme a cenar con mi adorado tormento y zas, veo otro post. ¿Y tú dices que eres vago? Vamos, vamos, que no me lo creo.

    Bueno, voy a leer tu opinión sobre la fealdad y vengo (supongo que no te habrá dado tiempo para entonces a escribir de nuevo. O sí). Muchos besos. C.

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  14. Aclarados los diversos aspectos en cuestión, querido amigo. Estamos de acuerdo. Ahora bien, una cosa son las palabras (podremos escribir líneas y líneas) y otra muy distinta afrontar la realidad. Quizás entonces nuestra forma de pensar y de actuar serían muy distintas.

    Y hablo con conocimiento de causa, por seres muy allegados.

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  15. "¿Pretendes hacerme comprender que la fealdad es algo cultural, aprendido?". Yo no he dicho eso ni lo pienso.

    "¿Quieres decirme que no debo hablar de gordos?". Yo no he dicho eso ni lo pienso.


    ;) Así podemos pasarnos toda la vida. Estaba hablando sólo de lo machista que es la lengua española, nada más.

    Tan sólo apuntar que la insatisfacción personal en la mayor parte de los casos no tiene nada que ver con la realidad de una fealdad, pues anorexias y demás se dan con frecuencia en seres que rozan lo perfecto en su cuerpo y rozan la felicidad en sus vidas, si se miden con parámetros convencionales.

    Y yo tan sólo digo que lo peligroso son los parámetros convencionales. Cuando no me llamo Balcius, cuando ando por la calle o voy al trabajo, te aseguro que no soy tan tocanarices. Pero aquí me siento un poco obligado a llevar un poco la contraria (para que se nos aparezca con claridad el doble filo de nuestra lengua), dicho sea por supuesto, con el debido respeto.

    Envido más.

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  16. Pues vaya tela. El tema es más complejo de lo que a priori parece. Las opiniones de Balcius, Rythmduel y tú lo han demostrado.

    Vamos a ver, yo entiendo que existen muchos tipos/jerarquías de fealdades físicas. Creo que tú te refieres a las extremadamente horrorosas (sin insultar, conste) como puede ser el tumor linfático enoooooooorme que sufre el hombre de la foto que acompaña a este post. O de una obesidad mórbida, por poner dos ejemplos. En estos casos sí que es cierto que las personas -salvo que tengan una personalidad de hierro- se sientan tremendamente infelices porque la sociedad actual nos exige (como todas las sociedades, ojo) ciertos cánones estéticos. Incluso estas pobres (coñe, hay que tener un cuidado con las palabras...) personas nos serían aceptadas dentro de ningún canon de belleza por razones obvias. Sí, realmente me da mucha lástima de este tipo de gente. Tiene que ser (es) horrible sentirte despreciado, por cualquier motivo e incluso más por uno tan superficial.

    Diferente asunto son aquellos que estamos dentro de la normalidad. Quiero decir que sin ser una Venus de Milo (ojo, que la señora tenía una tripita que hoy no darían por válida en la Pasarela Cibeles, pero creo que me entienden) o un Discóbolo pero tampoco sin ser un enano de Velázquez. El término medio, ea. Yo veo bien que la gente que lo necesite y pueda se opere o haga ciertas cosas (ir al gimnasio, tener una dieta pobre, etc) para estar más cerca de lo ideal socialmente hablando. Si te molesta tu nariz (desde que me puse lentillas y mi padre me soltó un sonoro tremenda nariz la tuya, y no dejaba de tener cierta razón, he querido una rinoplastia, hasta hace bien poco), pero te molesta tanto que te provoca una infelicidad tremenda, pues a bien te viene hacerte un arreglito. Vamos, digo yo. Si tienes un par de michelines rondándote la cintura, pues hale, al gimnasio a hacer 200 ó 300 abdominales por día... Pero aquí precisamente es donde no se debería de permitir la infelicidad porque ésta tiene solución o, por lo menos, más fácil solución que en el caso primer caso que describo.

    Yo perfectamente podría amar a un feo. De hecho lo he hecho. Y os puedo asegurar que en su momento no le veía en absoluto feo. Ni feo ni guapo. Me sentía atraída por esa persona un montón, pero no precisamente por su cara bonita. Y podía besarle y muchas cosas más que no voy a decir aquí y ahora. :) Pero también he de admitir, mal que me pese, que miraría extraño así de repente a una persona como la que muestras en la foto. No desprecio, pero sí extrañeza.

    Hale, hale. Lo dejo que para una vez que vengo... Muchos besos. C.

    PD. Además, creo que en el fondo el físico es tan superficial... Creo que se puede estar locamente enchochada por una persona a la que ni has visto. ¿Qué es, si no, esto de las relaciones en la red? Vale, ya, ya. Adiós.

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  17. Como dice el decir...

    "hay ojos que se enamoran de legañas"


    Beso.
    M.

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  18. Ok, Balcius, acepto llas enmiendas a mi enmienda :)
    Sé que hay insatisfacciones que no son objetivamente comprensibles, pero ése es otro tema. Yo hablaba de aquellos casos en que el físico se convierte, según los parámetros convencionales, en un lastre imposible de soportar.

    Un abrazo.

    Calamidad, M. (¿pero qué decir es ése?), sendos besos.

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  19. Pues eso, que siendo del montón sería (es) un poco ridículo sentirse tremendamente infeliz por el aspecto físico, vamos, por no atender al ideal de perfección estética. Y, ojo, que no por ser ridículo significa que no sea real (anorexias, bulimias y demás).

    ¿A ese decir ése te refieres? Uy, creo que me estoy liando.

    Voy a ver qué has escrito aquí arriba (qué prolífico estás, hijo mío) y me marcho para el blog de Miranda (por fin abre una bitácora esta mujer, ya era hora).

    Besos, besos, besos. Cal.

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  20. No, lo del decir era para Miranda (que sí, que era hora de que abriese su blog), Cal.

    Contigo, estoy de acuerdo.

    Besos.

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  21. Me acabo de dar cuenta de que lo que yo quería decir, lo dijo ya Benedetti mucho mejor de lo que yo jamás pueda intentar alcanzar.

    http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/benedett/noche.htm

    (La noche de los feos, Mario Benedetti)

    Amar es aceptarse.

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  22. Totalmente de acuerdo contigo en lo escrito, Portorosa.
    No es más ni es menos, es así.
    Las personas sufren y sufren mucho, no por ser gordas o flacas, feos o guapos, el sufrimiento es por ser diferentes y nada tiene que ver con lo que piensen los demás, normalmente se huye de las personas por ser diferentes, aunque reconozcamos que no es así. Triste, pero cierto.
    No sé que te ha llevado a escribir sobre ello, se agradece enormemente.

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  23. Balcius, lo he leído, y he visto que lo que yo quería decir lo dijo ya Benedetti mucho mejor de lo que yo jamás pueda alcanzar. Ni más ni menos.
    Un abrazo.

    Jana (¿habías venido antes?), historias como la de mi primo, o casos como el del hombre de la foto me han hecho pensar en esto, pero creo que el motivo principal ha sido gente mucho menos llamativa, sobre todo jóvenes, que cualquier día por la calle me han parecido desdichados por su físico.
    Me acuerdo de que hace poco, en Santiago (de Compostela), en el paseo de la Herradura, vimos a una chica de veintipico, obesa, trotando de un lado para otro, en chándal, congestionada; estuvo más de una hora. Juzgando por las apariencias, como tantas veces, por su cara me imaginé que era una chica que tenía algo en la cabeza, que valía la pena, y que sin embargo (estoy seguro) sufría enormemente por culpa de su cuerpo; y pensé que estaría disupuesta a cambiarse por cualquiera de las (sigamos prejuzgando) superficiales y monísimas niñas que iban, seguro, al encuentro de sus pandillas. Ejemplos como éste, creo que hay infinitos.

    Gracias a ti.

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  24. Tal vez uno de los orígenes de esta diversidad de lecturas estuvo en poner en un mismo texto a los gordos y al lisboeta. Que el sintagma habla más de lo que ordena. O habla porque ordena.
    Pero, ¿quién puede arrojar la primera piedra?: yo vi a ese hombre en Lisboa hace justo un año y pensé: "hay cosas peores que estar muerto".

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  25. Anónimo, tal vez sea eso, pero yo pretendía decir (en un texto que, por otra parte, no pretendía hacer nada parecido a crítica social, como quizá alguno haya interpretado) que hoy en día la obesidad puede llegar a ser vivida, por quien la "padece", como un grave problema (salud aparte) estético que subjetivamente le haga sentirse marcado e imposibilitado para llevar una vida normal, y muy desgraciado.

    Pienso sobre todo en adolescentes y, en general, jóvenes, en una edad en la que el físico suele jugar un papel fundamental en las relaciones, y creo que, salvo si tienen la cabeza muy bien amueblada y una gran personalidad (y suerte, mucha suerte, con las amistades), pueden desarrollar unos complejos terribles. Y sufrir muchísmo. Y siento insistir en que me parece que a las chicas les ocurrirá con más frecuencia. ¿Por qué? Porque los tíos somos más superficiales en ese tema y le damos más importancia al físico. Y podéis caer sobre mí acusándome de lo que queráis, y podéis ponerme mil contraejemplos: en general, no me cabe ninguna duda de que es así.

    En cuanto a lo que pensaste sobre el mendigo lisboeta, lo entiendo perfectamente.

    Un saludo, y te invito a dar un nombre, aunque sólo sea para poder llamarte.

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  26. Nunca antes he escrito, ni creo que lo haga habitualmente. Lo dicho por tí, me atañe directamente. Por temas de salud estuve un tiempo muy gorda y lo que viví lo recuerdo perfectamente. No había ropa, la gente se alejaba, problemas en el trabajo y un largo etc.Esa absurda situación me hizo más humana que salir de la enfermedad. Se sufre bastante al mirarse al espejo y desde luego, ser una mujer "normal" es todo un reto.
    Me gusta como escribes, a pesar de estar sentado casi siempre

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  27. Jana, entonces tu opinión es muy importante. Y es una alegría, o un alivio, saber que el texto te ha parecido bien.
    Por lo que dices, aquella mala época ya acabó y has dejado de pasarlo mal por ese problema. Me alegro mucho.

    Gracias (perdona que no me levante...). Un beso.

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  28. Me ha gustado tu post , yo tambien he sufrido una enfermedad deformante , y ademas a muy mala edad , en plena juventud , siendo guapa , bastante , perdi casi todo , al principio pensaba que era una loteria negra , me desesperaba , no salia , pero la naturaleza humana que es luchadora , busca soluciones a todo , y despues de 5 años de operaciones , ahora estoy estupenda :) , cada vez que entraba en quirofano , era un acto de valentia necesario , pocos de mi entorno lo entendian , se vence , se sufre y se madura .Nunca mejor dicho querer es poder , la medicina reparadora ahora es fabulosa .A si que si alguien esta en esa situacion , que luche .un beso

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  29. Me alegro de que, habiendo vivido algo así, lo que he dicho te haya parecido bien.
    Bienvenida, y un saludo.

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  30. Aquí había un comentario completamente ofensivo, así que lo he borrado.
    Como de costumbre, no creo que se pierda nada, pues en mi opinión no había entendido casi nada de lo que yo pretendía decir.

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  31. Aquí, otro insulto (esta vez no dirigido a mí), que también suprimo.

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  32. Anónimo5/1/07 10:05

    Al autor de éste texto le digo que es una persona muy perceptiva, y aunq varios lo critiquen y desvirtuen lo q quiso decir, diciendo q acaso las gordas tambien son bellas, etc, etc yo creo entender perfectamente lo q dijo, por que? Simplemente porque a mi me pasa en carne propia, no tengo ninguna enfermedad, ni una fealdad extrema relacionada con la salud, pero creo yo q mi dilema estetico es mitad real y mitad es producto de mi cabeza. Me asombró con que perfeccion relató este texto, tiene mucha verdad. Debido a q no me siento bien con mi fisico (mi cara no es muy simetrica..soy fea digamos) paso mucho tiempo encerrada en mi casa, nunca fui a bailar, y por suerte el año pasado termine el colegio. Simplemente me aislo de la gente porq siento que no me van a querer como lo hacen con gente q es linda. Me cuesta quererme hasta a mi misma, mire lo que le digo. Pero bueno, lo felicito por su clara vision de la realidad en esta sociedad, ha dado en el clavo con su teoria.

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  33. Querida comentarista anónima, ante todo gracias por su comprensión y su amabilidad. Y, en segundo lugar, le deseo que tenga la suerte de encontrar en la vida gente buena de verdad que sepa juzgarla, valorarla y quererla por algo más que por su aspecto; porque estoy seguro de que es usted una persona llena de vida, de inteligencia y de cariño.

    Un abrazo muy fuerte. Y bienvenida a mi casa.

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  34. ¿que son un grupo de niñas pijas en la puerta del zara comentando lo bueno que ta el edu o los ojos tan bonitos que tiene el duque?eso es belleza , y belleza se le llama al ritual que hacen las personas para aparearse con otros individuos.siempre se elige al candidato mas fuerte y fertil.pero nosotros lo llamamos belleza.

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  35. Balcius... ¿en que planeta vive usted??... soy lo que se podría decir una "mujer"... o al menos eso dice mi certificado de nacimiento... no se imagina el infierno de mi existencia... vendería mi alma, me cortaría todos los miembros con tal de que, por un segundo, alguien sintiera tan solo algo parecido al deseo por mi...

    y sí... en mi planeta hay gatos... ¿en el suyo?

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