Recuerden.
Esta noticia es del año 49.
Los canarios dejaron de ir a Venezuela, y de arriesgarlo todo en el intento, cuando la vida en Venezuela dejó de ser infinítamente mejor que en Canarias. Y como ellos, el resto de los españoles que emigraban.
Esto es así de simple, y así de complicado.
Pues yo vengo a ponerle el punto superficial a la noticia ya que no tengo mucho que decir (de hecho me debería callar y punto).
ResponderEliminarBueno, sí tengo mucho que decir sobre la inmigración -yo soy inmigrante, aunque en mi propio país y cogiéndome la Renfe para ir desde mi amado Norte hasta el centro de España. Nada que ver con los pobrecitos hombres que se aventuran en una patera para cruzar el Atlántico o lo que sea-, pero no me sale decirlo y no sé porqué. Pobrezucos. Siempre pienso cuando se ven noticias de estas (y últimamente se ven muchas; ya sabes, las modas informativas) lo mal que lo deben estar pasando en sus países de origen para coger un botecito de mala muerte y vagar casi a la deriva hasta encontrar un sitio en el que la fortuna les sonría... Pobres.
Pues eso, que no tenía nada que decir y ya ves. Estás tú últimamente poco atareado, ¿no? ¿Vacaciones en casa tal vez? Oye, que yo encantada, que a mí me fascina venir aquí a leer buenas opiniones y buenos artículos.
Muchos besos. C.
No, ya se me han terminado las vacaciones. He ahí el porqué.
ResponderEliminarBesos.
Críptica, irónica y maravillosa respuesta a Cal, Porto. Te juro que la carcajada (con perdón) se ha escuchado en toda la escalera.
ResponderEliminarCon respecto a tu post, nada que añadir. Una imagen y pocas palabras que ponen el tema en su lugar adecuado, as usual.
Qué te voy a contar, S., que tú no sepas.
ResponderEliminarEn cuanto al tema, no tengo ninguna duda de que las cosas son así, y de que cualquier otra dirección por la que se pretenda avanzar no conducirá, en el mejor de los casos, más que a soluciones temporales.
No digo que no haya que adoptar medidas que ayuden a sobrellevar lo que está pasando (medidas que traten a los inmigrantes como personas, por supuesto), pero teniendo claro siempre que no son más que parches.
Un abrazo.
Desde ayer intento descifrar qué has querido decir con tu post. O si, sencillamente, lo publicaste para saber qué genera en nosotros, tus visitantes.
ResponderEliminarLa migración es un fenómeno histórico. A veces en una dirección, otras en la opuesta.
Durante casi un siglo, España, y el resto de Europa, "expulsó" a sus hijos por diferentes razones, aunque, fundalmente fueron el hambre y las ideológicas. Algunos (muchos) países Latinoamericanos "abrieron" sus puertas a cuanto despatriado llegaba a través de las aguas del imponente Atlático.
Luego, las dictaduras latinoamericanas, además de asesinar, encarcelar y "desparecer" a sus hijos, condenaron al exilio político y económico a sus hijos. El flujo migratorio cambió de dirección. Francia, Inglaterra, Suecia, Holanda, España, y otros, recibieron a ese grupo hambriento de pan y de libertad.
Desde hace varios años, el bienestar que vive Europa y la brutal enésima crisis económica (traducida en pérdida de valores de todo tipo, pero sobre todo morales) que sufre mi América Latina, lleva a sus hijos (muchos de ellos hijos y nietos de europeos) a buscar en Europa la tierra prometida.
No sé, Porto, cómo resolver esta tragedia humana, la de los que tienen patria. Solamente se me ocurre afirmar que en la globalización parece no haber espacio para encontrar las soluciones. El individuo no vale nada. Su vida, menos. Han cambiado los tiempos. Y para mal. Los que aún creemos en el valor de la vida humana, nos sentimos horrorizados frente a la realidad, y muchas veces cómplices, porque nada hacemos para revertir el orden de las cosas. Aunque no esté en nuestras manos la solución, nos sentimos culpables de tener casa, comida, libros, una computadora, un espacio para lamentarnos...
Culpables de no encontrarnos en una situación límite que nos obligue a quemar las naves y emigrar.
Mi único deseo es que eso no agudice nuestro humano egoísmo, y, menos aún, nos vuelva indiferentes a otra tragedia humana.
Un saludo
Debí decir:
ResponderEliminar"No sé, Porto, cómo resolver esta tragedia humana, la de los que NO tienen patria"
mmm... culpables de tener casa, tiene usted un corazón noble, laura. Pero no se trata de eso, porque no se trata de darles casa y comida y un buen subsidio.. como se hizo en Francia con algunos inmigrantes, generando un problema aun mayor.
ResponderEliminarPorque lo que no se les dió fue dignidad.
A los que no tenemos patria (en mi caso, ese viaje de vaivén del que hablas me ha dejado en ningún sitio ya) lo que se nos debe no es una casa, tan solo la posibilidad de, como todo el mundo, conseguirla. Los españoles fueron a américa, se les dejó trabajar y se les trató con cierta condescendencia, pobrecillos ignorantes, cuánto se esfuerzan. Los sudamericanos vienen a España, se les deja trabajar y se los trata con cierto desprecio (permítaseme ahorrarme la frase de ejemplo). Los africanos vienen a España... ¿se les deja trabajar?
He ahí el problema.
Tienes razón Balcuis, me olvidé nada menos que de la dignidad. Tal vez porque, a mi modesto entender, está implícita en el concepto de "patria". La patria es más que la bandera. Todos lo sabemos.
ResponderEliminarSaludos
Imaginad por un momento que la oleada de inmigrantes estuviera constituida por ciudadanos nórdicos -situación extrema y fantasiosamente absurda, hoy, de ahí la suposición-. Claro, no vendrían en patera ni en otro artilugio cochambroso con cualquier otro nombre políticamente correcto. Ni tampoco su aspecto delataría su situación tan alarmantemente.
ResponderEliminarNo tengo muy claro que estuviéramos en la misma situación.
Laura, no me imaginé que alguien pudiera no entenderlo; pero supongo que se debe a que estaba pensando en lectores españoles, que estuviesen enterados de la situación actual en España (y concretamente, estos días, en Canarias).
ResponderEliminarEl motivo de escribir esto es doble: recordar que no hace mucho fuimos nosotros esos inmigrantes que ahora rechazamos (esto es especialmente cierto en el caso de algunas autonomías, con Galicia a la cabeza), y recordar que sólo cuando esa gente pueda concebir una vida aceptable en su país dejarán de escapar de él para venirse, jugándoselo todo, a nuestro mundo.
Creo, Rafa, que las diferencias físicas agudizan el problema, lo cual muestra cierto grado (como mínimo) de racismo.
De todos modos, la cuestión fundamental es el dinero: el extranjero con dinero no es inmigrante, y el que no lo tiene, sí. Los europeos del este, blancos ellos, no son mucho mejor vistos que los sudamericanos, orientales y africanos, ¿no crees?
Abrazos.
Durante los dos pasados siglos Europa fue un foco de emigrantes. Ahora envidiamos a los escandinavos, pero cuantos no tuvieron que buscarse la vida en el medio oeste americano.
ResponderEliminarItalianos y españoles que colonizaron Argentina cuando aquí no había que comer.
Irlandeses o polacos en Estados Unidos.
Sin contar con la emigración política.
Se tolera la nueva emigración europea y la asiática.
Ahora todos miran hacia otro lado y defienden lo suyo, lo que no es otra cosa que ahogar en miseria al pobre: subvenciones, aranceles, trabas al comercio, medicamentos más caros, esclavitud, explotación ...
Una vaca francesa recibe subvenciones europeas que podrían mantener durante un año a poblados africanos enteros. Es decir, una vaca francesa (u holandesa) tiene más derechos.
No sé en que mundo vivo. No me gusta.
"Entre 1882 y 1935, alrededor de 3,5 millones de hombres y mujeres españoles cruzaron el Atlántico en busca de nuevas oportunidades" (¿Las encontraron?: la mayoría. Se encontraron con pueblos abiertos).
ResponderEliminar"De los 40 millones de europeos que emigraron a América, en un movimiento de "emigración en masa" sin precedentes, uno de cada doce era español".
Poco más que decir.
No me cabe duda de que hay que luchar cotra el racismo y la xenofobia. Y de que la solución a la inmigración es el desarrollo y la mejora del nivel de vida en los países de origen de este éxodo. Y veremos las cosas de una manera más justa en la medida en la que nos pongamos en la piel (blanca o negra) de quien emigra.
ResponderEliminarPero, no deberíamos también (y urgentemente) estar pensando en cómo pueden nuesrto sistema sanitario, nuestro sistema educativo, nuestro sistema de protección social, etc. hacer frente a una aumento creciente de la población... ¿no nos recreamos demasiado en nuestros buenos sentimientos?
De eso se trata, por supuesto. (Ah, soy la misma que la de las cifras). ¿Puede llamarse un país a sí mismo 'desarrollado' si no tiene las condiciones estructurales, sociales, ideológicas, incluso, de acoger a "sus" inmigrantes?. Yo creo que no, sinceramente.
ResponderEliminarSi los cayucos atracaran en las playas de Normandía o entraran por el Támesis, lo que ahora es un problema nacional se convertiría en un problema comunitario de urgente resolución.
ResponderEliminar(Bueno, ya sabemos que eres una anónima. Da el siguiente paso...)
ResponderEliminarPor supuesto que no vamos a vivir de buenos sentimientos, y Malambruno tiene toda la razón. Ya he dicho que mientras no logremos la utopía (y no hace falta que me recuerden que no lo vamos a lograr) hay que lidiar con la situación.
Pero creo que en la medida que tengamos claro quiénes somos, de dónde venimos, y qué hay detrás de los que llegan aquí, esa soluciones intermedias serán más efectivas, no nos dolerá tanto gastarnos nuestro dinero en ellas, y en general facilitaremos las cosas; sin contar con que es muy distinto afrontar el problema pensando en cómo quitarte a esa gente de encima, de hacerlo con la intención de mejorar las cosas.
Nadie dijo que fuese fácil. Es más, ¿será tal vez uno de nuestros dos o tres más graves problemas (y hablo a nivel mundial)?
Ah, supongo que Alicia tiene razón.
Un abrazo a todos.
... y dejaremos de oír sandeces, xenófobas o no, al respecto de los emigrantes.
ResponderEliminarA España vienen cada año 50 millones de turistas que usan nuestros servicios y ¿100.000? emigrantes que quieren usarlos. Aunque la supongamos ¿Cuál es la diferencia?
ResponderEliminarEsto no es turismo, es inmigración. Tiene una base racista en el caso de España, es indiscutible. Y por supuesto, de dinero. Para muestra, el turismo no causa problemas, tenga su origen étnico donde lo tenga. Basta darse un paseo por Madrid y escuchar no una ni dos veces, sino mil, la frase de "la hostelería es los inmigrantes" (frase suavizada, por supuesto). Estoy de acuerdo con Alicia, estamos a la cabeza del problema y en la cola de las soluciones. Y si nos comparamos con las diestras de Europa, es irrisorio. Pero yo no paro de oír comentarios racistas al respecto y quizá eso me preocupe más. Yo seré inmigrante a un país nórdico en breve por motivos laborales y sé que no tendré problemas de ningún tipo. Si la situación fuera a la inversa sé que tampoco lo habría. Si fuera negro, con mi aspecto desaliñado, fijo que tendría problemas y me dirían lo que he escuchado por ahí: "vete a tu tierra a chupar del bote". Y es muy triste. Dinero y racismo encubierto. Y qué poca memoria histórica ...
ResponderEliminarBuenos días.
ResponderEliminarHombre, Alexandrós, diferencias económicas, haberlas haylas.
Lo cual no quiere decir, ni por asomo, que los inmigrantes vengan a quitarnos en lugar de a darnos; cualquiera que sepa qué hacen el 90% de los que se quedan ve que sucede todo lo contrario.
Pero, de todas formas, creo que la principal diferencia no es económica, sino social.
Saludos.
Pues en mi opinión los paises mediterráneos son menos racistas que los del norte de Europa. Creo que somos más ruidosos, menos cívicos, más desorganizados, pero menos racistas.
ResponderEliminarAsí que confío en que España en veinte años sea el gran país mestizo de Europa.
Un saludo,
Xavie
PD: Este comentario lo hago siendo consciente de los problemas existentes, entre ellos el racismo. No soy nada ingenuo.
Pero aún así.
Creo que todo lo que se esta comentando aquí de racismo y xenofobia en muchos casos es exagerado, ademas, la inmigración es un fenomeno tremendamente reciente y al cual estamos adaptandonos, como podemos porque las leyes y medidas que se aprueban una vez que salen a la calle ya estan desfasadas y desbordadas. Tambien opino que el tan cacareado racismo contra esa cultura latina no es tan evidente ni esta tan a pie de la calle. Nuestra culturas son gemelas y todo el que viene del otro lado del Atlántico sabe que aquí tiene un sitio y que se le va a respetar. Habra casos particulares para dar y tomar pero por poner un ejemplo, en el terreno de la hostelería y el turismo hoy en día todos los lugares tienen gente latinoamericana contratada (bien contratada, en igualdad de condiciones)y no veo ese racismo y esa xenofobía que tanto se repite aquí. Yo he vivido en Sudamerica de adolescente y me sentí querido y apreciado por colombianos y venezolanos, yo solo tengo palabras de agradecimiento hacia ellos, pero allí tambien había gente que no nos quería y no por eso son racistas. En todos lados hay de todo pero estoy absolutamente seguro de que en menos de 10 años muchos de estoy problemas que hoy vemos habran pasado a la historia.
ResponderEliminarSaludos
Yo también creo que en unos años la adaptación ya estará completada; la suya y la nuestra. Pero, por el momento, no veo el asunto tan bien como tú.
ResponderEliminar(Creo que ya estáis de vuelta, ¿no?)
Un abrazo muy fuerte.
Portorosa
ResponderEliminarLa foto para mí fué impresionante y totalmente desconocida. Muy buena tu idea de publicarla y dar a conocer a las nuevas generaciones españolas y a quienes en España , por no saber leer ( se de muchas gentes de mediana edad muy arregladitas ellas , que aún no saben leer ni escribir) o por no tener la cultura de leer, desconocen estos hechos.
Conocía de las diferentes oleadas de inmigrantes españoles hacia América y especificamente hacia Venezuela. Producto del hambre, de desastres de la naturaleza, de la guerra civil, por último debido a la atracción que produjo la abundancia que trajo el petróleo. Así resumo las causas de las diferentes grandes movimientos migratorios de España hacia Venezuela, con las comunidades Canarias, Gallega y Asturiana a la cabeza. Paradójicamente, de las regiones mas pobres de España, como Extremadura y Andalucia, por lo menos a Venezuela no llegaron muchos inmigrantes.
Las nuevas generaciones españolas y mas aún las formadas en el tiempo del mercado comun europeo primero y luego en la Unión , no conocen su historia.
He oído en un programa de esos llamados del corazón, hacer mofa de un africano que hace una casa en su país Nigeria , como si eso fuese un pecado y que hay de los poblados gallegos, de las grandes mansiones en Gran Canaria de las llama
madas casas de indianos , producto de las divisas y por que no reconocer del trabajo del inmigrante.
A xavier le digo que España es un país mestizo, no es que lo será en el futuro.
Saludos
Porto, enterada que has publicado para españoles. Más ya sabes que te leemos otros, por ejemplo esta mezcla cultural que soy (porque genéticamente, soy "pura"). Creo que TODOS debemos aprender. Los españoles que viven en España, y el resto de mundo, sobre todo los que vivimos en países que se van vaciando de a poco, incrementando el número de migrantes en España. Ni con sistemas sanitarios y eduactivos abiertos a ellos, ni con justicia social (en España) se resuelve el asunto. El desterrado será siempre un extranjero, y ese dolor cultural es una herida abierta, casi sin cura. Si te reciben bien, puedes decir con agradecimiento que tienes dos patrias. Pero en realidad, no tienes ninguna. Te lo digo yo.
ResponderEliminarUn saludo
160 inmigrantes y apresados. No se dice nada más y sólo se dice eso, Porto.
ResponderEliminarMás de 18.000 subsaharianos han llegado a Canarias desde enero hasta hoy. No se les apresa, se les aloja de manera excelente en centros de alojamiento no menos excelentes, o eso ha afirmado el presidente del gobierno hace tres días.
Transcurridos los plazos legales se les traslada a otras ciudades y se les abandona a su suerte, porque el número de repatriados es mínimo. En esas ciudades malviven casi todos, unos pocos salen adelante y otros pocos terminan en la delicuencia. No me parece que sea la solución, no.
Un país tiene que tener muy claro cuantos inmigrantes puede acoger para que no sea un fenómeno que que solo ocasione problemas, a los que estamos y a los que llegan.
¿Cuanta emigración ilegal canaria soportó Venezuela a finales de los años 40? Ese sería para mí el dato a comparar. Se fueron muchos, igual que se fueron a Alemania, a Francia o a Suiza pero esis paises los acogieron de forma reglada y, sobre todo les dijeron: intégrate o no tendrás nada que hacer. Y la mayoría se integraron pensando en volver y han vuelto, y disponen de casa es sus pueblos de origen pero éss no es el futuro de esos subsaharianos. Y sobre todo, Canarias está al borde del colapso en los centros de inmigración.
Soluciones. Necesitamos soluciones y no leyes absurdas que agraven lso problemas en lugar de solucionarlos.
Estoy contigo en que hemos olvidado demasiado pronto que los españoles hemos sido inmigrantes durante muchos años y hemos sufrido el menosprecio, los empleos indeseables para los nativos, las miradas de sospecha. Es de agradecer este recordatorio. Saludos muy cordiales.
ResponderEliminarBienvenida, Isabel, y gracias.
ResponderEliminarUn beso, oriental.
Anónimo (da un nombre, hombre/mujer, que queda mejor...), sólo una matización: Galicia era pobre, era muy pobre, pobre de solemnidad.
T, te repito lo que le dije más arriba a Malambruno. Sé que lo urgente es hacer frente a esa avalancha para evitar que nos desestabilice (ojo, eso de que, si no, será peor también para ellos, no me lo creo: para ellos, la peor de las situaciones aquí es mil veces mejor que la que dejan atrás; decir que tratamos de evitarles problemas me parece, en general, una hipocresía). Es egoísta, y antepone nuestros intereses a, incluso, sus vidas, pero yo tengo más que asumido que así es como funciona esto.
Pero, insisto, eso que tú dices es urgente; recordar lo de la foto, creo que es importante.
Entre finales del XVIII y los años 60 del XX emigraron más de dos millones de gallegos.
Buenos Aires es la tercera ciudad, tras Vigo y A Coruña, en la que más votantes gallegos hay. Ahora mismo, en total, hay en el extranjero 305.000 personas con derecho a voto en las elecciones gallegas.
El argumento de que íbamos a países que nos acogían porque les hacíamos falta, y que el asunto estaba ordenado y reglado, es como mínimo discutible. "Íbamos a países ricos", dice la gente: la diferencia de nivel de vida entre nosotros y, por ejemplo, Mauritania, es inconmensurable.
Y que les pregunten a los miles de constructores o grandes agricultores del sur y de Levante si hacen o no hacen falta.
Es evidente que hay que ordenar la entrada, que hay que impedir que se convierta en una verdadera invasión, porque si no lo vamos a notar (ellos no, ellos van a seguir dando gracias por haber escapado del SIDA, de las guerras, del hambre, etc.); pero más evidente todavía es que no tenemos derecho a olvidarnos de que son personas como nosotros.
La única solución es que no quieran venir. Por desgracia, es la más difícil, porque para eso la vida en sus países debería dejar de ser un infierno.
Besos.
Y, dejándome de literatura, te explico por qué creo que es la única solución:
ResponderEliminar- Porque, hagamos lo que hagamos, aunque coloquemos una línea de polícias hombro con hombro en la frontera, es tanta la desesperación del inmigrante que no los pararemos jamás.
- Porque, si fuésemos capaces de regular y controlar el flujo de entrada, pero no hiciéramos nada por mejorar la situación en sus países (y no me hables de fondos de ayuda al desarrollo; digo hacer algo de verdad, no dar limosna), condenaríamos a todos los que se quedaran fuera, estaríamos cometiendo una injusticia irreparable e imperdonable.
Un abrazo (y bienvenida a la discrepancia).
¿Que los españoles emigraron de forma reglada? Jajajajaja. Algunos, en los países donde había restricciones a la emigración por entonces -como Estados Unidos- no digo que no.
ResponderEliminarLas españolas fueron empleadas domésticas, o sea, chachas, en toda la Europa rica de los 60, sin papeles, por supuesto, ni seguros ni perrito que les ladrase.
Tanto en la rama materna de mi familia como en la política hay emigrantes. Unos volvieron (los que emigraron a Europa) y otros se quedaron (los que fueron a Argentina y Estados Unidos en los 40 y 50), aunque los hijos de los argentinos regresaron a España cuando tuvieron edad de trabajar y allí no había empleo, gracias a que conservaron la nacionalidad española.
Nuestra pobre y selectiva memoria nos hace olvidar los 50 y 60, cuando salíamos de España por HAMBRE y nos trataban como a pendencieros, vagos y ladrones, de los que había que protegerse.
ResponderEliminarLos que vienen, es por la misma razón, EL HAMBRE, y morir, llegado el caso, es el tributo que pagan.
Hay que hacer algo, en sus paises o en el nuestro, urgentemente.
Ciao
¿Hambre generalizada en España en los sesenta? Lo niego rotundamente. Nadie con un mínimo de conocimiento puede afirmar eso.
ResponderEliminarY sí, afirmo que nuestra emigración a Europa fué reglada aunque fuésemos las chachas de Europa porque ellos, los maridos de las chachas, trabajaban con papeles en esos paises. Además, los países que los recibieron nunca se vieron desbordados por las mareas humanas que están llegando a España. Entre la realidad y los deseos buenistas, lo cierto es que España comienza a alcanzar el grado de saturación.
Y a todo esto:¿dónde está Caldera?
En este gobierno, la única que trabaja es la vicepresidenta.
Nunca estuve en contra de los inmigrantes. ¡Bendita Delia la rumana que cuida de mi casa y de mis niñas mientras trabajo! No confundamos a los inmigrantes con invasores. Y obviamente existe una base racista en este rechazo. Recién llegada de mis vacaciones. Calentita con el tema. Viajé a Ciudad del Cabo pensando encontrar un primer mundo dentro del tercer mundo. Y me encontré con un segundo mundo. Negros extranjeros en su propio país. Racismo brutal. Un país que les robaron los holandeses primero y más tarde los ingleses. El fin del apartheid sonaba bonito. La democracia dio a la gente de color el derecho al voto pero no les brindó ninguna manera para prosperar. Se encontraron con la puerta abierta a un mundo de leones blancos en el que ellos no tenían cabida. El cuarenta por ciento de la población negra de Sudáfrica vive todavía en townships. El contraste entre las lujosas villas propiedad de los blancos y estos infinitos barrios negros es difícil de digerir. No tienen formación alguna, lo que es igual a desempleo. Los negros tendrán que esperar un par de generaciones para que exista una adaptación. Y los blancos esperar que los negros tengan un corazón tan grande que les haga olvidar su historia para poder adaptarse.
ResponderEliminarBesos posvacacionales Portorosa
La flaca
t, me pareces listísima. es cierto, en los 60 no había en España hambre generalizada: había caspa generalizada, había miseria moral y cutrez generalizadas.
ResponderEliminarel problema es que estos africanos que vienen en cayucos no preguntan si pueden entrar, vienen y ya veremos que pasa...sus paises sí estan en la miseria (sea por lo que sea) y como españa es una pais civilizado en el que funciona el estado de derecho no puede devolver a indocumentados de los que no tiene la certeza de dónde vienen.En sus paises es una bendición que se vayan; si se van son parados y hambrientos menos y si les va mínimamente bien, mandaran algun dinerito a casa (en Ecuador, por ejemplo, las divisas enviadas desde españa son ya la 2ª fuente de ingresos del pais). En este mundo global donde comemos peras chilenas, esparragos peruanos,nos vestimos con ropa hecha en Bangla Desh y usamos un ordenador hecho China estamos ante un problema global, no sólo de España, en este caso, sino de toda europa o de todo el mundo desarrollado. Qué quieres que haga Caldera querida T, qué forre a los ilegales de haloperidol y los desembarque en Senegal (teniamos un problema y lo hemos solucionado) o que pongan patrulleras en el atlantico y les digan a los tripulantes de los cayucos que vuelvan por donde han venido (es su problema si no llegan a tierra, nadie les mando salir)
Porto,
ResponderEliminarYo no es que sea tan optimista. Sólo digo que confío. Prefiero hacerlo. Y que da gusto ver el centro de Madrid lleno de niños.
Por otro lado, yo, todavía, no me he ido de vacaciones. :-D así que técnicamente (si el comentario iba dirigido a mí) no he vuelto porque todavía no me he ido. Sólo estuve cuatro días por tu tierra.
Pero me voy mañana. :-D
Ya pasaré por aquí desde algún cibercafé...
Un saludo,
Xavie
Al usuario anónimo: No sé si soy listísima pero hace muchso añois qeu dejé de creer que algún día viviría en un mundo feliz.
ResponderEliminarEl ministro de trabajo y asuntos sociales, con competencias en política de inmigración, se llame como se llame y milite donde milite, lo menos que tiene que hacer es no estar desaparecido cuando todos esos pobres subsaharianos se pudren en centros de internamiento o/y se les suelta con un billete de metro y un bocadillo en Madrid, Barcelona o Sevilla. Ese ministro ahora se llama Jesús Caldera y, loado sea el Altísimo, ya ha concluido sus vacaciones porque mañana hay consejo de ministros.
Repatriarlos a Senegal, a Zambia o al antiguo Congo Belga no es menos inhumano que dejarlos a su suerte, sin medios, en una ciudad.
Ese estado de derecho del que campanudamente alardeas no cumple ni con los más elementales derechos humanso en este caso.
No sé tu pero yo, generalmente, vivo en Madrid, y estoy cansada de ver a subsaharianos muertos de hambre intentando que les des unas monedas por señalarte un sitio dónde puedes aparcar. Un sitio que tu ya has visto antes y que además está regulado por la ORA o como se llame ahora. Hay quien no tiene inconveniente en practicar la caridad o la justicia socia si te gusta más, aunque a mí la palabra AMOR, que es lo que significa caridad, no me molesta nada, pero los hay que no están en esa onda y la consecuencia, es que si no hay monedas hay ruedas pinchadas o cristales rotos.Eso se llama inseguridad ciudadana, y el estado de derecho también tiene la obligación de proteger a sus ciudadanos. Para eso pagamos impuestos y para eso, tenemos un sistema de ayudas sociales que, al parecer es muy deficiente porque, a la postre, quienes terminan ocupándose de esos pobres hombres son ONG, generalmente católicas, por cierto.
Querida T las competencias de asuntos sociales en tu querido Madrid corresponden a doña Espe, uy y la seguridad ciudadana a Gallardón, que cosas. Por cierto, cómo envias a senegal a alguien del que no puedes demostrar que procede de allí?
ResponderEliminarHasta que se demuestre lo contrario, las competencias de seguridad siguen correspondiendo al Ministerio del Interior y la responsabilidad de trasladar inmigrantes de manera vergonzante, y abandonarlos a su suerte, sigue siendo del gobierno español.
ResponderEliminarDemasiadas promesas y demasiados viajes a Senegal y a Mauritania para tan poca eficacia.
Está visto que uno puede decir lo que quiera, si él o ella lo cree ya es verdad. Ya sabemos todos que este gobierno es malísimo y responsable de todos los males que acontecen en nuestro pais (antes de ropmerlo del todo, claro) y en el resto del mundo. Sin embargo, lo que está ocurriendo estos días con los cayucos que llegan a canarias no puede ser sólo culpa del gobierno. El envió de los ilegales a otras partes de españa es un práctica habitual que tamnbién hacian los gobiernos del PP. El año pasado se redujo mucho la entrada de ilegales en España, debemos atribuirlo al azar o fue un éxito del gobierno?. De todas formas querida t, me gustaría que propusieses alguna medida a tomar que consideres que no se ha tomado y no la crítica facilona de que todo está mal hecho, o que el gobierno no hace nada, yo comprendo que te gustase cuando se esposaba y drogaba a los ilegales y se les enviaba de nuevo a su pais. Y sí hija, sí, si un ilegal está de aparca-coches es compentencia de la policia municipal, aunque bueno sabiendo que el ministro del interior es Rubalcaba debe ser culpa suya.
ResponderEliminar¡No se os puede dejar solos ni un momento...!
ResponderEliminarMe acaba de preguntar el sr de Portorosa si yo soy el anónimo que polemiza con t, y no ya le dije que no lo era. Creo que la polémica en la que podría estar implicado es interesante, pero la verdad es que desconozco mucho del tema y lo veo realmente complicado como para decir algo más que obviedades. Un saludo
ResponderEliminarAl usuario anónimo: en ningún momento te he faltado al respeto así que te pediría que hicieses lo mismo. No voy a pasar por alto las preferencias que me supones por ni he dicho tal cosa ni la pienso. Tampoco he dicho que el gobierno del PP fuese un dechado de virtudes y que éste fuese el responsable de todos los males desde el pecado original para acá. Así que, insisto, te pido por favor que critiques mi manera de pensar, tan legítima como la tuya, y evites descalificaciones personales. Yo entro aquí a opinar y no a mantener polémicas con sesgos personales con otros invitados al margen de las más elementales normas de educación. Siempre he sido tratada con respeto, empezando por el anfitrión, con quien discrepo casi siempre pero que es un señor respetuoso y educadísimo.
ResponderEliminarPorto, estaré sin poder entrar unos días, no tiene nada que ver con esta anécdota con el usuario anónimo.
T, no te preocupes, estás en tu casa.
ResponderEliminarUsuario anónimo (¿por qué no das un nombre, aunque sólo sea por comodidad?), creo que lo último que ha dicho T no admite discusión. Si hay alguna posibilidad de que de estas discusiones alguien extraiga algo que valga la pena, pasa sin duda por que los que participan muestren, además de buena intención, respeto.
Volviendo al tema, creo que poco puedo decir sin repetirme:
No se me ocurre pensar que algún país, en aras de una lejana e improbable justicia social mundial, renuncie a controlar la entrada de inmigrantes. Pero creo que una cosa es plantearse el tema pensando sólo en los inevitables y comprensibles intereses propios, y otra muy distinta hacerlo teniendo presente en todo momento la situación de partida del inmigrante, sin perder de vista el problema que causa esta “crisis permanente”. No creo que sea una diferencia meramente teórica; creo que es el único modo de más o menos avanzar por el camino correcto hacia una solución real.
No quiero entrar en la discusión sobre qué gobierno lo ha hecho mejor, porque no tengo datos (si es que algo así se dirime con datos), pero debo decir que ahora no hay una ocasión en la que se hable del problema en la que no se aluda también a las condiciones socioeconómicas de los países de orígen. Y eso, que quizá sea un discurso vacío para engañar a progres de salón como yo, pero que tal vez sea síntoma de una mentalidad diferente, y que me gusta, lo hace el gobierno actual.
Hoy me decía mi padre, sobrino y primo de emigrantes a Argentina en los años 40, que entonces allí se les recibía bien, y que hacían falta, que no sobraban.
No lo sé; pero creo que él tampoco. Me temo que la percepción que de lo que ocurría entonces tenemos nosotros es muy parcial e interesada. Me pregunto qué se dirá al respecto en Sudamérica, y qué bromas, que comentarios clasistas (los racistas no tenían razón de ser), qué desprecios, se oirían.
Incluso he pensado, a veces, si una de las mayores diferencias entre lo que pasa ahora y lo de entonces no será (al margen de una cuestión racista, que también, sin duda) precisamente que las distancias entre países de origen y países de destino son ahora mucho mayores, mucho mayores, y que estamos aterrorizados por si nuestra privilegiada burbuja de bienestar, paz, salud, seguridad, etc., se rompe, por si nos la pinchan.
Etc., etc., etc.
Abrazos a todos.
Hola, buenos días. Sólo querría recomendar un libro fantástico sobre este tema: "Esperando a los bárbaros" del sociólogo y Fundador del banco del Hambre Guy Sorman (está editado en seix barral pero sin duda estará ya descatalogado).
ResponderEliminarSobre los problemas de África sin duda es muy interesante y recomendable "NEgrología: Por qué Africa se muere" de Stephen Smith (editado por Debate el año pasado). El libro como alguno sabrá levantó una polvareda de mucho cuidado pero creo que es una lectura clarificadora e importante.
Un saludo a todos
Muchas gracias, Javier. Tomo nota.
ResponderEliminarGracias por la fotografía: es muy de agradecer.
ResponderEliminarPoco que añadir a la cuestión, despues de tantodebate, salvo que el Gobierno, cuando una situación desborda las previsiones, tiene que asumirlo.
Los conciertos entre la Secretaría de Estado para la Inmigración y las CCAA sobre la acogida urgente de inmigrantes se han hecho sobre la base de unas cifras que se han quedado ridículas: ni las ONG (subvencionadas) ni los Gobiernos Autónomos ni la Consuelo Rumí podían imaginarse la avalancha de este año sobre Canarias.
De lo que sí tiene responsabilidad el Gobierno es de no poner más inspectores de Trabajo: los dueños de los invernaderos de Almería y Huelva, las huertas murcianas y la construcción de todo el país perderían sus dineritos.
Yo fui inmigrante sin papeles a Alemania en en año 71; fui como turista, vino un empresario, me hizo un contrato de trabajo y todo arreglado. Una amiga mía estuvo un año después en París de chacha, sin más documentación que su pasaporte. Mis vecinos y algún pariente se marcharon a otros países en las mismas condiciones... Qué casualidad, que ninguno tuvieramos un contrato previo y no pasó absolutamente nada.
Un saludo.
Un saludo, Eulalia, y bienvenida.
ResponderEliminarLo de los inspectores de trabajo, por supuesto es cierto, pero a ver quién le pone el cascabel al gato...