1.6.12

Nadie nos va a salvar

Cuando uno critica la programación televisiva, y sobre todo si la critica con contundencia, se arriesga a ser considerado un exagerado, un intransigente, un radical, un hipócrita, un esnob, un pretencioso, un bicho raro o simplemente un coñazo.

Además, en la situación en la que estamos, incluso puede verse como una frívolidad: ¡protestar de la tele, como si no hubiera otras cosas más importantes en las que pensar!

Sin embargo, yo creo que sobran motivos para hacerlo, y que es necesario.

Para empezar, aunque a la televisión solo le pidiésemos que nos entretuviese, sería mala: sus contenidos, salvo honrosas excepciones, lo son. Pero claro, ese sería un problema menor: allá ellos, los que la ven.

Pero si además atendemos al papel que como medio de comunicación social podría (y, en el caso de la pública, debería) jugar en la formación e información de la sociedad, el resultado es en términos generales lamentable: ni forma, ni informa (y cuando informa lo hace mal). Y eso sí importa. Importa mucho, y a todos, la veamos o no. E importa aun más precisamente en situaciones como esta.

En lo que a la información respecta, la tele, como el resto de los medios, manipula básicamente de dos formas: por la elección de sus contenidos, y por el modo de tratarlos. Es decir, por un lado nos cuenta solo lo que quiere, y por otro, nos lo cuenta como quiere. Así, distrae nuestra atención de ciertos temas y la centra en otros, sobre los que además favorece una determinada línea de opinión.

Si hablamos de formación, de labor educativa, y lo hacemos además atendiendo a su trascendencia social, a sus repercusiones sobre los telespectadores y su teórica condición de ciudadanos de una democracia, el panorama es más desolador si cabe.

(Un inciso: ¿que por qué debe la televisión formar a nadie, que la televisión no es una educadora? Bueno, yo creo que la pública sin duda debe, y lo es. Y en cuanto a las cadenas privadas, una cosa es que puedan emitir lo que les venga en gana -lo cual también es discutible, creo yo-, y otra la opinión que eso que emiten me merezca a mí. Los periódicos también pueden publicar lo que quieran, o casi, y yo puedo considerarlos buenos, malos o pésimos.)

A pesar del ascenso de internet y lo que ella incluye, la televisión sigue siendo el gran medio de masas de nuestro país y del mundo entero. Para muchos millones de personas en España, todo lo que queda fuera de su pequeño círculo diario entra por ahí. Y cada día comprobamos cómo nos idiotiza en el fondo y en las formas. Para qué hablar siquiera de fomentar el análisis, la reflexión, la crítica o la responsabilidad.

Y eso, siempre, con todo. Y se nota siempre y en todo.


El otro día supe de un conflicto entre algunos padres de alumnos y la dirección de un colegio. Al parecer, había habido un problema entre niños, con insultos, amenazas, redes sociales y grabaciones como ingredientes principales. Y el modo en que las partes (sobre todo los padres) se enfrentaban a él fue vergonzoso: los modales, la actitud beligerante y recelosa, el no escuchar, el llenarse la boca de palabras sin entenderlas, el tono desmesurado, la falta de respeto, los gritos, el sacar pecho, la estrechez de miras, el egoísmo, etc., hizo que alguien comentara "Aquí hay gente que ve mucho Sálvame".

Y no me parece ninguna tontería.

Por supuesto, Sálvame no tiene la culpa de que la gente tenga problemas, ni de que vayamos por la vida buscando asuntos sobre los que vomitar nuestras frustraciones. Pero creo que no es casualidad, que no es anecdótico ni inofensivo, que programas con tanta audiencia como ese y otros parecidos lleven años ofreciendo como modelos a imitar, como modelos de éxito, a personajes que no solo no son ejemplo de nada positivo ni tienen mérito alguno, sino que por lo general son todo lo contrario: incultos, maleducados, zafios, horteras, agresivos, egocéntricos, vividores, interesados, mezquinos, malintencionados, mentirosos, etc.; y que normalicen e incluso popularicen una forma de comportarse, un estilo, una idea de lo que vale y lo que no vale, de lo que triunfa, de lo que tiene vigencia y utilidad, unas referencias sociales, absolutamente negativos. No creo que dé igual.

La tele no es el demonio ni la causante de todos nuestros males. Ojalá: se apagaba y listo. Pero contribuye a moldear personas, y por tanto a conformar una sociedad; y lo hace fatal.

Porque es verdad que esos comportamientos siempre han existido, pero jamás se le había ocurrido a nadie pensar que estaban bien.


53 comentarios:

  1. Anónimo1/6/12 14:18

    Me gusta mucho tu reflexión. Tengo una amiga, profesora, ya a punto de jubilarse, que siempre dice que entre su alumnado hay un antes y un después de la irrupción de "Gran Hermano". En la manera de hablar, de relacionarse, en el tono de voz... Estos programas han tomado lo más zafio de nuestra sociedad (que ya existía) y lo han elevado a categoría de... categoría. A modelo de éxito. Y esto a su vez, ha cambiado la sociedad que pretendía retratar...

    Yo creo que la televisión en España ha sido como si en los últimos 20 años estuviéramos inmersos en un caldero que se va calentando... cuando nos hemos dado cuenta nos habían hervido. Quiero decir que la cosa ha sido progresiva, que nos han ido "deseducando" el gusto... que hace 20 años, cuando "nació" la telebasura, no habríamos tolerado programas como "Sálvame"... que hoy nos parecen de lo más normales.

    En televisión se da la paradoja de que algo bien hecho puede ser moralmente detestable. Y esto es lo peor de ciertos programas: lo bien hechos que están.

    Por último recordar que incluso las televisiones privadas son concesiones de un bien público... alguna responsabilidad tienen.

    http://madredemarte.wordpress.com/

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  2. “La tele (...) contribuye a moldear personas, y por tanto a conformar una sociedad; y lo hace fatal.”

    Pues yo creo que lo hacen muy bien, en serio!

    ¿Quienes son los propietarios de las TV? ¿Cuáles son los intereses de estos propietarios? ¿Qué modelo de sociedad les conviene para no ver amenazados sus intereses? ¿Qué tipo de individuos?

    Respondiéndome estas preguntas, tengo que concluir que las TVs lo hacen estupendamente.

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  3. Naturalmente, T., tu estupendamente es mi fatal.
    Pero eso es la segunda parte. Y creo que, aunque parezca mentira, aún estamos en la primera: hacer ver cómo es y qué provoca la tele.

    Madre, de acuerdo, claro.

    Besos y abrazos.

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  4. ¿Quién influye sobre quién?. ¿La TV en la sociedad o al revés?. No creo que sea unidireccional, es claramente bidireccional. Si no hubiera caldo de cultivo no existiría Sálvame. Si todo el mundo leyera habrían muchos más programas sobre libros. Si a nadie le gustara el fútbol, éste sería anecdótico. Antes de hacer un programa, lo primero que estudian es si hay algún nicho que lo vaya a consumir.

    TV formadora la hay. Tengo chiquicientos canales en casa y te aseguro que hay para todo, desde películas de calidad hasta documentales magníficos, tanto sobre fauna, como historia, etc. Pero la gente no los ve y, si no los ve, siempre serán minoritarios.

    La TV es de los inventos más democráticos que tenemos: mucho donde escoger y con un simple click decidimos lo que nos interesa. Y lo que nos interesa llenará las parrillas. Nadie fuerza, eres absolutamente libre.

    Me parece Porto que no te gusta nuestra TV porque eres demasiado diferente de los que te rodean y tienes inquietudes muy distintas.

    No es la tele, es la gente que la consume y, aquélla se aprovecha de ésta para moldearla aún más de lo que ya está.

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  5. ¿quién decide la programación de TV? ¿La gente o su dirección?
    La encuesta general de medios es muy limitada (a mi me la hicieron y me molestó bastante). Asi que realmente no sabemos lo que ve la gente.

    Tenemos lo que nos interesa de entre lo que ellos nos ofrecen.

    solo eres "absolutamente libre" para apagarla.

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  6. Hace unos meses le preguntaron en una entrevista a la directora de RTVE por qué hoy en día no era posible emitir un programa como "la bola de cristal".
    Ella contestó que no era posible porque la televisión pública, hoy en día, tenía que ser "generalista".
    El entrevistador le insistió, le pregunto por el significado de este palabro, y ella contextó que era tener un poco de todo.
    Insistió el presentador en que, en ese caso, un programa como "la bola de cristal tendría hueco en esa programación". Ya no supo más que decir la directora de RTVE al respecto. Sólo que era posible en aquella época, pero ahora ya no.

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  7. Te aseguro Morelli que con los cientos de canales que hay cada día ponen programas para todos los gustos. Canal Historia por ejemplo, Discovery, National Geographics, TCM, varios canales de cocina, muchos de música, canales de deporte, etc. Hay mucha calidad, pero suelen ser canales minoritarios que poca gente ve. La 2, sin ir más lejos, suele tener una calidad aceptable.

    Pero parece que la gente es más del Sálvame y similares.

    Hace años había un programa, creo que en la 2, que se llamaba La clave, dirigido por José Luis Balbín. Tenía una enorme calidad y una aceptación bastante considerable, pero era demasiado libre para un canal público (curioso, ¿no?).

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  8. Juan, existen unas herramientas poderosas de mercado que consisten en "formar consumidores".

    Nada es casual. Que el dueño de Telecinco, que es quien ha ido empujando las barreras que limitaban el comportamiento agresivo y zafio (presentadores salidos de los reality) fuera Berlusconi, no es casual.

    Por una parte están las televisiones públicas, de las que son responsables los políticos. Se hizo una Ley en la que el Gobierno anterior se negaba a sí mismo el derecho a dirigir (sobre todo los informativos), y ahora se hace otra por el que la mayoría gobernante los dirige ("para aumentar la pluralidad"!!!). Nada es casual.

    Con respecto a las otras, nada se puede hacer cuando la libertad más sagrada es la del mercado.

    Pero todos pagamos las consecuencias. Cualquier idiota puede decir, y lo dicen continuamente, "respeta mi opinión". Sin fundamentarla. Y eso se aprende en esos programas.

    Termino con unos versos que Miguel Hernández dedicó a su novia, pero creo que des-enamorizados, (y cambiando el "amor humano" por la libertad y la dignidad), valen igualmente para el caso:

    Nada me salvará de este naufragio
    Si no es tu voz la tabla que procuro
    Si no es tu amor el norte que pretendo.

    Mas eludiendo con ello el mal presagio
    De que ni en ti siquiera habré seguro
    Voy, entre pena y pena, sonriendo.

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  9. Cuales de esos programas son gratuitos. Yo no puedo ver gratis ni National Geographic, ni Discovery, ni Canal Historia, por ejemplo.

    Estoy de acuerdo con que la clave (que yo veía de adolescente, porque lo veía mi padre) lo suprimieron por motivos políticos. Pero eso nos da la razón a los que vemos una televisión dirigida. Especialmente es la pública. Una televisión pública que solo busca captar audiencia es mejor que la cierren y nos devuelvan la pasta que cuesta a todos los españoles para que nos podamos abonar al Discovery.

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  10. Tienes razón Morelli, no son gratuitos, pero merecen la pena. Por lo que cuesta tener telefóno fijo e Internet de telefónica, tienes en ONO la posibilidad de tener además TV con montones de canales.

    Si sólo hablamos de los gratuitos, es mejor no encender la tele.

    Nan, yo parto de la base de que en España se dan las condiciones para que el quiera ser borrego no tenga excusa. Las herramientas poderosas de Mercado en formar consumidores chocan con la persona bien formada, responsable, que busca, se informa y piensa.

    Tenemos unas herramientas mucho más poderosas que las del mercado a nuestra disposición para no permitir que nos embrutezcan: se llaman libros, bibliotecas, internet....Pero hay demasiada gente que prefiere el estilo zafio de Berlusconi. Han escogido ser así y así son. Hoy en día el que ha decidido ser bruto, lo es por elección.

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  11. Juan,
    Yo no te voy a discutir que ser bruto es una elección. Estoy de acuerdo. Pero si digo eso solo, ya empiezo a sentir que no estoy de acuerdo, que falta algo.

    Dices en tu intento de contrarrestrar el argumento de Nán: “Las herramientas poderosas de Mercado en formar consumidores chocan con la persona bien formada, responsable, que busca, se informa y piensa.” Pero omites que esas herramientas tienen éxito con las menos formadas, con los jóvenes y niños. Y que su persistencia crea generaciones de personas de-formadas, de membrillos que ya no pueden elegir.

    Eso es lo que me parece que falta: la consciencia del enorme mal que se inflige a la sociedad por parte de los programadores televisivos. ¿Estamos de acuerdo?

    Si es así, ya estamos en condiciones de aplicar la responsabilidad individual antes esta situación: ¿qué podemos hacer?

    Un saludo

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  12. Tienes razón Taliesin, pero hasta cierto punto. Los jóvenes y niños son auténticas esponjas y absorben todo lo que ven a su alrededor. Pero esos jóvenes y niños se supone que tienen padres que "deberían" ser los mejores y más cercanos ejemplos para que esas esponjas absorban lo "adecuado" (uf, eso de lo adecuado es tan peligroso). Unos padres sensatos, formados y comprometidos tienen muchas más posibilidades de formar hijos equilibrados y con criterio propio, por mucho que los programadores se emperren en programar mentes infantiles.

    Sé que soy muy radical en la responsabilidad individual, pero es la única manera, a mi juicio, de cambiar esta sociedad. Si no podemos prohibir contenidos de la TV (sería muy poco recomendable), vamos a esforzarnos por cambiar nuestra sociedad y a nuestros hijos para que sepan afrontar los retos de la libertad, que son muchos. Si cambiamos la mentalidad, los programadores no tendrán más remedio que adaptarse o morir.

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  13. Vaya por delante que no veo televisión. Ni un segundo en las semanas en que mi compañera está fuera; y pelis y algunas series malas cuando está. Ni siquiera entonces veo telediarios, que ella sí. No creo que por eso sea mejor que otros. Pero sí tengo la formación mínima necesaria para elegir. Ahora, por ejemplo, estoy terminando por segunda vez la serie The wire, la mejor serie del mundo, una gran escuela de narrativa (los guionistas se saben al dedillo a Shakespeare y a Dostoievski, Balzac...) y unas 80 horas en las que, minuto a minuto, encuentras el mejor cine del mundo. La veo en un “aparato” de TV, pero lo controlo mediante el aparatito de DVD que hay debajo. Ese Baltimore es una metáfora del mundo actual y me sobrecoge el corazón: en cada estamento, drogadictos, narcos, policías, políticos hasta que logran el puesto, periodistas... hay siempre dos o tres personas buenas. Y lo demás es basura genética.

    Al igual que con los “gustos” televisivos, estoy seguro de que los que “tenemos formación” no caímos en la estafa piramidal de los tiempos del “compre, compre, lo tengo a buen crédito”: mantuvimos nuestro pequeño coche o lo cambiamos por otro de semejantes condiciones; no nos hipotecamos a un nivel que cruzara la línea del absurdo; no aprovechamos la “gran ocasión” para especular con dos apartamentos en la playa...

    ¿Y sabes lo que ha sucedido? Que los que gastamos dentro de nuestras posibilidades no tenemos ahora recompensa (salvo la de no tener créditos angustiosos). Nuestros derechos básicos son “barridos” uno por uno. Soy hombre de pocos gastos (ninguno suntuario): libros, copas y alguna cena con amigos, Internet, comprarme una serie o película cuando es excelente, ir al cine o al teatro. Y ahora, cuando me queda menos de un año para jubilarme, tengo miedo: es posible que me bajen la pensión con la que contaba, los pequeños planes de pensiones de complemento que debían permitirme seguir llevando una vida modesta podrían incluso verse explosionados si las peores perspectivas se cumplen.

    Es decir, aunque tengo una gran biblioteca, existe la posibilidad, por pequeña que sea, de que no pueda pagar la conexión a Internet: mi gran ventana al mundo.

    Y todo eso, ¿por qué? Porque mi vida está unida a la de la gran mayoría. Tú, Juan, trazas una frontera entre los “formados” y los “no formados”: pero es falsa. Que la gran mayoría vea esas tertulias en las que gente sin la menor formación se insulta, no dejan hablar al otro, consideran que por tener una idea que verbalizar esta debe “ser respetada”, forman un guirigay y, de paso, enseñan a la gran mayoría que esa es la forma de comunicarse, afecta gravemente a la vida en sociedad: no hay torres de marfil (ni de adobe, donde refugiarse).

    Lo mismo que un Estado debería proteger los derechos básicos de todos, también debería intervenir en que la Gran Maestra de la sociedad cumpliera unos mínimos. Parece que no es posible. Por eso tengo miedo. Mi formación no me salva.

    Solo una educación pública, brutalmente dotada de fondos, universal, de la que ningún ciudadano pudiera salir sin un control suficiente del lenguaje matemático e inmejorable del lingüístico, capaces de razonar y de haber hecho varias redacciones e informes críticos, aliviaría ese peso.

    Quienes tenemos formación no pertenecemos a un espacio que está aparte de eso, no estamos a resguardo. Incluso diría que tenemos una responsabilidad personal mayor de dejar que se haya instaurado la Sociedad del Espectáculo que tan bien describió Guy Débord a finales de los 50, principios de los 60.

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  14. Cuando yo sea mayor quiero ser programador televisivo: son los únicos que no tienen responsabilidad individual! (Quería ser Mercado para hacer lo que me diera la gana pero me dijeron que no valía, que eso era una cosa, no una profesión).

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  15. Crees demasiado en la educación pública Nan. No niego que me gustaría una como la que tú apuntas, universal y brutalmente dotada de fondos. Pero creo infinitamente más en la educación "privada", la que te dan los padres.

    De los mejores colegios del mundo no salen las mejores personas del mundo. Es mucho más probable que las mejores personas del mundo salgan de familias honestas, honradas, ocupadas en educar a sus hijos.

    Nuestras vidas están unidas a las de todos, y las torpezas o aciertos de los demás influyen en nuestras vidas, pero eso no nos exime de intentar que nuestro pequeño mundo sea el mejor de los posibles. Tu austeridad o la mía propia han conseguido que este país tenga menos deuda y, dentro de la vorágine general, hemos contribuido con nuestro granito de arena a que la situación no sea peor. Yo no puedo cambiar a los políticos, la banca, el mercado o a los programadores, pero puedo intentar que eso les afecte lo menos posible a mis hijos y que ellos no entren a formar parte inconsciente de un sistema maléfico. Espero que tengan consciencia y conciencia.

    Y hay una nítida frontera entre los formados y los no formados. Los unos son borregos que sólo alcanzan a reaccionar para empeorar aún más las situaciones que viven y los otros, si no son dueños por completo de sus vidas, si son al menos dueños de sus respuestas, de sus ideas, de sus maneras de enfrentarse a la incertidumbre.

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  16. Desde luego que no estamos discutiendo se estar formados es mejor o peor: es muchísimo mejor.

    Y es cierto que salen asesinos en serie, o canallas en serie, de los mejores colegios; pero también de las mejores familias (y lo digo en sentido literal: familias de gente buena y honrada, preocupadas por sus hijos). Son misterios que nos superan y que, por fortuna, afectan a un porcentaje muy menor.

    Lo que intento es responder al título del post y apostar por la educación. Una educación que nunca se ha realizado, porque no se le ha dado la prioridad necesaria. Creo que solo eso dará ciudadanos capaces de discutir razonadamente entre ellos de sus problemas con el objetivo de encontrar soluciones.

    También ceo que los “formados” tenemos una responsabilidad superior, que tú no vas a poder cambiar todo eso, pero que el crecimiento de colectivos en esa dirección es una oportunidad. Mis estudios universitarios los hice sin “coste”. No los podría haber hecho con las tasas que se pretenden cobrar ahora. Había becas, sí: un número muy limitado que por fuerza habría dejado fuera a la gran mayoría. Ya sabes: “Todos pueden ser presidentes de USA”, pero la estadística nos dice lo contrario.

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  17. Hola. Perdonad el mutismo; es que no estaba. Pero he ido leyéndoos.

    Juan, yo creo que confundes causa y efecto.

    Con eso no quiero decir que en la disquisición audiencia vs programación esté claro que esta genera aquella: la cuestión es, en mi opinión, que esa ecuación tiene muchos más términos, y no se puede considerar aisladamente.

    Las audiencias, y en general las preferencias, no surgen de la nada ni son algo aleatorio. Son reflejo, claro, de lo que somos, son una cara de la sociedad que tenemos. Sociedad que tampoco es lo que es por arte de magia, sino que es el resultado de un proceso de conformación constituido por lo que nos sucede, cómo lo vemos, cómo nos lo contamos y qué pensamos al respecto. Proceso que se puede acometer de muchas formas, y en el que influyen infinidad de factores, en un sentido u otro. Y cuando digo influyen quiero decir que entre todos van dando forma a una sociedad, unos tirando hacia un lado, otros hacia otro, unos a nuestro gusto, otros no.

    Y uno de esos factores son, sin duda, los medios de comunicación. Entre los cuales destaca todavía, a mucha distancia de los demás, la televisión, como informadora y formadora. El más determinante, creo yo.

    Claro que la televisión sale de la sociedad. La cuestión es ver de dónde sale esa sociedad.

    Dices, con razón, que quien quiere puede (dejemos a un lado por un momento el tema de si hay que pagar o no; aunque la diferencia es fundamental) ver programas de calidad. Y que, desde luego, lo que sin duda está en su mano es no ver los malos, ni ver la televisión. ¿No te das cuenta de que precisamente el problema del que hablamos es que la gente (o mucha gente) quiere ver eso? ¿Incluso que ni siquiera la opción de apagar la televisión es del todo real, porque es inseparable de infinidad de otros factores, entre ellos las alternativas?
    Ese, Juan, es el problema, no el dato de partida; esas preferencias no son la causa, sino la consecuencia. Y precisamente el objetivo de unos planteamientos distintos sería lograr otros intereses, otros criterios.

    Las preferencias no son una cuestión genética; vienen de algo. Algo que tiene que ver con todo lo que he dicho, y más inmediatamente con la educación, con las modas, con el mensaje que se da, con qué se repite; y con las alternativas, las opciones, claro. Los gustos se van manipulando con facilidad. Crear afición por ciertas cosas está chupado. Sobre todo si no exigen ningún esfuerzo mental por parte del receptor.
    Y yo tengo claro que un estado que se precie debe fomentar ciertas cosas, y no otras; que debería ofrecer ciertas cosas y no otras.

    “El que no quiera ser borrego no tiene excusa”, dices. Es que lo fundamental, el gran logro por conseguir, el punto a partir del cual todo cambiaría, porque de hecho ya tendríamos otra sociedad, es que ninguno queramos serlo. Saberse borrego y decidir no querer seguir siéndolo no puede ser la condición, sino el objetivo; una vez alcanzado, por supuesto que la programación cambiaría. ¡La programación y todo!

    Hablas de los padres, de la ecuación de la familia. ¿Y quién educa a los padres y a las familias? Somos el fruto de lo que nos rodea. Y la televisión, como tantas otras cosas, puede contribuir en un sentido u otro. Y yo digo que podría contribuir a formar e informar, y sin embargo hace lo contrario.
    El tuyo es el punto de vista de quien es consciente de la situación, quiere cambiarla y además conoce sus recursos para lograrlo. Y en esa situación, es verdad que no tienes excusa. Ahora por lo que hay que trabajar es por que todo el mundo esté como tú.

    Y la tele, que no es fruto del azar, desde luego no lo hace. La tele, incluso aunque no entremos en las posibles razones ocultas de quienes la controlan, está claramente remando en la dirección contraria.

    Un abrazo, a ti y a todos. Da gusto dejaros solos :)

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  18. no crees, juan, que esa idea de definir el borreguismo individual desde la superioridad intelectual (dudosa) es otra forma de borreguismo. Creo que te has tragado la propaganda de los que nos quieren convertir en borregos para que no discutamos sus recortes, sus proyectos, sus mentiras.
    ¿crees de verdad que la austeridad individual cambia algo de lo que nos pasa colectivamente: los bancos deben 1.090.000 millones de euros a las familias (es esta la cantidad de depósitos de sus ahorros) mientras que las familias deben, en créditos, 861.438 millones de euros a los bancos. Qué austeros hemos sido, no?. Las familias tienen en los bancos ahorros por un valor casi 300.000 millones mayor que el dinero de los préstamos que tienen que devolver.
    Sabiendo esto ¿sigues creyendo que la crisis es un problema de austeridad individual, de las personas, y desde ahí defines lo que es un borrego? ¿o que es debida a que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades? ¿quienes han vivido por encima de sus posibilidades? ¿la gente que ha ahorrado 300.000 millones de euros más de los créditos que ha pedido a los bancos o los políticos, bancos y 24 empresas del IBEX 35 que no han ahorrado nada y que han generado una deuda externa que asciende ahora a 1,3 billones de euros, de los cuales unos 941.000 millones corresponden a los bancos, unos 200.000 millones a Endesa, Telefónica, Gas natural y Cia y otros 160.000 millones son deuda pública externa muy reciente, desde el año 2008 (rescates bancarios, FROB y todo eso).
    Esta deuda, desde mi punto de vista "odiosa" supone un 79,2% de la deuda externa total del país (el otro 20,8% nos corresponde a "nosotros", al financiamiento de los servicios públicos, las deudas de las pymes y un poco a la deuda privada.
    La morosidad de las familias anda en un 3%. La de las grandes empresas, especialmente las constructoras e inmobiliarias, en un 20%.
    Ahora se trata de que su deuda la paguemos nosotros, con nuestros ahorros, sueldos y recortes.
    Esto no lo cuenta ningún canal de televisión, ni siquiera de pago.
    Y aunque lo sepamos, aunque no seamos unos borregos desde tu punto de vista, lo seremos aún más por no evitarlo, sabiéndolo.

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  19. “¿Quién influye sobre quién?. ¿La TV en la sociedad o al revés?. No creo que sea unidireccional, es claramente bidireccional. Si no hubiera caldo de cultivo no existiría Sálvame. “

    Este párrafo de Juan me parece muy interesante para reflexionar. En él encuentro no solo una socio-lógica, sino algo más: una justificación, es decir, una ideología.

    Se dice que la influencia TV – sociedad es bidireccional y yo estoy de acuerdo. Pero se resalta que “si no hubiera caldo de cultivo no existiría Sálvame “ y se omite la otra parte de la bidireccionalidad, a saber: que si no existiera Sálvame tampoco tendríamos su demanda.

    Así las cosas, ¿cuál es la solución? Una vez más, a pasar del reconocimiento de la bidireccionalidad, vuelve a apuntar tan solo a una parte: la solución es que las personas no demanden ese tipo de TV haciendo uso de su responsabilidad.

    Pues bien, yo digo que ese olvido de una parte de la bidireccionalidad es ideológica, es decir, un sistema de justificaciones del poder, en este caso mediático. Las televisiones, sus programadores, quedan libres de responsabilidad. Del mismo modo que los banqueros no son los responsables por haber concedido préstamos a personas con escasa solvencia, ni por haber endosado participaciones preferentes a jubilidados. La responsabilidad es de los que pidieron los créditos y firmaron las preferentes, porque son unos ignorantes. Y este tipo de problemas se solucionarán cuando los jubilados ignorantes lean lo que firman, y en vez de embrutecerse 40 años trabajando de emigrantes en Alemaña, se dediquen a formación.

    Yo no creo, Morelli, que sea borreguismo esta actitud. Mas bien es ventriloquía, en tanto que lo que hacen estos intelectuales es hablar con la voz del amo.

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  20. el problema es que no sólo lo que entendemos por intelectuales está repitiendo esa idea denigrante una y otra vez. También la han asumido las víctimas.
    El otro día le preguntábamos a una chica inmigrante legal qué le parecía que restringiesen los derechos sanitarios a los inmigrantes sin papeles, y nos contestó sin empacho que si los que sabían de economía habían decidido que era necesario hacer esto para dentro de unos años salir de la crisis, que bien hecho estaba restringir los derechos sanitarios de sus compatriotas.
    Esto da la idea de que aquí lo que predomina abrumadoramente es el sálvese quién pueda. Mientras tenga unos canales de televisión de pago que me entretengan, mientras saque ventaja de tener papeles, mientras me jubile decentemente... pues no tengo por qué hacer nada por los que no disfrutan de esas ventajas, no vaya a ser que, por hacerlo, pierda lo poco que tengo. Lo que nadie parece comprender, por que es muy duro asumirlo, es que las ventajas de cada uno, por pequeñas que sean, están amenazadas.

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  21. Estoy de acuerdo con lo que dices, Morelli. Es algo así como lo que se nos cuenta en Il portiere di notte de Liliana Cavani (también en Saló de P.P. Pasolini). Nos identificamos con el poder, porque de esa forma, aliviamos nuestros sentimientos de zozobra y de incertidumbre que provoca precisamente el poder.

    El control está en el poder y mis posibilidades de control pasan por hablar como el poder. Además se utiliza la culpa como elemento de dominación: soy responsable de lo que me está pasando (porque soy judío, porque soy homosexual, porque soy parado y estoy cobrando prestación, porque estoy enfermo y tengo que coger una baja ...

    Las pobres mujeres medievales, muchas de ellas histéricas, llegaban a aceptar la condena a la hoguera para purificar sus culpas, identificándose así con la mirada pecaminosa del Santo Oficio de la Iglesia Católica sobre la sexualidad.

    En fin, que diferente es que “La gente tenga el poder” de que “El poder tenga a la gente”!

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  22. Uy, que de comments. Espero no repetirme. Solo venía a decir que de peque quería ser periodista y me dio por estudiar Ciencias de la Información. Craso error. Tenía que haber ido a Gran Hermano y liar la de Dior es Christian. Así tendría asegurado un puesto como comentarista en cualquier programilla de esos.

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  23. Anónimo4/6/12 18:41

    Creo que olvidamos algo sobre la televisión pública y es que está dirigida o controlada por políticos.Habláis del poder del mercado y tenéis razón pero a mi me preocupa mucho otro poder, el político.Los medios de comunicación públicos son un arma de control, de manipulación de la información a favor de unos intereses o ideología.No entiendo por otro lado por qué siguen hablando de audiencias si ya no está financiada por la publicidad.
    Respecto a los canales privados está claro que son negocios y no son ellas las que se van a ocupar de educar a nadie;me conformaría con que tuviesen un entretenimiento de calidad porque también es cierto que mucha gente lo que quiere es evadirse de sus problemas por un rato, de su jornada agotadora de trabajo...
    Sin pretender más ¿No se puede conseguir esto de otra forma?Claro que si pero manda la audiencia y volvemos al debate del principio.
    El programa de Buenafuente puede ser un ejemplo.
    B.

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  24. A mi me preocupa mucho más cómo reaccionar cuando te meten en una discusión de tipo sálvame sin pretenderlo. El ejemplo que das de una reunión de padres es ideal, de heho muchos encontronazos se dan entre padres. También en una ocasión intnentaron agredirme porque supuestamente había saltado la cola de un cajero -no era cierto, estaban de cachondeo en la puerta, pero aún de serlo, y en cualquier caso, se justifica que dos ceporros treintaañeros new gilis de gimnasio intenten golpear a una mujer de treintaylosmismos sola y cargada de bolsas de la compra, jaleados por tres estúpidas de la misma edad. Es para pensárselo-.
    Esta discusión de causa-efecto, huevo-gallina, es brillante, pero retórica. El asunto serio, y a veces muy amedrentador, es vérselas con estos energúmenos y reconducirlos sin convertirse en uno de ellos.

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  25. Susana, ¿no crees que esa discusión trata, entre otras cosas, de algunas de las razones por las que esos comportamientos se dan, o, más exactamente, las razones por las que son admitidos?
    Claro que , una vez puesta en situación, mejor tener claro qué hacer que las causas sociológicas :-)

    Bienvenida.

    B., efectivamente hablamos de audiencias y volvemos a empezar.
    Ah, ¿Buenafuente es ejemplo de bueno o de malo (nunca lo he visto)?

    Besos.

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  26. No me considero en absoluto aliado con el poder. Pero lo que leo y percibo a mi alrededor es que TODA la culpa es de los mercados, bancos y políticos. Y nunca los he exculpado. Buena parte de responsabiidad tienen, pero siempre se omite la responsabilidad de todos en lo que está sucediendo, y también la hay....y mucha.

    De nada sirve pensar que nadie, excepto la triada demoniaca, tiene responsabilidad en lo sucedido, porque si no asumimos nuestra parte de responsabilidad del desaguisado, estamos condenados a repetir los mismos errores y a ser eternamente las víctimas de los malos. Es la mejor manera de perpetuar el borreguismo: tranquilo, tu no tienes culpa de nada, llora y grita. Cuando esta crisis se solucione, se seguirán con las mismas actitudes que nos han llevado a donde estamos ahora, ya que si nunca hemos hecho nada malo, nada hemos de cambiar.

    Pero resulta que somos los que debemos cambiar esto para que no se repita. Debemos responsabilizarnos de la política, de la economía y de la TV y para ello hay que comenzar a obtener el poder que nos han birlado por "no hacer nada".

    La TV pública (la del Estado) debería ser formativa e informativa, pero tras más de 30 años no es ni una cosa ni otra. ¿Porqué?: porque la hemos dejado en manos de los políticos. Ellos son responsables por acción y nosotros por omisión.

    La TV privada, a mi juicio, es y debería ser libre (con algunos límites evidentes). Y es que la libertad consiste precisamente en eso, en respetar hasta lo que no nos gusta o no consideramos que sea lo mejor para la sociedad. Nadie dijo que la libertad sólo generara cosas positivas ni que sea fácil de aceptar. La libertad genera diversidad y, en esa diversidad, se incluyen programas "poco edificantes". ¿Qué haríaís vosotros? ¿Acudir a la tijera, volver a los tiempos de la censura, convencer a Berlusconi que quite el Sálvame?. Yo desde luego no prohibiría casi nada, sería extremadamente peligroso, y la única opción viable es que sea la propia sociedad la que haga cambiar la TV.

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  27. Morelli, no sé de donde has sacado esas cifras. Si fuera así, sería maravilloso.

    La realidad es que cada español debe a bancos y cajas una media de 32.767 euros, una cantidad que supera en un 55,9% a los 21.017 euros que atesoran de media en depósitos, según los últimos datos del Banco de España sobre créditos y débitos de los hogares y las empresas residentes en España.

    Siguiendo con el Banco de España, en cuanto a la deuda exterior de España, hasta Diciembre de 2011 eran 1,775 billones de euros, de los que el Estado debía 635.000, las familias y empresas 423.000 y el sector financiero 716.000. Hay que tener en cuenta a la hora de valorar estas cifras que la deuda del Estado es sobre algo ya consumido (como el que se come un plato de gambas y lo tiene que pagar) y la deuda de empresas y bancos es, en su mayoría, sobre algo invertido. Esto significa que no se pueden contabilizar como deuda bruta ya que se tienen activos que producen diner a su vez. Que telefónica deba 100 euros por ejemplo, no significa que tenga -100, sino que esa deuda proviene de inversiones que están generando ingresos.

    Por esta razón las cifras que has dado no salen en ningún informativo.

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  28. Juan, no creo que seas un ventrílocuo del poder, lo que creo es que los que responsabilizan a las víctimas (sin negar yo su cota de responsabilidad) y nada o poco dicen de los que tienen poder y recursos para cambiar las cosas, esos sí me lo parecen. Y me irritan bastante, hasta el punto de no poder escuchar a los tertulianos radiofónicos, estómagos agradecidos de sus amos.

    A mi que exista un marco que regule la función de la TV que excluya contenidos antisociales no me parece censura. Censura es cuando se suprime un contenido que está dentro del marco regulador. (De tal modo, que a un individuo no se le censura por fumar en un hospital. Simplemente se le dice que está incumpliendo una ley). Yo sé que esto no es fácil, que ya existe el marco, etc. Pero también sé que no se hace prácticamente nada por velar por los intereses de la sociedad, y bastante por velar por los intereses comerciales.

    Por eso creo que tiene que haber una ciudadanía activa que presione y consiga el control democrático sobre los procesos de concesión de licencias para la emisión, y sobre los contenidos en el sentido aludido.

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  29. Anónimo4/6/12 23:56

    El progama de Buenafuente era un programa de entretenimiento bueno,con humor y crítica social a la vez.Con entrevistas muchas veces interesantes o más bien a gente interesante.Pero la sexta cambió de dueño...Lo intentó con otro progama en Antena tres pero se ha suprimido por falta de audiencia.
    Asi que estoy viendo" Resplandor en la hierba" en el canal de Paramount Chanel que tiene algo de pubblicidad y por eso estoy escribiendo esto.
    Besos y buenas noches.

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  30. Portorrosa, he dicho que me preocupa mucho más verme en la situación, lo cual en su literalidad no implica que niegue la validez de la deriva que toma la discusión, entre otras cosas, en cuanto a que hayas planteado el tema en tu post. Al igual que has dado pie a interpretarlo de la forma que lo he hecho yo, justamente en el título, "Nadie nos va a salvar". Sí que pongo en duda su validez en cuanto a que la veo meramente retórica, como ya he dicho.
    Bienhallado, un placer hablar con serenidad y educación en algún blog, y por cierto, por las prisas se me olvidó decir que me había gustado el post.

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  31. Como aquí lo que se está discutiendo es el uso que se hace de los medios de comunicación, y yo considero que este blog, por ser de acceso público, es un medio más de comunicación, considero conveniente aclarar algunas cosas.
    Según las estadísticas del banco de España, a fecha de diciembre de 2011, los activos financieros de los hogares e instituciones al servicio de los hogares sin ánimo de lucro ascienden a 1.718.716 millones de euros, entre los que se encuentran 857.070 millones de euros de depósitos, 526.663 en acciones, fondos y otros valores, están pendientes de cobro 65.221 millones de euros y el resto 269.762 son reservas técnicas de seguros. Al mismo tiempo, los créditos que estos hogares e instituciones sin ánimo de lucro al servicio de los hogares deben a las instituciones financieras asciende a 875.110 millones de euros, segundo el mismo banco de España, en las mismas estadísticas de la misma fecha. Dicho de otro modo, somos tan ahorradores los españoles que los bancos, el estado, y las entidades no financieras nos deben casi el doble de lo que nosotros les debemos a ellos. De hecho estamos bastante por encima del Reino Unido, Alemania, Francia o Italia en ahorro per cápita.

    En este enlace se pueden consultar estas estadísticas
    http://www.bde.es/webbde/es/estadis/ccff/cfcap2.html

    por otro lado tampoco faltan medios que hagan referencia al dato de la deuda,

    http://www.intereconomia.com/noticias-negocios/macro/deuda-familias-cae-nivel-mas-2007-20120604

    lo que sí faltan es medios que hagan referencia a los depósitos y valores financieros que las familias poseen, pero claro, destacan que la deuda siempre es muy alta, sin compararla con el ahorro.

    Juan, el artículo del que has sacado esa noticia, que reproduces literalmente en su primer párrafo, seguramente es este de libertad digital, que está muy bien, pero no lo has querido leer o trasladar completamente al blog.

    http://www.libertaddigital.com/economia/los-espanoles-deben-a-los-bancos-y-cajas-un-559-por-ciento-mas-de-lo-que-tienen-ahorrado-1276304872/

    este artículo precisa, unos párrafos más abajo, que en esas estadísticas se incluyen las deudas de las empresas:

    "Los madrileños y los barceloneses eran los españoles más endeudados a finales del año pasado, tanto en términos absolutos como relativos, ya que acumulaban créditos por valor de 349.728 y 218.769 millones de euros, respectivamente, lo que significa que cada madrileño tenía una deuda media de 58.638 euros y cada barcelonés, de 41.859 euros.
    En estos datos influye que los precios de las viviendas son, en general, más altos en estas provincias que en el resto de España, pero también el hecho de que la estadística incluye los datos de las empresas y buena parte de las más grandes del país tienen su sede en estas capitales."

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  32. por lo tanto (esta parte se me quedó cortada), al contrario de lo que opina Juan, que necesita citar parcialmente fuentes tan revolucionarias como libertad digital para seguir justificando su postura de que somos unos derrochones e irresponsables (aunque los haya, entre nosotros, claro está), si no nos consideramos responsables de las deudas de las empresas (sobre todo de las inmobiliarias), resulta que los bancos, el estado y las compañías de seguros nos deben el doble de lo que nosotros les debemos a ellos.
    Volviendo al tema de los borregos y demás, por el hecho de poder entender (más o menos) unas estadísticas del Banco de España no se me ocurre esperar de todo el mundo que haga lo mismo en vez de ver "Sálvame".
    Todos somos víctimas de la terrible televisión que tenemos, de sus pseudo-nodo-informativos, sus programas del corazón... también de que los canales alternativos de pago (que se citan aquí) sean más bien evasivos. Son víctimas los que ven la tele, y somos víctimas nosotros, pues, siendo conscientes de las responsabilidades, de la corrupción, de las tropelías de los políticos... nos encontramos en una situación igual al resto, o peor, por ser más conscientes, y estar más cabreados.

    Por cierto, Salvados es mi programa favorito. Y lo recomiendo.

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  33. Anónimo5/6/12 11:31

    Por favor, no mezclar ni confundir, me imagino que estará viendo en Paramount: Esplendor en la hierba

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  34. Muchas gracias, Susana.
    Bueno, si quieres decir es que de nuestra discusión no va a surgir ninguna solución... tienes razón :)

    "Resplandor en la hierba" es una película muy bonita en la que Jack Nicholson se ve obligado a dejar a Natalie Wood por las presiones familiares, se vuelve loco por ello y acaba persiguiéndola por un laberinto con un hacha.

    Yo en la guerra de cifras no me meto; reconozco que se me escapa un poco toda esa vorágine de miles de millones. Pero el penúltimo párrafo de Morelli nos trae de vuelta a la tesis del post: los efectos perniciosos de la programación televisiva sobre todos nosotros.

    Lo cual me facilita cambiar de post...

    Buenos días.

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  35. Porto, no es una guerra de cifras sino que unas (las que aporta Juan) están interesadamente sesgadas por los medios y las otras (las que aporto yo) son las oficiales.
    ¿De qué sirve rechazar la televisión cutre que tenemos y la información manipulada que nos dan para mantenernos ignorantes si cuando tenemos acceso a la información oficial le llamamos guerra de cifras?
    Eso suena muy exigente, pero desde mi punto de vista es "o cerne da deboura", el quid de la cuestión: nos consuela darnos cuenta de que los demás son unos borregos, y punto, y así nos quedamos, tan felices.

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  36. Bien, bien, fue una expresión usada sin pensar. Quería decir que no iba a comprobar vuestros datos, ni a opinar sobre ellos.

    Lo cual seguramente está mal, pero lo cierto es que me creo lo que dices, y me doy por satisfecho con leértelo.
    Y además, como digo, reconozco mis limitaciones para entender su verdadero alcance. Es decir, que aunque entienda la comparación que establece(i)s entre los activos y pasivos de unos y otros, sus implicacione se me escapan.

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  37. pues el alcance de estas estadísticas, desde mi punto de vista, desmonta la idea de que somos unos derrochones, o que vivimos por encima de nuestras posibilidades (cosa que, como dice JL Sampedro es imposible, científicamente). Si los bancos deben mucho más dinero a los ciudadanos que los ciudadanos a los bancos, resulta que dejar caer la culpa de la crisis sobre las espaldas de la ciudadanía es una decisión política profundamente injusta que no responde a ninguna razón económica. Si los que están endeudados hasta las cejas son los bancos y las empresas privadas, con su pan se lo coman. No hemos tenido que ver nada nosotros (como conjunto), nada.
    En tu post decías:
    "En lo que a la información respecta, la tele, como el resto de los medios, manipula básicamente de dos formas: por la elección de sus contenidos, y por el modo de tratarlos. Es decir, por un lado nos cuenta sólo lo que quiere, y por otro, nos lo cuenta como quiere. Así, distrae nuestra atención de ciertos temas y la centra en otros, sobre los que además favorece una determinada línea de opinión"
    Completamente de acuerdo. En este caso favorece la linea de opinión que nos culpabiliza de la crisis a todos. Y esta idea, como he podido leer en los comentarios, cala. Vaya si cala, por mucha actitud crítica que tengamos hacia la caja tonta y los medios mayoritarios.

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  38. Ya que os gusta discutir por ver como se lía la madeja, la banca ha de tener más dinero del que presta, es de las escasísimas reglas que se le obligan a cumplir. Difícilmente se puede concluír que un pais de la cee es o no derrochador porque la banca tenga más depçósitos que prestamos.
    Un saludo :).

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  39. Sí claro, para prestarlo lo tiene que tener.
    Pero no tiene por qué ser a base de depósitos. El negocio de la banca está (actualmente) en comprar dinero a interés bajo a otros bancos y venderlo (prestarlo) a los gobiernos y a particulares y empresas a interés más alto.
    Lo de garantizar los depósitos al 100% es algo que el ultraliberal Milton Friedman sugería (pasmoso) y que nadie quiso aplicar.
    Los bancos y las empresas españolas son de las más derrochadoras del mundo, están endeudadas hasta las cejas. Y además han prestado dinero a las inmobiliarias y las constructoras y estas no se lo pueden devolver porque no venden los inmuebles que han construido con sus créditos.
    Los ciudadanos no, están obligados a devolver sus deudas si no quieren que les embarguen (de hecho la deuda de las familias disminuye mes a mes desde hace unos cuatro años: a pesar de la difícil situación económica pagan religiosamente).
    Es verdad que habrá millones de ciudadanos que no tengan deudas y otros millones que apenas tengan ahorros (esos derrochones).
    Yo lo que intentaba con mi comentario era desmontar esa idea tan extendida de que la crisis se produce por que somos unos derrochones.
    Yo creo que lo importante para la crisis no es la cantidad de ahorro que tengamos los españoles (que muchos analistas financieros ven como un resorte muy importante para salir de la crisis, porque el ahorro en España es muy alto: sólo Alemania tiene más depósitos bancarios que España dentro de la UE, y tiene casi el doble de población).
    La clave local de nuestra crisis, señalada por algunos autores ya hace años, (Ricardo Verges, por ejemplo) está en que los bancos españoles pidieron ingentes cantidades de euros a los bancos europeos (Paribas, Deutsche Bank...) para prestárselo a las inmobiliarias (Fadesa, Metrovacesa...). Ahora estas quiebran y no lo pueden devolver, y por lo tanto los bancos no pueden pagar el dinero que les prestaron los bancos europeos. Francia y Alemania, que defienden sus bancos, no quieren que los bancos españoles se vayan al garete porque quieren que los bancos alemanes y franceses cobren sus deudas. Por lo tanto obligan por todos los medios a que el gobierno español inyecte dinero público en los bancos a base de pedírselo prestado a bancos europeos y españoles más solventes para luego meterlo en los bancos menos solventes para que estos puedan pagar sus vencimientos.
    Así el dinero que un banco le presta al estado español termina en el mismo banco, pero con dos intereses aplicados al capital: el que le cobra el banco europeo al gobierno español al prestárselo y el que le paga el banco español con problemas al europeo al devolvérselo. El interés que le cobra el gobierno al banco español con problemas es el más bajo de los tres intereses en liza, en torno al 1%. Es una estafa de proporciones gigantescas. Y está tan bien diseñada que la UE separa lo que es deuda pública de lo que es déficit. Por un lado la deuda pública puede aumentar lo que haga falta (es la condición indispensable para la estafa), pero el déficit está super controlado. Supongo que para ahogar la posibilidad de recuperación económica de ciertos países. Así solo se pueden endeudar para pagar las deudas de sus bancos pero no para transformar la economía o producir tecnología. Cada vez son menos productivos, exportan menos y se tienen que endeudar más. La deuda pública externa de España, Italia, Portugal y Grecia es el mayor negocio que han hecho los bancos franceses y alemanes (fundamentalmente) en toda su historia.

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  40. Si eso es así (y no es la primera vez que oigo esa explicación), es tremendo.

    Y una vergüenza. No ya que todos esos actores hagan lo que hacen en defensa de sus propios intereses, sino que lo puedan hacer, que el sistema lo permita. Y constatar, una vez más, que hay no hay más autoridad que la económica; que nadie más pinta nada (o pintan, no sé, pero resulta que tienen sus mismas prioridades).

    En fin.

    Buenos días.

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  41. Lo que hay que hacer, nuevo amigo, es apagar la puta tele.

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  42. La cosa es tremenda, sí. Y está ahí para el que lo quiera ver. En ese sentido, la crisis está sirviendo para que el niño (15M) haya podido gritar: el rey está desnudo.

    Por qué existe aún mucha gente que no lo quiere ver?

    Muy sencillo. Ver la cosas crudas, tal como son, implica que tenemos que adoptar decisiones existenciales que nos dan miedo. Y nos dan miedo porque nos introduce en una senda de incertidumbre. Y, queridos amigos, hemos sido educados para vivir en la seguridad de un mundo de certidumbres, donde, primero los padres y después las autoridades, nos describen un paisaje y una ruta que se sotiene con la fe de todos.

    Justamente, esa es la misión fundamental de los medios de formación de masas, especialmente de la televisión: sostener la fe y convencernos de que el Rey va vestido.

    Buenos días

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  43. No puedo, nueva amiga, que no la enciendo.

    Es difícil. Da miedo. Y además, necesitamos tanto el orden, esa seguridad, que incluso aunque vengan con la mejor de las intenciones y explicándolo todo, incluso aunque en realidad veamos las cosas como ellos, desconfiamos de quien critica lo establecido y lo descalificamos, y nos ponemos en contra.

    ¿Cuánta gente despotrica de los políticos, de los bancos, del "sistema", y cuando les dices que exactamente ese es el discurso del 15-M reculan inmediatamente?

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  44. pues habrá que esperar a que todo el mundo pierda su seguridad material y su estabilidad emocional para que nadie tenga nada que perder (para que volvamos a la época de las alpargatas, antes del 600), y entonces, cuando no quede nada por lo que pelear, peleemos.

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  45. Me gustaría matizar eso de que necesitamos el orden. En cierto sentido, sí. Pero el orden que necesitamos es el que nos organiza las cosas tal como son. El problema es cuando el Orden (con mayúscula) se impone sobre la realidad y no la organiza sino que la oculta. Esa es la situación actual: las personas se agarran a un clavo ardiendo y acabarán quemándose.

    Precisamente la pérdida de la estabilidad emocional radica en esa incongruencia entre el Orden y los hechos (que son tozudos). La tarea es, por lo tanto, organizar la realidad de nuevo. Y ésto es una operación que se hace en el propio pensamiento, expresando la consciencia sobre los hechos, y en las relaciones sociales de todo tipo. A ésto me refería con las decisiones existenciales que deben ser tomadas. El no hacer nada y seguir agarrándose al Orden, ciegamente, solo puede conducir a incrementar el sufrimiento y las soluciones violentas.

    Por eso yo creo que es grande nuestra responsabilidad!

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  46. Morelli, estaba de acuerdo contigo en la idea de que los bancos han dilapidado más alegre e impunemente que las familias, gracias por la explicación (que veo necesaria para seguir el hilo de tu argumentación).
    Mi punto de vista es que la actuación de los bancos está muy poco regulada, y que la supervisión ejercida por el bce durante estos años de crisis financiera, desde 2007, ha sido claramente ineficaz a sabiendas. Esto no tendrá nincguna consecuencia política ni penal, salvo que MAFO haya dimitido un mes antes de lo que le tocaba.
    Hay un porcentaje de deuda privada muy importante, no quiero pasarlo por alto. En este sector están metidos muchos derrochones, (inversión en vivienda sobre plano para revender, por ejemplo), y muchas familias honestas que están pasando las de caín. En mi opinión el precio de la vivienda superó hace mucho tiempo los límites de lo razonable en función del salario medio -sin olvidar que el coste del alquiler corre paralelo a la compra, no es una alternativa eficaz de control- , sin que ningún organismo hiciera el menor intento de analizar las consecuencias de el encarecimiento tan inasumible de un bien primario, para las familias, para los negocios -alquiler de locales., etc.
    Y además quiero señalar que el coste de vida -nada de nivel de vida- ha subido brutalmente desde la entrada del euro, de nuevo sin un control intencionado -a pesar de que la prinzesa aseguraba la los cuatro vientos que se vigilaría que no ocurriera por un organismo de observación de precios en aquellos espacios que hacía-, ni un reflejo mínimamente creíble en el ipc.

    Las consecuencias de una mala gestión financiera prolongada la pagamos los ciudadanos de a pie. Ya ves, estamos bastante de acuerdo en el punto financiero.

    En cuanto a si la tele es causa o reflejo, verdaderamente a estas alturas el asunto es si conviene imponer una política de cumplimiento de contenidos. Yo que tengo niños pequeños, opino que sí, y que poco me importa si los míos ven o no la tele, si sus compañeros sí la ven, porque nos olvidamos que ellos también viven en sociedad.

    Y sobre el asunto que saqué yo y al que nadie me ha contestado, a mi me ha salvado mi cara de niña buena y sonriente, el principal truco que tengo en la manga para apaciguar energúmenos, obviamente es lamentable y un subterfugio injusto para tanta gente que no está favorecida con unos ojos grandes e infantiles como los míos, y me encantaría ir por la vida con el tunning de la vulnerabilidad mucho más bajo. Pero, a mi tampoco vino nadie a salvarme.
    Placer líar la madeja por el amor de liarla :), de vez en cuando viene bien, pero para mi sólo muy de vez en cuando, prefiero el análisis y el poder deshacerme de los energúmenos enfurecidos del cajero con la argumentación. Saludos :).

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  47. poner al bce a regular el sistema financiero europeo, desde mi punto de vista, es juntar el hambre con las ganas de comer.
    Lo lógico hubiese sido regular los precios del suelo, como mínimo, para frenar el precio de la vivienda. Es verdad que la gente se ha aventurado mucho en el sector inmobiliario, pero tambien es cierto que no ha habido muchos sitios donde invertir los ahorros de forma rentable. La asimetría en la información, condición para toda esta "patota", como dicen los brasileños, ha sido instrumentada desde el gobierno. Mientras los bancos y los grandes inversores sabían lo que iba a pasar con el sector inmobiliario, el gobierno seguía diciendo que no iba a pasar nada, echando más leña al fuego y haciendo que la gente siguiese alimentando el negocio inmobiliario y prestamista. Esto tambien lo cuenta el imprescindible Ricardo Verges http://vimeo.com/7727002, quien se paso años advirtiendo desde el ministerio de fomento al gobierno, a los colegios de arquitectos y asociaciones de promotores, de la que se avecinaba.
    Po lo tanto, al final, la asimetría en la comunicación y la información, mira tú por donde, tiene mucho que ver con esto de la economía, y coloca de nuevo a la gente común en el papel de víctima, por mucho que algunos de los que acabaron malparados quisieran hacer negocios con sus ahorros.

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  48. la asimetría en la comunicación y la información, mira tú por donde, tiene mucho que ver con esto de la economía

    Ya. Y con todo.

    Susana, respecto a "lo tuyo": ¿kick-boxing?, ¿espray antiviolador?
    En serio, yo creo que ahí lo único que uno puede hacer es tratar de tranquilizar al otro, de que no se sienta amenazado, y rogar que reaccione.
    Supongo que lo de sentirse amenazado te sonará de coña, dada la situación; pero yo creo que siempre, en esas situaciones, el agresor intenta demostrar algo, intenta dejarles algo claro a los que lo acompañan, a los demás en general (me estoy metiendo a analista de Mentes criminales); y que si conseguimos que "vea" que no lo cuestionamos, si conseguimos que no vea la situación como un enfrentamiento, tenemos alguna posibilidad. Pero no sé. Mejor no probar...

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  49. Lapsus por mi parte, debí decir bde el banco de España, que pa eso está en teoría. Ahora me leo lo que decís, sólo esta aclaración, cómo me pica el orgullo glubs.

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  50. Portorrosa, me fató poco para decir "por favor, por favor...", pero sólo tengo cara de niña, la voz es de sargento de infantería, así que puse caritas :D. Te ves ahí y recurres a lo que haga falta :). Y eso es lo que me asusta, estos tipos y yo somos gente corriente, no somos delincuentes, muy habituales al menos ;), ni al parecer ninguno iba drogado. El nivel de irascibilidad está demasiado alto, la interpretación de los hechos se hace desde una posición forzada de victimismo y de agravio a tus derechos y lo último a lo que se recurre es a aclarar las cosas educadamente. La educación impone muchas reglas de comportamiento, algunas pueden ser extremadamente artificiosas, pero es una guía de convivencia eficacísima, un legado magnífico que estos progrmas ayudan a despreciar. Un saludo :).

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  51. Sí, estoy de acuerdo, claro.
    Pero bueno, es que hablamos de un problema grave de educación, como dices, de convivencia, e incluso de formación del carácter. Yo creo que hay demasiada gente que está fatal; que estamos mal, desnortados, ansiosos... Cualquier cosa menos tranquilos y confiados. Y si no se confía en los demás, ¿cómo relacionarse aceptablemente?

    Y estos programas, pues eso, que desde luego no ayudan nada a entenderse.

    Otro.

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  52. Ah, Susana:
    http://unhombresentadoenunasilla.blogspot.com.es/2006/02/suave-suena.html

    :)

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  53. "A veces se confunde la 'libertad de expresión' con 'la libertad de presión'; o se le reduce a la voluntad de grupos de empresarios que deciden qué noticias existen y qué noticias no existen. Entonces lo principal para abrir un espacio nuevo que sea de veras una respuesta democrática a ese totalitarismo que confunde la comunicación con un negocio (cuando la comunicación es en realidad un derecho humano, no un negocio) lo más importante es que esos espacios nuevos sean de veras abiertos, que no sean "Miedos de comunicación" sino Medios de Comunicación, donde se escuchen voces diversas, donde haya plena libertad para que la comunicación sea Comunicación de verdad".
    Eduardo Galeano.

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