Cargas
Para Taliesín, quien, hablando de los lastres que llevamos a cuestas, de nuestra (in)capacidad de reacción, nuestras posibilidades de cambio y nuestro derecho a mirar hacia delante para mejorar, creo que trató de explicarme algo así.
Cuento hindú
Había una vez, hace muchos años, dos monjes que se impusieron todo tipo de privaciones y mortificaciones. Entre otras cosas, se obligaron a cruzar a pie toda la India, de punta a punta. Y se comprometieron también a un silencio total, a no pronunciar ni una sola palabra, ni siquera en sueños, durante los años que durase ese camino. Ni un sonido. Pero una vez, al cruzar un río, oyeron a una mujer que se estaba ahogando pedir axulio. Sin decir nada, el más joven de los dos se arrojó al agua, se cargó a la mujer a la espalda, la sacó, la dejó en la arena sin decir una palabra y los dos ascetas continuaron su camino en completo silencio. Al cabo de seis meses o un año de repente el joven le preguntó a su compañero: dime una cosa, ¿crees que pequé por haber cargado a aquella mujer a la espalda? Y su compañero le contestó con una pregunta: ¿Es que aún la llevas a tus espaldas?
Amos Oz (Una historia de amor y oscuridad)
Junio del 2012
ResponderEliminarEl Sr. Amos Oz nos -demuestra con "tales m-temperaturas:
ni siquera en sueños, durante los años que durase ese camino. Ni un sonido. Pero una vez, al cruzar un río, oyeron a una mujer que se estaba ahogando pedir axulio. Sin decir nada, el más joven de los dos se arrojó al agua, se cargó a la mujer a la espalda, la sacó, la dejó en la arena sin decir una palabra
La probabilidad de -las debiLidaDes-.
ni siquIera en sueños, durante años duro "tal -senda de "silencios e hubo una sola vez...un susurro de un SONIDO a "segundo insigniFicante al "sobrepasar "el río de sentir una "afinada voz que la cual se lamentaba a probablemente - de ahogos e "indispensable AUXILIO!! y nsin "mas, el mas joven "de ellos logro "socorrerla al "apoyarla en -sus hombros como si fuese un AUPA!! en "tierra izandola "al aire y -recostarla "a sus -espaldas y finalmente salir -del agua con muy buen "aplomo y culminar "su proeza sobre -la "fina -arena-...y se fue igual al "engreido -sin ni "media palabra.
Mucho mas Aceptable!!
Ysa!!
Gracias Porto.
ResponderEliminarConozco la misma historia atribuida a dos mojes zen. En ésta es el monje que no acudió al rescate el que aborda al que sí lo hizo para complicarle la consciencia. Me parece más interesante esta versión por cuanto resalta las virtudes de la acción sin mente, a la vez que señala la inhibición de la acción como provocadora de la actividad mental (para completar la acción inhibida). Al final, podemos considerar que la mayor parte de nuestra actividad mental es un intento de concluir acciones inhibidas por la moral (o como lo dijo Freud, “deseos no realizados”).
YSA, la única diferencia que encuentro entre las dos versiones, al margen de las referidas a la sintaxis, gramática y esas cosas, es que en la segunda versión se enjuicia al “aupador” llamándole engreído. Yo no veo engreimiento por ninguna parte, más bien veo lo contrario: culpa (denigración del yo) por haber sucumbido al deseo.
Pudiera ser que al trasladar esa historia a nuestra cultura cristiana te haya hecho asociar, YSA, esa actitud con el engreimiento. Normalmente en nuestra cultura se tiende a proyectar el deseo en la mujer, desvalorizándola, para así quedar el engreido, sin mácula ante dios.
Vaya!!
ResponderEliminarEntonces dire por no decir ni AMEN, La cagUe!!
Taliesin dime entonces como uno deja un pensamiento recurrente, lastre que no me permite vivir sin dolor ?, dime como?...
ResponderEliminarDime como ?, mira que ya lo he intentado todo y siempre esta alli, como una secuela de guerra y yo quiero no emocionarme cuando me tocan el tema y constantemente me ocurre lo mismo, como cuando un tartamudo no quiere tartamudear al leer un texto o evita hablar en publico, para esconder su defecto...
Quiero hablar del tema sin tener que llorar, sin tener que sentir que se compadecen de mi, quiero ser fuerte, pero me gana el llanto y el dolor, al final siempre escucho lo mismo de mis familiares y de mis cercanos : "Aun no lo supera ", y yo me pregunto si se puede superar, si se puede vivir con la constante de que uno posee ese punto flojo en que uno se deja ahogar, antes que nadar por la orilla...
Rociolat
ResponderEliminarLo que me parece más adecuado y eficaz para abordar traumas es la EMRD. El tratamiento tipo dura 10 sesiones.
http://www.emdrchile.cl/?page_id=2
Un abrazo
Si aún la llevaba a sus espaldas (la carga emocional), la respuesta "gallega" del otro monje le ayudó a liberarse de ella?
ResponderEliminarQuiero decir, el mero hecho de hablar de ello te libera de esas cargas, o quizá necesitamos una respuesta más concreta sobre nuestras actuaciones (sigan estas o no unas normas morales o principios), un apoyo más firme, para dejar de darle vueltas.
Supongo que, cómo todo, depende de las personas implicadas.
AgUeDiTa... que viene Abuelita DIME TU Que SONIdos son los que OIgo YO!!
ResponderEliminarTaCHIN...tachin pintor que PINTAS con AMORrrr
1730,
ResponderEliminarHablar es la condición necesaria pero no suficiente. Es preciso además "darse cuenta" (concienciar). La respuesta del monje, en el cuento hindú, ayuda a darse cuenta de que el problema no es haber cargado a la mujer, sino cargar con el dilema. Con su respuesta está invitando a abandonar el pensamiento cautivo por un falso dilema y a actuar (y pensar) en función de las circunstancias del momento. Es decir, cuando cargó a la mujer no hubo pecado pero lo hay ahora por mantener el pensamiento.
Hay decisiones que marcan para toda la vida y uno aprende lo duro que es equivocarse.Aprendes también que no hay marcha atrás,ese tren no vuelve a pasar.Entonces tu vida se convierte en una búsqueda contínua y corres el riesgo de perder el rumbo ,de convertirla en una sucesión de intentos y fracasos.Lo llevas cargado a la espalda.
ResponderEliminarEntonces:¿Qué hacer?¿Descargarlo es resignarse?¿Hasta dónde se debe luchar por un sueño?
Lo único que sé con certeza es que también he tenido aciertos y que me seguiré equivocando.
En algún momento tienes que hacer las paces con tu propia vida sin que implique dejar de luchar.Quizás ,simplemente ,seguir pequeños sueños alcanzables.
B.
B.
Taliesin, quieres decir que lo mejor para intentar reconducir y canalizar sentimientos, para seguir adelante una vez tomado un camino, en una bifurcación, es pensar que es el correcto y no ir, a cada paso, pensando que es lo que nos hubieramos encontrado en el otro, sino simplemente disfrutar de este.
ResponderEliminarTal y como yo lo entiendo, esto de liberarse de cargas pasadas no pretende (ni podría) liberarte de las consecuencias de una mala decisión; de sus consecuencias materiales, concretas, quiero decir: si decidiste mal y eso ha determinado el curso de tu vida en ciertos aspectos, o decides otra cosa para darle un nuevo rumbo, o sigues en ese camino.
ResponderEliminarPero sí tiene que ver con el modo de andarlo, y sobre todo con las posibilidades de cambio.
Este ejemplo apunta a esas otras consecuencias mentales consistentes en nuestra incapacidad para pasar página: el error pasado, lo que se percibe como un fallo, queda enquistado y turba hasta tal punto la imagen que tenemos de nosotros mismos, la consideración que nos tenemos, que nos dificulta la reacción, la recuperación; o directamente la impide. Sentimos que nuestra estructura, lo que debería afianzarnos, se ha resquebrajado; y mientras creamos que esas grietas están abiertas, no nos consideramos capaces de continuar, y por tanto de hacer las cosas bien.
Se trataría de no dejar que errores pasados, que fallos que hemos cometido, con independencia de las consecuencias prácticas que hayan tenido, nos impidan recuperarnos, rectificar, confiar en nosotros mismos y seguir adelante. Para lo cual es necesario no quedarse anclado en ellos, no quedarnos empantanados (y desmoralizados, supongo), no convertirnos en sus prisioneros, en nuestros propios rehenes.
O algo así.
¿Cómo se hace eso?
ResponderEliminarNo lo sé. Supongo que depende de cada uno.
En mi caso, todo pasa por el ego, que está un poquito crecido de más: yo necesito encarar las situaciones, las experiencias, mis relaciones, poniendo el centro de gravedad, no en mí (que es lo que hago), sino fuera. De lo contrario, todo pasa a percibirse en términos de éxito o fracaso, y es un sinvivir...
Yo le veo un punto machista. Rescata a la mujer y la abandona. Finalmente se quita una carga de encima según su colega. No sé pero no puedo evitar ver esa similitud con el matrimonio desde un punto de vista machista.
ResponderEliminarAhora siendo monjes, no creo. ¿O sí?
Cree el ladrón...
ResponderEliminar"… se impusieron todo tipo de privaciones y mortificaciones."
ResponderEliminar¡Hay que joderse!
S.
1730
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con las consideraciones que hace Portorosa después de tu comentario. Él habla del ego subidito, pero ese, el del ego, es el problema de todos (sea un ego de subidón o de bajón).
Hablas de intentar reconducir y canalizar sentimientos pero es justamente lo contrario lo apropiado: reconducir el ego en concordancia con los sentimientos. Cuando así lo hacemos, es el camino el que nos elige a nosotros y acabamos siendo el camino.
Hitlodeo
Yo no lo llamaría machismo, es más bien, la forma de actuar en las sociedades patriarcales: dejando de lado el principio femenino. En este relato por lo menos se salva lo femenino, en otros se quemaba por maligno (ahí si habría machismo).
Y sí, Sirwood, una vida de privaciones y mortificaciones es bastante jodida. Sin tetas no hay paraíso!
Buenos días!
ResponderEliminarEl problema es que mi ego ahora, creo que fluctúa del mismo modo que mis sentimientos. Con lo cúal, mi camino es bastante serpenteante y con pendientes, vamos una "P...." Montaña Rusa.
Quizá haya perdido "el Norte" definitivamente.
Gracias.
La pasión del ego es controlar. La confusión de los sentimientos es consecuencia de ese control. Cuando dejamos de agitar con un palo el charco, las aguas se van aclarando por si solas. Y el norte siempre aparece; eso sí, quizás no sea un Norte definitivo, quizás ese Norte no sea más que una quimera del que quiere tener todo bajo control.
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