Un fin de semana de marzo
Llovió e hizo sol. Y no siempre está claro qué es mejor, ni mucho menos cuándo está mejor uno.
De ayer y hoy me quedo con el paseo hasta la playa del Caolín y el rato sentados esta tarde delante de casa, sobre el mar, sin cansarme nunca (al contrario que algunos de ustedes, me temo) de la vista que más me gusta en el mundo.
Yo del mar, aunque sea a través de amigos, no me canso nunca.
ResponderEliminar¿como se puede alguien cansar de semejante belleza de paisaje?
ResponderEliminary eso que solo lo conozco de sus fotos y me encanta.
Yo también estuve por allí este finde...pero no tuve la suerte de acercarme al Caolín; me quedé con las copas de noche y Covas de día.
ResponderEliminarAlgún día coincidiremos...
Un saludo.
Yo no me canso..pero me das una envidia.
ResponderEliminarY lluvia..siempre es mejor la lluvia.
Esto sólo os pasa a los gallegos... los mediterráneos tenemos clarísimo que es mejor que haga sol.
ResponderEliminarYo tampoco me cansó del mar, aunque sea otro mar. El Atlántico también es un poco mi mar... es el que bañaba las 21 playas del pueblo donde nació mi hijo pequeño, que es también un poco mi pueblo.
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Bueno, estupendo entonces. Yo tampoco, tampoco me canso. No solo eso sino que os juro que hay ocasiones, como este domingo, en que casi entro en éxtasis, completamente... ¿inundado de belleza? Es que no me sale nada que no sea cursi. ¡Me parece tan bonito! Sobre todo con una luz como la de ese día. El agua estaba, en la orilla, verde turquesa, y completamente transparente.
ResponderEliminarClara, pues estaría muy bien ese encuentro. Yo el sábado cené en Viveiro, como casi siempre que voy.
Madre, a mí me gusta la lluvia, es verdad. No solo la lluvia, claro, pero no querría vivir en un sitio sin ella.
(¡¿21 playas?!)
Besos y abrazos.
(Y no dejéis de ver la foto de la entrada "Su playa", de A filo do mar. )
Filla, filla, quería decir.
ResponderEliminar21 playas. Y la ciudad antigua más original (y una de la más hermosas) de Marruecos.
ResponderEliminarY un montón de gente buena, en el buen sentido de la palabra buena.
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Anda!
ResponderEliminarUnos minutos de publicidad!! :-)
Sí.
ResponderEliminarPero me ahorro la marca.
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Uy!
ResponderEliminarNo, Madre, si lo decía por la publicidad que hizo Porto de mi blog...
Pero lo hace porque la playa es suya...
Ah, vale... tu blog también me gusta mucho.
ResponderEliminarTener una playa propia, esto sí es el auténtico lujo...
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Muchas gracias, Madre.
ResponderEliminarBueno, lo de la propiedad de la playa es una forma de hablar, eh?
Digamos que la siente parte de sí mismo.
Sigue siendo un lujo. Y más después de ver la playa. Sois muy afortunados.
ResponderEliminarAquí en el mediterráneo descubrimos un rincón así y en media hora lo tenemos cubierto con ladrillos. Siempre me he preguntado por qué este empeño por volver feos los lugares hermosos.
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Bueno, no te creas, Madre. Lo que pasa es que aquí hemos empezado más tarde, básicamente.
ResponderEliminarNo nos cansamos de tu entusiasmo.
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