El hambre verde
Así llama Bjorn Ljungqvist, coordinador nacional de UNICEF para Etiopía, a la catástrofe (esta vez sí) humanitaria, que sufren incluso regiones fértiles de aquel país, provocada por la caída del precio en origen del café. Café producido en su mayor parte en pequeñas explotaciones familiares.
Un dato pasmoso, sobre este asunto:
Año 1990
Precio cobrado por productores: 11.000 millones $
Precio pagado por consumidores: 30.000 millones $
Año 2004
Precio cobrado por productores: 5.500 millones $
Precio pagado por consumidores: 70.000 millones $
J. Ziegler, El imperio de la vergüenza
Sí, pero que rechulas son las cafeterías Starbakcs
ResponderEliminarEsto del mercado libre está un poco mal organizado, ¿no?
ResponderEliminarDeberíamos empezar no a preguntarnos qué podemos hacer (porque eso ya lo sabemos) sino a hacerlo de una vez... ¿no?
ResponderEliminar¿Rechulas? ¡Pero si son un horror!
ResponderEliminarMercado libertino, más bien, parece esto.
¡Carol, qué alegría! Desde que has des-comentarizado tu blog, ya nada es lo mismo :-)
Hay que decir que la mala politica agraria del pais y la pobreza es caldo fertil de esta desgracia tambien...Y ojo sin contar la sequia.
ResponderEliminarHabria que preguntarle tambien a la UE y a EEUU, porque sus politicas agrarias frenan y destruyen la produccion de cafe en Etiopia.
Como van a dejar de ser pobres subdesarrollados si tienen una deuda externa que ni pueden pagar, no hay inversiones utiles, que les ayude a crecer con la produccion de cafe y aun por encima la gobernabilidad del pais es debil.
Lo que deberian es dejar de pagar su deuda externa a los paises ricos y asi invertir en sus necesidades.
Por otro lado estamos dando palos de ciego en realidad con nuestras opiniones si por encima de todo estan las leyes de comercio internacionales, siempre favorecen a los paises mas ricos.
La presion social no es suficiente, ya que las ONG´S creen que sus politicas se basan en vencer el hambre de estos lugares y en realidad lo que hay que hacer es invertir en politicas solidarias no dando lo que nos sobra, sino mas bien una Solidaridad global, no una limosna del 1+1.
La política agraria común (PAC) europea, y supongo que los subsidios estadounidenses, se basa en el aumento de productividad. Con eso, se matan dos pájaros de un tiro: 1) la agricultura natural, que muchos demandamos a nuestros alimentos, no se puede acoger a la PAC, porque la tierra, sino se la estimula químicamente, da lo que da. Y 2) Los que poseen grandes superficiesm que son los que más se acogen a ellas, pero también los campesinos normales, aumentan la prductividad mediante una serie de abonos y estímulos químicos que compran a grandes multinacionales. Resultado, si ganaban 3, les dan 7, pero 3 son el coste de los productos químicos: solo el 25% (un euro de cada cuatro) va a parar a los campesinos.
ResponderEliminarDespués, viene la locura del mercado, que compra grandes extensiones para dedicarlas no a la alimentación de los habitantes, sino a los monocultivos con mejor margen de beneficios (y si es para biodiésel, apaga y vámonos). Esas extensiones ocupan parte de lo que se dicaba al "pobre" mercado interior.
Es una vergüenza moral y física. Tanta hambre y tando despilfarro de recursos públicos para beneficio casi exclusivo de las garndes corporaciones.
Empecemos a hacer. Si queréis, en la página de mi pequeño grupo, Globalízate, que se actualiza todas las semanas, en la sección Soberanía Alimentaria casi todas las semanas hay un artículo muy interesante de Esther Vivas. Precisamente el de esta semana "Hacer negocio con la comida", va de lo que estamos hablando.
No me importaría nada que apoyarais esta página con vuestra lectura.
Acorté el post, pero había explicado, al principio, que este libro, El imperio de la vergüenza, se centra sobre todo en el enorme lastre que supone para los Estados del tercer mundo su deuda externa, a la que deben dedicar un porcentaje inasumible de sus ya insuficientes PIB.
ResponderEliminarUn beso, Ro.
Ah, hola, NáN.
ResponderEliminarEste libro trata del papel de las grandes corporaciones multinacionales (empezando por las financieras) en la economía mundial. De ahí su título.
Lo de rechulas era irónico, las detesto. Pero es que, creo, starbacks tiene a gala su brillante gestión para comprar café a los mejores precios.
ResponderEliminarYa, ya lo imaginaba.
ResponderEliminarBienvenido.
Las Starbacks son chulas pero el café es lamentable.
ResponderEliminarHay al menos dos estados en África, Malawi y Uganda, que, más o menos les han dado un corte de mangas a las instituciones financieras internacionales y han conseguido avanzar, lentamente, eso sí, hacia la autonomía alimentaria.
Eso es lo que debería hacer etiopía. Dejar de pagar la deuda, dejar de querer ayuda, y desarrollar la agricultura.
El dinero prestado a los países del tercer mundo se emplea en desarrollar la producción de productos destinados a la exportación. Con la miseria que les pagan (el café es un buen ejemplo) pagan productos de primera necesidad importados a precios desorbitados.
Nosotros debíamos hacer lo mismo, caminar hacia la soberanía alimentaria en nuestro entorno. Y dejarles a ellos que hagan lo mismo. Y denunciar las intervenciones militares (visibles o no) de nuestros gobiernos en esos países, que es lo que realmente hace que no puedan tomar un camino diferente al que occidente le ha destinado.
¿Ves, Morelli, cómo cuando no hablamos de las viejas canciones, sino de las cosas claras y sencillas, nos entendemos?
ResponderEliminarHay un país africano, no recuerdo ahora el nombre y no sé si es uno de los que citas, que decidió que primero se cultivaba para que sus habitantes comieran, y solo los excedentes se exportaban, es un concepto que se llama Soberanía Alimentaria. Ha sido castigado por el FMI por entorpecer el libre comercio.
El libro, como digo, habla mucho sobre eso, sobre la deuda y lo que su peso conlleva. Y habla de los intentos unilaterales de no pagarla y de cómo se han respondido, y qué precio han pagado...
ResponderEliminarCreo que la parte militar es solo una herramienta, y no la principal. El origen y el principal instrumento de presión parece ser la misma economía.
El autor pone varios ejemplos, todos con un precio muy alto, y se detiene especialmente en Brasil. Cuenta cómo Lula (hacia quien, por cierto, no escatima elogios) y sus ideas pusieron en pie de guerra a las instituciones financieras internacionales, durante la campaña electoral que lo llevó a la presidencia, y cómo estas iniciaron una tremenda presión mediática para impedir su triunfo; presión que solo cesó cuando no recuerdo quién, uno de sus colaboradores más cercanos, escribió al FMI comprometiéndose a no "romper" la cosa y mantener la mayoría de las políticas de Cardoso.
Es muy interesante lo de Lula. Ya digo que lo pone por las nubes, considera su gobierno una verdadera revolución democrática sin precedentes.
Un saludo.
Comercio Justo y consumo responsable. En el día a día.
ResponderEliminarLLS.
me gustó este artículo sobre el tema del post.
ResponderEliminarhabla de Malawi,
y de Etiopía también.
http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Transgenicos/Ayuda_Alimentaria_y_Transgenicos_Una_Amenaza_a_la_Soberania_Alimentaria
Yo venía a decir que también creo que el café de Starbucks es deplorable. No quería dejar pasar esta oportunidad de mostrar mi acuerdo con Morelli :)
ResponderEliminarPero he leído el artículo y me ha gustado mucho. Está por completo en la línea de este libro. De hecho, en el episodio que cuenta de Zambia, cuando en 2002 el gobierno se negó a aceptar alimentos transgénicos dentro del programa de ayuda alimentaria, al parecer Ziegler jugó un papel relevante, como Relator Especial de NNUU sobre el derecho a la alimentación. En aquella ocasión Ziegler apoyó al presidente de Zambia y EE.UU. pidió su cabeza, aunque finalmente la Asamblea Gral. de la ONU lo reeligió con un solo voto en contra (no digo cuál).
Lo terrible de estas políticas de ayuda, que como dice el artículo crean unos problemas estructurales tan graves, es que en primera instancia aparecen como el único remedio, a menudo, a crisis humanitarias terribles que deben resolverse con urgencia. Así es casi imposible negarles el paso. Y luego el mal queda hecho.
Por cierto, en el episodio de Zambia la empresa más afectada fue Monsanto. Creo que NáN sabe bastante de ella.
Morelli, el libro te interesaría mucho, creo yo. Si quieres, te lo dejo.
Saludos.
Sí, claro. Si te lo iba a pedir.
ResponderEliminarYo creo que este es uno de los temas de política internacional más determinantes. En este conflicto se juega la soberanía política del tercer mundo
Y en los ejemplos se ve lo importante que es la voluntad política de los gobiernos, por encima del aparentemente omnipotente poder de las multinacionales.
Al respecto de Monsanto hay un documental muy interesante
"el mundo según monsanto"
Francamente, pone los pelos de punta, pero también da esperanza ver como los campesinos se organizan para hacerle frente al problema.
este sí habla de la respuesta del gobierno de Malawi.
ResponderEliminarhttp://www.nodo50.org/tortuga/Malawi-desoye-las-recetas-del
Yo no hablaría mal de Monsanto... me gusta pasear tranquilo por las noches.
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