26.8.10

No hay más ciego que el que no quiere verse en el espejo

...al igual que tantas otras personas que van perdiendo los papeles, confundió aquello con una nueva sabiduría.

El mundo de los prodigios, Robertson Davies


33 comentarios:

  1. Seguimos con los posts de época de estudio.

    ResponderEliminar
  2. Jajajjaa... Qué ilustrativo y curioso son los cambios de título, amigo Porto...

    ¡Gracias, Google Reader!

    ResponderEliminar
  3. No deja de ser una sabiduría el hecho de perder los papeles...

    ResponderEliminar
  4. Porto Fer, es stress post traumatico, cuando lleva mucho tiempo en alguien, se vuelve cronico y se supone que ya pasaria a otra categoria en donde hay que tomar medicinas?????...Digo ansioliticos o antidepresivos?.

    ResponderEliminar
  5. Ah, Teresa, ¿pero se ven esas intimidades? Bueno, ya ves, locuras... :-)

    Todo depende de qué entienda uno por perder los papeles. Aquí falta el contexto, que permitiría hacerse una idea de a qué se está refiriendo el autor, pero en este caso poco había de sabio...

    Ro, no sé si me estás preguntando de verdad. Pero no puedo contestarte, no tengo ni idea. Lo siento.

    Buen día.

    ResponderEliminar
  6. El autoengaño es la peor mentira. Se puede vivir sabiendo que los demás te engañan...vivir sabiendo que te mientes a ti mismo es una tortura.

    ResponderEliminar
  7. Cuando se pierden los papeles existe la posibilidad de cambio y es un paso, yo diría que indispensable, hacia la sabiduría. Pero cuando se toma ese estado como la sabiduría misma, estamos ante la posibilidad de inflación del ego que, por cierto, puede ser bastante peligrosa.

    ResponderEliminar
  8. pero eso de la sabiduría, ¿no es algo que se produce por decantación, sedimentación, alimentación...?

    Creía que para salirse de esa norma paciencia, el mismo dios te tiene que dar un mazazo en tó el cráneo y derribarte del caballo que te llevaba a Damasco, o bien, tras muchos años de meditación, pasa una libélula y ya lo sabes todo.

    ResponderEliminar
  9. Nán,
    hay quien piensa que sí, que la cosa va por una paciente decantación. Pero yo creo que eso se refiere más bien a los "santones", y éstos puede que sean muy buenos, pero de sabios... no sé, no sé ...
    Yo no concibo la sabiduría sin un desmoronamiento de las estructuras de la personalidad (que organizan la percepción de la realidad socialmente), y que permita ver los fenómenos en su "prístina caprichosidad" (perdón por la pedantería). Ahora, eso sí, ya no me meto en si el desmoramiento se produce después del golpe en la cabeza o por el vuelo de una libélula.
    Vamos que en esto de la sabiduría soy más bien revolucionario y no revisionista.
    Saludos

    ResponderEliminar
  10. Yo entiendo perder los papeles como darte con algo en plena frente que te hace darte cuenta de que no todo es como pensabas...y entonces aprendes algo completamente nuevo e inesperado...y es un paso hacia la sabiduria.

    Supongo...

    ResponderEliminar
  11. "La sabiduría es una habilidad que se desarrolla con la aplicación de la inteligencia en la experiencia, obteniendo conclusiones que nos dan un mayor entendimiento, que a su vez nos capacitan para reflexionar, sacando conclusiones que nos dan discernimiento de la verdad, lo bueno y lo malo. La sabiduría y la moral se interrelacionan dando como resultado un individuo que actúa con buen juicio. Algunas veces se toma el concepto de sabiduría como una forma especialmente bien desarrollada de sentido común".
    ¡Vaya! Con esto volvemos a lo del sentido común...

    Esto de la búsqueda de la sabiduría no es nada fácil, pero el ejemplo de Pablo de Tarso en su encuentro con Dios o el de un hombre que medita no me parecen descabellados, Nán, con libélula incluida. Lo que resulta evidente es que para llegar a "lo elemental de la vida" algo tiene que desmoronarse en nosotros.

    Porto, ya he vuelto de vacaciones, y como ves, vengo de nuevo a visitarte.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  12. Jolin, Porto te preguntaba de verdad...

    ResponderEliminar
  13. Te escribo al correo, Ro.

    Bienvenida, Susana.

    ResponderEliminar
  14. Ah, yo soy Maestro en las Artes de la Paciencia. Y veo que por aquí rondáis muchos amigos de lo súbito.

    Temo que así no llegaré a parte alguna; que no hay parte donde llegar. Pero me distraigo con el paisaje.

    ResponderEliminar
  15. NáN, desde luego llevo 1 hora y pico trabajando y me ha sacado de esta voragine con eso del mazazo en "tó el craneo y la libelula, jejejjejejejjejejejjejejjejjejejjejej

    No hay derecho con el señor de la paciencia, es que uno esta leyendo toda seria y viene el con sus apuntes al tema que uno no sabe si son serios, o definitivamente NáN es asi...????. jo! me asalta la duda.

    NáN me rio otra vez al releer...Jolin como esta el patio hoy, eh???

    ResponderEliminar
  16. Me ha gustado el comentario de Susana...

    Me recordo al sendero de la casa Dios en kabalah, que dice que cuando la torre estalla, caera queramoslo o no, porque se supone que la torre es uno mismo y cuando algo dentro del individuo alcanza un punto de ebullicion no puede vivir por mas tiempo con tales limites.

    ResponderEliminar
  17. ¡Qué gusto, Nán! Ya veo que como gran Maestro en las Artes de la Paciencia, toma usted siempre sabias decisiones.

    ResponderEliminar
  18. ¡Hippy! (Taliesin).

    Pero Rociolat, ¡eso que cuenta es magnífico! Podríamos decir que formo parte de su equipo de apoyo terapéutico habitual (rama bufonesca).

    Amigos revolucionarios de la mente: no sus preocupéis por mí, que ando desmoronao del todo desde hace muchísimo tiempo. Me enderecé un tiempo para criar un hijo, pero ahora que se fue he podido volver a las andadas.

    ¿No es precioso, lo de "volver a las andadas"? El significado tiene la suficiente ambigüedad como para resultar revelador. Cada vez me gusta más mi lengua principal. Aunque me gustaría que existiera la palabra "corulpha", que es el palabro que tengo que escribir para que el sistema vea que no soy una máquina spamática.

    --¿Qué tal te va la vida?
    --Pura corulpha.
    --Qué suerte tienes.

    Cuando me dicen eso, siempre recuerdo una canción de mi llorado Tino Casal, "y tú, sin más, te crees que a mí me lo han montado. No es así, sudores me ha costado".

    Vean, vean
    http://www.youtube.com/watch?v=VsoJCF6GKu0

    Por cierto, esa ropita se la hacía él mismo con sus propias manitas.

    Y más por cierto, ¿se me nota que he empezado ya el fin de semana?

    ResponderEliminar
  19. por si no vuelve a pasar por donde Jesús, que no busque hotel.

    ResponderEliminar
  20. ¿Para él, dices? Ya, ya he visto; qué pena.

    ¡Ah, no (es que he ido a mirar)! Gracias, muchas gracias, qué bien :)

    ResponderEliminar
  21. Oiga NÁn, definitivamente usted quiere dejarme como jersey de mono.

    Hace algunos minutos atras, abro el blog de Porto y le doy al link y escupo mi cafe de risa, ante todos mis colegas...En fin que gracias a Dios que soy la jefa, o sino quedo como idiota...

    Pero menudo elemento ha sacado usted con este Tino Casal!!! y me pregunto, Que se ha fumado hoy NáN???

    ResponderEliminar
  22. Porto, es una americanismo usado en Chile que significa hacer el ridiculo, dejar mal ante otros, etc...

    ResponderEliminar
  23. Oiga, que a mí el Tino Casal me gustaba mucho en aquella época, no por la vestimenta, sino por sus letras.

    ¡Qué feo está eso de una jefa escupiendo el café!

    ResponderEliminar
  24. Qué asco de ciudad
    menudo movidón
    no sé qué poner
    no tengo modelón

    (No sabía que los modelones se los curraba él).

    Porto.. ¿jerséi? ¿así como suena?

    ResponderEliminar
  25. No, es jersey. Ha sido el auticorrector del móvil...

    Un beso, chica :-)

    ResponderEliminar
  26. Autocorrector que auticorrige mal, por lo que se ve. Da las dos opciones; no así la RAE.

    ResponderEliminar
  27. El problema del autoengaño es que, por definición, uno mismo no sabe si se está engañando. Tan sólo personas muy perspicaces y que te quieran mucho pueden darte la oportunidad de salir del bucle. Tampoco estoy muy seguro de esto pero es una posibilidad.

    Otro problema es cómo saber si la imagen que vemos en el espejo es la correcta. Quizás no haya forma de comprobarlo y nos tengamos que conformar con sabernos ignorantes crónicos de nosotros mismos. Vaya putada, la verdad. Desestabiliza.

    Supongo que lo mejor es no hacer barbaridades, por si acaso. Moverse como un ciego en una tienda de antigüedades de cristal.

    ResponderEliminar
  28. El final de Perplejo me ha recordao algo que me contaron. Estaba un amigo en una tienda de antigüedades de Niza. En un momento dado, a alguien se le cayó al suelo algo de cristal, rompiéndose. Desde el mostrador, sin mirar siquiera, el dueño gritó: "¡Vendido!".

    ResponderEliminar
  29. JAJAJAJA, ¡qué buenos reflejos!

    ResponderEliminar
  30. ¡Lástima que cuando un hombre
    se ve en un espejo
    no se ladre a sí mismo,
    como hace un perro
    o se erize de furiosa indignación,
    como un gato!
    Lástima que se vea tan maravilloso,
    un poquito menos que los ángeles
    y tan interesante!

    D.H. Lawrence

    ResponderEliminar