Descarnada
Así me ha parecido esta novela de John Fante, Al oeste de Roma, así me parece su literatura y así me parece buena parte de la narrativa norteamericana.
En realidad se trata de dos relatos, Mi perro Idiota y La orgía; y, aunque ha sido el primero el que más me ha impresionado, lo dicho aquí vale para ambos.
La literatura estadounidense más o menos contemporánea en general me gusta; y bastante. Pero muy a menudo me deja preguntándome en qué extraño mundo viven y qué tiene en común su sociedad con la nuestra. Ya hablé hace tiempo de que me parecían alienígenas.
Fante, escritor de referencia de Bukowski, es en mi opinión mucho más crudo que el bueno de Charles, por mucho que este tenga la fama que tiene. En ambos los ambientes suelen ser malos, incluso sórdidos, y sus protagonistas, tristes. Pero yo en Bukowski, a pesar de su leyenda negra, siempre he encontrado, aun en el personaje más desesperanzado, sitio para el amor; en Fante, no.
Porque es cuestión de amor, al fin y al cabo...
Mi perro Idiota está ambientado en los sesenta. Habla de un hombre y su familia: su mujer, sus hijos, sus perros, su nuevo perro, sus vecinos y sus coches, y su trabajo. Y la visión de sus relaciones es completamente deprimente: vacío, distancia, aislamiento, etc.
Se habla siempre del desarraigo de aquella sociedad, del diferente concepto de relaciones familiares. Pero esto no me parece desarraigo, me parece casi deshumanización. Y lo curioso es que cuando el protagonista habla de la infancia de sus hijos no hay nada que parezca indicar que todo va a acabar así, no hay nada tan diferente. ¿Cómo es posible que eso desaparezca, se muera, y sea sustituido por una relación de extraños?
Y luego está el dinero. Lo invade todo, está siempre presente, en el día a día, para cada cosa, entre cualquiera (matrimonio, padres e hijos, hermanos, vecinos o desconocidos): todo se paga, y todo el mundo asume que todo se paga. Para mí, otro elemento deshumanizador y deprimente.
Supongo que me equivoco en algo.
Escribe muy bien, claro. Si no, no pasaría nada de esto.
Lo único que leí de Bukowski, creo recordar, fue un poema que al parecer escribió a las tres de la madrugada, borracho. Lo comenzó a las tres y lo terminó a las tres y veinte, creo. No recuerdo nada que inspirase amor en ese poema, ni siquiera el propio (bueno, sí, su ausencia). Pero es que yo no sé interpretar muy bien la poesía, y menos a estos intelectualísimos.
ResponderEliminarHablando de poetas, ayer estuve charlando con Julia Uceda :)
También estoy a favor de los americanos, ¡y de los ingleses! pero prefiero mil veces el que se ríe a partir del dolor que al que le duele la vida y te lo explica. Es algo muy personal, conste.
ResponderEliminarMe preguntaba que escribiría usted en su tiempo postvacacional. Veo que se ha tirado a comentar la literatura de lo malo, incluso de lo sórdido. ¡Tenga cuidado con el aterrizaje por favor!
Bukowski es uno de mis escritores favoritos. De su narrativa, yo creo que si no la he leído toda, poco me falta;
ResponderEliminarde poesía he leído menos, pero he leído.
Bukowski es mucho más que su imagen tópica.
Y sí que hay amor, creo yo; habla de amor, y sobre todo se ve que a pesar de todo en su vida había amor.
Un beso (¿te hablé yo del gato de J. Uceda?)
Perplejo, el aterrizaje está siendo complicado. Y no por las lecturas ;-)
Abrazo.
Pensé que Bukowski solo escribía poesía. Recomiéndame algo, no muy deprimente, que ya estoy terminando mi lectura.
ResponderEliminar¿Recuerdas o frecuentabas un pub que había (no sé si todavía existe) en Doso, allá perdido de la mano de dios? Se llamaba Bukowski, y tenían algunos libros por allí.
Ah, no, no me hablaste de su gato (!?)
ResponderEliminar¿ Por qué vas a estar equiocándote??..que manía...
ResponderEliminarFante es descarnado, a veces desagradable..tan duro que duele al leerlo y dices: ¿ Para qué estoy leyendo esto?...también es irónico y con mucho humor negro. A veces es más lejano y no entiendes a los personajes y otras veces da miedo porque los entiendes demasiado bien. El que comentas no lo he leído pero si muchos otros...tuve que dejar sin terminar la serie de Baldini justamente por todo lo que he dicho. Lo recuperaré.
Prueba con McCarthy para ver algo descarnado y además desesperanzador.
Feliz vuelta....
Y si..ahora dejaré otro comment...
La verdad es que la sociedad que retrata esta gente es lo más parecido al infierno en la tierra. En los sitios donde la gente muere fácilmente, por lo menos existen las relaciones humanas.
ResponderEliminarDe todas formas, para reconciliarte con los Estados Unidos siempre está Doctor en Alaska, pongo por caso.
Hablaba de mi opinión sobre aquella sociedad, Moli. Y lo decía porque supongo (bueno, de hecho lo sé) que de otras lecturas es posible extraer otra imagen.
ResponderEliminarYo tuve un gato, Last. Se llamaba Michigan y me lo dio (por casualidad, que no la conocía) Julia Uceda.
Tal vez la narrativa de Bukowski no te guste, tampoco. No digo que no sea dura; tan solo que la de Fante me parece más deprimente.
No sé: Factotum, o Cartero, por ejemplo. O Notes of a dirty old man.
¡¿Hace falta sentir la muerte cerca para establecer relaciones valiosas?!
En cualquier caso, no creo que los estadounidenses estén más lejos de ella que nosotros.
Saludos a todos.
Ah, Moli, ya leí "La carretera". Y sí, claro, más deprimente imposible; lo que ocurre es que es ficción, y eso lo cambia todo, ¿no?
ResponderEliminarporto...Fante también es ficción, es novela..o en este caso relatos...pero sigue siendo ficción...lo que da más miedo es que podría ser real. " la carretera es deprimente pero siempre queda el recurso de " no es verdad".....
ResponderEliminar¿Dónde vive usted? ¿En Marte? Igual necesita levantarse de esa silla para ver mejor a su alrededor. Esa deshumanización que refiere, el desarraigo, empieza a invadir incluso este reducto de la Armórica galaica. Es triste, pero es así, en mi opinión (aunque sin perder la esperanza).
ResponderEliminarSaludos desde la irónica realidad.
Bueno, la tristeza y la angustia no se la quita nadie, pero es que La carretera es ciencia-ficción, casi diría yo. Vamos, que suena todo lo suficientemente lejano. No pasa eso en este libro y en otros, en los que al margen de la historia el panorama parece cierto.
ResponderEliminarPuedo ver eso cerca, Irónico, pero creo que es excepcional.
ResponderEliminarMi impresión, leyendo a algunos autores USA (impresión que he aclarado que puede ser errónea), es que esto allí es lo normal...
No se crea, señor. Mi experiencia en EEUU (como turista en el Paso de Ecuador) es que no se diferencian mucho de cualquier otro guiri: no saben comer, no saben vestirse, no saben beber... Se ve que saben de lo que de verdad importa, porque son la economía puntera: la primera en crecer, la primera en quebrar, la primera en resurgir...
ResponderEliminarSaludos desde la irónica realidad.
Supongo que está haciendo usted honor a su nombre...
ResponderEliminarA mí me paso algo parecido que a Molinos, pensé...para qué estoy leyendo esto??? Baldini me ponía tan nerviosa que quería arrancarle la cabeza...
ResponderEliminarno sé si sirve para describir la sociedad americana, pero desde luego, si son como Fante los describía, son todos una panda de cínicos, arrogantes y materialistas...
entiendo que deprima...
un beso!
de Bukowski he visto dramatizaciones de sus poemas. No se si era mérito de los actores y actrices, o de Bukowski, pero eran extraordinariamente emotivas.
ResponderEliminarpor otro lado, cuando viajamos no conocemos las sociedades en su conjunto. Ni aquí tampoco. Por lo tanto no podemos compararlas con un poco de objetividad.
Y la ficción es ficción.
Hola, María. Lo que me parece innegable es que escribía bien. Porque estoy seguro de que esa sensación de la que hablas (con independencia de si la imagen es representativa de aquella sociedad o no) era la que pretendían causar.
ResponderEliminarMe alegro de verte.
Es evidente que no, Morelli, que no podemos. Cuántas opiniones ex catedra oídas tras una tarde de compras y una noche de cena y copas...
Buen fin de semana a todos.