Diario de vacaciones: sexto día
[21 de julio]
Carlos y Paula parecen ir turnándose en levantarse temprano y venir a despertarme para desayunar. Hoy, por tercer día consecutivo, tampoco esperamos visitas, y tenemos todo el día para nosotros, sin prisas.
¿Les había dicho que recibimos el pan a domicilio? Como en muchos pueblos, sobre todo en verano, por las casas más apartadas pasa el coche del pan. A las diez y poco lo oigo pitar y salgo; la mitad de los días, en pijama (como el vecino; ya nos conocemos los respectivos pijamas).
Paula y Carlos juegan mucho y se entretienen solos con facilidad. Y son bastante tranquilos (bueno, a él el otro día me lo encontré sentado en el techo del coche, pero por lo general lo son). Yo voy recogiendo, haciendo las camas, barriendo (en una casa de campo que además está junto a la playa uno puede terminar de barrer, comenzar de nuevo y volver a sacar otro recogedor lleno de arena, apuesto algo), y ellos juegan fuera, dentro, y sobre todo dibujan, que es con diferencia lo que más les gusta. Así hasta que salimos a la compra o bajamos a la playa.
Hoy vamos andando a comprar dos sellos y dos sobres para que envíen sendas cartas a E., el de los lobos y las señales en el bosque de anteayer. Luego vamos a tomar un café y volvemos. El camino a casa es un trayecto de unos diez minutos, pero nunca nos lleva menos de media hora.
Ya es la una, ni temprano ni tarde, pero me pongo a hacer la comida. Comemos, me tomo un té, Paula le da una clase de dibujo a Carlos y luego por fin bajamos. Yo hoy no me baño, pero ellos no tardan ni dos minutos en estar en el agua. Aunque al final el frío es evidente y huímos.
Además hoy tenemos plan especial: cine en Viveiro.
Pensábamos ir a ver Shrek 3, pero nos encontramos con que también están poniendo Toy Story 3. Paula y yo preferimos al ogro y Carlos a los juguetes, pero yo no voto y lo echan a cara o cruz. Gana él y no hay manera de manipularlo para que cambie de opinión.
Y resulta que la película (como sus antecesoras, la verdad sea dicha) está genial: muy entretenida, muy graciosa (ya lo dice Moli, que la vio a la vez pero a 600 km: destacan Ken, el de la Barbie, y Buzz Lightyear en modo romántico-andaluz) y hasta emocionante. Al final, cuando Andy se despide de sus juguetes, me seco una lágrima, miro a cada lado y veo que ellos como si nada...
Volvemos a casa y en el coche me acosan a preguntas sobre la película. Me encanta, y además es increíble lo que sus por qué me obligan a aclarar y a aprender a explicar mis ideas.
Cenamos, los acuesto y se duermen inmediatamente. Yo bajo y enciendo el ordenador.
Esto es un diario, pero no se fíen de todo lo que leen. O, mejor dicho, no se crean que lo leen todo: todos los días les riño, todos los días alguien llora, y todos los días meto la pata.
Genial Porto, aunque todos los días haya lágrimas. Que lo siga disfrutando. jpg
ResponderEliminarAy, Porto de mis entretelas, si no suelta la gotita de desconfianza no se queda a gusto.
ResponderEliminarSi ya nos hacemos a la idea de que la vida tiene sus cosas. (Pero también sabemos que es en esas cosas donde crecemos).
Hale , hale, no piense tanto y cuente.
Por cierto, el palabro es "ternu". A pesar de los lloriqueos de un niño, a pocas personas conozco tan "ternu" como usted.
Qué alegría, J. Gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, NáN, casi tengo excusa: un comentario de Last muy cariñoso me hizo pensar (o acabar de tener claro lo que ya sabía), sin embargo, que el riesgo de dar una imagen engañosa por lo ideal es real; que el hacer el diario público supone un poco eso.
Buenos días.
Ohhh..hemos ido al cine juntos?? Que bonito...
ResponderEliminarLa peli es genial..y sí, el final es tannn tierno. Yo me lo pasé en grande con la película...y miz princezaz también y nos pasó como a vosotros..íbamos a ver Shreck y nos encontramos con Toy Story...
¿ te he comentado que me voy hoy a Berlin??...
Un beso, chico.
No sabía que era hoy. Que lo pases muy bien, Moli. Y cuéntalo, ¿eh?, que de eso vivimos aquí.
ResponderEliminarUn beso y buen viaje.
Mi peque se estrenó ayer en el cine con Toy Story 3. Su tía dice que no pestañeó en ningún momento y que cuando la peli terminó tenía entre sus deditos la misma palomita que cogió cuando comenzó. Me lo he perdido, mecachis.
ResponderEliminarYa es la una, ni temprano ni tarde, pero me pongo a hacer la comida. Comemos, me tomo un té, Paula le da una clase de dibujo a Carlos y luego por fin bajamos.
ResponderEliminarSirwood
Ohhh, Sirwood! Temía que se hubiera ido de vacaciones, con chancletas y pantalones semicortos, se hubiera equivocado de línea de tranvía y se hubiera perdido para siempre.
ResponderEliminarjó, Porto, también yo meto la pata alguna vez. En la oscuridad de la noche he elegido uno de los calcetines negros y finos de los que L me compró una manada y otro grueso de lana, de invierno. Para venir a trabajar hay que traer calcetines porque el aire acondicionado es "furioso".
ResponderEliminarPues bien, los de la nueva manada "me los como". Así que tengo el pie derecho prácticamente desnudo y congelado, mientras el izquierdo ha entrado en ebullición, suda y me desmineralizo.
Estoy a punto de llorar, como uno de sus hijos.
Lo que demuestra que si vida de vacaciones es muy parecida a mi vida de trabajo.
Nunca me voy de vacaciones. Siempre me quedo de vacaciones.La vida es para disfrutarla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sirwood
No esperaba menos de usted, pero la escasa frecuentación me empezaba a preocupar.
ResponderEliminarEstoy de bajón. Aún no he podido superar la derrota de España. ¡Holandeses, cabrones! ¡Cagabandurrias!¡Montoneros!¡Comunistas! ¡Mercenarios¡ ¡Jipis!
ResponderEliminarEsto se pasa. Tarda, pero se pasa.¡Mamones!¡Bonobos!¡Esparteristas! ¡Ágrafos!
Gracias por su interés.
(La pastilla. Que no se me olvide la pastilla).
S.
¿Qué le tengo dicho, Sirwood? Que al menos los partidos de la Roja no los vea en Intereconomía.
ResponderEliminarPues supongo que tiene razón, S. Gracias.
ResponderEliminarNáN, y yo que te creía una persona con tacto... y resulta que si no los ves no los distingues.
Last, un beso. Mecachis, sí :-)
¿Mala conciencia por no decir toda la verdad?
ResponderEliminarBah.
Veo que el tema de la lentitud es constante en este diario. El triple del tiempo normal, si queremos cuantificarlo. Aunque si le ponemos un límite, deja de tener gracia, ¿no?
Es curioso que tu diario lo tiene todo para ser aburrido. Pero no lo es. Sólo es lento. Plácido.
Debo estudiar por qué ocurre. Pero sin agobios.