¿Tiene usted un par de minutos?
Ayer al mediodía, en la acera de delante de mi casa había un hombre de traje con unos folletos y papeles en la mano, con pinta de vendedor de seguros a domicilio o algo así.
Al pasar por su lado vi que estaba ojeando un cuestionario bastante largo. Y en medio de la hoja que tenía a la vista, entre otras muchas preguntas, leí:
- ¿Cómo ha llegado usted a este punto en su vida?
Cómo se pasan, no?
ResponderEliminar¿Y tú por qué comentas con la frase que acabo de borrar yo del post, chavalita?
ResponderEliminarEspero que adjunten con el formulario una hoja con las respuestas correctas...
ResponderEliminar¿Mirando por encima del hombro las cosas de otros?
ResponderEliminar¡Qué grande es usted, don Porto!
ResponderEliminarTal vez sea una leyenda urbana. Hace años me contaron que, en las pruebas de selectividad de la provincia de ávila, el examen de filosofía contaba tan sólo con una pregunta: ¿por qué? Muchos fueron los que aprovecharon tamaña cuestión para divagar acerca de cómo habían resuelto dilemas especialmente existencialistas las distintas corrientes de pensamiento que los chavales habían estudiado durante aquel curso del -creo- ya desaparecido cou. Sin embargo, un muchacho se despachó en un momento y resolvió el dilema con un contundente "y por qué no", lo que, me aseguraron, tuvo como consecuencia el pasmo y desconcierto del profesorado, que zanjó el tema con un sobresaliente, imagino yo que para evitar reclamaciones posteriores de las que hubiese sido más que difícil salir airoso. Dicho esto, hay que rematar: por no haber llegado a otro punto diferente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ismael Rozalén.
“¿Cómo ha llegado usted a este punto en su vida?”
ResponderEliminar¿No lo habrá soñado Ud., señor de Portorosa? (El mediodía, el letargo postprandial…)
¿A qué punto se refiere exactamente?
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuenos días, damas y caballeros.
ResponderEliminarSe referirá Luri a mi altura, la que me permite precisamente eso, mirar por encima de los hombros de los demás.
Ismael, la cantidad de institutos, colegios, ciudades y sistemas de enseñanza que adornan las innumerables versiones de esa anécdota creo que garantizan su carácter de leyenda urbana. Pero nada de eso importa, puedes seguir trayendo habladurías, porque volver a verte ha sido una alegría tremenda. Un abrazo muy fuerte.
Yo creo haber leído eso. Pero, bueno, habérmelo figurado sería todavía más significativo, ¿no? Bienvenido, Calzasachos.
La pregunta, Brian, lo abarca todo, ¿no crees? A mí me parece inconmensurable...
Un abrazo a todos.
Buenos días...
ResponderEliminarAyer casi me caigo de la silla al ver la firma de rozalén.
Hace un año que se despidió
¿Vuelve?
Durante un verano de hace miles de años hice encuestas para sacarme unas pesetillas y lo peor de todo era precisamente hacer la pregunta de los dos minutos en la boca del metro.
Saludos
Pues no sé. En el blog no ha escrito por ahora, pero quién sabe; ojalá.
ResponderEliminarUn beso.
"El ser humano es una cosa uniforme. La mayoría emplea la mayor parte del tiempo para vivir y lo poco que le queda de libertad asusta tanto que hace lo imposible para deshacerse de ella."
ResponderEliminarGoethe, Werther
Sirwood
Esta vez te confieso, Sirwood, que no me parece tan a propósito del texto, tu cita; pero su calidad sigue siendo la habitual: excelente.
ResponderEliminarSobre ese tema, "El miedo a la libertad" es un libro que no dejo de recomendar. A mí en su momento me pareció alucinantemente esclarecedor y lúcido.
Un abrazo.
(No dejo de recordar el cuento sufí de los que preguntaban cómo eran los pobladores de la ciudad a la que llegaban...)
Pues yo he hecho encuestas, y nunca me ha tocado hacer esas preguntas. Y casi que lo prefiero, ¿eh?, que luego te pones a divagar y a ver cuántas respuestas acertadas tienes al final de la tarde
ResponderEliminarNo me gustan este tipo de encuestas y cuestionarios destinados a conocer nuestros hábitos y comportamientos. Creo que responder a ellos es echarnos encima algunas cadenas más de las que ya soportamos. De ahí la cita de Goethe que, bien entenderé, se pasa de elíptica. Debería haber atacado por Epicteto.
ResponderEliminarUn día le contaré un bonito cuento sufí que reza sobre el agudo ingenio de un joven.
S.
Entendido.
ResponderEliminarEntonces, ¿se confirma que los cuentos sufíes han desbancado a los proverbios chinos en el papel de principales depositarios de sabiduría?
Proverbio o apólogo, he ahí la....
ResponderEliminar:-))
S.
Otrosí digo: buen descabello de Lara con Savater. Apostados los muleros.
ResponderEliminar¿Pitos o aplausos?
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Perdone la intrusión.
Sirwood
Así, fuera de contexto, se me antoja una pregunta extremadamente agresiva. Claro que hay que ver las que la precedieron.
ResponderEliminarY por supuesto, dan ganas de preguntarle al hombre cómo fue que llegó a ese punto de su vida, pero no, no seré tan agresiva.
(Y yo no sé si los cuentos sufíes desbancaron a los proverbios chinos, pero los prefiero).
Pues me he enterado por tu comentario. Y busco noticias y me llama la atención que diga que los 600.000 € del premio serán para él un "desahogo económico". Carallo.
ResponderEliminarA mí Savater siempre me ha gustado, aunque no me guste todo lo que dice. Pero me refiero a su divulgación ética/filosófica. No creo que lea esta novela, la verdad.
Arcángel, bienvenida. Más que agresiva, creo que puede llegar a ser, dependiendo del caso, una verdadera crueldad, ¿no?
Buenos días a todos.
¿Ádonde vas? ¿Por qué andas?¿Sabes lo que hay al fin? Nada.
ResponderEliminarDéjennos al menos la diversión del viaje y no nos dengañen antes, si al fin no hay nada, hay que buscarlo todo en el tránsito; si no hay un vergel al fin, gocemos siquiera de las rosas, malas o buenas, que adornan la orilla.
(De M. J. Larra que también llego hasta ese punto en su vida al que todos llegamos por diferentes veredas)
Hola Porti.
ResponderEliminarYo no veo que la pregunta sea de ninguna manera, me refiero a que las preguntas no son nada, según las respuestas.
El único inconveniente que le pongo es la poca ergonomía. Según y con quien la respuesta es para llevar tartera de bacalao y bota de vino.
Respective del Sabater puntualizar que cualquier duda que se tenga respecto a su ego (hay que tenerlo jodío, para llevar esas gafas a lo Villena siendo birojo) pueden ser solventadas por una servidoira con sencillez. Es el tío más egolatra, hasta la enfermedad, que he conocido. Pero lo peor de todo no es eso, es que cuando habla salpica constantemente, y si está comiendo la cosa ya es de llevar chubasquero.
AJ!!!!
Y como no podía ser menos, recibe el Planeta por una novela (tiene bemoles el asunto), ya tiene para sobrevivir (le dará algo a Rosita López?) y desahogarse, se comprará más gafas, fijo. Y supongo que el montante le permitirá poder seguir filosofando éticamente.
Estamos salvados gracias a Lara.
virgensanta...
Una pregunta que uno mismo debe hacerse de vez en cuando.
ResponderEliminarMiranda, Sebas, qué alegría veros.
ResponderEliminarBienvenido, Mishkin.
Entre Larra y Lara, nos están salvando el post.
Buenos días a todos.