18.1.07

Adieu, Montesquieu

Fíjense si soy ingenuo, o directamente tonto, que me parece inaudito (en su 2ª acepción) que dos partidos políticos discutan públicamente y sin ambages sobre si declaran ilegal o no a otro.

8 comentarios:

  1. No sobre si están interesados en modificar la legislación existente (lo que no sería tampoco precisamente ejemplar, pero bueno), no, sino sobre si lo declaran ilegal.

    (Y poco importa que por el camino estén la Abogacía General del Estado, votaciones del Supremo o lo que sea, dado que a la vista está que son meros trámites para llevar a cabo algo previamente decidido en función de tácticas (que ni siquiera estrategias, que eso ya es mucho pedir) políticas)

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  2. Otro de los desalentadores despropósitos que estamos viviendo durante estos días. El debate político es deprimente, bronco, rastrero, y lo peor de todo es que oculta otras grandes carencias e injusticias. Algunos lo saben y se apuntan al dicho de "a río revuelto, ganancia de pescadores". Y a los de siempre nos toca interpretar el papel de besugos.

    Un abrazo.

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  3. Tienes razón, Portorosa, pero en las democracias parlamentarias occidentales (¿hay que especificarlo así?) desde hace mucho tiempo las decisiones políticas no se analizan, ni se valoran, y creo que ni se conciben, como simples 'acciones', sino como 'representaciones'. Sospecho que a partir de ahí el debate es poco ilusionante para los ciudadanos (como apunta rytmduel) y también para los propios responsables de los partidos. (Quizás yo también yo sea un iluso o un simple tonto por creer que se pueden tomar ciertas 'decisiones' sin más sustento que la razón o la convicción). Saludos.

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  4. Ese anónimo 'involuntario' anterior (sigo peleándome a trompadas con este sistema) soy yo, Porto. Otro abrazo

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  5. Soy Juan Domingo. (Espero que así, a la tercera, vaya la vencida. Si no, tendré que creer en eso de las brujas...

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  6. Disculpas, estaba probando suerte
    :-)

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  7. Montesquieu sólo tiene sentido en un sistema democrático asentado. Yo llevo tiempo pensando, y me temo que tengo razón, que vivimos en un país franquista, donde los gobernantes fueron formados en una época en que el que mandaba mandaba sobre todo y sobre todos; y muchos gobernados echan de menos un gobernante tal, creyendo (opino que muy erróneamente) que con mano de hierro y saltándose la ley desde las alturas, las cosas van mejor y la ley se cumple más en la calle.

    Saludos y buen año.

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  8. Buenos días.

    Hola, Iván.
    Que hay gente así yo también lo creo. Si son mayoría y conforman efectivamente un país con talante poco democrático, ya no lo sé; pero en cualquier caso tengo claro que es algo en lo que todavía debemos mejorar mucho, que no acabamos de tener claro que esto de la democracia es una forma de gobierno, y que por encima de esa voluntad popular no hay nada, nada la puede corregir, ni guiar, ni tutelar, ni nada.
    En fin, digo yo.

    Un saludo.

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