22.1.07

Aberración

¿Qué mente enferma y cruel puede condenar a una persona razonable, a alguien que para enfrentarse a sus problemas diarios no pide más que un mínimo de sosiego y dos o tres referencias estables en las que poder hacer pie, a la incertidumbre más paralizante y desazonadora cada vez que trata de ordenar, en la palma de la mano o haciendo un montoncito sobre una mesa, su calderilla?

¿Qué clase de degenerado puede diseñar unas monedas cuyos tamaños no siguen el mismo orden que sus valores ?

Antes fueron las pesetas. Toda, toda mi vida soportándolo.

 

5 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Sólo a una pandilla de desquiciados psiquiatras en paro podría ocurrírseles algo semejante. Yo me sigo enredando en los cambios y las vueltas.

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  2. Amigo Portorosa, eso se le ha ocurrido a quienes sólo usan los billetes de quinientos.

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  3. Conciso, irónico, reflexivo, magistral... Tu mejor post en lo que va de 2007. Un abrazo, amigo Porto.

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  4. Buenos días.

    Sebas, para hacer esto (que creo que voy a cambiar una vez más porque sigo pensando que no se entiende bien qué quiero decir) he tardado dos mañanas y escrito algo así como doce versiones... manda carallo.

    Un saludo a los tres.

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  5. (Nada, que no acabo de verlo, pero tampoco sé cómo cambiarlo sin contar el chiste.)

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