26.1.12

Universidad

[Con la intención de que mi amiga M. arroje un poco de luz sobre el tema.]

Pasamos de los deberes de nuestros hijos pequeños a la universidad.

Sobre la reforma de Bolonia hay opiniones para todos los gustos. Y además parece que estas se refieren a dos cuestiones relacionadas pero diferentes: por un lado, la reforma de contenidos y métodos, o la parte puramente académica de Bolonia; y por otro las implicaciones sociales que el cambio de planes de estudio y el modo (y el coste) de acceder a ellos suponen.

Con respecto a esto último, que se ha denunciado como un cambio que hará que el nivel económico condicione aun más que hasta ahora el nivel de estudios alcanzado (y que, si no me equivoco, ha suscitado las mayores críticas aquí), me decía un profesor que eso nada tiene que ver con Bolonia y lo decidido allí; que eso es asunto de cada país (e incluso de cada autonomía, en España), y que aquí esos posgrados serán de pago, porque aquí lo decidimos. O sea, que el enemigo es otro, y está más cerca.

En cuanto a los cambios académicos, no sé qué significa Bolonia en profundidad, pero creo que entre otras cosas busca una racionalización del tiempo de estudio y una adaptación de las carreras para hacerlas más prácticas.

Claro, lo de racionalizar es un concepto completamente subjetivo y discutible, como es obvio. Y lo de buscar un enfoque más pragmático puede conllevar, dicen, una orientación exclusivamente laboral de los estudios, de modo que, cada vez más, se estudie por y para trabajar, e incluso demanda del mercado laboral acabe determinando por completo la oferta universitaria. Algo que para algunos será positivo, y para otros no, como pueden leer aquí:

 (Vía Miguel Á. Lama)


En mi opinión, la educación infantil, primaria y secundaria deben servir para mucho más que para adquirir conocimientos, adquirir conocimientos para mucho más que para sacar buenas notas, y sacar buenas notas para mucho más que como pasaporte para escoger una u otra opción académica o profesional.

Y creo que la educación superior no puede limitar su papel al de factoría de profesionales (aunque eso importe, por supuesto, que no vivimos del aire y el saber), sino que debería, además de seguir siendo un espacio donde cuidar y desarrollar la ciencia y la cultura, continuar y completar la formación integral de la persona, buscando adultos instruidos y capaces no solo de trabajar sino de vivir su vida, y de hacerlo además en sociedad, como ciudadanos responsables.

Lo que ocurre es que, como en tantas otras cosas, yo no soy capaz de saber cuál es la situación real, ni hacia dónde vamos. Y así, no sé si estas críticas son justas o no, si vienen a cuento o se quedan en mera declaración de principios, por si acaso.

11 comentarios:

  1. Soy empresaria de óptica y como experiencia personal de más de quince años en el sector le diré que en este caso en concreto, de preparados para el mundo real hablando laboralmente nada, apenas tienen practica graduando, la mayoría no saben usar un retinoscopio, lo de la tensión ocular les suena de lejos, adaptación de lentes de contacto, pues a ver...
    experiencia con catalogos de cristales, lentes o cualquier otro producto, nula, eso si, teoría mucha.
    Eso es un coste muy alto para el pequeño emppresario que tiene que lidiar con lo que llega.
    Espero que al menos ahora les den muchas más horas de practicas porque las necesitan,la mayoría son buena gente y estarían encantados.
    En cuanto a los primeros años de vida los padres primero y profesores después deberiámos potenciar la lectura de toda clase de libros y autores, enseñar que leer es divertido, que puedes VIVIR a traves de un texto, que te hace crecer como persona, seguro que nuestros adolescentes tendrían una cultura general y un vocabulario mucho más amplios.
    En una de mis ópticas tengo una pequeña biblioteca con toda clase de autores,pueden llevarse los libros que quieran, es gratis solo tienen que devolverlos en buen estado, se sorprendería de saber a cuantas madres les ofrezco libros para sus niños y para ellas y dicen no tener tiempo, a muchas las veo durante horas en el parque de charla y a sus niños le tienen toda clase de juegos e incluso desde bien pequeñitos ordenador "porque es didáctico".
    Yo me limito a sonreir y recordarle que los libros seguirán ahí cuando tengan un ratito,despues a mi hija pequeña (dieciseis años) las amigas le dicen que no use ciertas palabras, que queda raro y la van a llamar friki.

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  2. Lo intentaré (lo de arrojar algo de luz), pero no prometo nada ...

    El objetivo de Bolonia era crear un Espacio Europeo de Educación Superior único de forma que se fomente la movilidad, tanto mientras se estudia (posibilidad de completar estudios en otras países), como una vez que ya has obtenido el título (que el otro país reconozca y pueda valorar el titulo que tienes y que dicho título te capacite para ejercer una profesión en ese otro país).

    Lo de tender a titulaciones más prácticas es más bien una consecuencia del proceso Bolonia, más que un objetivo. Como cada país tenía su propio sistema y sus propias titulaciones, la convergencia se hacía realmente complicada, así que lo que se estableció fueron unas líneas bastante genérales de cómo se deberían organizar los estudios superiores. Para empezar, se acordó organizar los estudios en tres ciclos: grado, máster y doctorado. Se supone que el grado tiene que habilitarte para ejercer una profesión, el máster es una especialización y el doctorado te capacita para investigar.

    Dado que el grado tiene como objetivo la incorporación en el mercado laboral, lo lógico es que sea unas enseñanzas eminentemente prácticas, así que sí, se supone que los nuevos grados deberían ser más prácticos. Pero aquí hay todo un debate posible sobre qué significa ser práctico y cuál es el objetivo de la universidad, habiendo dentro de la propia universidad diferentes posturas y opiniones al respecto.

    Además de la organización de los estudios, también se establecieron unas pautas metodológicas, recomendando un seguimiento más personalizado del alumno.

    Y ya está, eso es todo, eso es Bolonia. Con todo esto, se procedió a la reforma del sistema universitario español. Se adaptaron los antiguos títulos para tratar de darles una orientación más profesional y adaptar también los métodos docentes, surgieron nuevas titulaciones (algunas de ellas bastante absurdas, supuestamente respaldadas por el mercado laboral), se establecieron las tasas para los nuevos títulos (responsabilidad única y exclusivamente del gobierno español), se crearon un montón de mecanismos para medir la calidad, aumentando de forma considerable la burocracia hasta el punto de (esto también es una opinión personal) que nos pasamos más tiempo midiendo la calidad que mejorándola, etc.

    ¿Hacía dónde vamos?, preguntas. Pues desde mi opinión personal (dentro de la universidad hay otras opiniones) le estamos dando demasiado peso a lo que dice el mercado laboral, borrando la distinción entre lo que significa formación profesional y educación universitaria. Yo creo que no deberíamos de llevar el tema de la practicidad a extremos. ¿Cómo vamos a innovar si solamente enseñamos lo que ya se está utilizando?, ¿qué ocurre si no existe demanda laboral para un determinado campo de conocimiento?, etc. (Bastante en la línea de lo que tú comentas en los tres últimos párrafos).

    Esta tendencia a “sobrevalorar” la aplicación práctica también se está notando en la parte de investigación, donde se está recortando de forma considerable las ayudas a la investigación básica y priorizando la transferencia.

    ¿Es esto bueno? Yo creo que no, quizás de buenos resultados a corto plazo, no lo sé, pero dudo mucho que esto nos sirva para algo de cara al futuro.


    María

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  3. Bonjour tout le monde!

    Bueno, pues tenemos la opinión de la profesional que espera otra cosa cuando llega un universitario a trabajar. Imposible (y bastante absurdo) no tenerla en cuenta, y mucho.
    Lo que yo no sé es dónde se sitúa la frontera entre los trabajos que precisan de una titulación universitaria, y los que exigirían más bien formación profesional... ¿Tú qué crees que sería lo lógico, dadas las necesidades de una óptica?

    Por otro, María ha arrojado luz. A mí me vale de mucho tu comentario, para tener una idea general.

    Pero me surgen varias preguntas:

    - ¿Qué es formación universitaria y qué, formación profesional? ¿Para muchos de los actuales puestos de trabajo para universitarios, no sería más lógico que la formación previa fuese la profesional?

    - Dicho de otro modo: ¿queremos que la universidad sea, como decimos, una formación profesional más, y además la mayoritaria, y sufra por tanto las consecuencias de esa limitación de sus objetivos?

    - La división entre grados, másteres y doctorados parece clara, y no sé si por ahí puede llegar también cierta división entre formación más práctica y otras opciones con más sitio para la investigación y la "teoría". ¿Tú qué crees?

    - Pero es inevitable no volver al tema económico: ¿es cierto que tras los cambios, cualquier máster será de pago, y por tanto el acceso no será posible para todos (y no por criterios académicos)?

    Gracias. Beso.

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  4. Estudié ya hace unos cuantos años la carrera de empresariales en la facultad de Santiago. Elegí esa opción pensando en la utilidad más que en los conocimientos que iba a adquirir , de lo cual me arrepentiré toda mi vida .
    El primer año me encontré en una aula para 600 alumos.Aquello no era enseñar a aprender ni a vivir como adultos ni nada parecido a los ideales aqui mencionados. Era mas bien aprender a competir y a sobrevivir.El contacto con el profesor era nulo.
    En cuanto al contenido de las asignaturas siempre me quejé de un exceso de teoría , muchas veces sin sentido, como cuando el profesor de matemáticas nos empezó a representar bolas; aún hoy no sé lo que es y para qué sirve( aprobé con otro profe que no daba las bolas). Es sólo un ejemplo para reflejar una sensación generalizada entre mis compañeros , la necesidad de racionalizar las materias y ,sí , también de mantener más contacto con la vida real.
    Es por tanto para mí una cuestión de equilibrio.
    Si Bolonia significase una enseñanza más personalizada, si permitiese un desarrollo más integral del individuo, si fomentara un mayor intercambio cultural con otros países....¡Bienvenida Bolonia!
    Pero no sé por qué nos movemos casi siempre en los extremos y así, queriendo mejorar algo, nos dejamos cosas buenas en el camino.

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  5. Buen regreso a la dura realidad, tu comentario.

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  6. Pero, como tú dices, Anónimo, no hay por qué elegir entre paquetes ya hechos, ¿no? Tal vez queremos una combinación diferente.

    A veces la trampa consiste en hacernos elegir entre dos únicas opciones, como si no hubiese más posibilidades.

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  7. La diferencia entre estudios universitarios y formación profesional es la gran cuestión. En muchos casos el problema es la mala prensa, yo creo que injustificada, de la formación profesional, que hace que todo el mundo quiera ir a la universidad y que los empresarios soliciten universitarios para trabajos que no requieren ese perfil.

    Por otro lado, yo lo que creo que los criterios económicos están influyendo en exceso en la universidad, en todos los niveles, grado, máster e investigación. No se debería hacer la investigación que dictan los mercados y desafortunadamente yo veo esa tendencia.

    En cuanto a los grupos de 600 alumnos, eso es algo que corrige el nuevo modelo (al menos de momento, veremos si el modelo es sostenible o no, porque todas estas reformas se han hecho a coste cero, sin incremento de plantillas). Ahora los grupos son más reducidos, algo, desde mi punto de vista, imprescindible para tener una docencia de calidad, aunque evidentemente no suficiente (profesores buenos, regulares y malos los seguirá habiendo con 600 alumnos por grupo y con 30).

    En cualquier caso, la reducción del número de alumnos y la “obligada” revisión de los planes de estudio son las dos grandes ventajas del cambio a Bolonia.

    Con respecto al tema económico, no sé muy bien a qué te refieres. La universidad no es gratuita, ni en el grado, ni en el máster, ni en el doctorado. Hay una matrícula que hay que pagar (aunque también es cierto que esa matrícula solamente cubre un porcentaje muy pequeño del gasto que supone cada uno de los alumnos) y si estudias fuera de tu ciudad a esa matrícula hay que sumarle los gastos de desplazamiento, manutención, alojamiento .... Para las rentas bajas y buenos expedientes existen becas tanto para el grado como para el máster que cubren parcial o íntegramente (dependiendo del caso) los gastos. En la página de nuestro máster (modo auto-publicidad on), en el apartado becas y financiación, puedes ver las posibilidades de subvención para hacer un máster durante este curso.

    Tal vez la polémica económica venga porque el coste por crédito en el máster es superior que el coste por crédito en los grados. O a lo mejor es que el número de becas en el máster es muy inferior al número en el grado, la verdad es que no lo sé. De todas formas, y aunque supongo que esta no es una opinión muy popular, yo daría becas por renta para el grado (con unos criterios académicos de mínimos) y becas únicamente por criterios académicos para el máster y el doctorado.

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  8. En el tema de la educación tengo un prisma muy distinto al de la mayoría.

    Desde muy pequeñitos nos educan para uniformizarnos. No se potencia la creatividad, la emocionalidad, sino la igualdad, la semejanza. Forman a trabajadores, no a personas. Se incentiva poseer conocimientos, llenar el disco duro de datos, pero no enseñan a procesar los datos. Conozco personas muy cultas que no saben pensar.

    Desde el colegio tienen que formar a personas y no a futuros ingenieros. Hay que dejar fluir esa capacidad innata de inventar, de ser diferentes. No se trata tanto, que también, de aprender conceptos sino de ampliar y mejorar las capacidades con las que cada uno ha nacido. Hay que educar en la diferencia y no en la igualdad.

    Una persona con 18 años que sabe pensar, que no le da miedo crear, que conoce y comprende sus emociones y las puede controlar, será un universitario de verdad. Y dará casi igual que se encuentre con buenos o malos profesores, con aulas más o menos llenas, que el sistema sea Bolonia o cualquier otro. Sabrá aprender, buscar y se convertirá en un magnífico profesional, no de los que se encierran a memorizar oposiciones, sino de los que se crean su propio puesto de trabajo en base a las capacidades que él ha sabido desarrollar.

    Jamás en España ha habido tanta sobrecualificación y, a la vez, nunca ha habido más paro. Esto se debe a que el colegio y la Universidad sólo crean robots con discos duros amplísimos donde se meten muchos datos, pero en esos robots no queda la más mínima traza de la creatividad con la que nacieron.

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  9. Creo que si en emfermeria tienen practicas, si los medicos tienen practicas, tambien los ópticos deberían de tenerlas ya que están tratando la salúd visual,(no me imagino a un cientifico sin pisar un laboratorio en la universidad). Tambien creo que se trata de mantener un equilibrio y ese año más debería a ayudar a distribuir las prioridades.
    PD:Los ópticos cuando hablan conmigo son los primeros que se quejan de no poder realizar algo más de practicas en un hospital, consulta medica u óptica, algunos aprovecan el verano para aprender, son los menos aunque me dá que eso está cambiando con la crisis.
    No se si sabe que las ópticas colaboramos con el SERGAS revisando a los pacientes.
    La mayoría de mis empleados proceden de la facultad de Santiago y se quejan de que evidentemente necesitan la teoría pero que hay mucha asignatura inutil y en cambio otros temas que les vendrían muy bien para las revisiones de los pacientes las pasan por el aire.
    En resumen, una vez salen y sobre todo los que tienen interes se gastan un dineral en toda clase de cursos, creen que la carrera tal vez no está muy en contacto con la realidad, que tendrían que revisar el contenido de las asignaturas.
    Mis respetos y comunicarle que estoy aprendiendo mucho con su blog :)

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  10. Tienes razón Alondra. Teniendo en cuenta que los objetivos de la titulación en óptica y optometría es formar profesionales dedicados a la prevención, detección, evaluación y tratamiento de las alteraciones de la visión, yo también creo que las prácticas con pacientes son imprescindibles.

    Creo que esta carencia la intentan corregir en el nuevo plan de estudios del grado con las prácticas tuteladas (prácticas que se llevarán a cabo en establecimientos de óptica, clínicas y hospitales, centros de salud y empresas del sector). El tiempo dirá si son suficientes.

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  11. Buenos días.

    Me alegro mucho, Alondra. Yo también, cada día.

    Creo, María, que las críticas se basan en que, aunque ahora estudiar no sea gratis, tras los cambios lo será menos aun, ¿no? Y menos cuanto más se quiera estudiar.
    Pero no sé; también creo que hay mucha desinformación, y que según leas de una fuente o de otra las conclusiones pueden ser casi opuestas.
    ¡Pero en qué tema no!

    Sobre lo que tú dices, Juan, un hecho significativo, en mi opinión, es la flexibilidad con que se toman en otros países el tema del currículo y la formación académica. Hablo de países supuestamente por delante de nosotros (económicamente, sin duda por delante).
    Un amigo vive en Dinamarca y trabaja de algo para lo que, en teoría, no ha estudiado. Aquí yo creo que ni habrían pasado de la primera línea, al leer su c.v. Sin embargo, allí, lo leyeron bien, le pidieron explicaciones y referencias, le hicieron muchas entrevistas (¡incluso hablaron con conocidos suyos, por teléfono!) y al final lo cogieron. Con grandes resultado, hay que añadir.
    Me imagino que buscaban muchas más cosas que las que da una carrera.

    Buenos días, repito.

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