17.1.12

Los estudios de los niños

En estos tiempos de desconcierto (algo que, a la vista de algunas certezas pasadas, quizá no sea tan malo; pero ese es otro tema), uno de los terrenos donde la desorientación parece dar rienda suelta a más desvaríos es el de la educación de nuestros hijos. Y metan ustedes en educación casi todo lo que quieran, desde cubrirles las necesidades básicas hasta la elección de sus juegos o su ropa, pasando por supuesto por su educación sentimental; pero desde luego no dejen fuera el tema escolar: el colegio, los estudios, los deberes, las actividades extraescolares, las clases de refuerzo, las enseñanzas complementarias, los deportes, etc., etc. Porque en pocos ámbitos resulta tan evidente, en mi opinión, el grado de desmesura, de obsesión, de paroxismo al que hemos llegado. Ríanse ustedes de la explosión de la burbuja inmobiliaria, que cuando nos estalle la curricular y se lleve a nuestra infancia por delante nos vamos a enterar.

Pues bien, en este contexto y no en otro llega a mis manos un documento que habla del manido tema de cómo ayudar a nuestros hijos en sus estudios. A nuestros hijos pequeños, aclaro; o al menos es mientras son pequeños cuando, como mínimo, habría que empezar. Me ha llegado del blog del Servicio Pedagógico municipal del ayuntamiento de As Pontes, aquí cerca, parece estar editado por la CEAPA y su autora es Isabel Bellver; y me parece magnífico.

Magnífico, porque para mí logra transmitir muy claramente, con sensatez y sin excesivas complicaciones ni simplicidades, la necesidad de hallar un equilibrio entre brindar a nuestros hijos el apoyo que precisan y contribuir a formar personas responsables, autónomas y capaces.

Es este:



Les aconsejo que se lo lean entero, sobre todo si están ustedes en edad. O que se lo descarguen para ese hermano o esa cuñada a los que no saben ustedes cómo decirles que, en su opinión, no solo están chalados sino que van camino de volver chalados a sus retoños. Pero de todos modos quiero destacar las ideas que más me han llamado la atención:

  • Comienza aclarando que esto de los estudios depende de tres cosas: poder (estudiar), querer (estudiar) y saber (cómo estudiar). Esto parece de cajón, pero recuerdo que no hace mucho cualquier guía de este tipo se limitaba a enseñar técnicas de estudio; por no hablar del eterno debate entre aptitudes y actitudes, cuando de lo que se trata es de mejorar ambas.
  • Tener una actitud positiva hacia colegio, estudios, profesores, etc. Esto no lo pondría, por obvio, si no oyese yo a menudo, en las reuniones de padres o en los corrillos a la puerta del colegio, los comentarios que oigo.
  • No sobrecargarlos con actividades extraescolares, y combinar las intelectuales con las físicas. Ya, ya sé que a veces la no-conciliación laboral las hace inevitables; pero conviene al menos tener claro qué sería lo deseable, sobre todo en un punto donde me parece evidente que el despropósito es generalizado.
  • En la misma línea: respetar su tiempo de ocio, tan necesario para su desarrollo como el de trabajo.
  • Ayudarles a organizarse, hasta que no haga falta. Para lo cual es necesaria otra cosa: potenciar su responsabilidad y autonomía con los deberes (y con todo). Aquí dicen algo que me parece muy importante: aprender a asumir las consecuencias de no entregarlos, de hacerlos mal, etc. Un conocido mío, orientador escolar, me decía que para un niño era más importante esa enseñanza que hacer mejor o peor los ejercicios que le mandasen.
  • Inculcar Fomentar en ellos el afán de aprendertransmitirles la idea mostrarles los atractivos de saber y ayudarles a ver el conocimiento como una herramienta para toda la vida y un fin en sí mismo. Si no, no se extrañen si llegan a una edad en la que les sueltan que para qué van a estudiar, con el paro que hay.
  • Fomentar la lectura, como herramienta esencial para todo lo demás.
  • Y por supuesto (pero ya no solo en este tema), lograr un ambiente familiar de colaboración, cariño, confianza y comunicación que les haga sentirse apoyados y los motive.
  • Por último se citan varias recetas seguras para ir hacia atrás. Vean qué raras; seguro que jamás han caído en esos errores ni los han observado a su alrededor: compararles continuamente con otros niños (presentes o pasados), hacerles los deberes o darles la respuesta a un problema (sin que esto signifique, como hemos dicho, que haya que dejarles solos del todo), no respetar su tiempo libre y de ocio, atosigarles con los deberes y mostrarse preocupados en exceso por ellos, presionarles demasiado, hablar mal del colegio y restarle valor, no reconocer sus logros, premiar dichos logros con recompensas materiales, y pensar que los estudios es lo único importante (o lo más importante, añado yo) en su vida.
Ni adultos prematuros de currículo espectacular diseñado desde el jardín de infancia, ni dependientes atemorizados de buenas notas, ni consentidos o desatendidos con malas.

29 comentarios:

  1. Esto me interesa.

    Cuando yo digo todos esos puntos que has señalado ( ahora leeré el documento) la gente me mira como si fuera una bruja insensible y despreocupada de los estudios de mis hijos..

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  2. Ya.
    Es que yo creo que estamos muy chalados, perdidos, confundidos, agobiados, histéricos... Vamos, que creo lo que he dicho.

    Un beso.

    (¿Sin problemas de seguimiento, esta vez?)

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  3. Sin problemas de seguimiento.

    Hace días mi cuñada me miró con ojos desorbitados porque M habia venido sin el libro de ciencias y al dia siguiente tenía examen...y yo le dije: " es tu problema..tienes que aprender a ser responsable". Mi cuñada me dijo..¿ y no llamaste al colegio a explicar lo que habia pasado? "...Pues claro que no...si se le olvida el libro...tiene que aprender a ser responsable y preocuparse de sus cosas...

    Y así con todo...pero claro es que hay cantidad de gente que se sienta con ellos y hace las tareas de la manita con ellos durante horas.

    yo tengo claro que prefiero que saque un 5 con su esfuerzo exclusivo a que saque un 8 por tenerme a mí subida a su chepa.

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  4. No tiene sentido repetirlo todo, pero yo creo que el documento explica muy bien cómo hay que hacer eso que dices, sin caer en desatención, sin dejar al niño vendido y solo ante el peligro, cuando es excesivo.
    A veces una explicación es muy útil y realmente ayuda, y otras basta con demostrar interés, valorar su trabajo (entre otras cosas, para tranquilizarlos sobre el resultado).

    He visto ejemplos cercanos de niños que fueron bien en el colegio hasta que el nivel de los estudios superó el de conocimientos paternos... Y se estrellaron, porque ni sabían, ni sabían trabajar.

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  5. “Inculcar en ellos el afán de aprender, y transmitirles la idea de que el saber y el aprendizaje son valores en sí mismos“.

    No estoy de acuerdo con ésto. No digo que los valores no sean necesarios en la educación de los niños, todo lo contrario, mi problema es con los verbos “inculcar” y “transmitirles la idea”. Creo que parte de la confusión existente en la educación proviene de esta manera de tratar los valores.

    Los valores son referentes interiorizados que nos permite orientar la conducta en un sentido determinado. Pero la interiorización de estos valores no es un proceso intelectual; no son ideas o conceptos lo que son interiorizados. Los valores nacen de la función “sentimiento” que percibe la realidad en términos de “me gusta, no me gusta”, “es bueno, es malo”, “es bello, es feo”, etc. Y estas valoraciones tienen que ver con la sensibilidad y los “feelings” (reacciones afectivas del cuerpo). Los niños aprenden a valorar en función de lo que experimentan y de las reacciones a la expresión de las mismas por parte de sus referentes, padres, maestros, etc., que encarnan unos valores.

    Cuando a un niño le inculcan unos valores intelectualmente, se añade una nueva fuente de información para confundir, si cabe, aún más las cosas. Así tendrían información de su propia experiencia, la de la percepción de la conducta de los referentes significativos y la de los “valores” que intentan inculcarles.

    Por lo tanto, una educación en el campo de los valores que pretenda una maduración de los niños, congruente, íntegra, autónoma y responsable, debe contar con:

    1)unos referentes para los niños (padres, educadores, ...) que encarnen unos valores congruentes con su conducta (de los referentes).

    2)unas experiencias educativas dirigidas a despertar la sensibilidad (educar los sentidos) y la expresión de la afectividad, para entrar en diálogo con los niños, en su nivel de comprensión.

    3)La introdución de la experiencia de la humanidad (la cultura) en relación a las experiencias aludidas en el punto anterior, para desarrollar su conciencia de responsabilidad con la sociedad y sus conciudadanos.

    Tela.

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  6. No todos los niños son iguales, como tampoco lo son todos los referentes que intervienen en su educación.
    Hay niños que necesitan un apoyo más presente y constante, por lo menos hasta que adquieran cierta autonomía y responsabilidad (derivadas de la creación de un hábito en su forma de trabajar). Sin embargo, hay otros que bajo el control de adultos se pueden distraer y alargar sus tareas.
    ¿Qué pasa con esos niños cuyos referentes les intentan inculcar valores diferentes? ¿Hasta qué punro podemos llegar a confundirles?

    (Por si fuera necesario: perdón por mis errores gramaticales)

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  7. En relación con lo que comenta Taliesín, el otro día, conversando con una amiga sobre hijos y educación, ella ponía como ejemplo el tema de "dar las gracias", opinaba que obligar a un niño a dar las gracias es "matar" la espontaneidad de la gratitud, que un niño aprenderá a ser agradecido en función de lo agradecidos que vea a los adultos de referencia.

    No le falta razón, no?

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  8. Filla, lo de dar las gracias en algunas ocasiones es más una cuestión de cortesía o educación que de agradecimiento. Yo particularmente no veo nada de malo en que así sea, me parece una buena costumbre en los niños y en los adultos.

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  9. Matizando la idea anterior: por obligarlos a dar las gracias no los vamos a hacer más agradecidos (eso lo aprenderán de otra forma, como bien explica Taliesín), pero sí los haremos más "educados".

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  10. También la educación es algo que se puede aprender de otro modo.

    Se puede "interiorizar" y ser educado por deferencia a los demás y consideración hacia el otro, o se puede aprender de manera mecánica, sin entender a qué se debe.

    Y no digo que alguien que es obligado a dar las gracias o a pedir por favor no vaya a llegar a ser agradecido o considerado con los demás, pero sí creo que es mejor hacer el camino al revés.

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  11. Estoy de acuerdo contigo, Taliesín. Pero creo que tu comentario amplia, matiza y por tanto mejora el texto, pero no lo corrige. Porque el adverbio "intelectualmente", a "inculcar", se lo has puesto tú, ¿no? Lo has dado por supuesto. Y sin embargo yo creo que al hablar de inculcar estoy pensando en todo eso que tú (tan bien) explicas; que viene a ser, más o menos, una combinación de educación sentimental e intelectual (o eso creo).

    1730, yo creo que estos consejos son válidos para cualquier niño (bueno, excepctuando casos patológicos, supongo), precisamente porque son líneas a seguir, que no prentenden poner límites exactos ni acotar tiempos ni modos. Líneas a seguir, sobre ese equilibrio apoyo/autonomía, que en unos casos se dará en un punto, y en otros, en otro.

    Estoy de acuerdo con Filla en que al mandar (para dejarlo claro) dar las gracias no estamos haciendo personas agradecidas, pues eso debe venir por otras vías. También con María, en que cuando mandamos eso no pretendemos hacer personas agradecidas, sino educadas.

    En cualquier caso, creo necesario tener claro que la convivencia en sociedad exige cierta hipocresía, sin la cual aquella sería imposible. A esa hipocresía podemos llamarla educación, en gran parte.

    Educación que, como dice Filla, también se puede aprender bien (interiorizándola, creyéndosela, creyendo en sus bondades) o mal (mecánicamente).

    Y el palabro es PHORTI, que para mí que significa que ya tengo que irme.
    Besos y abrazos.

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  12. No Porto, yo no pongo nada! Es el texto el que dice "transmitirles la idea"(subrayo "idea")de que el saber (subrayo saber, el saber es conocimiento ya articulado) y el aprendizaje son valores en sí mismos (subrayo "en sí mismos" porque ésto hace de los valores algo cuyo origen no es la experiencia).

    Por lo tanto, no creo que haya matizado para mejorar el texto, sino que le he hecho una crítica de calado.

    Y sí, en la educación también se debe incluir el aspecto intelectual que, según mi punto de vista, se haría en el diálogo con las experiencias de los niños y, sobre todo, en el punto número 3. Pero no inculcándoles "valores en sí".

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  13. No me aclaro yo muy bien con el prospecto. El señor ese de los quevedos y el bigote, ¿con quién hace la vida, con la de las coletas o con la de la melenilla?

    Sirwood

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  14. ¡Ja! ¿Una crítica de calado? ¡Quién te diera, chaval...!

    En serio: pues entono el mea culpa, porque ese párrafo es mío; el documento dice (separados)

    Desarrollar y reforzar desde pequeños el afán de aprender
    nuevas cosas y la curiosidad natural

    Proporcionarles un ambiente donde el aprendizaje y el saber
    sea[n] un valor


    Creo que, leyendo el texto, uno ve que la idea de dar ejemplo, de fomentar a base de crear el ambiente propicio, de construir un vínculo afectivo que facilite el aprendizaje, etc., queda bastante clara.
    Sigo sin ver en ese inculcar nada meramente intelectual; y creo también que si tuviera que explicar todo esto en una reunión de padres usaría la expresion "transmitir la idea" más de una vez, aunque hablase también de dar ejemplo, hacer entender, valorar, etc. Además, ya sabes que los cartesianos somos muy sensibles a lo de las ideas; que incluso a veces las necesitamos para descifrar nuestros sentimientos :)


    En cualquier caso, si no lo tenía claro, ya he comprendido perfectamente la doble componente de nuestra labor.

    Un abrazo.

    (Sir, con la de la melenilla, hombre. La de las coletas es su hija.)

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  15. Porto, digo una crítica de calado, no por que la crítica sea, en sí importante en relación al texto, sino por que la ideas expresadas en ella darían un vuelco a la forma habitual de educar y acabaría de una vez con la confusión y la lucha ideológica por inculcar valores. Por eso escribo “Tela”, por el enorme cambio que implicarían en el sistema educativo.

    Claro, yo solo había leído el texto del post, y si hay diferencias. En todo caso, tu postura en este punto, es creo yo, la más extendida sobre la educación. Y eso es así, creo yo, porque el mundo lo creo Dios Padre.

    Un abrazo

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  16. Ya, hombre :-)

    Pero insisto en que estoy de acuerdo contigo. Con matices, y desde el acuerdo del neófito, pero de acuerdo.

    Si digo que en una reunión de padres yo usaría, entre otras, la expresión "transmitir ideas", es por lo mismo que creo que el nivel de precisión conceptual de tu critica esté probablemente por encima de las pretensiones del texto original, didáctico y divulgativo, y seguro que por encima de las del mío. No porque no vea lo que dices.

    Ahora bien, una vez dicho eso admito que en mi opinión, si se puede hablar de ideas en tu punto 3, se puede hacer también desde un punto de vista individual, desde la experiencia personal. Sin perjuicio de que yo, al comunicar mis ideas y opiniones a mis hijos sea capaz al mismo tiempo de transmitirles la pasión que pongo en ellas, la satisfacción que me proporcionan, y lo que significan en mi paisaje sentimental.
    Es decir (y vuelvo al principio), no veo una clara oposición entre ambas vías.

    Otro.

    (Joder, ¡¿tú sabes lo que tardo en escribir esto en el móvil, y en las gradas de la piscina?!)

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  17. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  18. Me consta que en tu práctica educativa, haces lo que dices y que no es tan diferente de lo que yo comento.

    Valga la crítica para ese tipo de educación, llamémosle patriarcal (que es a la que yo me dirigía).

    Pásalo bien!

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  19. ¡¿Qué hago: lo que intento decirte (no tan diferente a lo que dices tú, creo), o la versión patriarcal...?!

    Espero que tengas buen concepto de mis prácticas.

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  20. Buenísimo concepto de tus prácticas, Porto, ¿cómo lo dudas?
    (disculpa mi ambigüedad)

    De tus concepciones teóricas, ejem!
    ;-)

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  21. Ay, yo qué sé... Frágil que es uno.

    Pero me quedo contentísimo. En serio. Que a ti te he contado muchas cosas.
    Además, que por una vez mis prácticas superen a mis teorías es una novedad y un motivo de alegría añadido.

    Un abrazo.

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  22. Ojalá pudiera decir yo lo mismo (mi práctica es inferior).
    Por eso lo pago con sufrimiento (a relativizar).

    Un abrazo

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    1. Yo sé menos de ti, en ese aspecto. Pero estoy convencido de que si le preguntáramos a la persona aludida su respuesta te sería favorable.

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  23. ¿Su hija? ¿Tan mayor y su padre haciéndole los deberes? ¡Qué bromista es usted, Larson! ¡Qué gran sentido del humor el suyo!

    Sirwood

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  24. :D :D :D

    Es que es un contra ejemplo.

    Me ha recordado usted al capitán Haddock, o no sé si al profesor Tornasol. Es usted lo máximo, como diría mi tío.

    Buenas noches.

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  25. No es ni mucho menos el más importante de todos los puntos que menciona el texto, pero en lo de "Proporcionar a nuestros hijos e hijas un espacio de estudio fijo (a ser posible en su cuarto)." no estoy de acuerdo.
    En lo de espacio de estudio fijo si, por supuesto. En lo de que sea su cuarto, no. Hay que separar los espacios de las actividades y hacer cada cosa donde corresponda. A la pelota se juega en el patio, y se come en la mesa. Cuando en el cuarto se hacen millones de cosas, mezclando ocio, lectura, creatividad, descanso, refugio, intimidad... Añadir el estudio puede ser algo contraproducente. Demasiados estímulos y distracciones. Del mismo modo que tampoco pondría la tele ni la consola en su cuarto!

    Hace poco que te leo. Seguiré haciéndolo :)

    Un saludo.
    Bel

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  26. Tampoco a mí me parece importante. Creo que debe ser tranquilo y sin demasiadas distracciones pero agradable.
    Bienvenida/o.

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  27. Hola y muchas gracias por el post.
    Realmente hoy en día nos hace falta información como esta... Cada vez parece que a los niños del cole les cuesta más concentrarse con tanta tecnología a su alrededor... Yo lo noto perfectamente con mi hija.

    Realmente los blogs así me van genial, encuentro consejos que me facilitan el trabajo a la hora de hacer "los deberes" jeje
    Os quiero compartir un artículo que he encontrado y las sugerencias son muy prácticas. VA sobre cómo ayudar a los niños a mejorar en la escuela
    Espero que os sea útil!! Saludos

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