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Dicen que mal número, si no crece. Pues ha crecido; de hecho, se ha triplicado.

El domingo cumplo 39 años. Y tan fresco.

Creía que era de hace unos meses, pero ya ha pasado más de un año y medio desde que escribí que estaba en una llanura. Y en ella sigo. No estoy igual, creo que el descanso ya no es la primera de mis necesidades e incluso me parece vislumbrar, a lo lejos, algún camino, pero todavía estoy en medio de un enorme campo. Un campo en el que me puedo mover con bastante libertad, y donde encuentro cada vez más gente que vale la pena.

Mi vida sigue, y yo sigo con ella. Sin lo que fui, no sería éste de ahora; no se trata de romper nada ni de cerrar puertas, sino de abrirlas, salir y no dejar de vivir.

TÍTULO EN ASUNTO

Prueba de publicación por correo electrónico.

¿Llegará? ¿Saldrá bien? ¿Y qué pasa con los FORMATOS? ¿Y con el TÍTULO?

(Coño, y ahora resulta que no tengo nada que decir...)

Rosenberg

No sé nada de Guatemala, más allá de la imagen de inestabilidad social, pobreza e inseguridad (tiene la tercera tasa de homicidios más alta del mundo) que comparte con la mayoría de países de su entorno.

De su presidente, Álvaro Colom, ayer no conocía ni el nombre. De los demás implicados en este asunto, lo mismo.

Así que pocos elementos de juicio tengo para formarme una opinión al respecto. Tan sólo lo que creo ver en estos vídeos: que Rosenberg los grabara dando por hecho su asesinato, lo que dice y cómo lo dice.

Vídeo, parte I
Vídeo, parte II

¿Cuánto le queda a Latinoamérica para poder permitirse pensar en problemas como los nuestros?

Ya lo decían los estoicos

Pues resulta que todo aquel rollo de las intenciones, además de estar ya dicho, estaba muy bien resumido:

Acuérdate de que no es el que te insulta o el que te golpea quien te ultraja, sino la opinión que tienes de ellos, que te hace verlos como gente que te ultraja (...). No te dejes dominar por la imaginación.

Epicteto

Y en realidad seguimos hablando (a veces en este blog los temas se relacionan tanto que parece que todo estuviese escrito por la misma persona) del miedo.

Locura, II

- En los árboles hay brujas malas.
- Eso te lo dice abuela, ¿verdad? ¡Mamá, para qué le dices esas cosas a la niña!
- Ay, ¿y si no qué hago, cuando tú no estás, para que no se me escape?
- Pues, mamá, no sé, dile que hay una rata, o una culebra... o un hombre. Yo siempre le digo que hay un hombre malo que la va a coger y se la va a llevar.

Locura, I

Los árboles

En la ventana de una casa junto a la carretera, una señora mira, apoyada en el cristal, los árboles que rodean la finca. Es mayor y lleva puesto un chal, y mira hacia arriba, a las copas que dejan el edificio en sombra. Es sábado por la tarde.

Hace años, llevó muchas veces a su hijo de la mano por aquel monte. También algún sábado. Él la miraba contento, como miraba todo, y le contaba, cada día, lo que iba a ser de mayor. Y se pregunta, mientras escucha los gritos en el piso de abajo y ve su reflejo en el cristal, qué habrá sido de aquel niño entusiasmado y de aquella mujer que no dejaba de sonreír.