Desarrollo del experimento sin conclusiones
Pues ya lo he hecho, con nocturnidad y alevosía. Tres copias, dejé, en tres buzones (todos exteriores, ninguno de portal).
En una casa vi desde fuera un grupo de gente que me gustó. Parecían un matrimonio de unos 50 años hablando con una pareja, tal vez su hijo y la novia, después de cenar; y había algún niño. Se reían y me pareció que había buen ambiente y que lo leerían con cierta alegría.
Y me hace gracia, y hasta me parece interesante, pensar que hoy todos cogerán el texto, que nadie tomaría por publicidad, ni por la amenaza de un chalado, ni probablemente guarde relación alguna con sus vidas, y se preguntarán qué carallo es, de dónde puede haber salido, y por qué les ha llegado a ellos.
A tu edad y con estas cosas!
ResponderEliminarComo diríamos por aquí "cuanto tiempiño tienes".
;-)
Siempre te ha gustado lo de ir por las casas: no hace tanto (unos 25 años), íbamos disfrazados de choqueiros visitando a los vecinos de nuestros abuelos para que nos diesen filloas, torrijas y alguna pesetiña. Mira, ahora, les dejas textos. No está mal, ¿tendrá alguna relación?, es broma, tiene su gracia, la pena es que no conocerás su reacción.
ResponderEliminar¡Qué tradiciones perdidas!, snif
Ojo, que se lo pueden tomar como acoso literario. A mí me llega su escrito al buzón y lo primero que me viene a la cabeza es la imagen de un señor mayor, mezcla de Sánchez Dragó, con el bigote de Benedetti y la calva de Paulo Coelho, vestido con un pullover blanco, pantalones cortos modelo safari, sentado en un cochecito de esos de golf, relamiéndose lascivamente y metiendo el ojo entre los visillos de mis ventanas. Mal rollo. No van a poder dormir. Bueno, yo hoy ya no duermo.
ResponderEliminarLo de qué cosas hacer según qué edad es muy discutible.
ResponderEliminarY lo del tiempo, también. No ver la tele ayuda mucho :P
Besos a las dos.
Harry, ¿usted cree? No me haga sentir culpable, hombre. Yo metería el texto en google, enseguida. Y, en este caso, desvelaría el misterio.
Muy buena tu respuesta jajaja
ResponderEliminarNini, cuando llamábamos al timbre y preguntaban quien era decíamos que éramos mascaritas....también nos daban un vaso de gaseosa!!
Y poníamos voz de mascarita, así muy chillona, en falsete.
ResponderEliminar"¿Me conoceeees? ¿Quién sooooooy?"
Siiiiiiiiiiiiii jajajaja lo peor las pintas de trapalleiros que llevábamos, menos mal que no hay fotos o que pena que no las haya.
ResponderEliminar¡Qué mala memoria! Los de las casas decían: ¿quién es? y nosotros con voz de falsete: ¡¡¡¡las mascaritas!!! y lo de la gaseosa es cosecha tuya, ja,ja...
ResponderEliminarY yo mientras veo la tele trabajooooo, primooo, ja,ja...así que soy tele adicta con amortización del tiempo desperdiciado. ¡Estoy contentísima! ¡empieza operación triunfo de nuevo y llenará el vacío que gran hermano ha dejado en mí!
Mala memoria la mía, no me acordaba de lo de la voz de falsete, me ha hecho gracia, ji,ji...
ResponderEliminarYo doy mi voto a lo de ir dejando regalitos por las casas, si pasas por la mía que sepas que me gusta el jamón serrano.
No deja de ser curiosa la similitud de su aventura con la que describe su "espionaje", muy similar a la de los retrovisores (http://unhombresentadoenunasilla.blogspot.com/2009/03/espiando-por-el-retrovisor.html). Tiene ud. cierto aire de "voyeur", si me permite que se lo diga, amparado tras un simple cristal (ventana, luna, retrovisor, ...). Curiosa me resulta igualmente esa misteriosa calle que sólo transita los martes (?) y que no vea la tele. Esto último puede subsanarlo el domingo a partir de las 15,30, que comienza PERDIDOS desde la primera temporada en CUATRO.
ResponderEliminarSaludos desde la irónica (y televisiva) realidad.
Soy muy voyeur, yo, lo admito.
ResponderEliminarLo de los martes no tiene nada de raro, no se crea.
Y lo de no ver la tele ha pasado de ser un principio a un hecho: simplemente resulta que no la veo.
Saludos.
Lo de dejar cartas en los buzones de los desconocidos me parece un poco tétrico. Sencillamente no entiendo que clase de placer le puede producir el crear una incertidumbre en unas personas que ni siquiera conoce.
ResponderEliminarPorque presupone que les gustará?. Yo creo que todo lo contrario, si yo me encontrara algo parecido en el buzón me daría algo de ansiedad el pensar quien me lo habrá dejado y con que intenciones.
Y desde luego no se me ocurriria consultarlo en internet para resolver el enigma!! Será que veo demasiado la tv y me estoy volviendo algo tonta.
lia.
Lía, ¿qué le pasa a usted hoy?
ResponderEliminarSinceramente creo que ese texto no puede intranquilizar a nadie. Espero no equivocarme, claro.
Y no, no doy por hecho que les vaya a gustar, ni mucho menos. Eso daba igual.
Saludos.
Ya me toca centrarme en el tema. Me parece un experimento fantástico. Y no hay edades para nada (salvo para morirse, que nunca es edad).
ResponderEliminarEl Arte del Uso de los Servicios Postales (AUSP, de donde viene lo de Corriente Auspista) es emocionante y debe tener sus efectos que nunca sabremos hasta dónde llegan: como mariposa que aletea en Tokyo.
En mi blog, el 10 de julio de 2007, puse una entrada de un joven poeta amigo que es un maestro del tema. Para el que no quiera ir allí, copio el largo párrafo en el que me refería a su práctica del AUSP:
PLT es un maestro del arte poético postal. Por ejemplo, entre otros muchos mensajes un día recibo una carta (siempre en sobre de avión, cuanto más antiguo mejor) que estaba enviada a “Calle Camarena, sin número, a quien pueda interesar (distrito postal bien puesto)”, pero el remite ponía claramente mi nombre, apellidos y dirección: me llegó la carta a mí, a quien estaba dirigida, tras un recorrido por estafetas postales.
Su mejor obra de arte postal, en mi opinión, es la elección de dos islas próximas a Australia, enfrentadas una a otra como dos riñones, unidas por un transbordador. Ha decidido que será el lugar de retiro de los Austria, para lo que está fundando un museo. Ha convencido al director del transbordador para que participe en un estudio de comunicación europeo, recibiendo con frecuencia objetos que debe clasificar y guardar en un almacén. Esa colección será el futuro Museo Austria, en una de las islas, cuando todos vivamos allí (¡ah!, ¿nos os lo había dicho?, yo también soy Austria y participo como miembro de número en los concursos de poemas pedagógicos). ¿Cómo soluciona PLT la indexación de los elementos del museo? ¡Fácil! Controla las direcciones postales de las dos islas y por cada envío de objeto sale otra carta que cuenta lo enviado y la fecha y va destinado a una dirección inexistente ¡de la isla en la que no está la oficina de correos! Eso es lo que llama “bendición postal de los mensajes”. O sea la carta con la información (y el remite real de PLT o un amigo) sale de Madrid por avión hasta Australia. De allí, en hidroavión, va a la isla donde no está la calle del envío, en el transbordador va a la otra isla, como hay algún problema porque falta algo para la entrega (mal la calle, el número, el destinatario), le ponen “Return to Sender” (sí, como la canción de Elvis Presley), la suben en el transbordador para ir a la otra isla, en el hidroavión, hasta Australia, desde donde un avión la trae a Madrid y por los medios habituales llega a la casa de PLT, que la archiva cuidadosamente: ya hay constancia de otro objeto del futuro Museo.
Ánimo, señor mío, que lo veo dedicado cada vez más a causas excelentes y curiosas.
OHhh, qué bueno. Esto parece una película de suspense. Me tienes pegada a tu pantalla, esperando el desenlace.
ResponderEliminarA mí alguien periódicamente me deja botes de espárragos en la puerta de mi casa (y vivo en un bloque de pisos). No sé si es una estrategia publicitaria o si alguien intenta envenenarme. Recojo los botes y los acumulo en la despensa, sin atreverme a abrirlos. Y ya tengo cinco.
Lo de los espárragos me parece con mucho lo mejor, por su utilidad.
ResponderEliminarA mí una vez mi ex-vecina de abajo me vino con un paquete por mi cumpleaños envuelto en papel de regalo. Lo abrí y eran unas sábanas que la muy puñetera había arrancado de mi tendedor desde su balcón y que se había entretenido en doblar y empaquetar. Y sin embargo la quiero, ojo.
ResponderEliminarNo se preocupe, Portorosa, que seguramente no creará una psicosis vecinal con su escrito, la gente lo leerá y ya está. O igual se piensan que es una carta de esas que hay que fotocopiar para que no te quite la suerte y en cosa de unos meses nos vemos en toda España con su escrito en el buzón y, luego, de rebote, alguien lo publica diciendo que es el último texto que escribió, por poner un ejemplo, Borges. Luego se descubre que no es de Borges, que es suyo, y lo llaman para entrevistarle en Dónde Estás Corazón y se hace famoso.
En todo caso, oiga ¿usted viviría tranquilo sabiendo que tiene de vecino, quizá en la casa de al lado, a un literato?
Buenos días, señoras y señores.
ResponderEliminarNáN, lo de PLT y el AUSP me parece increíble. ¿Está usted hablando en serio? Si es así, es alucinante.
ETDN, yo creo que estás en el punto de mira de una secta diurética.
Hombre, Harry, no cabe duda de que la intención subconsciente de todo esto es la fama.
Y sí, hay literatos que se ajustan como nadie al perfil de loco, si no peligroso, sí pesadísimo.
Besos y abrazos.
Hala, a trabajar, a trabajar...
El tema se va poniendo serio.
ResponderEliminar¿ Que sentiría yo si algo de ese tipo estuviera en mi buzón?
1 - pensaría que lo han echado en todos los buzones y sería agradable. Así sin más.
2 - Si el papelito fuese metido en un sobre con mi nombre y sin remitente, el susto sería grande.
Saludos
Es Sant Jordi
ResponderEliminardeje rosas en los buzones de las chicas guapas, y libros bonitos en los de los hombres tristes.
(yo no soy bonita ni lo quiero ser, arriba la barca una dos y tres)
Salvo que se moleste el propietario del blog, me gustaría hacer lo que hay que hacer hoy.
ResponderEliminarA todos los catalanes un libro:
- El hombre que se enamoró de la luna
- Una rosa (la cambio por un clavel en honor de la revolución de los claveles)
- Grrr Y aunque soy merengue, felicitaros por el juego maravilloso del Barca y pido disculpas por la perniciosa actuación de algunos de los jugadores.
Saludos
Joder, es que da gusto ver jugar al Barça.
ResponderEliminarSeñor de Portorosa, que de verdad se lo juro que es verdad. Por eso puse la manera de llegar al post en que lo conté. (y hay otras muchas que no cuento porque me habría pasado 20 párrafos).
Ah, a mí me pasa lo mismo que a la niña de la barca.
¿Ve, señor? Empecé con Barça y acabé con barca. ¡para que anden diciendo de mí que soy un desequilibrado!
Para mí, lo asombroso de la historia, no es tanto, el por qué recibo un relato anónimo en el buzón, sino por qué el caminante sigue su camino sin hablar, aunque fuera a voces, con la mujer de la barca.
ResponderEliminarSinceramente me parece una oportunidad perdida. Ojalá se la encuentre en otra ocasión. Creo que esa mujer tiene algo que decir. Algo que merece ser escuchado.
Apertas
¡¡Oh, Taliesín!!
ResponderEliminarme abuuurroooo
ResponderEliminaraporte, picante, no-bonita.
ResponderEliminarO reaccionamos pronto o el tema se nos va de nuestras pecadoras manos
Coño, no entendía nada del comentario de Taliesín (y esta vez sin razón...); creía que estaba hablando de la niña de la barca que no es bonita ni ganas que tiene.
ResponderEliminarEl caminante y la chica: di por supuesto que estaban muy lejos, y además que él la veía de espaldas (aunque es un poco difícil, estando ella mirando un faro), porque así se veía en el cuadro (que, efectivamente, Morelli, ya no está en aquel escaparate).
Pero sin duda esa muchacha tiene algo que decir. Sin duda.
"El hombre que se enamoró de la luna" lo regalé yo la última vez que estuve en Madrid, Luna (la que no nos vimos).
Y es verdad, hoy es el Día del Libro. ¡Pues a comprar libros para todos se ha dicho!
Yo ya lo he quemado.
ResponderEliminarSirwood.
Otro sí, digo: he leído lo del AUSP y no me he enterado de nada. En cuanto se me pase la borrachera, volveré a leerlo. Voy con los gallos.
ResponderEliminarS.
Dios mío, S., hay ocasiones en las que sus comentarios hacen pensar que efectivamente ha bebido usted...
ResponderEliminar¿Sí? me lo regalaron hace exactamente un año y no tengo la culpa de que haya tantas cosas malas referente a la luna.
ResponderEliminarNací una noche de luna llena, de ahí mi nombre, nada más.
Es que hace dos años mi escritura era todavía confusocaótica.
ResponderEliminarYa se lo explicaré un día en la barra de un bar, S., cuando a las 2 de la noche entra la lucidez absoluta.
wooksVaya rollo con los gallos. Nunca me aclaro si los filetes hay que freírlos primero por el lado de la piel o por el contrario.
ResponderEliminar-------
Solo bebo por las mañanas.
S.
Porto, me parece un experimento fantástico! Aperta!
ResponderEliminarBuenos días.
ResponderEliminarGracias, M. ¿Sabes?, ayer fui a la mini-feria del libro de aquí, y pregunté por el tuyo. Pero sólo me acordaba del autor, síntoo. En cualquier caso, creo que no estaba por allí (pregunté en la caseta de Sargadelos); una pena.
Eso tiene que venir en google, S... Ah, pues no, no viene nada; sólo habla de los otros gallos, y a veces en su faceta luchadora.
Thanks, God, today's Friday!
(Y verifico: "undersi", subconsciente en esperanto.)
Por la piel, primero.
ResponderEliminarGiorno!
Pues ya sabe, S.
ResponderEliminar(Carol, ¿qué tal estás? Te veo entrar de vez en cuando. Espero que todo vaya bien, ahí al otro lado del mundo. Besos.)
Pues creo que de nuevo me he perdido algo interesante. A mi el experimento me parece fascinante. No comparto para nada apreciaciones que tengan que ver con abismos generacionales. Desgraciadamente creemos de nuevo por el maldito mensaje bíblico que "for every time there is a season" si lo lúdico en la vida consiste en saltar barreras y abrir puertas, por que contentarnos con presunciones generacionales?
ResponderEliminarPues creo que de nuevo me he perdido algo interesante.No entiendo. ¿De nuevo? ¿Y qué te has perdido, y por qué? Es que no caigo en si habías venido antes por aquí...
ResponderEliminarPor lo demás, completamente de acuerdo: no nos neguemos alegrías, que no sobran.
Para M, si lo lee:
ResponderEliminarHace siglos que no veo a Castellote por el Círculo. ¿Sabe si se ha borrado?
Sirwood.
Para Carlos: no me queda otro remedio que estar de acuerdo contigo. Voy a dejar de tener 60 años dentro de pocos días y no he dejado de divertirme nunca. Abro todas las puertas que haga falta; pero eso sí, las barrreas me las paso por debajo, que lo de seguir dando saltos requiere un cuerpo que no tengo.
ResponderEliminarS., me gusta la gente con principios y voluntad que sabe ponerse límites. "Solo bebo por las mañanas", ¡muy bien!
En cuanto a lo de los gallos, no le suponía a usted perdiendo tanto tiempo. No como mucho pescado, una vez al trimestre, por lo de armonizar la ingesta y comer de todo, pero desde que apareció el Capitán Pescanova, con esas barritas tan fáciles de freír y comer, no he pisado una pescadería. Además, da lo mismo freírlas por un lado que por el otro.
Igual sin el escudo de la identidad anterior caigas en quien es el Carlos, cuyo comentario no entiendes.
ResponderEliminarLo interesante me parece realizar experimentos sin conclusiones, una práctica libre de cartesianismos que rompe los moldes de la búsqueda con vistas al resultado.
Ya el planteamiento del experimento con esa dejada de textos en buzones ajenos me demuestra un espíritu curioso de "diablo cojuelo" digno de encomio.
Con lo cual no se si animarte a publicar esas no conclusiones o dejar que esa especie de aquí y ahora de una búsqueda sin final siga su curso.
Son un final las conclusiones?
Para NáN:
ResponderEliminarLas barreras que yo cito, no son de este mundo. Jaja, ya se que así dicho casi suena a mensaje bíblico, pero para saltar esas barreras solo se precisa la voluntad de hacerlo. Yo tambien paso las barreras físicas por debajo, quizá por eso haya tenido que aprender a saltar las otras con estilo Fosbury. Se llamaba así no?
Pensé en ti, pero como era otro perfil...
ResponderEliminarMe gustaba la idea de no saber qué pasa, ni si pasa o no.
Las conclusiones no son nunca un final, sino una herramienta, ¿no? Pero a menudo nos quedamos en el paso intermedio, en ellas, sin sacarles partido; y otras veces (las más), ni a ellas llegamos.
Pero sigo sin entender lo de que te has perdido algo...
Perderme... perderme... fué solo una sensación, dado lo sabroso de la entrada última de este tu blog, en el momento de mi reingreso por estos lares. Y es que dada la mediocridad existente en la generalidad del espacio cibernético, plagado de planetas tipo Facebook y similares, encontrar páginas en las que reluce un rayo de cordura, siempre es estimulante. Vamos que directamente y como casi siempre te estoy piropeando.
ResponderEliminar¿Cordura, ha dicho cordura? Ô_Ô
ResponderEliminarS, para que pueda recordar usted lo de los gallos (por aquí se les llama meigas): se fríen primero por la parte de la piel, según decía mi abuela, para que sea esta parte la que absorba la mayor cantidad de aceite, en lugar de hacerlo la "carne".
A mí la explicación siempre me resultó bastante convincente, pero lo mismo era un invento de mi abuela.
Eso de la carne, entrecomillado, absorbiendo aceite me ha sonado altamente pecaminoso.
ResponderEliminarSeguramente su abuela de usted ignoraba que para que la carne no absorba "aceite" es suficiente pasarla por fariña.
Eso es cosa de otro costal.
Ya he visto que le andamos cerca, XY, creía que era un joven teorizando. Cuídese de los idus del cumpleaños 60, cuando llegue, que se pasa mal y luego resulta que es una jodida convención.
ResponderEliminarCierto que estos experimentos son chulos y "nos" valen aunque solo sea por el hecho de plantearlos.
Pero científicamente, debería encuestar a los "agraciados" y, dado como está el personal, quizá en lugar de conclusiones sacara contusiones. Lo que nadie desea para el señor de esta casa.
¡Pero cómo no iba a saber lo de la harina la abuela del anónimo, hombre!
ResponderEliminarEse mismo anónimo que pone en duda la cordura que tan amablemente me elogia Carlos.
NáN, es que era un experimento... de apertura, de sugerencia, de mensaje en una botella, o algo así; incompatible con encuestas.
En mi casa, que yo recuerde, las meigas (o los gallos, como prefieran) se hacían a la plancha. Y en este método, XY, la harina no me pinta mucho, la verdad.
ResponderEliminarTiene gracia que le suene pecaminosa la cuestión.
Será solo cuestión de confundir la "carne" con el "pescado".
ResponderEliminarEn mi zona chamanse "rapantes"
Buenos días:
ResponderEliminarPorto, estoy perdiendo la cordura.
¿Las meigas no son las brujas gallegas?
¿No hay un refrán sobre ellas?
No las hay pero están, o algo parecido.
Nán 60 tacos?
Está usted para un avemariapurisima.
con un pie en el estribo... suerte que no tengo caballo.
ResponderEliminar...un padrenuestro y una cataplasma de santacatalina.
ResponderEliminarVoy a confesarme con rouco.
ResponderEliminarNo vuelvo a desayunar con S que wn vez de café, me ha puesto una caipiriña
plasma ya he catado lo mío... pero los hombres de oscuro, ¡que ni se acerquen!
ResponderEliminarLe advierto, Luna, que dudé entre "de oscuro" y "de lo oscuro".
ResponderEliminarA ver si lo he cogido....
ResponderEliminarTu mandas una carta a Elvis Presley, en la calle Camarena (Australia). La carta tiene que ir en sobre de avión; cuanto más viejo el avión, mejor. En Australia hay dos islas que se encuentran enfrentadas por la construcción de un museo. Allí vive un tipo que timonea un transbordador, es mozo de almacén, elabora estudios de comunicación y clasifica objetos extraños. También hay otro con un hidroavión. Se trata de putear a este último todo lo que se pueda. Le mandan a recoger la carta a una de las islas, donde no hay oficina de correos. Mientras tanto, el del transbordador la lleva a la otra. Se pegan así todo el día. Cuando ya están hasta los huevos de dar vueltas, llega el empleado de la estafeta y la devuelve a España. La abres, y te sale un poema pedagógico titulado 'Return to Sender'.
Sirwood.
Hola Porto. Acabo de ver tu pregunta y me he puesto colorada como un tomate!!! :)
ResponderEliminarSi, voy leyendo de vez en cuando pero ultimamente no me decido a comentar, no se si es porque os leo a todos como muy unidos, o porque como no estoy en mi mejor momento os veo a todos muy unidos...
Los monstruos que acarrea una...:(
Pero estoy muy entrtenida, gracias.
Y me parece genial lo de la carta sopresa, yo se que nadie me tiene que escribir pero cada dia, una fuerza invisible me hace mirar dentro de mi buzon. Por si acaso...
Un abrazo y feliz fin de semana.
Me alegro de verte, Carol. Ya sabes que aquí tienes tu casa, ¿vale? Cúidate mucho. Un beso.
ResponderEliminarAl resto:
- Sois taaaan mayores... Va a ser terrible, cuando empecéis a olvidaros de vuestros comentarios y repitáis y repitáis la misma conversación.
- Las meigas son las brujas, y también el nombre de unos pescados. Y el dicho es "Habelas hainas, o caso é atopalas" (Haber las hay, el caso es encontrarlas".
- A mí lo que me queda claro de la historia de NáN es que su amigo tiene que estar como una puta cabra, pero que uno no debe de aburrise con él.
Bicos e apertas.
Y S. tiene mucha gracia, también, el cabrón.
ResponderEliminarLo has clavao, S.
ResponderEliminarA diferencia del método Portorosa de distribución manual, el de mi amigo, que ciertamente está como una puta cabra (en el buen sentido de las cabras putas), regresa a él con toda una serie de sellos y certificaciones. Al fin y al cabo, todos llevamos dentro un diablo burocrático.
(hay algún detallito más, pero como está en su período de bebedor, no le quiero estropear el places; y la verdad es que yo estoy en dique seco y tampoco tengo muchas ganas de ponerme a contar).
Todavía no me he atrevido a dejarle comentarios, pero esas piernas son un Elogio a la curva blanca digno de contemplación.
¿Estaban buenos los dichosos gallos?
Me he vuelto a perder. ¿Que piernas?, desconocia que los gallos las tuviesen.
ResponderEliminarUnas piernas del blog de S., que sí tiene.
ResponderEliminarPuede encontrarlo en los enlaces: La sombra se desliza.
En el buen sentido, desde luego, NáN: me parece maravilloso lo que hace; si la gente hicera más de esas cosas, todos estaríamos más contentos. Excepto los capitanes de transbordadores y los pilotos de hidroavión australianos.
Claro que, siendo uno piloto de hidroavión australiano, ¿puede no estar contento?
Mientras aparecia el nuevo escrito de porto habia entrado a hacer una inspección por el blog de S. y al momento entendí cuales eran las piernas a las que se refería NáN.
ResponderEliminarGracias por la aclaración.
Feliz fin de semana a todos y especialmente a Carolaine.
ResponderEliminarBesos
Por otra parte Porto, no te preocupes, mayores somos pero creo o voy vislumbrando que la repetición de conversaciones y el olvido de comentarios, no es consecuencia de la edad, sino de la esclerotización de las circunvoluciones cerebrales, por falta de uso. Y es que la mente es un laberinto en el que uno se pierde si no se agarra al hilo de ariadna, al fin y al cabo gracias a él Teseo pudo vencer al monstruo.
ResponderEliminarIgualmente, Lunita. Un beso.
ResponderEliminarCarlos, yo no sé. Influirá el hilo, e influirá el diseño de fábricda del laberinto, ¿no?
Y lo que está en nuestras manos es el hilo.
Pues eso si sigues el hilo no te pierdes.
ResponderEliminarFeliz finde tambien a todos.
Hasta cierto punto. Hay laberintos a los que la vida les tiene deparado un duro final, y no hay hilo que valga.
ResponderEliminarUn abrazo.
No sé si ya lo sabía usted, Carlos, pero acabo de leer el resumen del discurso de ayer de Marsé y habla mucho de Teseo, el hilo y el laberinto.
ResponderEliminarBuen fin de semana a todos. Abrazos.
Casi lo del usted, me hace dar un respingo: primero por que no me gusta tanto formalismo. Segundo por que el usted: pone demasiada distancia entre los seres humanos.
ResponderEliminarAgradezco la atención, pero ruego al sr. de Portorosa que no me trate con tanta pompa. Tercero por que incrementa el abismo generacional, ya nos ha dicho antes Porto que somos muy mayores.
Pues, no lo de Marsé de ayer no lo sabia, ahora lo busco, gracias por el dato.
Jo, Luna... :´)
ResponderEliminarMuchisimas gracias.
Y buen fin de semana a tí también.
Un beso.
A mí, lo que más me gusta de su experimento (vaguardista, que es usted un vanguardista :-) es el hecho (para variar, usted que me conoce) de que todo, realmente, podría ser mentira.
ResponderEliminarEs decir, podría haber creado una serie de mentiras encadenadas con un final que tiene a varios decenas de personas pendientes del deselance y que depende por entero de su voluntad.
Creó un texto que imitaba el estilo de Cheever (bastante acertadamente, por cierto) y lo subió al blog alegando que era de ese autor cuando, en realidad, lo había escrito usted.
Publicó más tarde (con muy buen criterio pues las editoriales pagan abogados implacables y no está el horno para bollos) la verdad respecto al autor de ese texto.
Ahora afirma haberlo repartido en tres buzones e incluso describe (de forma muy literaria, reconózcalo, como si no acabaran de ser reales esas dos parejas de diferentes edades) a parte de los protagonistas.
En fin, señor de Portorosa, que si no lo conociera, por mi parte empezaría a pensar de que todo esto se trata de un divertimento privado de un profesor de literatura de secundaria, que está experimentando con las posibilidades de internet; de un artista de la instalación, que presentará este blog a un próximo concurso de net.art; de una señora de mediana edad cuyo terapeuta le ha recomendado la escritura como terapia para superar la pérdida de su marido; o incluso de un tal Portorosa, el alter ego virtual de un hombre alto;
Por supuesto, me gusta mucho este juego. Por supuesto, me gusta mucho que usted juegue.
Así que ya sabe. Envido a la grande.
Un abrazo,
X.
Ayer me acordé de usted, Xavie, y me alegra verlo aquí. Y me alegra que le haya gustado.
ResponderEliminarA mí, después de oírtelo describir, me gusta mucho más, lo que he hecho :)
Un abrazo muy fuerte.
(Y verifico con la palabra "comickly", que, en honor de X., será algo así como cómikamente.)
Carlos, no se hable más, te acerco en el trato encantado.
Buenos días y buena semana a todos.
buenos días.
ResponderEliminaralguien ha vito mi dignidad por alguna parte?
Buenos días...
ResponderEliminarMás que envidar a grande, fue un órdago.
¿Y qué le pasa a tu dignidad, Celita?
ResponderEliminarYo te la veo ahí mismo, entre tu originalidad y tu visión espacial.
es que hoy he madrugado y no sé ni donde tengo las gafas.
ResponderEliminarAh, o sea que no es un problema de dignidad, sino de vista.
ResponderEliminarNo pasa nada, entonces...
¿A usted le parece digno irse dando de trompás por todas partes?
ResponderEliminarEstá usted poco empático, no poniéndose en la situación de los pobres humanos.
Ya, es que a mí, esos humanos...
ResponderEliminar