14.1.08

Sísifo, Prometeo y esa chica morena

Todos tenemos claro, más o menos, cuáles son las profesiones penosas. Con ligeras diferencias en el número y en su orden relativo, casi todos coincidiríamos en qué trabajos nos parecen más duros.

Y seguro que no aparecería en ninguna de nuestras listas, pero qué tristeza, qué alejamiento de cualquier ilusión, qué monotonía infinita, qué desmotivación sin esperanzas, qué hastío insondable veo (y no me extraña) en la cara de la chica morena de la fotocopistería.

20 comentarios:

  1. Lo que no sabe la chica es que su trabajo es ser amable con los que quieren fotocopias. Quizás no lo es porque no le pagan lo suficiente.

    Del mismo modo, la condena de Sísifo es por no haber sido grato a los dioses. Quizás por que no le daban (a Sísifo) satisfación a su ambición.

    ¡Qué infierno!

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  2. Si pienso en lo que consideraría yo un salario justo por hacer su trabajo, sin duda no le pagan lo suficiente.
    Y si no lo pienso, pues también, supongo.

    Un abrazo.

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  3. Difícil comentar el caso concreto. ¿Aspiraba a más y tuvo que conformarse con un trabajo rutinario? ¿Está donde le gusta pero con quien aborrece? ¿O es sólo mal humor pasajero?

    Lo que sí es un arte es disfrutar o al menos no padecer trabajos no vocacionales. ¿Quien soñó de niño con ser revisor de trenes o guardia jurado o administrativo en una gestoría?

    Saludos cordiales

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  4. Bienvenido, Lobloc.net.
    No pretendo comentar un caso concreto, aunque ponga un ejemplo concreto. Ese trabajo me llama la atención porque a mí me parece que debe de ser, a pesar de su no penosidad, insoportable; insoportable. En cualquier fotocopistería, en cualquier lugar.

    Como otros, claro.

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  5. Soy de los que piensan que casi cualquier trabajo puede ser un poco menos penoso si se hace bien y de buen grado, y, desde luego, hasta las fotocopias se pueden hacer mal o bien, tratando de ser amable con los clientes o cargando en ellos nuestras frustraciones.

    Por otra parte pienso que lo peor, lo más penoso del mundo, debe de ser no tener libertad, no poder elegir, y no creo que esa chica morena estuviese trabajando allí en contra de su voluntad. En realidad somos muchísimo más libres de lo que creemos.

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  6. Querido Jesús, cada vez estoy más convencido de que, efectivamente, elegimos nosotros más de lo que pensamos, y que por tanto somos más responsables de dónde estamos de lo que nos gusta creer (últimamente, por cierto, este tema no deja de volver a mí, es curioso...); pero, al mismo tiempo, y aunque suene contradictorio, cada vez me doy más cuenta de, aunque nos las pongamos nosotros mismos, cuántas cadenas nos atenazan. Nos atenazan de verdad, incluso siendo espejismos, como las del más grueso acero, y no seré yo quien las subestime ni condene a los prisioneros.

    No puedo evitar pensar que ese trabajo es desesperantemente aburrido, y que va acompañado de una sensación de no llegar jamás a ningún sitio que, al menos para mí, sería difícil de soportar. Y podría, yo, centrarme en ser amable, como dices, pero lo veo una tarea digna de Hércules, por difícil, de verdad.

    Esta chica, a la que sólo conozco de vista y que no es más que el ejemplo vivo de lo que para mí es trabajar haciendo fotocopias, no es desagradable, aunque desde luego nadie la confundiría con la alegría de la huerta. Y veo su cara pasando páginas y levantando la tapa, y os juro que se me cae el alma a los pies. Parece que de un momento a otro bien se va a echar a llorar, bien va a entrar en la trastienda y se va a colgar, bien va a sacar un arma y va a hacer una escabechina entre nosotros los clientes, riéndose histéricamente.

    Un abrazo.

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  7. Aunque, como me repiten sin cesar por escrito y a la cara, probablemente no esté más que viéndome a mí mismo.

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  8. La chica probablemente no sabe que tiene la suerte de observar. Y observar a cada uno de los que pasa y pensar.

    Para mi es una suerte, porque no tengo tiempo de pensar.

    Un saludo,

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  9. Esa misma sensación tuve yo el otro día que me pasé por un carrefour y vi a una señorita que empujaba una máquina limpiadora o abrillantadora del suelo...iba entre la gente,con la mirada perdida...y así ocho o nueve horas,día tras día...es como una condena en vida,pensé...creo que la sociedad actual está creando estereotipos absurdos....
    un fuerte abrazo

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  10. Aunque insisto en que esta chica no es más que un ejemplo, que yo hablo de ese trabajo en general (por cierto, Max, sin dudar preferiría limpiar Carrefour ocho horas al día a estar ocho horas haciendo fotocopias, ceteris paribus), lo cierto es que, aparentemente, esa chica no observa nada de nada. Ya digo que parece desesperanzada por completo; a lo mejor el chalado soy yo, pero a mí es lo que me parece.

    Buenos días.

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  11. jajaja, te siento con muchísima salud..., más de la que le gustaría a muchos, seguro.

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  12. ¿Cómo será la mirada de esa chica dentro de 20 años de continuo fotocopiar?

    Lo imagino y me asusto

    Y yo que no fotocopio y tengo un trabajo aleccionante, ¿cómo será la mía?

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  13. Hola, Porto, gracias por la bienvenida. Sí, claro, lo del otro día era broma.

    Acerca de la la chica de la fotocopiadora... cierto, debe ser un trabajo frustrante, pero no sé si habéis tenido la ocasión de ver trabajos en cadena, y a destajo, en las fábricas. En realidad mis recuerdos son un poco lejanos, es posible que algunas de las operaciones que había contemplado (cómo soldar componentes en un circuito impreso) hoy lo hagan robots, pero seguramente todavía hay muchas que no. Para quién no lo haya visto, es exactamente como lo pinta Chaplin en "Tiempos Modernos". Lo había visto con frecuencia cuando joven, por motivos de trabajo, y siempre me impresionaba vivamente hasta estar convencido de que yo no sería nunca capaz de soportarlo.

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  14. la copistería de mi universidad está en el sótano.
    Si ya en una copistería hay un trasiego constante de trabajo y clientes imagináos como puede estar la de la facultad de arquitectura, donde el cliente tiene la capacidad de decir:
    -Este me lo amplías a Din A-2, luego me lo haces en negativo, este otro sobre papel vegetal, y este de allí a color en papel fotográfico.

    Como he dicho la copistería está en el sótano y trabajan unas cinco personas que no ven la luz del sol durante 5 o 6 horas al día.

    Yo siempre digo que su caracter es tan agrio no porque su trabajo sea rutinario sino porque no hacen al fotosíntesis.

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  15. Pues yo si tengo que elegir un trabajo de los que parece increíble que alguien pueda tomarse con ánimo es el de las 4 personas que en cada turno se dedican a abrir las bolsas de basura que se supone que debe ser orgánica y separar por tipos lo que no lo es. Os aseguro que cuando visité una planta de compostaje de residuos en un ayuntamiento cercano y vi la velocidad a la que trabajaban rodeadas de un olor nauseabundo me quedé durante unos minutos en estado de shock pensando que soy la persona más afortunada del mundo en mi trabajo.

    Supongo que ese trabajo no sólo requiere paciencia y habilidad sino una dosis de optimismo impresionante, porque supone ver día tras día todo lo que la inmensa mayoría escondemos donde no pueda verse: bajo la alfombra, en el cubo de la basura, en cualquier contenedor,en trenes que viajan cargados de residuos a las plantas de incineración o de compostaje... Impresionante!! Prefiero fotocopiar los presupuestos generales del estado que, ahora que lo pienso, supongo que nadie se leerá enteros; porque eso sería para morir directamente.

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  16. Y por qué no entras en la fotocopistería con una flor en la mano y le alegras el día? A lo mejor solo espera que algien la sonría o le dé los buenos días y le comente el frío que hace hoy. En fin...

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  17. Pues sí, algo de razón tiene la de la copistería, pero solo la parte que no le toca.
    Como sabe todo el que me lee, voy cada día a comer en un restaurante de chinos, -no chino- en él hay una camarera muy joven, la primera vez que la vi parecía muy arisca, siempre con mala leche. Una buena conversación, unas sonrisas, un meterme en su vida con prudencia y cuidado... y ya sonríe, ya parece otra -me guarda la mejor mesa-
    Generalmente pocos de nosotros estamos de acuerdo con lo que nos ha tocado. Pero, como todo, siempre hay un lado bueno, sólo hay que buscarlo; si encima alguien te ayuda, pues mucho mejor.
    La chavala en cuestión, el otro día me preguntaba si podría averiguar como se pide un aumento en chino mandarín, estoy en ello, parece ser que mi amigo chino se hace el chino con evidente éxito. Si se lo pide en chino, solo por la gracia, dudo que le haga caso omiso.

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  18. Buenos días a todos.

    Había pensado en las cadenas de montaje y trabajos similares, pero efectivamente son extraños para mí, que nunca he visto ninguno.

    Yo a la chica le sonrío, y trato de ser amable con ella (como con cualquier dependiente, mientras no me demuestre que no se lo merece), pero de verdad que veo que está demasiado lejos, allá abajo, donde ni sueña con tener un momento interesante en el trabajo. Y ya digo que no me extraña.

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  19. Qué concisión, anónimo.

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