Inocencia.
Cuando me acerco a mi hijo a él se le alegran los ojos; luego, sonríe; y en cuanto le hago el primer gesto, abre la boca, se ríe y patalea.
El momento maravilloso es el primero, en el que él ya me ve y espera; porque siempre espera algo bueno, algo agradable. Por ahora no concibe recibir otra cosa que cariño. Y esa mirada que busca la mía, que persigue mis manos y mi voz, que con todo se sorprende, es, antes que nada, confiada.
Me pregunto cuánto durará ese estado. ¿Meses?, ¿un año?, ¿más? Su hermana hace tiempo que ya lo abandonó, desde luego, pero no recuerdo cómo ni cuándo. ¿Qué le irá haciendo ver a él que no todo está aquí para ayudarle, para calmarlo, para hacerle mimos, para jugar?
Me acerco, me mira y sonríe, esperando.
No puede durar siempre, sería demasiado vulnerable y alguna vez no estarías ahí para abrazarle.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu blog.
Un saludo
Gracias, Antonia. Bienvenida.
ResponderEliminarDisfrútalo; esos momentos se atesoran durante toda la vida.
ResponderEliminarPor cierto, he migrado a Blogger Beta. Ha sido una operación bastante sencilla, sin problemas ni daños importantes (se conservan todos los posts pero se pierden algunos formatos). He aprovechado para cambiar el "look", eso sí, muy discretamente. El nuevo sistema es mucho más potente y estable. Un abrazo.
Por cierto, amigo, ya no vemos tu imagen en los comentarios.
ResponderEliminarCreo que lo de la imagen ya está solucionado. Ni me había dado cuenta, pero me lo ha arreglado mi cuñado, más atento.
ResponderEliminarHe entrado en tu blog, pero no aparecía el verificador de comentarios, y no te he podido dejar el que había escrito.
Un abrazo, y buen día mañana.
El mío, con veintidos, aun me espera con impaciencia, se acerca esperando un gesto de agrado, una palabra, un beso... eso sí, no patalea.
ResponderEliminarY no te cansarás de mirarle... (A mí me dio durante un tiempo por hacerles dibujos, cuando estaban en la cuna, y ahora tengo un problema porque en el caso de mi hija, que es la mayor, le hice más dibujos que a su hermano, y a ver cómo compensas la diferencia para que no haya discriminaciones...) Un abrazo.
ResponderEliminarLos arcanos de la informática me la juegan. Ese que hacía los dibujos a sus hijos pequeños en la cuna, soy yo, pero no sé por qué me quieren convertir en anónimo. Saludos de nuevo, amigo Portorosa.
ResponderEliminarTienes suerte, entonces, Pau, a juzgar por lo que los padres de adolescentes (la adolescencia ahora va de los 10 a los 25, más o menos, ¿no?) dicen.
ResponderEliminarPues nunca lo he probado, Juan. Mañana lo hago.
Un abrazo a los dos.
Pues creo que salvo el llanto y el pataleo.....un hijo, es un hijo siempre y necesita y conviene el abrazo, el cariño, los mimos y ponerles en su sitio, llegado el caso.
ResponderEliminarA veces lo que daría por una caricia o un besito de mi madre o de mi padre..daría la vuelta al mundo, andando.
Saludos...no, no, perdón.
besos
Yo me pregunto lo mismo, pero no tengo hijos, tengo un ahijado que no es mas un bebe, ya tiene 5 años, y a pesar de sus preguntas curiosas conserva aun eso que llamamos inocencia.
ResponderEliminarCuando me ve, se alegra y espera que haga algo agradable, me busca cada vez que quiere jugar o que quiere cariño, y yo que lo amo muschisimo, siempre lo complazco en todo lo que pueda, su mamá dice que lo voy a hacer un nene caprichoso, pero no lo creo, no lo hago por mal, le enseño, y él entiende.
Hacia un tiempito que no lo veia, casi un año, y tenia miedo de encontrarme con un nene diferente al q vi por ultima vez, crei q ya iba a estar muy grande, y q ya me dejaria de lado en sus juegos, pero no fue asi por suerte, igualmente se que eso ya pasara eventualemente.
Me extrañó algo el otro dia, mientras yo le leia un cuento(ama la lectura porq yo le lei desde muy chiquito), me preguntó q queria ser yo cuando fuera grande, y yo me quede shockeada, porque ya soy grande, tengo 17 años, en un mes cumplo 18, pero entendi que él me veia como una nena, es tal su inocencia, q a pesar de q fisicamente ya sea una mujer como lo es su mamá, él me siente como una nena con la cual comparte largas horas de juego y diversion.
Situaciones asi con él ya me habian pasado, por ejemplo cuando su mamá le daba una orden como de ir a lavarse las manos o la de cruzar la calle de su mano, o simplemente le permitia comer algun dulce o mirar los dibujitos en la tv, él siempre le preguntaba "¿y a Micky(asi me apodan)tambien la dejas?"
Ah,y con respecto a esa pregunta que me hizo el otro dia, yo le respondi, "ya soy grande,voy a ir a la facultad de psicologia en un mes",y él sin mirarme me dijo con poca conviccion:"ah, bueno... vamos a meternos a la pileta con los juguetes ahora". Creo yo q no me creyo.
Disfruta de él todo lo que puedas, Micaela (disfruta de todo todo lo que puedas, en realidad).
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, y reitero mi bienvenida.
Un beso.