16.5.06

Las mentiras de UNICEF.

Leo una noticia sobre el último informe de UNICEF, La infancia amenazada, y entro en su página web para echar un vistazo.

Y, francamente, no me lo creo.

Dicen que cada día se mueren de hambre y sed miles de niños; millones cada año. Llevan no sé cuánto tiempo repitiéndolo. ¿Pero cómo puede alguien, a estas alturas, creerse algo así?

Ya verán. Imagínense a sus hijos, a sus hermanos pequeños, a sus sobrinos, a los hijos de sus amigos, imagínense a ustedes mismos cuando eran esos bebés que ven en las fotos de casa; imagínense a los niños que ven por la calle de la mano de su madre, entrando en la guardería o jugando en un parque. Y ahora traten de pensar que todos comienzan a enfermar, que poco a poco van estando más débiles, hasta que no se pueden levantar y se pasan el día acostados, que ya no se ríen ni les hacen caso cuando les hablan, que tienen la mirada fija y apenas los reconocen, y están serios, muy serios, y las mejillas van hundiéndoseles y marcándoseles los pómulos y las sienes, y cuando los cogen en brazos ellos abren la boca, sin fuerzas.
Sus hijos, sus sobrinitos, los niños de su mejor amigo, sus hermanos, están tirados en el suelo, esqueléticos, sin llorar y sin moverse, esperando.

[No, pero ustedes están pensando en niños negros con los ojos llenos de moscas, las costillas marcadas y vientres hinchados, en una explanada polvorienta, y tienen que pensar en sus hijos, en los de sus amigos, en sus primos pequeños. Y en lugar de en africanas escuálidas vestidas con harapos tienen que pensar en ustedes mismas, en sus novias, en sus mujeres, en sus hermanas, en sus madres de jóvenes.]

Y esos niños se mueren. Se van muriendo todos de hambre. Uno tras otro dejan de respirar. Quietos, sin hacer ruido, se mueren. Algunos en brazos de sus padres, otros encogidos en el suelo, solos, con la cara apoyada en la mano, como están ahora cuando van a darles un beso antes de acostarse y duermen. Pero sin respirar, muertos.

Pienso en mi hija [pero rápido, muy rápido], que con los ojos cerrados y los brazos y la cabeza colgando también se muere delante de mí, que no tengo qué darle ni puedo hacer nada más que abrazarla mientras el mundo se acaba con ella.

Imagínense que, por lo demás, todo sigue igual: la gente de otros sitios va a trabajar, se compran coches, discuten de fútbol, se ríen, salen a tomar algo, se van de vacaciones, ven la tele (algunos, mientras cenan, incluso los ven a ustedes llorando sobre sus hijos), etc. Y no sólo eso: imagínense que todos ellos tienen dinero de sobra para alimentar a esos niños y salvarles la vida, a todos, pero consideran que hay mejores formas de emplearlo.

¿A que no son capaces? Yo no puedo; he intentado describirles la situación, pero confieso que sin convicción, porque no consigo imaginármela.

Es imposible que algo así sea verdad. Por eso no me creo lo que dice UNICEF. En qué cabeza cabe semejante locura. En qué cabeza cabe que semejante horror se pudiera consentir.

14 comentarios:

  1. Ya está. Más demagogia, supongo.
    Ya he acallado mi conciencia unas horas.

    Y lo peor es que ya nos creemos que efectivamente es una tontería hablar de esto, y mucho más criticarlo. Nos creemos que efectivamente todo es demasiado complejo y no es tan fácil.

    Quién duda que no es fácil. Es difícil, dificilísimo, porque somos unos hijos de puta.

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  2. ...y que no tenemos en la cabeza esquemas para asimilarlo así, tan crudo y de cerca. Un saludo.

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  3. Si este discurso tuviera algún objetivo concreto, más allá de constatar una realidad desagradable, acaso se podría decir que es demagógico, pero visto que solo (o, ni más ni menos) se trata de un ejercicio que actualiza y pone a la vista un sentimiento personal para transformarlo en denuncia, yo creo que merece la pena el riesgo de parecer "excesivamente bueno".

    Es importante hacer hincapié en la palabra "dificilísimo" para eliminar el "imposible" del vocabulario común, conformista y auto-exculpatorio.

    Aparte del valor intrinseco de abordar la situación sin falsos pudores, tengo que destacar, en mi humilde opinión, el valor literario de la presentación. Enhorabuena y un saludo.

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  4. Venía dudando si suprimir este post, Manolotel, porque la verdad es que creo que no he sabido darle fuerza a la situación supuestamente imaginada; pero, ya que te gusta, ahí queda. Gracias.

    Agúndez, no, no los tenemos; y cuando vemos imágenes en la tele no nos sentimos identificados en absoluto, no nos ponemos lo más mínimo en su situación. Son demasiado distintos, y salta a la vista que no tienen nada que ver con nosotros, que su problema jamás nos va a tocar (y puede que estemos más equivocados de lo que creemos).

    Un abrazo a los dos.

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  5. En mi defensa, tal vez quepa decir que, limitaciones propias (y evidentes) aparte, pintar esa situación no es nada fácil, precisamente por lo que decía Agúndez: que no es creíble, que aunque queramos no podemos imaginárnosla.

    (El que no se consuela es porque no quiere)

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  6. El tema es que la muerte, que siempre es la de "otro" nos queda demasiado lejos... Yo no necesito ni imaginármelo ni creérmelo: lo se. Lo he vivido durante cinco años en África, en esa África a la que llaman subsahariana, y en la que viví trabajando cómo médico, cómo enfermeraq, cómo ingeniero, cómo albañil y cómo lo que hiciera falta. ¡Y hacían falta taqntas cosas! Decía que no necesito creer. Se me han muerto en las mesas de reconocimiento, en las manos, en mi regazo, en los regazos y en las espaldas de las hambrientas y desnutridas madres que los portaban, al transportarlos al hospital más cercano... De modo que no necesito ni creer ni imaginar. Es una realidad tangible, cruel, inhumana, dantesca, que cómo otras muchas realidades que nos rodean, no nos toca de cerca, y es más fácil ignorarla que digerirla... Bush va a reforzar la frontera con México con 6.000 soldados de la guardia nacional. Cuantos niños comerían con el sueldo anual (72 millones de euros) de 6.000 soldados? Aunque el problema tampoco es ese. El problema es la terrible colonización y neocolonización que han sufrido y sufren todos estos pueblos... Pero no quiero aburrir, que ya me aburro y sublevo bastante yo solita con estos temas. Gracias, Portorosa, por esta acertada denuncia tuya en tono de ironía. Aunque me temo que los efectos serán los mismos de siempre: "Ah, Oh, Qué terrible, Qué horror, Qué crueldad...", y cosas de ese tipo que salen desde nuestra hipocresía occidental y desde nuestras barrigas llenas... ¡Total, eso pasa tan lejos! Y cómo digo en uno de mis poemas, "La muerte de los pobres es tan silente, tan ajena..."

    Un abrazo entrañable.

    Hannah

    PS Ultimámente no tengo mucho tiempo para la red, ¿Habéis sido ya padres?

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  7. Uf!! Portorosa, cómo has despertado a mi Pepito Grilo, martilleando, martilleándo. Tantas veces me ha hecho sentir culpable por haber nacido unos kilómetros más arriba!!

    De vez en cuando se duerme. Por pura comodidad. Por incapacidad de ser resolutivo.

    Un abrazo,

    la flaca

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  8. Hannah, pues desde mi comodidad y mi pereza, me quito el sombrero ante ti por lo que has hecho. Aunque decirte eso hace todavía más evidente mi hipocresía.

    Un gran abrazo (y no, aún falta un mes y pico; y todo va bien, muchas gracias).

    Un abrazo, flaca.

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  9. En resumen: la idea fabulosa es que, por ejemplo, suban los impuestos de los habitantes de los países ricos como éste y que el exceso se regale a los países endémicamente pobres. O que, eliminadas las cuotas de producción agrícola y ganadera, los agricultores regalen sus productos a estos países pobres. Porque las medidas que toman los gobiernos (incluyendo el despliegue de soldados en las fronteras o el alquiler de un satélite) se supone que sirven para preservar el estatus de los nacionales de esos países. Por lo tanto, sólo cabe incrementar los impuestos (manteniendo las mismas estructuras presupuestarias que las de ahora) con el fin de destinar un mayor número de recursos a los países en desarrollo. Como eso, dentro del enorme catálogo de 'buenas intenciones' no cabe, entonces nos limitamos a verlos por televisión y a decir que alguien debería regalar cosas a los más pobres, llenando los discursos con gastos militares que podrían destinarse a otra cosa y bobaliconadas de ese estilo. En esda linea, por ejemplo, debería eliminarse todo el incremento d gasto que supone la repatriación de los que llegan en pateras, que es una cantidad excesiva (180 euros de media por persona repatriada es 4 veces y media el sueldo medio de un trabajador manual en Nigeria).

    Sí, solo cabe la subida de impuestos y la persecución implacable del fraude fiscal y que el exceso recaudado (por esa subida de impuestos) se destinara a esos países en desarrollo. WEso es 'solidaridad'; lo demás son 'buenas intenciones'. Pero como asegura Fontanarrosa: Por muy buena intención que tengas, es imposible apagar un incendio con gasolina

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  10. El equilibrio es difícil, no se si es más insultante la indiferencia o el toque de violines y la estampa de moscas emocionantes. Tu texto es muy bueno porque esquiva las dos cosas. Sin embargo, no me siento culpable.

    Vengo de tres razas muy tristes, como dice el samba, y por eso vivir me duele. En Bolivia el estado reclama para sí lo que la tierra produce, y se considera un atropello... no es tan fácil arreglar las cosas. No se trata sólo de niños.

    Aunque sobre todo, están los niños.

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  11. Un abrazo, y gracias de nuevo.

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  12. Cecilia, lo peor en estos paises, es comprobar que las ayudas que pasan por los gobiernos, se quedan con ella. Vemos miserias, juntos a grandes palacios por el resto del mundo.
    En mi caso, ver pateras, me cambió la vida y no ahora,hace años, la migración no es nueva.
    Saludos.

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  13. Entonces, Luna, habrá que acabar con esos gobiernos de sátrapas. Habrá que terminar con Mugabe de una vez, por ejemplo. O con Obiang. O con todos esos psicópatas. Pero, mientras eso sucede, ¿no hay que acoger a todos los que llegan en cayucos y darles permisos de residencia o asilo? ¿ o basta con decirlo y sanseacabó, a seguir viviendo sin que me suban los impuestos, sin que me quiten nada de lo que por lo visto nos pertenece?

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  14. Sabes perfectamente Cecilia,que despues de esos, vendrán otros parecidos.Desde luego que estoy de acuerdo en darles la posibilidad de no perder la dignidad a la que que todo ser humano tenemos derecho.Nadie, hace un viaje de ese tipo por placer.
    Desde mi atalaya de - guerrillera libertaria y pacifista- hago lo que puedo, siempre he hecho lo que he podido para ello, desde muchos frentes.Te pongo como detalle, que la persona que me ayudó durante años en mi casa, la que me ayudó a criar a mi hijas, fue una mujer gitana, a la que en los ratos que me quedaban libre, le enseñé a leer,a escribir a no sentirse "diferente";creo también que mi familia, será de las pocas que ha sido invitada a una boda de su raza. En aquellos tiempos, había "amigos" que dejaban de traer a sus hijos a los cumples de mis hijas,para no mezclarlo con esos niños gitanos...en estas cosillas me muevo.
    Tengo amigos cooperante, en Zaire,Mato Grosso, Nicaragua, Honduras..........sé el valor, las ganas y corazón, también conozco, como es vuestra vuelta al "mundo civilizado".Os admiro y respeto, sois gente especial y diferente.
    Me gustaría saber tu opinión sobre los apadrinamientos.
    Gracias, Cecilia.
    Luna

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