Termología.
Aunque intuyo que esta cuestión no le es ajena, lo ignoro todo sobre Psicología; y mis básicos y hace lustros olvidados estudios de Física y Biología son del todo insuficientes para permitirme hallar explicación a un fenómeno que desde hace tiempo me intriga.
¿Es acaso la zona de la cintura de las chicas de entre, digamos, 15 y 25 años, incluso en los casos en que carece de tejido adiposo que le proporcione un adecuado aislamiento, y aun cuando ellas, por el resto de su ropa, den claras muestras de que, en general, frío tienen, insensible a las bajas temperaturas?
Ufff.
ResponderEliminarCuanta razón tienes Donna...
EStoy con Donna en todo lo que dice. Además cuando la estética lo es todo, ni siquiera el "ande yo caliente ríase la gente" funciona, físicamente calientes no van. No hay más que escucharlas en el patio o en el parque muriéndose de frío, pero ............. la cazadora, jersey etc que no sobrepase el ombligo........ :-)).
ResponderEliminarYo nunca entendí, ni entederé lo de la incomodidad a cambio de moda.
Sá.
ResponderEliminarPerfectamente insensible... ¡atchisss!
Saf Xppppppp
Portitooooo..... ¿algo que objetar??????
Depende, Saf, depende...
ResponderEliminarEl testimonio de Gwydir, que las ha oído confesar, me tranquiliza.
Yo estoy con gwydyr. ¿Gripes a cambio de moda? ¡No, gracias!
ResponderEliminarUn abrazo cálido
Hannah
"Juventud divino tesoro..."
ResponderEliminarParticularmente tengo que hacer un notable ejercicio de racionalización para entender y asimilar el fenómeno. No por prejuicios, ni nada parecido, sino porque a mí, si se me enfría el abdomen, incluso en verano, puedo sufrir un dolor agudo y prolongado debido al delicado estado y mala irrigación de mi aparato digestivo. Ahora bien, una vez que consigo que tal visión no me produzca alteraciones psicosomáticas, incluso puedo disfrutar de la vista de un atractivo talle y un buen ombligo. Lo malo, como siempre, es cuando la niña (o no tan niña) ha comido demasiados bollicaos y tal parece que le salga el culo por las lumbares. (ecxss...).
ResponderEliminarPor cierto, amigo Portorosa, le agradezco el cumplido que ha dejado en mi pseudo-blog. Intentaré no dejarlo morir del todo y, ni que sea de higos a brevas, ensayar alguna reflexión para darle continuidad. Pero ya sabe, como solía decir mi tia, hasta el cantar quiere ganas.
Desde luego, Brian, hacen falta ganas, qué duda cabe. Pero sepa que, si se decide a escribir algo, o mucho cambia usted o no le faltarán lectores.
ResponderEliminarYo también necesito tener esa zona abrigada; si no, me llega a doler. Aunque, acatarrarme, yo me acatarro casi siempre por los pies.
Lo de los talles, no sé cómo andará de porcentajes; hay de todo, desde espectáculos dignos de aplauso espontáneo hasta visiones dantescas difíciles de explicar.
Un saludo, a usted y a Hannah y Almach.
Pues, eso le pasa a las europeas por querer copiar modas que sólo son saludables entre los trópicos.
ResponderEliminarPues sí. Y a veces el clima no es lo único que no coincide con la versión tropical...
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