La edad en mis párpados
Desde hace meses, cuando estoy lavándome las manos y levanto la vista al espejo veo que la piel de mis párpados hace una arruga en forma de pequeño triángulo, que desaparece en cuanto parpadeo o muevo las cejas. Un triángulo que antes no estaba ahí.
Y reconozco los ojos de mi padre y de mi abuelo.
Y me doy cuenta de que era cierto. Que yo también iba a hacerme mayor, como ellos, como todos.
La vida es increíble.
Fer hay Q10 contorno de ojos para hombres, tambien hay lipoactiv tambien con acido ialuronico que dura algunas horas y hace efectos en el tiempo y bueno tambien existe el botox, y existe el metodo casero de ponerte cabeza al suelo desde la cama, asi estiras la piel, tambien puedes tomar abundante agua, consumir aguacate, muesli por la mañana, en fin...Elige
ResponderEliminar...O mueva constantemente los párpados "ad infinitum".
ResponderEliminarSaludos.
En mi caso no es exactamente en mis párpados, sino en unas bolsas bajo los ojos que cualquier día me servirán para traer la compra del Carrefour. No veo relación con otras bolsas familiares.
ResponderEliminarSuscribo tu incredulidad.
El otro día cené con mis amigas del instituto.
ResponderEliminarHan pasado 25 años.
Y les dije: ¿cómo han pasado tan rápido?
Yo tampoco me lo creo.
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Por descontado, no es la primera señal de envejecimiento (o, para no exagerar, de paso del tiempo) que aprecio en mí. Solo faltaría: tengo 41 años.
ResponderEliminarLo impactante de esto es que reconozco los ojos de mi padre y los de mi abuelo, en los míos. Eso me hace ver, mucho más intuitivamente, eso de que yo también envejezco; que era cierto que yo iba a ser mayor.
¿Es que soy el único que ha pensado que, como es el protagonista de la película, con él todo iba a ser diferente?
Buenos días.
Bueno 41 no es envejecer, es madurar, lo increíble es la gente de noventa, hace veinte años que son mayores y veinticinco que les retiraron. Tengo muchos años, dicen, los tienes todos, vas para record, se les responde.
ResponderEliminarHonra merece quién a los suyos se parece.
ResponderEliminarEvidentemente el tiempo pasa para todos, y al final el cuerpo lo demuestra (salvo raras excepciones Tina Turner, Cher,...). Pero esas arrugas o marcas no hablan de nosotros... no creo que "la cara sea el espejo del alma" (estoy convencida de ello, sino estoy perdida).
Quiero decir, qué seguramente no sea usted más viejo de lo que su edad o el número de arrugas o de canas que le aparecieron.
Espero que llegue a parecerse mucho más a su abuelo de lo que ahora se parecerá. ;)
41?!!!
ResponderEliminarYA?!!!
No se te echan...
Pues si lo dices tú, Filla...
ResponderEliminar1730, buena manera de verlo, eso de llegar a parecerse más.
Un saludo. Y a usted, señor Black.
¿Cómo vas a ser el único? ¿No has leído a Gil de Biedma?
ResponderEliminarQue la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde,
como todos los jóvenes yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos.
Envejecer, morir, eran tan solo
las dimensiones del teatro.
Pero el tiempo ha pasado
y la verdad, desagradable, asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
("No volveré a ser joven").
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y espérate que ese triángulo pase a tener cuatro vértices.
ResponderEliminarYa verás, ya...
Pues yo me conservo de lujo. Tú siempre has sido un poco hipocondríaco Porto
ResponderEliminarYa, Hit, es que tú ya estabas fatal, y el envejecimiento no se te nota nada :D
ResponderEliminarLa vejez es lo que tiene, Morelli, que no respeta ni la geometría.
Ya, Madre, ya; si ni siquiera en nuestras tragedias somos originales :)
Bon jour tout le monde.
¿y esto te deprime o te consuela?
ResponderEliminarA mí me consoló este poema la primera vez que lo leí... Sólo lamenté no haberlo escrito yo.
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Ahora que he engordado hay dias que no me reconozco , la que veo en el espejo es idéntica a mi madre ,cuando yo era pequeña .
ResponderEliminar( espero que cuando asimile/ supere que mañana cumplo 45 , vaya considerándola mas yo y menos ella )
unbesazo
Soy un esnob, Madre, pero no tanto como para pretender ser único en esto. Compartir ciertos sentimientos ayuda, ¿no?
ResponderEliminar¡Felicidades por adelantado, Anusky!
Nunca me había parecido a mi hermano mayor. Pero en cuanto se murió, comencé a parecerme rápidamente a él.
ResponderEliminarTanto que una vez estaba en nuestra ciudad (él había sido personaje público), en el taburete de la barra de un bar. A mi lado, un señor me mira y da un respingo. ¡Perdón!, me dijo. Por un momento pensé que un cabronazo había resucitado.
Te aseguro que es agradable. Tanto como desagradable es ver en nuestros hijos nuestros peores defectos.
Ánimo, Portorosa, que le leo apesadumbrado (el que está apesadumbrado es usted, no yo).