Crítico (revisited)
[Nueva edición del post. En el original daba la impresión de estar preguntando por qué sucede lo que sucede, cuando en realidad sólo quería decir que parece mentira.]
Que uno puede ser buen lector, o buen aficionado a la pintura, o melómano, y no tener ni idea de escribir, pintar o componer está claro. Incluso (y tal vez las razones no sean muy diferentes) podemos criticar con fundamento una autopista sin ser ingenieros de caminos.
Si se debe a una cualidad inaprensible a la que llamamos talento, o se trata más bien de una habilidad técnica, o son ambas cosas a la vez, es otra cuestión. Pero parece claro que poco o nada tiene que ver con nuestro criterio como público.
Yo me considero un buen lector. Partiendo de la base de que todo es opinable pero no tanto, creo que tengo bastante claro (de prosa, hablo) qué es escribir bien y cuándo falla algo; y sin embargo no soy capaz de escribir nada que me parezca mínimamente bueno.
Eso, por no hablar de los críticos.
Y lo que, por evidente que resulte, no deja de asombrarme es hasta qué punto una cosa es independiente de la otra. Es como si sólo pudiésemos jugar un papel pasivo, como si de lo único que fuésemos capaces es de reconocer lo bueno, que otro debe crear. Podemos identificarlo y señalarlo cuando lo vemos, pero no ponerlo ahí.
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ResponderEliminarInspiración, encontrar la historia y saber transmitirla.
ResponderEliminarHablo desde el desconocimiento pero yo pienso que para crear un buen producto artístico se necesita mucha imaginación y una buena ejecución para que agrade a las personas que recibirán esa obra.
Aunque tu esto ya lo sabes, me imagino que tu pregunta va más allá pero como yo no leo...
Te echo mucho de menos en mi blog, me tienes abandonada primo o no te gusta lo que hago ultimamente.
La cosa es muy sencilla, Pequeño Saltamontes.
ResponderEliminarHay quienes saben hacer magníficos zapatos de montaña; pero no caminan por la montaña.
Hay quienes caminan magníficamente por la montaña, pero no tienen ni idea de cómo son los mejores zapatos.
Y hay quienes, sabiendo cómo son los zapatos, andan mejor; y tienen ideas para mejorar esos zapatos.
La atención atenta es una atención para con los lectores atentos. Por eso las ranas croan a la luna.
Celaya quiso ser pintor y se quedó en poeta.
ResponderEliminarYo ni a eso llego (a lo de saber sin duda qué está bien y qué no) ni en literatura ni en ninguna otra cosa.
ResponderEliminarMi tope es saber lo que me gusta a MI y por qué me gusta a mi...
En fin, me gustaría tener ese don, aunque fuese ese...
Niní, perdona, es que te hacía todavía sin instalar y con el blog parado.
ResponderEliminarNáN, he entendido poco; pero de la última frase, nada :)
Pues no le salió mal del todo, para ser un premio de consolación.
Pues, Vega, fíjate que, por cretino que suene, yo me atrevo a opinar sobre literatura más allá de que a mí me guste o no. Ya ves tú, lo tonto que puedo llegar a ser :)
a lo mejor es que no hay explicación, ji, ji.
ResponderEliminarA mi leer me sirve para:
lo que es bueno no repetirlo (o procurar que no se note).
lo que es malo o no me gusta, borrarlo en cuanto lo veo en un escrito mío.
¿Te das cuenta de que así sólo te queda escribir cosas buenas y originales?
ResponderEliminarVaya, me acabo de dar cuenta que ayer escribí sobre la cuestión.
ResponderEliminarPues ya me dirás dónde, porque he intentado ir a tu blog y Blogia me ha dicho que está dado de baja.
ResponderEliminaro "mentiras" y cosas malas que corren de mio cuenta. Y mira que hay malos escritores para copias.
ResponderEliminaroye, Porto, que no pretendía insinuar nada. Lo digo en serio: mi criterio es puramente personal, intransferible y no escalable.
ResponderEliminarPero no tengo por qué dudar del tuyo (hasta que no se demuestre lo contrario)
Por aclarar...
Claro, por eso está dado de baja, por no ssaber escribir.
ResponderEliminarYa, Vega, si no lo había entendido como una crítica, tranquila. He sido yo solito.
ResponderEliminarEn fin, el talento, la capacidad de crear, ¿qué carallo es y de dónde viene?
¿Genética?
Y yo qué sé (sería el colmo, ya, que opinase). Como buen psicoanalófilo, yo creo que es desarrollable, mejorable o arruinable desde nuestra más tierna infancia, pero me parece, también, que tiene una parte innata.
Sea como sea, a cierta altura de la vida ya no hay mucho que hacer, me temo: o se tiene o no se tiene.
La facultad de criticar es innata a la opinión, a salvo la autocrítica. Aún ayer me asaltó esta cuestión en un cruce, que pasó por delante de mí un señor mayor conduciendo y detrás un energúmeno braceando vistosamente y pensé: todos creemos que conducimos mejor que el que va delante y mira que hacemos el gilipollas dentro del coche... Por tanto, la crítica no me parece un don sino una consecuencia de una opinión mejor o peor fundada alentada por la insensatez de comunicarla.
ResponderEliminarEn cambio el arte, algo hay. Decía Miguel Ángel que él liberaba las esculturas del bloque de piedra que las aprisionaba (o algo así) y no recuerdo qué literato se veía en la necesidad de contar las historias que tenía dentro. La necesidad. No creo que el artista sea consciente de crear sino que experimenta un sentimiento de liberación cuando se "saca" de dentro su criatura (llámele poema, relato, pintura, escultura o cine, da igual). A mí me pone un papel en blanco delante con un bolígrafo y lo mancho; y es famosa la anécdota de un pintor gallego, Patiño, que se le cayó café en una servilleta de papel del restaurante y la convirtió en un caballo...
Y no creo que sea válido confundir el arte, la capacidad de crear, con las formas o las reglas: les aseguro que prácticamente escribo sin faltas de ortografía, pero no escribo bien.
Saludos desde la irónica y anodina realidad.
Vale, pero yo no hablo de formas ni de reglas, sino de ver cuándo un texto dice algo y además lo dice bien. Que conste.
ResponderEliminarSaludos.
1º Desde luego se nace con la vena creativa que puede derivar depende la persona, el entorno, la familia por exceso o por defecto.Si lo potencia sin agobiar, perfecto. Si lo prohiben ( Hace años pasaba con los cómic@s y bailarines masculinos)Es probable que no surga o surga demasiado tarde.
ResponderEliminar2º Aparte de la innata creatividad, está la técnica y despues de la técnica el oficio. La técnica y el oficio son horas y horas y horas y más horas.
3º Alejar a los personajes de uno mismo, es fundamental.
4º Queda la parte de los euros...
Un beso
No tenía ninguna duda del sentido de su post.
ResponderEliminarHablando con una compañera de oficina de esto me mencionó a un amigo suyo, aficionado a la música que gusta de aporrear varios instrumentos, que habitualmente anda abstraído y que sus dedos se mueven solos, como si digitase la música que sin duda tiene en su cabeza y que varía según su estado de ánimo, NECESITANDO tocarla de vez en cuando. Y recordé que el otro día buscando la música de un anuncio que dan estos días me llamó la atención de un intérprete de dicha pieza, que comparto con todos ustedes: http://www.youtube.com/watch?v=-F1tgImEymU
Además de lo bonito de la música y lo curioso del instrumento (es el parecer de mi ignorancia, desconocía el "lute", creo que es un laúd en español), fíjense en la satisfacción del intérprete al finalizar.
¿Irá por ahí el tema?
Saludos desde la irónica y tan grande realidad.
Es como el macramé: aprendes a hacer los nudos, pero el jodido macetero siempre te queda torcido.
ResponderEliminarSirwood.
me he auto censurado
ResponderEliminar¡Bienvenido al club!
ResponderEliminarNo hay creación sin dudas, por otro lado.
A veces pienso que tengo que dejar de leer, porque cuando leo textos buenos me bloqueo para escribir. Pero sin leer textos buenos tampoco se puede llegar a escribir nada. La pescadilla que se muerde la cola. Y, a estas alturas, y si tuviera que elegir, preferiría dejar de escribir a dejar de leer. Será que soy egoísta o que, en realidad, no tengo madera de escritora.
Creo que a veces nos obsesionamos con nuestros propios textos. Deberíamos intentar escribir sólo por el placer de hacerlo, como necesidad intrínseca. Pero, ay, al final acabamos en otra cosa. Y, sí, ya sé que me contradigo.
En fin, es que estoy recién levantada ;)
besos
pd.- maravillosa recomendación, la de las cinco estaciones. Buenos consejos para afrontar los días (o, en mi caso, las tardes)
pd2.- Envidia de los niños que se rebozan en la playa. Y orgullo por los padres que lo disfrutan (los hay que lo prohibirían, en plan: no te manches, no te mojes, no,no y no)
No sea usted intrusista y no se ejerza de crítico, caballero. Deje eso a los profesionales.
ResponderEliminarPara escribir lo único que hace falta es apretar teclas y tener ganas de apretarlas, y hasta esto último es opcional. Y lo primero, si se dispone de papel y lápiz o pizarra y tiza o un avión de esos que van soltando humo y escribiendo por el cielo "Lucita, te amo" o "muebles de oferta en C/. Gran Vía 3".
Siendo todo opcional a mí con las ganas me vale.
Otra cosa es pretender el abrazo de la crítica, las orejas y el rabo, la puerta grande, los flashes, el Nóbel, la fama, las groupies y la cocaína. Pero querer eso no es querer escribir.
yo queria ser cantante...queria ser famosa, cantar un single que pegara en todo el mundo, al final no fui cantante, soy ingeniero en finanzas, se me dan muy bien las matematicas y cantar, pero solo canto en privado no en publico, bueno en karaoke tambien...a veces pienso , que es mas facil invertir en finanzas , que ser cantante, buena y famosa...se entendio señor lo que quise decir, porque ando rara, cuando de solo pensar que tengo que coger otro avion para ir a europa, me entra un acojone que no vea, me da por pensar en si el avion cae, y si esto y si lo otro, al final tengo un consuelo, de tontos, pero consuelo al fin...ya hice todo en mi vida, excepto lo del cante, me comprende?
ResponderEliminarsaludos.
a mi me parece mal lo de los críticos: eso de vivir hablando de lo que los otros escriben.
ResponderEliminarPero si no fuese por los críticos, ¿por qué libro empezaríamos nuestra lectura?
Las plantas son como las personas: las hay rectas y honradas (tipo Camps) y las hay retorcidas (tipo todos los vecinos de mi casa menos una abuelita de 80 años, que es simplemente encorvada).
ResponderEliminarNo se desanime con esos maceteros y elija plantas retorcidas.
¿En qué nivel va usted, Macramé Principantes, I, II o Avanzado?
Buenos días.
ResponderEliminarYo también supongo que algo así es, Luna.
A mí la crítica, si está bien hecha, me parece bien.
Celia, es un trabajo que me has ahorrado :P
ETDN, sobre el placer como razón para escribir habría mucho que decir, pero no era mi intención entrar en ese tema. Creo que se puede hablar de aptitudes, de capacidades, con independencia de las actitudes (Valle escribía por dinero, y supongo que no ha sido ni el primero ni el último).
El blog de Jesús es una maravilla; y siempre lo es, además.
Gracias por lo de la arena. También es una maravilla.
David, insisto: el tema del porqué es otro, yo hablaba del cómo. Como dices, para escribir sólo hay que escribir; pero, para hacerlo bien, no basta.
Rociolat, ¡a ver si se decide con su foto, que me está despistando! Y tranquila, ya verá qué buen vuelo.
Morelli, como digo, yo no tengo nada contra la (buena) crítica.
Besos y abrazos. Incluso a ti, NáN.
(Y ahora voy a reescribir el post, que no me gusta (y eso que no es ficción))
No es por molestar, es por hacer crítica destructiva.
ResponderEliminarNán, Celita, la irónica realidad y S. son malísimos y te van a pervertir, más.
Cuando entré aquí era un encanto y no te imaginas lo que me están perjudicando.
Avemaríapurísima, la palabra que tengo que poner. forpula.
Ni hablar, Luna. Precisamente has ido a señalar a algunos (que hay otros) de los que somos más familiares y entrañables.
ResponderEliminarCuando entré aquí, YO, era un encanto y no te imaginas lo que me están perjudicando.
ResponderEliminarNán, me ha faltado el yo. La culpa la tiene mi jefa, que no me deja usar el ordenata para estos menesteres y tengo que hacerlo a escondidas y debajo de la mesa.
Es una borde.
Saludos
mi novio también dice que le perjudico...
ResponderEliminarpero siempre pide más.
Para NàN, agradeciendo su interés:
ResponderEliminarEstoy en el curso de iniciación. La idea era prepararme un bonito body años 70 para lucirlo este verano en la playa, pero visto el éxito con el macetero, creo que le voy a encargar a mi tía Resurección que me prepare algo parecido en base a ganchillo. En este enlace puede admirar la maravilla (el modelo es del del tipo de la barba)
Aquí:
http://www.thankyouforyoursubmission.com/sperryartetc/2009/03/daily-fiber-thats-knot-art.html
S.
Gracias señor, por sus animos, pero ya le dije tengo un acojone, que no vea...ahhh, pero la foto es una sola, perdon, digo que la de la foto es la misma, o sea yo, lo que pasa que una esta tomada en invierno la otra en verano, de una estacion a otra, pero al fin y al cabo soy la misma, ahora bien dicen, bueno modestia aparte,dicen que soy mejor en persona, que las fotos no me favorecen mucho (U_U).
ResponderEliminarel sabado le escribo desde Tel aviv y le cuento como fue la fiesta de bart mitzva del hijo de mi primo, si es que llego bien a mi destino y no le pasa nada al avion...sin comentarios....
Que "incluso" me abrace a mí, Sr. de Portorosa, dice más de su tolerancia y amplitud de ideas que de mis merecimientos. Con todo, su rasgo me emociona y me da la sensación de... no sé... de pertenecer a algo.
ResponderEliminarQuerida Luna, puede incluirse en el grupo ahora que su jefa no mira, pero no me diga que es un grupo "malo". En este espacio, solo he encontrado hermosas confidencias de vecindad, utilísimos consejos para la vida diaria y bellas estampas.
Tan bellas como la del body del modelo moreno. Pero si es principiante, Sirwood, hará bien en recurrir a su tía de usted y el ganchillo. Corría el riesgo de que todos los nudos se le amontonaran en el hombro derecho, por ejemplo, creando una moña de la que partirían unos hilillos. Pero bien hecho, es enormemente vistoso y me parece muy saludable (porlo aireado).
Ganas me dan de buscar por Internet para comprar uno. Pero sería inútil, porque siendo de clase obrera acérrimo como soy, abandoné los baños de verano cuando llegó la democracia y cerraron la Piscina Sindical. Cuánto disfrutaba, toda la piscina llena de cabecitas que sabías que cada dos eran de dos compañeros, compensadas por otra que era de un policía. A veces, le decías al de tu derecha: "compañero, ¿puedes girarte, que noto el calorcito del agua?", y te respondía que le era imposible moverse.
Después de eso, el mar abierto y las piscinas con espacio me producen agorafobia.
Cel.lia, perdóname que te tutee, pero lo que te voy a decir lo digo con todo el corazón: tu novio es un gorrón. No solo se pasa la noche robándote cigarrillos, sino que por las mañanas te acusa de su tos. No le des más, dile: "Si quieres fumar, te compras y fumas del tuyo. No es por el dinero, es porque te hagas responsable de tus actos y tus pulmones. Irresponsable, que eres un irresponsable".
Me revienta esa gente, esa que dice que lleva 7 años sin fumar pero de vez en cuando le apetece un cigarrito. Estás tres horas con uno de esos en un bar y tienes que comprar dos cajetillas. Hazme caso y plántale cara.
Buenos días.
ResponderEliminarA mí el modelo que inspira a Sirwood me recuerda un poco a David El Que Deja La Cama Deshecha, qué quieren que les diga.
Por lo demás, en las aguas procelosas de este blog (y en todas) cada uno pesca lo que puede y sabe. Pescado hay.
Celia, usted debe de perjudicar pero un montón; pero si incluso aquí le pedimos más, qué no será en persona, querida.
Rociolat, espero su ya más tranquilo comentario este sábado, desde ese bar mitzva, o desde otro cualquiera. Y felicite a su sobrino de mi parte.
Buena jornada nueva, señoras y señores.
Nan...me he perdido con lo de los cigarrillos. La que gorrea tabaco soy yo.
ResponderEliminarah, como decía que le perjudicabas pero te pedía más... Te estabas refiriendo a otra cosa, pero es que no se me ocurre perjudicación más excelsa.
ResponderEliminar(de todas maneras, crear laberintos con poca salida me chifla) (chula y vieja la palabra, ¿eh?, chiflar).
ayer se me puso de rodillas en medio de un bar...
ResponderEliminarel resultado es una serie fotográfica de mis piernas y las medilas de rejilla.
está muy perjudicado.
Yo es que ya me quité de esas cosas. Los cartílagos de las rodillas, ya sabes, que se gastan y cuesta mucho arrodillarse.
ResponderEliminarPero me encantará ver las fotos, de verdad. Que no es por hacerte la pelota.
el resultado es una serie fotográfica de mis piernas y las medias de rejilla.
ResponderEliminarNáN dijo...
Pero me encantará ver las fotos, de verdad.
¡Jo, y a mí!
¿Ve como al final estamos hablando de arte, de fotografía, de la posibilidad de ejercer la crítica de una serie?
ResponderEliminarSi es que siempre terminamos centrándonos en el tema que propone. Tras ciertas disgresiones, cierto, pero es que nunca he visto un blog tan TristamShandyano, club al que me honro en pertenecer.
¿A que es bonito el nombre de Resurrección? Es uno de esos que cuando los pronuncias reverbera, llenando las conversaciones.
ResponderEliminarS.
jejejeje
ResponderEliminaryo no las tengo...
Pues a ver si le da un arrebato al que las tiene y las comparte. Venga...
ResponderEliminar¡Tristamshandyanos son ustedes, el blog no tiene ninguna culpa!
Si acaso, Sterniano, por lo del viaje sentimental (ver Etiquetas).
De resurrección se ha hablado mucho; por algo será.
Quedé impactado, Sirwood. Se lo iba a comentar, pero pensé que de tener una tía con ese nombre, no me gustaría que otros lo dijeran en vano. Y ya que estamos en confianza, un viernes por la mañana previo a UNA SEMANA DE VACACIONES (no pude evitar presumir), me quedé preguntándome por el diminutivo, si existe, con el que se la nombra.
ResponderEliminarChica, Celia, róbelas. Hágalo por nosotros. En mi caso (dudo de las intenciones del Señor de Esta Casa) el motivo es artístico. Como dijo Maiakovski (¡vaya nivelazo cultural estoy cogiendo en estos comentarios!), "soy una nube con pantalones".
No pretenderá compararme el excelente Viaje Sentimental con Tristram Shandy, ¿no?
ResponderEliminarJo, NáN, tras leer su opinión, ni loco le confieso que el Tristam lo dejé sin terminar, más o menos a la mitad; ni que el Viaje lo intenté leer (lo tengo, de hecho) en v.o. y no fui capaz.
ResponderEliminarUsted siga pensando que los he leído, ¿vale?
(Ya, si ya sé que soy un animal, si todo el mundo me lo dice, por lo de Tristam. Pero, yo qué sé, me cansó.)
Celia, yo las quiero ver por una cuestión de erotismo, más que nada, no te preocupes...
¿A la mitad? Es usted un héroe. Yo no pude pasar de la página treinta; y mira que lo intenté. Empalagoso a más no poder.
ResponderEliminarS.
...
ResponderEliminarsi lo primero que hizo anoche cuando llegó a casa fue colgarlas en flickr, y dedicarle un post!
(bueno, no, antes me puso una copita de vino blanco y un tazón con cerezas)
A mi tía Resurrección todos le llamamos La Tía Resurrección.
ResponderEliminarS.
Sirwood, le gano yo por goleada. Mi abuela se llama Eduvijis, aunque todo el mundo le llama Eduvirgen, exceptuando sus amigas que le llaman Edu.
ResponderEliminarAmenazó de muerte a todos sus hijos e hijas, prohibiéndoles que le pusieran su nombre a ninguna hija.
!Jo!, se me están cruzando las piernas de la señorita en el discurso. ! Haga el favor de recogerlas!
ResponderEliminarS.
Eduvijis suena como una lluvia fina cayendo por una canalera.
ResponderEliminarS.
por eso vivía, mi abuela, en la calle del Chorro.
ResponderEliminarLo de Tristram, Sirwood, solo lo podemos arreglar en la calle, fuera del bar.
ResponderEliminarLos debates de fondo son inútiles en estos casos.
Hasta empezamos un blog colectivo para trabajarlo entre todos por capítulos... y... ¡buahhhh!, nadie pasó de la página 30.
Necesito una caja de paquetes de kleenex porque las lágrimas me brotan a chorros.
Aún así, lo he leído, releído y releído. Y uno de los mejores 1o libros del mundo.
¡Hala!
Déjate de fliks y ponlas en tu blog.
Os deseo a todos felicidad.
ResponderEliminarMe voy por unos meses.
Un placer
Para que veáis que no miento nunca:
ResponderEliminarhttp://quitandolelapalabradelaboca.blogspot.com/
Luna, ¡¡Comoooo??
Luna!
ResponderEliminartanto te hemos perjudicado?
Sirwood! hágale un pulpito!
(Joder, es que no me puedo ir ni cinco minutos...)
ResponderEliminarShe's magic
A mí no me pareció empalagoso; al contrario, me pareció de lo más ingenioso y muy bien escrito (sólo faltaría). El problema fue que, al menos en el momento que lo leí, no le veía un porqué; que no me motivaba a seguir leyendo: era un entretenimiento que en cualquier página podía parar. Lo cual no tiene nada de malo, pero se ve que entonces tuve bastante con la mitad.
Luna, tú decides qué quieres. Yo también te deseo felicidad.
Vean qué guapa y qué modosita parece, véanlo.
ResponderEliminarAcabo de leer la entrada de Porto. Estoy de acuerdo con el autor en que la mayoría de los mortales son incapaces de escribir nada mínimamente aceptable. El arte de ingeniar y contar historias interesantes es algo que, por cuestión de aptitud más que de oficio, sólo nos ha sido concedido a una minoría. Los demás no tenéis más remedio que conformaros o desesperar.
ResponderEliminarUn beso, Luna; y otro para cuando vuelvas.
Nán: le mandaré mis padrinos.
S.
Sirwood? ahora has leído el post? 60 comentarios después??
ResponderEliminarAcabo de leer la entrada de Porto.
ResponderEliminarPara todo hay una primera vez.
No me fastidie con exquisiteces, Sirwood. Yo pensaba algo sencillo y popular.
ResponderEliminarNos compramos cada uno una litrona y una botella de Dyc (entre los dos), con la que vamos rellenando lo que bebemos de cerveza. Una vez terminadas las tres botellas, rompemos las litronas contra una farola y con el vidro abierto nos enfrentamos a tercera sangre.
(Lo de hacerlo a primera siempre me ha parecido un gesto de debilidad).
Luego sacamos la cuarta, whisky malta 12 años, y nos volvemos a hacer amigos.
Y si se lo juegan a pellizcos?
ResponderEliminarEs bastante doloroso, también, y mancha menos...
por mí no hay problema, si no eliminamos la cerveza y el whisky.
ResponderEliminarCuando uno ya no tenga fuerza para pellizcar, queda automáticamente restaurado el honor de ambos.
Nos bebemos el malta y buscamos un francés para que pronuncie Tía Resurrección (y verás qué risa).
La salsa, Cel.lia, está en los comentarios; el motivo es lo de menos. Es como el macramé: la gracia no está en el macetero, sino en encontrar a alguien dispuesto a colgarle un ficus y colocar una cosa tan horrorosa en su comedor. La vida es un cursillo sin diploma.
ResponderEliminarS.
Vale, NáN, pero por la mañana; antes de las dos. No puedo romper mis costumbres.
ResponderEliminarS.
La salsa, Cel.lia, está en los comentarios; el motivo es lo de menos.
ResponderEliminarEs mejor tener claras ciertas cosas cuanto antes...
Snif.
ResponderEliminarBueno, pues nada, a ver si este fin de semana cuelgo varios post en blanco.
Pero recuérdenme, ¿vale?
Cuadra: uno de mis padrinos es francés; el otro de Malta.
ResponderEliminarS.
Le recordamos, Porto. Usted es "ése del blog".
ResponderEliminarS.
Puf, pues al tercer trago me quedaré sin fuerza. En fin. A esas horas.
ResponderEliminarPero qué carallo, el honor es el honor.
Bueno, llega la hora triste en la que todos desaparecen hasta el lunes.
Luna, espero leerla pronto.
¡ah, nos cruzamos! Pues que el francés diga "Resurrección por cada pellizco".
ResponderEliminarYo no tengo padrinos (ya sabe cómo somos los de clase baja). Pero algún amigote encontraé por el camino.
Además desaparecemos de verdad. Quiero decir que, al ser sólo personalidades virtuales gestionadas por un programa, fuera de estas páginas no existimos.
ResponderEliminarEl programa nos volverá a activar el lunes a eso de las 8 de la mañana.
Hasta el lunes?!!!
ResponderEliminarPero si es la una!!!
Soy yo la única que "trabaja" hasta las tres y media?
Porto, no los cuelgue en blanco, hombre! Ponga unos dibujitos o algo...
bueno, me voy a trabajar, que ya toca.
ResponderEliminarPorto, anímese, que parece usted el pringaillo ese al que le montan una fiesta en su casa los colegas, aprovechando que es el único cuyos padres se largan los fines de semana.
Porto, no los cuelgue en blanco, hombre! Ponga unos dibujitos o algo...
ResponderEliminarPorto, anímese, que parece usted el pringaillo ese al que le montan una fiesta en su casa los colegas, aprovechando que es el único cuyos padres se largan los fines de semana.
GGRRR...
Un día me voy a hartar y les voy a cerrar el blog, ¡y a ver qué coño hacen toda la mañana!
NáN, los fines de semana no tienen por qué ser tristes. Si no viviese usted en una urbanización de veraneantes desierta, y tuviese amigos, ya vería qué bien lo pasaba.
Y ahora me voy.
ResponderEliminarBuen fin de semana a todos, menos a NáN, S., Celia y A filla do mar. A Luna, si está, sí.
Besos y abrazos (a los de arriba no, ¿eh?).
Milagro!
ResponderEliminarHabía salido esta mañana de sábado a robar alguna lata para desayunar en una de las casas de veraneantes deshabitadas (no sabes lo que se dejan de un verano para otro), cuando a cuatro calles de distancia, vi un hombre con un perro.
Mientras me como dos latas de mejillones, una de bonito y una botella de vino, estoy trazando una estrategia. He decidido hacerme amigo del perro.
¡Gracias por el buen consejo!
No sé nada de literatura, ni de pintura, ni nada de nada... Aun así te digo que lo que escribís es lindo, me gusta y listo, aunque no tenga los conocimientos ni el don de desmenuzar tanto las cosas como para decirte por qué. Me gusta porque me hace "sentir".
ResponderEliminarEn mi humilde opinión, aunque manifiestes tener dudas sobre si tenés el don de escritor o no, creo que en el fondo debes saber que un buen escritor, pintor o cantante, quizá no sea bueno todo el tiempo. Es bueno cuando se conecta con "ese" lugar de dónde provienen todas las obras de arte, ese lugar sin tiempo, tan lleno y tan vacío, tan oscuro y luminoso, que la razón no alcanza en comprender. Quien logra fundirse con esa ´"fuente", y no sólo estar de visita, es para mí un iluminado; y quizá, en ese caso, ya no necesite volver a escribir, a pintar o a cantar...Pero si lo hace, traerá a la Tierra los mensajes más profundos, que parecerán haber salido de otro mundo.
Si logras transportar a alguien a través de lo que escribís, a ese sitio mágico donde el corazón se llena de algo indescriptible parecido al amor o al agradecimiento; entonces, ya tenés un punto. Y si lográs escribir desde allí, entonces lo tenés todo. Creo que una cosa no va sin la otra, así te considero muy buen escritor.
Pido disculpas a ti y a tus lectores, aunque sé que por más burda que haya sido mi intervención, talvez me haya dado a entender.
De verdad hace mucho tiempo que no sabía nada de ti y entre lectura y lectura (de mis cosas de estudio), se me ocurrió saber qué es de tu vida (nada mejor que tu blog para saberlo!).
Un gran abrazo por tu cumpleaños; llega un poco retrasado, lo sé. No fue mi culpa, el océano le puso algunos obstáculos que lo hicieron demorar ;)
Cariños
Ja.
Buenos días.
ResponderEliminarNáN, persista; puede llegar a convertirse en el mejor amigo del perro.
Ja, qué alegría. Muchísimas gracias por acordarte de mí.
Y gracias por lo que me dices. Fíjate, te confieso que si hace unos años hubiera leído una valoración tan "espiritual" del hecho de escribir lo habría recibido con una mueca de desdén "racionalista". Hoy, sin embargo, esa capacidad para transportar por un tiempo al lector a algo así como un estado más consciente, me parece una buena imagen de lo que es escribir.
Y, mira, yo no digo que con algún texto no haya conseguido decir algo a alguien; pero nunca ha sido con textos de ficción.
Un beso grande, Ja (¿sabes que tu compañero, Fernando, vino a verme hace un par de meses?).
Buen comienzo de semana.
Yo también he pensado mucho en eso. Como no te has pasado por mi blog EL SI MAGICO (esto es un reproche en toda regla) no habrás observado la cantidad de cosas que he escrito "sobre" teatro a lo largo de mi vida. Sin embargo, y con pequeñas excepciones irrelevantes, no sé escribir teatro. Que no te parezca pedantería: conozco los mecanismos internos de la creación, pero así como me atrevo a escribir cuentos, artículos e incluso poemas, no puedo escribir teatro. ¿Porqué será, coño?
ResponderEliminarBueno, Paco, es que tú, por tu profesión, estás metido de lleno en el asunto. Con razón le habrás dado vueltas y más vueltas.
ResponderEliminar(Me he pasado, pasar me he pasado, pero a toda prisa. La verdad es que casi no leo blogs, esta temporada. Pero volveré.)
Ande, Sr. de Portorrosa, no se quejará de cómo ha subido el nivel con los últimos comentaristas.
ResponderEliminar¿Bien el trabajo, damas y caballeros?
Tal como presumí, me acabo de levantar y estoy aquí en casa, con el primer café sobre la mesa, descalzo y con una bata de raso con escudo nobiliario que me regaló un chamarilero del rastro por comprarle tres libros.
Tan ricamente. Meditando sobre la crítica y la realización artística. Si se me ocurre algo vendré a ponerlo.
Que tengan un buen día.
¡Sí, sí, esto marcha!
ResponderEliminarJo, pues qué cabrón, usted (con perdón). Sólo me alivia pensar que si abre su ventana no verá más que filas y filas de adosados cerrados a cal y canto rodeados de una supuesta hierba pajiza...
Disfrute, disfrute.
Paco, pero es que yo sólo tenía tu otro blog, lo acabo de comprobar. Y es donde había entrado. Ya he visto el otro, así que solucionado.
yo estoy de los artistas hasta las pelotas...
ResponderEliminarqué fue de aquel maravilloso curso titulado: Las 3 muertes el arte?
¿Era así el título? Yo no lo entiendo.
ResponderEliminar"Las 3 muertes del arte"
ResponderEliminartal cual
Ah.
ResponderEliminarClaro, usted está harta porque la rodean y le pedirán de todo (profesionalmente hablando, se entiende).
extraprofesionalmente también
ResponderEliminarNo me extraña.
ResponderEliminar¿Va usted a las reuniones con las medias de rejilla?
claro
ResponderEliminarasí me toman por tonta.
Bueno, pero después no se queje.
ResponderEliminarMe voy.
Hasta mañana.
cel.lia, con la bata de raso con escudo nobiliario, se me olvidó decir que violeta, estoy muy aparente.
ResponderEliminarLe propongo intercambio de fotos (extraprofesional).
No tengo el menor inconveniente en que me tome por tonta.
Portorosa dixit: «Nueva edición del post. En el original daba la impresión de estar preguntando por qué sucede lo que sucede, cuando en realidad sólo quería decir que parece mentira»[...]«Y lo que me asombra es hasta qué punto una cosa es independiente de la otra. Es como si sólo pudiésemos jugar un papel pasivo, como si de lo único que fuésemos capaces es de reconocer lo bueno, que otro debe crear. Podemos identificarlo y señalarlo cuando lo vemos, pero no ponerlo ahí.»
ResponderEliminarYa no me entero de nada. ¿Acaso "reconocer lo bueno" no es enteramente subjetivo? Como la crítica. ¿Qué es bueno para ud., Sr. de Portorosa? Y con malicia añado ¿por qué no considera bueno lo que ud. escribe?
Saludos desde la irónica y desconcertada realidad (suerte Luna).
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ResponderEliminar97
ResponderEliminar98
ResponderEliminar99
ResponderEliminarY superamos los 100.
ResponderEliminar!Qué carallo!
Sirwood
Fotos in pie ni cabeza, por supuesto: pierna contra bata
ResponderEliminarBuenos días.
ResponderEliminarS., ya le he dejado el 99 como 99 de verdad.
NáN, ¿un día sin trabajar y ya ha puesto la imaginación a calentar?
Irónico, yo creo que la crítica es posible porque hay elementos objetivos que juzgar en una obra. Y tienen que ver tanto con el cómo como con (y esto es más difícil de explicar, me temo) el qué.
Creo que es posible hablar de calidad; aunque haya que hacerlo con reservas, teniendo claro que no son matemáticas.
Distinta cuestión es cuánto nos gusta algo que leemos. Porque el efecto que tiene en nosotros puede tener que ver con la calidad, pero nunca sólo con ella, creo yo. Incluso, si nos toca donde nos tiene que tocar, puede gustarnos algo que sabemos malo.
Y está muy bien, claro.
De hecho, para mí es lo que más importa.
Señoras, señores: buenos días.
Ah, se me olvidaban sus preguntas:
ResponderEliminara) Demasiado largo de explicar, o demasiado difícil, pero lo intento, aunque sea meterme en la boca del lobo:
1. que dice algo (y ese algo le importa, no a mí por una razón personal, sino a cualquiera);
2. a partir de la base de un cierto "estar bien escrito" que no puedo resumir pero que tengo bastante claro, se trata de que el continente siempre apoye al contenido, y no al revés. El texto tiene el protagonismo de una herramienta, y por brillante que sea no se erige en protagonista ni es un homenaje al virtuosismo del autor (esto, jamás; como bien me dijo un día Xavie: las frases deben estar al servicio del texto, no del autor).
b) Porque lo que escribo no ha cumplido casi nunca los puntos del apartado anterior.
Eso. Un abrazo.
Mi opinión sobre a)2.
ResponderEliminarDe acuerdo a medias. El texto lo es todo, no es una herramienta ni un fin para nada. Pero se debe crear a sí mismo.
En lo que si estoy de acuerdo es en que, como mucho, al autor hay que celebrarlo (y cuanto más de lejos mejor) cuando nos ha dado un texto así.
Pero si contiene una frase, o dos palabras, por las que alguien piensa que "ese" autor debe ser una persona interesante, el texto es un fracaso.
Esa fue la primera fase de mi aprendizaje en el taller, que pude desarrollar gracias a la mala leche de la chica con la que desayuno en el curro. "¿Y esto para qué lo has puesto?", me decía. "¿Para que el lector diga oh!, que inteligente y sensible debe ser el autor?"
Así que tijereas, tras, tras, trás. Hasta que lo maté.
Si alguien quiere admirarme, que lo haga por mi palmito cuando voy con bata de raso violeta.
Vale.
ResponderEliminarLo que quería decir es que el texto, aunque lo es todo en el sentido de que todo está en el texto y no te vales de nada más que del texto, y la literatura es texto, tiene que decir algo. Que no puede ser un fin en sí mismo; o, mejor dicho, que su fin no puede ser sólamente estar bien escrito. No puede ser un mero ejercicio de estilo, por bueno que sea.
Sino que el texto está para decir algo.
¿Sí o no?
Con respecto a lo del autor, completamente de acuerdo.
Siempre se cuenta algo, hay una historia. Y no existe "el estilo" más que como una mala praxis; no es que sea retórico y vacío, es que es un error.
ResponderEliminarLas palabras se deben plegar a lo que se cuenta para transmitirlo.
Lo que queda, inseprable el contenido del contienente, cuando se da se ha convertido en un texto que, al ser leído, provoca emociones, pensamientos, inseguridades, miedo...
O sea, texto = catalizador se sensaciones.
¡Sirwood...! Intervenga, diga algo, que el señor de Portorrosa me está liando.
ResponderEliminarVoy a ver si encuentro un pequeño cuento que escribí hace años y lo pego, a ver si Porto se entera de lo que queremos decir.
ResponderEliminarUn momento.....
S.
el señor de Portorrosa me está liando
ResponderEliminarNo, yo no.
Te lías tú, que has escrito un comentario que es un mero ejercicio de estilo, hombre. Parece mentira.
S., ¿cómo que "queremos", si usted no ha dicho nada, aparte de contar?
parecen un trío de viejas hurracas.
ResponderEliminar¡Ja, éramos pocos...!
ResponderEliminarSomos más bien los buitres del Libro de la Selva (la peli, of course), que no saben qué hacer :)
En cualquier caso, el texto sí es herramiento del artista. Por ejemplo, en el Ulyses de Joyce o el Nóbel Cela en una obra que no recuerdo, que tienen obras sin signos de puntuación que si los coge el Padre Ángel de Salesianos los deja sin pelo de los capirotazos que les da... Desde el punto de vista del arte, sí provoca (en mi caso hastío: aburrí el libro), se supone que cumple su finalidad, la que sea que haya decidio el autor (dar por saco, llamar la atención, que cada lector puntúe en su cabeza cuando lee, lo que sea). Otras obras, digamos populistas (y ahora que salta al cine "Ángeles y Demonios" me refiero a los best-sellers como etiqueta) provocan sin embargo repulsa en la crítica cuando su mensaje sí llega a cientos de lectores.
ResponderEliminarY la subjetividad que veo difícil de erradicar es ese "estar bien escrito" o incluso el que guste el contenido, ambos objetivos de imposible consenso. No me cabe duda que el escritor que decide "imprimir", salvo que se vea presionado en alguna medida (editor, público, etc.) lo hace cuando está satisfecho con su trabajo y sin embargo no le va a gustar a todo el mundo ni va a copar opiniones unánimes.
En su caso lo que apunta hace evidente que no está satisfecho con el resultado de su esfuerzo, de ahí que no lo "imprima". Entiendo se produce una disociación entre lo que está en su interior y lo que percibe plasmado en papel o la pantalla. ¿Será como cuando escuchamos nuestra propia voz grabada? La falta de costumbre, la "idea" de nuestra voz como suena en nuestro interior no coincide con la que percibimos del exterior (parezco platónico en la caverna, ahora que vuelve la selectividad...). Si logra coger perspectiva y asirse a criterios objetivos, quizá no sea tan injusto con su trabajo que, en tanto producto de un esfuerzo y una ilusión, sin duda, no será tan malo como ud. cree.
Saludos desde la irónica y persistente realidad.
Lo encontré:
ResponderEliminar._. ._. ._. ._. ._. ._. ._. ._. ._.
¡Dispara, Burton!
Un domingo lo maté tres veces: una bajo el álamo seco de Tucson, en la pinada; otra en el campamento navajo, en las canteras del río; la tercera en la mina abandonada de plata, donde las cañas. Mil veces lo perseguí y acorralé: nunca se entregó. Aguantaba duro hasta el último disparo. Nadie moría como él.
—¡Ríndete, Foster! ¡Tira el revólver y sal con los brazos en alto! —gritaba yo, apuntando con mi Colt 45.
—¡Tengo a la chica, Burton ! ¡Ven a buscarla! —respondía, también voz en grito, desde su escondrijo.
—¡Suéltala, Foster, o me obligarás a matarte!
—¡Dispara, Burton! ¡Dispara!
Era el momento de salir a descubierta. Rodaba tres veces de costado para impedir que hiciera puntería y me plantaba en lo alto del parapeto, disparando a dos manos mientras él repelía furiosamente el ataque. Una de sus balas me acertaba siempre. Plomo largo de Winchester.
—¡Maldita sea, Foster, me has dado en el hombro! ¡Vas a morir! —rabiaba yo con amenaza.
Luego llegaba el cuerpo a cuerpo: ¡Bang!, en el cuello. ¡Bang! ¡Bang!, en el pecho. ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!, en el vientre, en el boca... derecho a la frente. A cada disparo su cuerpo se retorcía en el aire, hasta caer sin vida sobre las piedras, boca abajo, con un brazo extendido y las piernas abiertas.
Entonces llegaba ella, asustada y convulsa. Desabrochaba nerviosa mi camisa y con un pañuelo de flores y fragancia de Heno de Pravia curaba el hombro lastimado.
—¡Oh! !Estás herido, Foster!
Sus dedos tibios recorrían la piel baleada y yo sentía, como una brasa, el suave roce en mi mejilla de su ardiente melena de cobre.
—¿Ya? —preguntaba él desde el sudario de polvo.
—Ya —respondía yo, devuelto al mundo entre vapores.
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Llamó Julia llorando.
—Está muy grave. Le han amputado una pierna y tiene completamente destrozados los pulmones. Se va a morir.
Una de las fijaciones de la cadena se había roto y la máquina le había caído encima, aplastándolo casi entero.
Desde la turbidez del cristal, oculto su rostro por la maraña de tubos y cables, apenas pude reconocerle. Me quedé allí fuera sin saber qué hacer, sólo mirando. Ella estaba de espaldas, sentada en la silla; la cabeza inclinada, como rezando; las manos apretadas sobre el regazo. De pronto, él levantó pesadamente los párpados y clavó sus ojos en los míos. Desde la distancia adiviné el torpe movimiento de sus labios.
—¡Tengo a la chica, Burton! —susurró.
Fue sólo un segundo: ella giró la cabeza, saltó de la silla, salió corriendo y se me abrazó llorando, llorando, llorando... La estreché con fuerza para robarle el dolor. El cabello de cobre quemaba en la vieja herida del hombro. Levanté la vista sin soltar el abrazo. Esta vez no movió los labios, pero la luz de sus ojos ponientes alumbró el ramaje muerto del álamo seco, junto a la mina de plata del campamento navajo, donde las cañas. Me lo suplicó con los ojos:
—¡Dispara, Burton! ¡Dispara!
S.
Discrepo bastante:
ResponderEliminarOtras obras (...) provocan sin embargo repulsa en la crítica cuando su mensaje sí llega a cientos de lectores.
Ya. Como muchas películas y programas de televisión.
Aunque estén escritas, a mí me cuesta considerar esas obras (y, en fin, habría que matizar a cuáles me refiero) literatura; creo que son otro tipo de entretenimiento. Aunque tal vez esa clasificación no tenga sentido...
¿Es comparable un telefilme de Antena 3, por mucha audiencia que tenga, a "Manhattan"? Yo creo que no, pero bueno, habrá quien opine lo contrario.
Y la subjetividad que veo difícil de erradicar es ese "estar bien escrito"
Pues yo no, de verdad. Creo que se pueden discutir los matices, pero que se sabe si algo está bien o mal escrito, con independencia de si nos gusta.
No me cabe duda que el escritor que decide "imprimir" (...)lo hace cuando está satisfecho con su trabajo
Hombre, yo no conozco el mundo editorial, pero aquí hay quien sí tendrá una opinión más fundamentada. Pero yo dudo que eso ocurra siempre.
Entiendo se produce una disociación entre lo que está en su interior y lo que percibe plasmado en papel o la pantalla. ¿Será como cuando escuchamos nuestra propia voz grabada? La falta de costumbre, la "idea" de nuestra voz como suena en nuestro interior no coincide con la que percibimos del exterior (parezco platónico en la caverna, ahora que vuelve la selectividad...). Si logra coger perspectiva y asirse a criterios objetivos, quizá no sea tan injusto con su trabajo que, en tanto producto de un esfuerzo y una ilusión, sin duda, no será tan malo como ud. cree.
Yo le agradezco esto, de verdad, pero tampoco estoy de acuerdo.
Puede que haya casos en los que a un escritor no le salgan las cosas bien porque no logra "sintonizar" algo en su interior; pero yo creo que eso se da, precisamente, entre escritores. Al resto, lo que nos pasa es que simplemente no tenemos el suficiente talento (ni para contar bien las cosas, ni, a veces, para pensar nada interesante).
Por eso tampoco creo que el esfuerzo y la ilusión basten para hacer bueno algo. Lo harán importante para mí, tal vez lo más importante del mundo, pero no lo hacen buena literatura.
A todo esto añádale un "creo yo".
Un abrazo.
¿A que es bonito? ¿A que si?
ResponderEliminarS.
'
ResponderEliminarEl acento que se perdió en el "sí"
S.
Sirwood, ¡qué maravilla de relato!; me ha encantado.
ResponderEliminarLo felicito.
Me ha encantado.
Precioso.
ResponderEliminarSirwood, al principio me ha parecido a Faulkner, y eso es un piropo en toda regla.
ResponderEliminarLuego se convierte un poco en J.D. Salinger.
queremos más cuentos!
Será porque vengo de hacer una cata de vermús por el barrio con mi legal, pero me ha parecido estupendo. Precios. Y me ha recordado a Quia Sint.
ResponderEliminarDel debate, discrepo (aunque todavía no tengo claro por qué).
Pues yo hoy ya no discuto más.
ResponderEliminarPara empezar, porque ahora, de repente, estoy entrando en la fase de "da todo igual", y ahí es todo un lío.
El relato me parece muy bueno, insisto.
S., ¿y usted no dice nada?
ResponderEliminarLo ha escrito usted, ¿no? ¿Y qué le parece?
¿Y quería, al ponerlo, decirnos algo en concreto, además de darnos el placer de leerlo?
Agradezco sus amables palabras (las de todos y todas). El texto está traído aquí a título ilustrativo para intentar explicar que, por sí sola, una buena técnica no es suficiente. Hay que escribir de corazón a corazón. Eso es lo que “queremos” decir.
ResponderEliminarPero vayamos a cuestiones importantes. Este fin de semana he tenido una larga discusión (digamos que de no menos diez cervezas) con mi viejo amigo Mauro. No conseguí bajarle del burro. Estoy convencido de que ustedes me darán la razón: ¿verdad que el caldo de pescado de Avecrem es infinitamente superior al de Knorr?
S.
Acabo de abrir una loquería ( no confundir con licorería) y quedan 3 ó 4 plazas libres.
ResponderEliminarPodrían apuntarse que les vendría muy bien.
L.
Y, por seguir en esa linea, qué me dicen de la famosa controversia "Nesquik-Colacao"?
ResponderEliminarYo apoyo la opinión de S. El Avecrem, una y mil veces.
Lo de la Gallina Blanca se inventó en el Passeig de Gràcia d eBarcelona, ya saben que los de aquí siempre barremos para casa.
ResponderEliminarEn cuanto a calditos, he de avisaros de algo, a la hora de la verdad, lo mejor de todo es el dashi japonés (sólo para caldo de pescado).
¿Lo cualo?
ResponderEliminarS.
Ahh, qué buena es una siesta de 2 horas.
ResponderEliminarDe caldos de pescado, no puedo opinar. Precisamente la legal, después de la cata, se empeñó en quedarse en el mercado a comprar pescado (así que habrá que tomarlo dos o tres días seguidos). Pero a mi ración le quita la piel, las espinas y lo desmenuza. Luego le echo el zumo de un limón y pa'dentro.
Y es que mi madre solo me dijo 3 moralejas en su vida: de la primera solo recuerdo que existió porque recuerdo la segunda y la tercera. La segunda fue: "Hijo mío, no comas pescado fuera de casa". (Ni dentro, pensé, con lo mal que cocinas).
Y la tercera fue: "Hijo mío, eres un buen chico, pero una mala influencia para tus amigos, no les hables de tus ideas".
En cambio, de la polémica Nesquick-Colacao, tengo un burro del que no me bajo: en caliente, Colacao; para un vaso de leche fría, Nesquick.
Sirwood, se lo dije pero lo repito, muy bueno. Y no es por llegar al aborrecible punto medio, pero si el texto no sale del corazón (no del autor), no hay texto, sino palabras juntas.
Perdonen que intervenga poco, pero no es lo mismo robarle el tiempo a la empresa que a mí mismo.
L, negociemos el precio de una plaza si asegura tranquilidad y un boquete para fugarse y volver.
Le contestaría, pero es que por las tardes no estoy.
ResponderEliminarS.
Mas bien está, pero sobrio, con esas costumbres que tiene. Y claro, no es lo mismo.
ResponderEliminarSi le digo que no estoy, es que no estoy.
ResponderEliminarYa verá como no estoy:
—Tía Resurrección, ¿estoy?
—No, hijo;no estás.
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¿Ve como no estoy?
S.
Ah bueno, a la tía Resurrección sí la creo. Haber empezado por ahí.
ResponderEliminarBuenos días.
ResponderEliminarPues estoy completamente de acuerdo.
Lo que no sé es si ese "queremos" pretendía contradecirme; en cuyo caso no lo entiendo, porque no creo haber hecho ninguna defensa a ultranza de la técnica, y menos de ésta frente al contenido.
Pero bueno, nada de eso importa (tiene usted razón) al lado de otras cuestiones: el Cola-Cao es mejor que el Nesquick, porque sabe mejor, y punto.
Nunca he oído decir a un nesquickófilo que su defendido sepa mejor; siempre dicen "es que se disuelve mejooooor...".
Y claro, apelar a su solubilidad es ya reconocer que no tiene ningún otro mérito.
Es como decir que no hay mejor ropa que un chándal, porque es lo más cómodo.
(Ah, cómo, ¿que ustedes creen que la mejor ropa es el chándal? Bueno, bueno, no se preocupen; se ve que ha habido un error... Sí, sí, por aquí, ahí está la puerta. Nada, vuelvan cuando quieran, ¿eh? Sí, faltaría más; no, ninguna molestia. Sí, cosas que pasan, ya ven.)
Buenos días.
(...) el Cola-Cao es mejor que el Nesquick, porque sabe mejor, y punto.
ResponderEliminarJa... ja... JAJAJA!
En fin, para qué discutir. No se hizo la miel...
Está por ver, que un nesquickófilo, ante la pregunta clave, diga que el Nesquick es más rico. Por algo será.
ResponderEliminarFijese incluso en NáN, que no parece mal chaval: dice que el Nesquick para leche fría; pero si es caliente, Cola-Cao.
ResponderEliminar¿Por qué? Porque se disuelve mal, el Cola-Cao, y la otra cosa bien. Pero si la disolución deja de ser un inconveniente, lo tiene claro. Porque el sabor no se compara, qué se va a comparar.
Si nada más hay que ver el adjetivo:
ResponderEliminarcolacaoinómano versus nesquickófilo
Dónde va a parar
A ver, Sirwood, usted, que me parece que es el único cabal, qué opina?
ResponderEliminar¡NáN, manipulador, demagogo!
ResponderEliminarLos teléfonos de cuerda, que es para lo único que valen esas marranadas, salen mejor con los botes de Nesquik.
ResponderEliminarS.
¿Pero eso no se hace siempre con yogures?
ResponderEliminarLos de los yogures son para que jueguen los niños, yo hablo de los que utilizamos en casa desde que arreció la crisis.
ResponderEliminarS.
Suerte que tiene, de tener casa grande.
ResponderEliminarProporcional a la hipoteca.
ResponderEliminarS.
Damas y caballeros, he estado en casa de Tita Cerve, viendo la exposición de Matisse y he salido sin gastar suelas, a 10 mm sobre el suelo. De ahí hemos ido, la L y yo, a conocer la reforma del Mercado San Miguel. Todo pijo, pijo, pijo: carnicerías francesas y así. PEro el centro del mercado, ocupado por bares del mundo. Nos hemos comido una docenita de ostras de diversa gama, con champán, la L, y vino blanco francés seco (yo).
ResponderEliminarConste que todo esto lo cuento solo para joder.
E este estado, prefiero no añadir nada relativo al arte y sun construcción, para que luego me toquen los huevos. Por una vez, venceré mi instinto de alacrán.
Esta noche cena en un ruso-ruso. De un niño de la guerra más rojo que el bermellón, casado con la cocinera de Breznev (ellos ya solo pasan por allí). Precios de camarada. Me gustaría llevar a Sirwood, pero como a las dos del mediodía deja de beber, pues no puede ser.
Pero qué cabrón.
ResponderEliminarSólo me consuela pensar en la nochecita que va a pasar por culpa de esa ostra que estaba regular.
De todas las maneras, esta noche imposible: tengo cena con la Thyssen.
ResponderEliminarS.