The Times They Are A-Changin'
For the loser now
Will be later to win
For the times they are a-changin'
Yo también voy a escribir sobre Obama, qué carallo.
Así dejo que las ideas reposen y me permitan seguir creando tanto como estoy creando (¿les he dicho que soy dramaturgo, ahora?).
Y, además, hacía un montón que no escribía de sexo.
Las tropas federales escoltan a estudiantes negros que llegan a la Escuela Secundaria Central en Little Rock, Arkansas, en la primera semana de integración en septiembre de 1957.
Hace unos días los norteamericanos han elegido presidente a un negro. ¡Un negro va a ser el presidente de los Estados Unidos!
Eso es fundamental, claro que es fundamental. Es más: es acojonante.
Aunque Obama resultase un mal presidente, aunque su único mérito fuese el color de su piel, como ya hay quien se ha apresurado a afirmar, ¡aunque fuese todo un paripé y él el hombre de paja de un lobby tenebroso!, ya ha conseguido algo crucial; algo que cambiará su país y el mundo entero.
(Y sólo hay que darse una vuelta por internet -por ejemplo buscando imágenes suyas en Google- para ver los prejuicios racistas que le esperan, y la falta que hace ese cambio.)
¿Ustedes se dan cuenta de lo que supone para el imaginario popular (¡coño, por fin puedo usar esta expresión!) ver a todos los mandatarios del mundo yendo a rendirle pleitesía a un hombre negro, en lugar de recibir de vez en cuando a alguno que llega en túnica o vestido de colores y darle unas palmaditas? ¡Vaya patada en el culo para tantos y tantos! Ese efecto integrador, ni con mil series de Bill Cosby...
No tengo ni idea de qué dice Obama sobre casi nada, la verdad. Tengo de él la imagen que algunos de nuestros medios de comunicación nos han querido dar: alguien relativamente (y digo relativamente porque creo que los parámetros estadounidenses son distintos a los nuestros) progresista, supuestamente respetuoso con la comunidad internacional, menos beligerante que lo que últimamente vemos, y, sobre todo, opuesto en casi todo a Bush. Y aunque en realidad aún no hemos visto cómo es, y aunque sin duda gobernará para los americanos (sólo faltaría), me contentaría con que esas cuatro cosas fuesen ciertas, porque creo que bastarían para mejorar las cosas.
(Claro que después de Bush uno tiene la sensación de que no mejorarlas debe de ser imposible...)
Es un país raro, Estados Unidos. Único, creo yo. Nació distinto y sigue siéndolo. Nos tiene acostumbrados a lo peor, y también a lo mejor. Las tropelías de muchos de sus gobiernos y la llamativa inopia de gran parte de sus habitantes (aunque no nos engañemos pensando que nosotros estamos mucho mejor), por poner dos ejemplos, contrastan, por poner tres, con su respeto a la libertad individual, su capacidad autocrítica y su confianza en sí mismos.
Y no hay más que oír los discursos del día de las elecciones, tanto el del ganador como el (tremendamente generoso y leal) de McCain, cargados de referencias morales, familiares y patrióticas junto con otras progresistas, individualistas y abiertas, para darse cuenta de que estamos ante otra cosa.
Ojalá ante Obama estemos también ante otra cosa. No me hago muchas ilusiones, para empezar porque creo que aun el mejor presidente estadounidense del mundo estaría limitado, muy limitado, pero me gustaría ver que nos movemos en la dirección correcta, aunque sea un poquito.
En cualquier caso, creo que ya hay razones para alegrarse.
Africa está llena de presidentes mucho más negros que Obama, y esto no nos sorprende. Más aún, Sudáfrica, que hasta antes de ayer tuvo un terrible régimen segregacionista, tiene también presidente negro desde hace años.
ResponderEliminarLo que nos llama la atención es que sea precisamente EEUU quien tenga un presidente negro.
Sin embargo, a mi me sorprende más que de los hispanos, que representan aproximadamente el mismo tanto por ciento de la población que los afroamericanos (un 13%), solo los cubanos de Miami tengan verdadera capacidad de influencia política.
También me llama irónicamente la atención que Bush provenga de Texas, un estado donde el 35% de la población son hispanos (principal grupo étnico) y donde los ciudadanos anglosajones son minoría.
En fin, no espero gran cosa
Hola, Guillermo.
ResponderEliminarA mí sí me sorprende, y me alegra. He ampliado algo el post, y ahora quizá se entiendan mejor mis razones.
En cuanto a esperar, pues ya veremos.
Un abrazo.
Que la (al menos una gran) mayoría de los hispanos voten republicano (bueno, dentro del pequeño porcentaje que votará, supongo) es uno más de los datos que me demuestran que analizamos la política estadounidense utilizando parámetros inapropiados.
ResponderEliminarEn muchos barrios obreros de las ciudades se vota masivamente al PP. El sindicato mayoritario del CITROEN en Vigo es el de la empresa...
ResponderEliminarEn efecto, puede que no tengamos todas las claves para analizar el comportamiento político o social de determinados grupos de población, y precisamente por ello nos resulta difícil explicarlos.
Conmigo trabaja un cubano que se volvió mucho más capitalista que cualquiera de los del laboratorio. Yo estuve en Texas y los hispanos y negros eran tremendamente partidarios de la pena de muerte y eso que allí se les condenan más que a los blancos.
Está claro que algo me pierdo
En este último post me ha dado la impresión de que me leías el pensamiento, Portorosa. Pero seguramente lo has expresado mejor de lo que yo lo haría.
ResponderEliminarSolo se me ocurre añadir que un exceso de expectativas puede ser demoledor para cualquiera, Obama incluído.
Por cierto, Portorosa, que es eso de las entradas de sexo? jajjajaa.
Un saludo :-)
Una broma, nada más, Kaken.
ResponderEliminarY una decepción para alguno/a, supongo... :D
Occam, me dice un pajarito lector que lo sorprendente sería que los partidarios de la pena de muerte fuesen los delincuentes, no los negros o los hispanos...
ResponderEliminarNuestros razonamientos están plagados de mecanismos sorprendentes, ¿no crees?
Un saludo.
¿Una mujer? ¿un negro? ¿un hispano?
ResponderEliminarToda esta euforia (en la cual yo me incluyo no obstante) sólo nos demuestra que aún nos persiguen y poseen infinitud de estereotipos y prejuicios que en realidad no definen nada (para muestra lo que comentáis aquí de Tejas).
Quizá no sea extrapolable, pero siempre que hablamos de diferencias digamos visibles (palpables, exteriores, llámalo como quieras), miramos justo eso la superficie y tal vez no ahondamos rascamos un poco por debajo de la misma. Ehhhh, sí, que me pierdo, lo que decía Dante (el personaje de Eusebio Poncela en "Martín H"): "hay que follar con mentes" (claro que así fuera de contexto...). Pues eso, qué más da que sea negro. Lo que me interesa es que lo que hace lo haga bien.
Otro beso. C.
¿Cómo va la obra, la literaria quicir?
Sí, es que parar mí lo más importante de la victoria de Obama es que sea negro.
ResponderEliminarEs lo que convierte su elección en algo histórico.
Ahora puede ser un buen o mal presidente. Y esperemos que sea lo primero, por la cuenta que nos trae. Pero esto siempre es así, no hay nada especial en él en ese sentido.
(Acabo de terminar mi obra ahora mismo, como quien dice, señorita.)
La ocasión hace que vuelva a participar en el blog. Apenas he leído los comentarios, así que es posible que lo que escribo ya lo han dicho otros, en cualquier caso no serán grandes novedades.
ResponderEliminarMe parece estupendo, maravilloso, prueba de que Estados Unidos es un pais acojonante, motivo de esperanza...
En España, tan progres todos, tan abiertos, tan guais en definitiva sería imposible algo así, os imaginais como presidente del gobierno al hijo español de un inmigrante digamos que marroquí o ecuatoriano; yo lo intento pero no lo consigo.
Por lo demás a mi no me sorprende en absoluto que los hispanos voten en mayor medida republicano, pero esa es ya otra historia.
Abrazos
Buenas tardes.
ResponderEliminarEn Cataluña, los más separatistas son los llamados charnegos (no originarios de cataluña), y aquí conozco a un cubano inmigrante (excelente trabajador y reciente empresario) que vota al PP.
Creo que el análisis depende de algo más que las razas. Quizás habría que mirar el estatus de la persona para ver cuales son los problemas que le preocupan y le llevan a decidirse en un sentido o en otro.
Por otra parte, no se si Obama (y nosotros en consecuencia)nos moveremos en la dirección correcta, entre otras cosas porque nunca tenemos todos los datos para saber porque se toma un camino y no otro. Ahora, coincido contigo (Portorosa) en que ojalá sea así aunque sólo sea en apariencia
Las hay, en efecto. También por ese pequeño parto creativo en el que estás empeñado.
ResponderEliminarNegro, lo que se dice negro del todo, no lo termino de ver yo.
ResponderEliminarSirwood.
Hombre, bastante más que Michael Jackson, pero menos que un surfeiro que veo todos los años aquí en la playa, y que en teoría es blanco.
ResponderEliminarFernando, en cuanto hablo de sexo... ¡apareces! Me alegro mucho.
Se me hace raro leerte esa opinión tan positiva sobre EEUU, aunque si lo pienso seguro que ya la conocía.
Un abrazo.
Saludos a todos (Hit, Sebas), y buenos días.
A lo mejor os interesa este artículo, en el que, de pasada, habla de las tendencias de voto de las minorías afroamericana e hispana en EE.UU.:
ResponderEliminarhttp://blogs.rtve.es/desdewashington/2008/11/9/el-reverso-la-victoria-historica-gays
"Sí, es que para mí lo más importante de la victoria de Obama es que sea negro"
ResponderEliminarNo estoy muy de acuerdo: es importante, pero ni por asomo lo más importante. El vendaval de ilusiones y expectativas que ha levantado, sólo de forma marginal tiene qué ver con que sea negro. Lo tiene, sin duda, para la comunidad negra, pero el fenómeno trasciende con mucho a dicha comunidad y este hecho.
Yo, sin embargo, creo que ese vendaval de ilusión tiene que ver, más que con ninguna otra cosa, con que sea afroamericano. Su mensaje, nuevo, esperanzador, etc., me parece que no habría calado tanto si viniese de otro perfil.
ResponderEliminarPero, vamos, es mi opinión, personalísima (consciente e inconscientemente, ya sabe).
Por lo demás, me gustaría matizar lo que he dicho hasta ahora, por si no me he explicado bien:
A lo mejor Obama se convierte en un presidente tan acojonantemente bueno, y consigue tales logros, que efectivamente llega a ser históricamente fundamental. Pero, de cara a la Historia, por el momento lo fundamental es que sea negro; el primer presidente norteamericano negro.
Y en cuanto a símbolo de la capacidad de mejoría de ese país, creo que también ese dato es el crucial.
Ahora bien, su papel es tan determinante para todo el mundo (literalmente) que a partir de ahora van a ser otros rasgos suyos los que más importen, por supuesto.
Un abrazo.
Esperemos que no sea un efecto pasajero. Y veremos que hace en Afganistán.
ResponderEliminarPues yo estoy de acuerdo con Porto: independientemente de la coyuntura actual, el hecho de que Obama sea negro, descendiente de keniata, es histórico.
ResponderEliminarA partir de enero veremos más. Queda mucha crisis por delante
Buenos días.
ResponderEliminarBienvenido, Supersalvajuan. Veremos qué hace en todos lados...
Eso.
!Desembuche un dato sobre su obra!
ResponderEliminar¿Cuántos personajes?
Sirwood.
Cinco.
ResponderEliminarAdecuado.
ResponderEliminarS.
Sr. Portorosa, le doy doblemente la razón:
ResponderEliminarLa victoria de Obama tiene una significación histórica indiscutible. Y lo que más me gusta de Obama es que no toca el tema en sus discursos.
Y el discurso de McCain fue de una dignidad y una altura moral que ya me gustaría a mí encontrar por aquí.
Saludos cordiales,
Ivan.
Hombre, S., no sé... Depende, ¿no?
ResponderEliminarSaludos, Iván.
...nos días.
ResponderEliminar¡Vaya horas!
ResponderEliminarEs que se convierte uno en arquitecto y ya... se pierde todo, ¿eh?
Si tienes tiempo y quieres, échale un vistazo al artículo de hoy de Millás. Va al hilo de esto.
ResponderEliminarhttp://www.elpais.com/articulo/ultima/Variantes/elpepuopi/20081114elpepiult_1/Tes
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ResponderEliminarSi se pincha en el título del post los comentarios se ven apaisados y el enlace se lee completo, ¡no sigas!
ResponderEliminarQue conste, Hit, que el artículo me parece un ejercicio de estilo que no dice nada.
Un abrazo.
(Con perdón, ¿eh? Espero no haberte molestado.)
ResponderEliminarYa me di cuenta de que al pinchar en el título pasaba eso. De casualidad, porque ya no sabía que hacer,toqué algo con el ratón y salió. Sino todavía estoy metiendo entradas.
ResponderEliminarNo me molesta, no tiene sentido que me moleste por eso. De todas formas gracias por el detalle.
Un abrazo
Estimado Portorosa:
ResponderEliminarYa lo decía Leonard Cohen: Estados Unidos es la cuna de lo mejor y lo peor.
Ojalá Obama lo saque de esa dirección tan destructiva que lleva.
Eso ya sería bastante.
Un saludo,
Un saludo, y bienvenido, Doug.
ResponderEliminarobama es una rata.
ResponderEliminardefiende la pena de muerte.
y eso es innegociable
Estoy de acuerdo en que es algo implanteable. Para mí lo es.
ResponderEliminarNo es mi intención defender, por tanto, su opinión.
Pero creo que, en este tema como en cualquier otro, hay que juzgar a la persona en "su sitio", en su contexto y sus circunstancias. Y me parece que hoy en día es irrealista esperar que un presidente de EE.UU. esté rotundamente en contra de la pena de muerte.
¿Habrá que quedarse con la opción menos mala?
Buenos días.
hay muchos americanos que han obtado por luchar contra la pena de muerte. Hay muchos estados que la han abolido. ¿Si Obama se hubiese manifestado durante la campaña en contra de la pena de muerte sería ahora presidente? Yo creo que sí. Pero no lo hizo por que cree que es necesaria. Incluso teniendo en cuenta que la mayoría de los ejecutados son negros, aunque solo representan una quinta parte de la población.
ResponderEliminarYo creo, sinceramente, que en estados unidos no hay ninguna diferencia entre que un abogado blanco de harvard sea presidente y que un abogado negro de harvard sea presidente.
Perdón, morelli, pero la mayoría de ejecutados con pena de muerte son blancos, desde hace muchos años. Diversos estudios han demostrado que, en realidad, la pena de muerte se aplica más estrictamente a criminales blancos que a negros, precisamente por la percepción de racismo que hace unas décadas tenía.
ResponderEliminarY ello a pesar de que estadísticamente, la mayoría de quienes cometen crímenes violentos no son blancos. O sea que si hay alguien que sale desfavorecido con la pena de muerte, son los blancos. Todo ello no es ninguna justificación para la pena de muerte, en mi opinión, pero son los datos reales.
Saludos,
cito un informe de Amnistia Internacional del 23 de Abril de 2003 y corrijo mi afirmación. "Proporcionalemente se asesina legalmente más a los negros que a los blancos". No creo que la situación haya cambiado radicalmente en estos últimos años, aunque si encuentro otro más reciente, lo coloco en el blog.
ResponderEliminar"La pena de muerte en los Estados Unidos de América sigue siendo un acto de injusticia racial además de una pena inherentemente cruel y degradante.
(...)
El presidente Bush ha prometido que Estados Unidos se mantendrá siempre firme en lo que se refiere a la igualdad en la administración de justicia. Si eso es cierto, él y otros políticos deben pedir inmediatamente el cese de las ejecuciones, ya que los estudios indican una y otra vez que el sistema de justicia valora más la vida de los blancos que la de los negros.
Blancos y negros son víctimas de asesinato casi en igual número en Estados Unidos. Sin embargo, el ochenta por ciento de las más de ochocientas cuarenta personas ejecutadas desde que se reanudaron los homicidios judiciales en 1977 habían sido condenadas por asesinatos cuyas víctimas eran blancas.
(...)
La mayoría de los asesinatos cometidos en Estados Unidos tiene como protagonistas a asesinos y víctimas de la misma raza. Sin embargo, casi doscientos negros han sido ejecutados por asesinar a víctimas blancas: una cifra quince veces superior a la del número de blancos ejecutados por matar a negros, y al menos dos veces más alta que la de negros ejecutados por matar a otros negros.
Los negros suman un doce por ciento de la población, y sin embargo constituyen más del cuarenta por ciento de los condenados a muerte, y uno de cada tres ejecutados es negro."
...
Pues eso
A mí, al margen de la opinión sobre la pena de muerte y sobre el racismo en EE.UU. (creo que esta entrada da una idea de cuál es ésta), me parece que esos datos son incompletos, y que no permiten concluir casi nada, Morelli, en serio.
ResponderEliminarEsas cifras, cogidas así asépticamente, las considero engañosas, y su utilización, algo demagógica; no se pueden extraer consecuencias de la influencia de la raza en ese asunto sin tener en cuenta todas las demás diferencias sociales que hay en aquel y todos los países.
Saludos, y buen fin de semana a todos.
hombre, yo creo que las diferencias sociales no deberían influir en las sentencias judiciales, o en los fallos de los jurados. Si influyen, mal asunto. E influyen.
ResponderEliminarsalud y buen descanso
Uy, uy, otra tergiversación, ¿eh?
ResponderEliminarLas diferencias sociales no deben influir en las sentencias, no, ni he dicho yo que lo hagan. En lo que sí influyen, tal y como yo pretendía aclarar, es en los índices de delincuencia. Por eso los datos no pueden compararse como si estuviésemos ante dos colectivos cuya única diferencia fuese el color de la piel.
Un abrazo.