Verdades psicoanalíticas (II)
Dime de qué presumes y te diré de qué careces.
(Aunque tú no seas consciente, por supuesto, como casi siempre en estos temas)
Excusatio non petita, accusatio manifesta.
(Y esto no quiere decir que uno no pueda tener la suficiente cabeza para saber que su comportamiento puede ser malinterpretado. Se refiere al plano inconsciente, y estas excusas son, sobre todo, las que nos damos a nosotros mismos)
¿Presumes siempre de lo que careces? Me gusta presumir de amigos: ¿carezco de ellos? ¿O te refieres a presumir de lo que eres?
ResponderEliminar¿Se conocen siempre las excusas que nos ponemos a nosotros mismos? ¿Son excusas, son miedos?
Me refiero a presumir de ti. Por ejemplo, de la cantidad de amigos que tienes.
ResponderEliminarPresumir, parece ser que, inconscientemente, siempre es sospechoso.
No, claro que no se conocen. Si se conocen ya estamos empezando a abandonarlas. Nos las creemos y se mezclan con todo lo que nos decimos.
(O digo yo. ¡Por favor, que alguien me pare y me impida seguir diciendo tonterías!)
Un beso.
No, no, yo no presumo de la cantidad: presumo de que la gente que conozco es la mejor del mundo...
ResponderEliminarTú, por ejemplo.
Que cada día me intrigas más.
¿Me concedería un café largo, un día?
"Dime con quien andas y te diré quien eres"
ResponderEliminarRealmente la respuesta siempre ha estado ahí, tenemos un montón de conocimiento popular para darnos cuenta de quienes somos y por qué actuamos como lo hacemos. Y sin embargo ...
Miro esas verdades, y más que de psicoanálisis me parecen del sentido común, que es el menos común de los sentidos dicen unos, y otros dicen que es el que mejor repartido está, pues todo el mundo cree tener suficiente.
ResponderEliminarLa verdad oculta en refranes, como todas las verdades, solo es cierta en ocasiones. A veces más que el reloj parado, que aun así acierta con la hora dos veces al día.
Hoy mejor no me excuso
;o)
Ambas tienen mucho en común: el sujeto intenta reafirmarse -ante sí y ante los demás- en aquello que él mismo duda. ¿Acaso no es la inseguridad, la madre de todos los complejos?.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Brian.
ResponderEliminarLa vida psíquica es compleja: gira entorno a los complejos. Los complejos son núcleos alrededor de los que giran satélites: experiencias determinadas, con sus representaciones, emociones y sentimientos, que están escindidos del ego. Además, en la vida psíquica, hay una fuerza de integración de todo lo escindido a la que podemos llamar, individuación.
Cuando presumimos - en determinadas circunstancias, no generalizables - nuestro ego está siendo abducido por el complejo escindido y empieza a girar en ese magma inconsciente, pretendiendo afirmarse, integrando el complejo por la vía ilusoria, imaginando poseer las características que no posee, pero que serían necesarias para sentirse seguro.
Excusa, por supuesto; sería un placer.
ResponderEliminarDe todos modos, María, Koldo, estos refranes, si los tomamos en su sentido tradicional, no son ciertos, como dice K., más que a veces, y con matices. Es en un plano subconsciente en el que me atrevo a decir (porque así lo he entendido, claro, no porque yo lo haya concluido) que son siempre verdad.
Y ahí es donde entra lo que dice Brian: ambos comportamientos, como casi todo, responde a nuestra inseguridad (que es otra manera de hablar de miedo). Yo, últimamente, no hay reacción mínimamente "desajustada", propia o extraña, detrás de la que no vea inseguridad.
Inseguridad por complejos, claro, por debilidades la mayoría de las veces ni conocidas ni, mucho menos, reconocidas.
Buenos días, buen lunes y buen fin de semana a todos.
Su muerte me ha dejado un poco tristona.
ResponderEliminarEra el hombre de mis sueños y La Gata, una de las películas que más me gustan de él.
Ayer la vi de nuevo a casi acabo chuzi de chupitos de ron.
Jo, que montón de letritas me toca poner hoy