Courel
Creo que en Galicia somos unos privilegiados en lo que a conservación del entorno se refiere. Pero me temo que no hay otra razón que nuestro secular atraso, que nos ha privado de los medios materiales para meterle mano a gusto al paisaje que nos rodea.
Me parece una empresa realmente difícil hacer de Galicia un sitio feo, pero, desde hace unos años, estamos en ello.
No obstante, algún sitio virgen e inmaculado queda; y uno de ellos es sin duda la Serra do Courel, en el este de la provincia de Lugo. A donde he ido este fin de semana.
[Les recomiendo ampliar esta última foto; verán qué colores.]
Y, ante todos ustedes:
Aunque estén de espaldas se ven unos niños muy guapos, y tan pequeños... (qué recuerdos). Un abrazo.
ResponderEliminarqué rubios!
ResponderEliminarObjetivamente: son guapísimos.
ResponderEliminarCelia, como el padre y la madre en sus tiempos...
Un abrazo a los dos.
Algo conozco de la zona.
ResponderEliminarHermosísimas fotografías.
Rapaces bien guapos -se intuye-.
Un abrazo.
Muchas gracias, DR.
ResponderEliminarOtro para ti.
El caurel... yo también soy gallego aunque hace ya más de veinte años que no vivo en mi tierra. Sólo quería comentarte que mi historia en el blog de enmaskarada, acerca de Indidia, no es una historia... es cierta y me sucedió en Mozambique, el lugar al que me fui desde Galicia. Luego han venido muchos otros paises y otras muchas historias... es mi trabajo, aunque a veces te come por dentro.
ResponderEliminarEl mundo está así, y poco se puede hacer por cambiarlo. Ello no me sirve de justificación para, al menos, no intentarlo.
... y al final a todo se sobrevive, o no, pero en este caso manda el silencio y a casi nadie le importa.
Un saludo... y siento si mi comentario no era el adecuado... sólo quería dejar constancia de que eso tan trascendental en nuestra sociedad como la muerte, en muchas partes del mundo come contigo a la mesa.
Joder, qué par de zipis!!
ResponderEliminarObjetivamente: lo parecen una barbaridad.
Pero sobre todo, así caminando el uno detrás del otro, superriquiños.
Mis felicidades por esos dos tesoros.
Un abrazo.
Son guapos, incluso, de espaldas.
ResponderEliminarY por comentar algo: tienen mejor tipiño que su padre cuando tenía su edad.
Eras un niño-bola de los que les gustaban a las madres, sobre todo a la mía...je,je.
Menos mal que con los años has ido para arriba y te has estilizado.
Acabo de escribir una entrada en mi blog y la he programado para que se publique mañana a las nueve. Ya comprobaremos si funciona.
Veo que sigues con el ánimo azul.
ResponderEliminarLa foto de tus hijos es parecida a una de un fotógrafo que ahora no recuerdo pero te daré el dato, con sus hijos asomándose a un túnel en un bosque, como dejando atrás todo.
parecen sacados de un anuncio de champú de camomila
ResponderEliminar"como el padre y la madre en sus tiempos"??
es que ahora sois calvos?
No, mujer, ahora no somos rubios; ya sabes, teníamos este rubio hispánico que se va cuando se va la juventud y se convierte en un castaño-moreno mediocre.
ResponderEliminarDel comentario de mi prima, que se os quede que ya me he estilizado (y bastante, añado yo). Además, N., ¡tendrías que ver la barriga de Carlitos!
Vagamundos, no puedo decir nada. Qué voy a decir, eso me supera, me supera por completo... Eres bienvenido; me encantará seguir sabiendo de ti. Un fuerte abrazo.
Princesa, Manuel, un par de abrazos. Y al resto.
Y buenos días a todos.
Unas fotos muy bonitas y la de los niños más.
ResponderEliminarPreciosos de espaldas y de frente (doy fé de ello)...que grande está Carlitos!
Mi hermana de Almería es una exagerada, tampoco eras tan bola ;-)
Bs.
Gracias, MyT, por lo de las fotos y por salir en mi defensa.
ResponderEliminarSí, Carlos está enorme. Y dimos un paseo de unas dos horas, y anduvo todo el tiempo menos unos 5 o 10 minutos; está genial.
Besos.
o sea, tomamos nota, y la lista queda tal cual:
ResponderEliminar-Tendencia abusiva a discutir continuamente con mujeres
-Sólo habla con mujeres.Y la frase se ha de entender hacia delante y hacia atrás.
-Antes era un niño obeso, de ahí su tendencia patológica a disculparse.
-Ahora se ha estilizado, lo cual indica que poco a poco se irá inclinando hacia delante
-Gallego, ergo propenso a los chubascos, de todo tipo. Por eso lleva el paraguas colgado del cuello.
-Almuerza sandwiches. Cuando no se los olvida.
-Tiene una silla.
Es que no puede uno abrir la boca, ¿eh? Me sincero, y así me pagan...
ResponderEliminar¡¿Ves, prima de Almería, lo que has conseguido?!
No te estarás vengando...
jejejejeje
ResponderEliminares que me ha hecho mucha gracia.
Ríase, ríase. Me hace más fuerte, querida.
ResponderEliminarCada uno carga con su propia cruz.
ResponderEliminarNo me llame querida!
Desde luego. Y uno de los maderos, como mínimo, lo hemos puesto nosotros solitos.
ResponderEliminar¿Y por qué no, querida? ¿Le turba?
Por lo que veo no llovió, por lo menos no todo el tiempo. Nosotros el sábado de callos, muy buenos por cierto...aunque no es lo más apropiado estando en plena operación bikini-playa-verano (ay,ay,aaaaay).
ResponderEliminarPor cierto...¿que te traes tú con que si las mujeres te contestan más o tu a las mujeres, o qué sé yo, o algo?.
Bicos vecino.
Tu prima la de Coru.
En esta web está la foto:
ResponderEliminarhttp://thinkinpictures.wordpress.com/2007/08/03/the-walk-to-paradise-garden/
The walk to paradise garden, de W. Eugene Smith.
Besos.
Anda, es verdad, Princesa. No digo que se parezca, pero sí que es normal que te la haya recordado. Muchas gracias.
ResponderEliminarHola, M. No te creas, llovió casi todo el tiempo, dos de los tres días. Pero pudimos disfrutar del sitio, de todos modos.
Lo de las mujeres no sé si es algo real o imaginaciones mías, o de alguna, pero consiste en que no dejo de discutir con ellas. Y también en que discuto con ellas porque con los hombres no hablo. :)
Un beso.
Retratando maravillas?
ResponderEliminarQué hermoso lugar...Por acá ,por Argentina nada más lindo que Mendoza....altas cumbres....
Quien pudiera mirar todo otra vez con ojitos como los de tus niños.....!!Yo tambien tengo dos...Facundo (7) y Lautaro (3)....
Por otro lado mi padre es portugués pero de Is de Madeira....así que leerte me acerca a su tierra....
Un porteño abrazo ....pendiente si te cruzas en algun momento o si se te dá por postear un fado........
Un abrazo, Alter ME.
ResponderEliminarLautaro, qué bonito.
Esto parece el blog de las tres primas: la de Santiago, la de La Coruña y la de Almería.
ResponderEliminar¡No te quejes! No caminas solo...je,je.
Aprovechando que has hecho referencia a tu feliz niñez, tengo otra duda. Esta vez no podrás negar que no has visto la película porque fuimos juntos al cine, lo recuerdo perfectamente.
Me refiero a Superman, pero la de 1978. Acabo de verla con Jorge y por curiosidad he mirado la fecha en la carátula porque sé que fuimos varios primos a verla pero no recuerdo a ningún adulto con nosotros.
Ahora esto sería impensable. Yo tenía seis años y tú ocho; la cola daba la vuelta a la esquina y, practicamente, todos eramos niños.
¿Es posible? ¿Han podido cambiar tanto los tiempos? ¿Estoy equivocada y nos llevo tu padre?
No quise vengarme con lo de niño-bola. Hablo de oidas. Mis primeros recuedos comienzan a los cuatro años y tú a los seis ya empezabas a estilizarte. Haré una corrección, con tu permiso:
Eras un bebe-bola.
Aprovechando que has hecho referencia a tu feliz niñez
ResponderEliminar¡La referencia la has hecho tú! Pero bueno, gracias por la puntualización.
No me acuerdo, N., la verdad, no sé con quién fuimos. ¿No puede ser que nos dejasen en la cola, o en la entrada, y se fuesen?
Con eso de la independencia de los niños, de todos modos, no sé qué pasa. Por un lado da la sensación de que los de ahora saben latín, que van por delante, pero, a la vez, en otras cosas necesitan ir mucho más pegados a los padres. Supongo que la sociedad, sus supuestos peligros, o al menos la idea que nosotros, padres, tenemos de ellos, es lo que hace que esto sea así. Seguro que ahora tenemos más miedo que nuestros padres. No sé...
Besos a todos, incluso a los que no son primos míos.
Bellos paisajes tienes por delante, Porto.
ResponderEliminarSaludos
Me olvidaba..
ResponderEliminarMedios materiales no tendrán manuales tienen muchísimos. Es una pena que entornos tan espectaculares de la Naturaleza sean capaces de asolarlos veramo tras verano.
Un beso
No sé cuanto tiempo se mantendrá el paisaje de O Courel de la forma que esos niños lo conocieron.
ResponderEliminarExisten numerosas amenazas, pero quizá la más importante sea la presión enorme de los pizarreros.
Desde que yo pisé por primera vez por allí, hará 25 años, algunas cosas ya cambiaron.
Sin embargo la hospitalidad de sus gentes y sus ganas de charlar con el forastero permanecen inalteradas.
Lo que allí sucede es siempre mágico.
En una ocasión sucedió un crimen horrible. Un hombre de edad mató a su hermano con el que vivía al volver de una boda en Lugo, harto de sus burlas continuas y cegado por el alcohol consumido.
Nosotros hablamos con él sin saber lo sucedido. Nos contó que estaba preocupado porque llevaba dos días fuera de casa sin ordeñar las vacas.
Más tarde supimos que lo habían interrogado en el cuartelillo de Quiroga y la juez lo había puesto en libertad ese mismo día hasta que se celebrara el juicio atendiendo a las obligaciones ineludibles del fraticida.
Galicia es rica y de desbordante naturaleza...lo de su conservación ya es otra cuestión...
ResponderEliminarY sobre el Courel, pequeño paraíso, ya está empezando también a acercarse el peligro de la mano transformadora del hombre, que nada deja indemne.
http://soscourelsos.blogspot.com/
Un saludo.
Lucía.
De hecho los que somos y nos sentimos de interior, como yo, creemos que la bandera de Galicia debería ser verde, lila y amarilla (herba, carqueixa e toxo).
ResponderEliminarUn saludo. Lucía.
Querido Porto, lamento no coincidir contigo. Sólo te invito a que planees con Google Earth sobre el Caurel y te darás cuenta de que el cáncer de las canteras ilegales carcome el Caurel igual que a Trevinca las pizarreras. Una pena y un fraude, porque esos niños no podrán conocer la sierra que yo conocí y que visito cada vez con más pena desde hace treinta años
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