12.3.08

El final

Unas medias gris claro y unos zapatos negros de cordones deformados por los juanetes, pisando la hierba de delante de la fila de nichos en la que meten a un amigo, a un vecino, de su edad. Y un abrigo y un bolso negros y el pelo blanco. Y una cara triste y tranquila, arrugada. Y a lo mejor unos niños, que ella sabe que fueron de verdad, jugando hace muchos muchos años.

19 comentarios:

  1. Sí, ayer volví a un entierro. A otro.

    ResponderEliminar
  2. Es lo que tiene ir haciéndose mayor, pasamos de asistir a bodas y comuniones a presenciar funerales...

    Un texto precioso, Porto. El final me ha gustado mucho. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias, Jesús.

    Un abrazo para ti también.

    ResponderEliminar
  4. otro entierro??
    Portorosa, cuidesemene.

    ResponderEliminar
  5. Otro, Celia.
    Y de verdad que yo no hago nada, que ni los busco ni nada.

    Yo de salud estoy bien, por el momento, descuida.

    ResponderEliminar
  6. La tristeza tiene un lado hermoso, Porto. Sobre todo cuando no es la nuestra.

    Beso.

    ResponderEliminar
  7. La verdad es que eres la persona de menos de 40 años, que conozco, que asiste a mas entierros al año.
    Hoy te he nombrado y espero tus útiles correcciones y opiniones

    ResponderEliminar
  8. La melancolía, Respirando, no digo yo que no tenga su parte bonita (o romántica, o estéticamente atractiva). Ahora, la tristeza, entera, es demasiado triste, ¿no?

    Un beso.

    Prima, vas sumando los que te tocan por cada uno de los círculos en los que estás (familia, trabajo, amigos, otras actividades...), y al final surgen por todos lados.
    Ahí estaré, diccionario en mano.
    Un beso muy grande.

    Buenos días a todos.

    ResponderEliminar
  9. Buenos días...
    Recuerdo el post sobre ello.
    Desde entonces hasta hoy, creo que he batido el record en todo.
    Un poquito de melancolia, puede ser incluso romántico. La tristeza, a mi entender, es una losa que no nos deja caminar, respirar, comer , vivir...prefiero huir de ella en la medida que pueda..
    Saludos

    Luna

    ResponderEliminar
  10. Respira ondo que este fin de semana igual tienes otro por nuestra parte....en fin...muy triste.
    Siento entrar por esto pero viene al pelo con el tema del texto. Besos

    ResponderEliminar
  11. La fuerza de las imágenes y la descripción me han recordado a su paisano Valle-Inclán...
    un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  12. ¡Carallo, Max, no se pase! (Pero gracias, claro, gracias)

    Buenos días, y un beso, M Y T.

    ResponderEliminar
  13. (Ay, Luna, un beso para ti también.)

    ResponderEliminar
  14. Buenos días Porto...comenzó el libro de su paisano?

    Yo tengo el mío firmado, jejeje. He de reconocer que pasé mucha vergüenza, y eso que esta vez iba vestida...por eso le costó reconocerme.

    ResponderEliminar
  15. No, aún no. Habrás visto que lo compré ayer, y por ahora estoy con otro de otro bloguero (cuyo blog recomiendo): Manual de literatura para caníbales, de Rafael Reig.

    ¿Entonces te atreviste a presentarte? A ver si me escribes y me cuentas qué tal.

    Besos.

    ResponderEliminar
  16. No se como he llegado hasta aqui... pero el caso es que... no se (reverencias y salgo disparada por interrumpir a la señora-triste de la silla. ¿Muerta?

    ResponderEliminar
  17. Es que me di unas vacaciones.

    ResponderEliminar
  18. Bienvenida, Puta (!).
    Caray, Carlos, pues no han sido cortas, ¿eh?

    Buen sábado a todos.

    ResponderEliminar
  19. La muerte es una; sus diseños infinitos.

    Sirwood.

    ResponderEliminar