3.11.15

Táboa Redonda: tras la muerte de Henning Mankell




Escandinavia profunda  

A pesar de que hace mucho frío y suele ser de noche, Escandinavia es envidiable por muchas razones: sus economías, sus paisajes, su civismo, sus políticas sociales, la educación finlandesa, las galletas danesas y un largo etcétera. Incluso tengo motivos fundados para sospechar que son verdaderas democracias donde los poderes sirven y rinden cuentas a una ciudadanía que asume sus responsabilidades, y todo. Además, a mí el frío me gusta.

Pero siempre me ha chocado cómo, de ser la personificación del terror, pasaron a convertirse en lo que son. Los descendientes de los fieros vikingos que saquearon y quemaron media Europa ahora discuten si la nueva ópera afea la ciudad, en las garitas de la guardia del palacio real danés tienen adornos en forma de corazón y asolan el mundo entero con sus mesas Lack.

Hace años leí tres novelas de Mankell prácticamente seguidas: Cortafuegos, La falsa pista y Antes de que hiele (Tusquets). Y en ellas encontré unas tramas que enganchaban, un protagonista atractivo en su normalidad y un entorno poco habitual. Sin embargo, no me parecieron bien escritas (ni traducidas). De hecho, la tercera me pareció francamente mala.

Por eso, lo que más me gusta de él es la serie de la BBC, que usa sus magníficas historias pero las cuenta mejor. Y que está protagonizada por Kenneth Branagh, que borda el papel de Wallander y consigue mostrar esa otra parte del inspector, la íntima, la de sus problemas con la bebida, su carácter depresivo y obsesivo, sus dificultades para las relaciones personales y su soledad, y logra que importe tanto como sus casos o más.

Y resulta que esta y otras series norteñas tan de moda últimamente, como The bridge o The killing, me han puesto delante una realidad distinta a la que leo en los suplementos dominicales o he conocido paseando por Helsinki, Oslo o Copenhague. Porque los protagonistas salen al campo y no se encuentran cabañas rojas de madera al borde de un fiordo, con su sauna y su barquita a la puerta: acaban en casas viejas, con almanaques atrasados colgando de una punta en la pared, un alpendre de bloque con los restos de una moto y un perro lobo ladrando sin parar mientras da tirones como de la cadena a la que está atado. Y nada como el aldeano de la zona de Ystad, cuando se baja del tractor con sus katiuskas embarradas y una mirada torva y desconfiada, para desmitificar a los civilizados escandinavos.

Que tampoco digo que recuerde a un vikingo, pero yo por si acaso no le movería los marcos.





15 comentarios:

  1. Casualidad.. que hoy en Táboa redonda repite tema con María Piñeiro sobre Henning Mankell (para mayor conocimiento del lector).

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  2. Estupenda idea del redactor del suplemento... para mayor amplitud y goce de los lectores del diario, pero mis preferencias y simpatías son por el suyo lógicamente.

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  3. Felicidades por su estupendo relato, que me aporta un grado mayor de conocimiento, para mí que soy enemigo de la lectura de toda clase de novelas...

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  4. Prefiero lecturas sobre periodismo, bricolaje, tecnología, informática, cocina.

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  5. La novela la asocio con mamotretos inmensos, con algo muy denso, cientos de páginas y páginas... Que a veces exigen una excesiva paciencia e inmovilismo, impiden la viveza del cerebro, coartan la imaginación, y te obligan a seguir los vericuetos del escritor, a veces férreamente y sin otra salida, salvo que cierres el libro y abandones la lectura y termines sin conocer el desenlace...

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  6. Demasiadas veces llenan de impaciencia por la laxitud, lentitud en el desarrollo, en una palabra, me disgustaba y lo pasaba muy mal...

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  7. Siempre terminaba leyendo el final para conocer el desenlace, mi paciencia escasa para la ficción imaginativa, y que asociaba a perder el tiempo con situaciones cercanas a lo irreal...

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  8. Manolo, gracias de nuevo por tus comentarios.

    Por cierto, ¿no te has planteado juntarlos en uno, más largo?

    Un abrazo.

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  9. Sin embargo reconozco la bondad de esos volúmenes inmensos novelísticos en otras lenguas: galega, inglesa, alemana, japonesa, china, vietnamita, etc. para la buena labor de los traductores, en el desarrollo de su tarea, pues equivale a una profesión y a una tarea laboral y eso equivale a crear puestos de trabajo, de los que tan necesitados está el país últimamente.

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  10. Muchos fragmentos de comentarios equivalen a eso "comentarios", y haciendo abstracción de que sea el mismo asistente el que los hace, equivalen a más visitas al Blog, y ello suponen mayor popularidad en el cómputo anual de su Blog...
    y esa es mi razón, cierto es que pueden existir otras razones que le afecten y que desconozco... o que le moleste mi actitud y puedo estar errado en mi razón y Ud. prefiera un sólo comentario y una sola visita, plantéeselo si lo prefiere así...
    Yo soy feliz y disfruto como un enano cuando leo los comentarios de múltiples asistentes en su Blog, luego visito los de mi interés en los de los comentarios ajenos... llego incluso a citarlos en el suyo...
    Me gusta más leer los comentarios que redactarlos y aceptar la tarea de enfrentarse al Blog, elegir un nombre, verificar (criba de Blogspot.com) para la inclusión del texto, cuidar la Gramática y la Ortografía, en las múltiples carencias de una anciano (yo con muchas).
    Soy enemigo de tener un Blog me parece una tarea inmensa asociada a una esclavitud y un cuidado diario que obligan a una cadena de normativas, casi cercanas a la esclavitud... por eso admiro a todos los BLOGUEROS y es algo maravilloso y que yo admiro en esas personas admirables y desprendidas que roban tiempo de su diario quehacer profesional o familiar para dedicarlo a la creación, cuidado y mantenimiento de un BLOG magnífico como el suyo...
    Reconozco y creo que existen herramientas de eliminación de comentarios o para impedir el acceso a un comentarista molesto, (no quisiera serlo) pero podría pasar a simple lector o convidado de piedra... si lo soy y le molesta mi actitud fragmentada...
    Le pido perdón y disculpas por mi actitud, pero arriba expongo a que se debía y que la provocaba... Muchas gracias por su amable respuesta, sepa que admiro a todos los componentes y asistentes de Blogspot.com y a la innegable tarea social cumplida con todos los creadores y lectores de esta inmensa cadena virtual... y que tan buenos ratos y deleite supone para todos.

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  11. No, Manolo, no son precisas las disculpas. Faltaría más. Comenta cuando y como prefieras.
    Eso sí, que las estadísticas de visitas no te preocupen, que tampoco me importan a mí.

    Gracias una vez más.

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  12. ¡Muchas gracias por su comprensión!
    Pero debiera preocuparle ese cómputo anual, eso equivale a la justa recompensa, al éxito merecido por su envidiable y pulcra escritura en todos sus textos, inmejorables... perfectos... en ese alcance y belleza de su verbo y que todos sus impactados seguidores vemos y aplaudimos repetidamente aquí mismo, en este lugar en el que se refugian los comentarios.
    El triunfo y el reconocimiento es algo buscado, medido y merecido por el autor, escritor, narrador, novelista, intérprete, director, traductor de una obra, de una novela, de un BLOG que ronde la majestuosidad casi lindante con la perfección...
    Es un justo premio a un esfuerzo por una tarea y que además, en este BLOG muy merecido...
    Produce más satisfacción y espiritualmente supera al valor económico del ingreso en taquilla, o ventas de la obra juzgada, cuando es creada con esfuerzo y dedicación o a lo largo de toda una vida, y que en algún caso se reconoce, tristemente, una vez ausente el autor de este mundo.
    Un autor recibe su justo premio en la recompensa (en vida) que le supone el aplauso y el reconocimiento a su tarea, y constituye el mayor de los halagos esa asistencia o lectura a una obra musical, teatral, cinematográfica, periodística de escritor o la de un blog, que todas ellas son dignas de reconocimiento, cuando son hechas con el esmero y el mayor de los cuidados rondando lo inmejorable como en este caso sucede.
    Y como se llega a ese éxito, pues insisto con la frialdad aritmética (todo en este mundo es Aritmética) y se llega al cómputo sumando asistencia, sumando ejemplares vendidos, leídos...
    Algo de esto podrían explicar con mucha más claridad en SGAE... y como llegan a estimar los índices de audiencia o asistencia... para sus autores y asociados.
    Muy amable por no haberme borrado, bloqueado, anulado o tachado, y reitero: muchísimas gracias por su comprensión...

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  13. En secreto, y ahora ya serenado y rumiado su dirección, advertencia o consejo, tengo que decir, que vuelta la vista atrás: me parece más fino, conveniente y delicado unas pocas líneas en mis "comentarios" que el mamotreto o bloque tan denso, de los que superan 3 o 4. Y que ahora veo avergonzado, espantado y horrorizado, pero ¿cómo puede ser tan espantoso y denso mi texto... y llevar tantas líneas en un comentario?
    Creo que el autor, escritor y protagonista es Ud., y mi papel es el de lector y sólo lector y a lo sumo breve comentarista. y no deseo ser un molesto o pesado asistente.
    Ud. es el que tiene el derecho y patrocinio o elección de tema, volumen o censura de sus comentaristas asistentes... y todo lo que se aparte de esa norma, puede que obvie las normas no escritas o ignoradas de comportamiento conveniente para el acceso en esta su casa SU BLOG al que no pretendo invadir con mi mal comportamiento...
    Y que pudiere estar infringiendo, haciéndolo sin darme cuenta y en desconocimiento del modo adecuado que a lo mejor no acabo de intuir o entender. Perdóneseme en razón a mi vejez o a mi Alzheimer incipiente.... y corríjame siempre que, para su gusto o deseo, lo infrinja. Y sepa que es el único BLOG al que comento, y creo que por eso puedo, dada mi falta de experiencia y vejez infringir alguna norma que ignore... en quizás mi mal comportamiento.

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  14. Coño, Porto en el periódico, enhorabuena!!!
    (Después de eschucharte tantas veces que no querías escribir ni ser escritor, menos mal que no te hacíamos caso...)

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  15. Gracias, Conde.
    Yo creo que, si la memoria no me falla y no soy demasiado incongruente, mi "no querer ser escritor" debe entenderse desde el punto de vista psicoanalítico (que tanto te atrae), porque fue siempre dicho así, como precedida por un "en el fondo". Porque yo, lo que siempre he pensado y dicho es que, dado que nunca me he esforzado por escribir, dado que nunca le he dedicado tiempo (aun cuando podía) y toda mi fuerza se iba por la boca, en realidad estaba claro que yo no quería escribir, y todo no era más que una pose.
    Este año que viene, cuando mis ocupaciones académicas hayan acabado, quiero intentarlo al fin: quiero tratar de escribir, para salir de dudas. De dos dudas: si estoy dispuesto a trabajar en ello, y si valgo.

    Esta experiencia, por ahora (llevo, no sé, mes y medio o así), me está gustando.

    Un abrazo.

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