Vicedo: el rayo verde
Triste, como me acosté, me levanté.
Solo yo sé lo que he llorado en los últimos años, desde que me separé; y sin embargo esta mañana Paula me dijo que era la primera vez que me veía hacerlo. Fue poco, pero lloré delante de ella; valga esa afirmación suya como atenuante.
Aunque no soy partidario de que los niños, por ser niños, permanezcan en una burbuja aséptica donde no pasa nunca nada malo, y sean ajenos a los problemas que los rodean, siempre he tenido claro que no había que cargarlos con pesos que no les correspondía llevar. Para cada edad, supongo que hay que ir sabiendo hallar el equilibrio entre cuidarlos y permitirles madurar. Yo con ellos hablo mucho de casi todo, porque los creo capaces de entender muchas cosas; sobre todo con Paula, lógicamente.
No voy a entrar ahora a analizar a fondo cómo ha sido mi mes de julio, pero esta mañana Paula me dejó mucho mejor cuando, tras oírme (estábamos los dos solos, desayunando; Carlos dormía aún), me dijo que eso eran cosas mías, que solo lo pensaba yo, que para ellos no pasaba nada. Me quedé muy tranquilo.
Y, en consecuencia, el día ha sido magnífico: Paula volvió a ir sola a la compra, y resolvió los imprevistos con acierto; Carlos y yo, mientras, jugamos a indios y vaqueros; volvimos a casa, comimos, leí un rato, hicimos barcos y bajamos a la playa. La tarde ha sido muy buena, aunque a eso de las siete y media u ocho una nube nos echó. Pero como teníamos pendiente una visita al Semáforo de Bares, no me importó.
Íbamos con amigos, pero cuando se fueron nos quedamos un poco más, haciendo fotos los tres. El
sitio es impresionante (y se puede comer y dormir, aviso), y aun encima
estuvimos durante la puesta de sol, con lo que todo parecía un
espectáculo programado. Y vimos, con total claridad y durante al menos
un par de segundos, el rayo verde.
He contemplado muchas puestas de sol en la mar, muchas, se lo aseguro, y
hoy ha sido la primera vez que lo he visto. Muy simbólico, ¿no?
De ese momento no tengo foto, pero les dejo estas. Fíjense qué colores, el cielo y el mar; son los que eran. Y miren ese barquito, qué insignificante y frágil, que parece dirigirse hacia el abismo del fin del mundo.
Volvimos a casa tarde. Hablando sin parar. Yo, contento; ellos, creo que también.
Como quiero irme mañana.
Preciosas fotos!!
ResponderEliminarQue lindo cuando tienes un día revelador, y aun más si acaba con unos paisajes así... que al menos a mi me hubieran parecido que me los trajeron para acabar de confirmar que las cosas pueden marchar bien.
A veces los niños ayudan a madurar a los grandes. Su claridad. Increible puesta de sol la que vísteis juntos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy simbólico?
ResponderEliminarSupongo que te refieres a que ese evento “externo” cobra, digamos, significación “interior”. Tan significativo me parece este evento del rayo verde como que a tí te parezca significativo el evento. Y esto último lo es, porque cuando uno se permite vivenciar estas sincronicidades (es muy simbólico!), el cotidiano vivir se acostumbra a teñirse de magia...
... y avanzamos, insignificantes y frágiles, hacia el abismo del fin del mundo. Para alén, onde o verde raio!
El rayo verde...recuerdo cuando lei el relato de Julio Verne...
ResponderEliminarun beso fuerte...
Y yo que llevo un par de años pensando que mis viajes de retorno a mi tierra, coincidían con una invasión alienígena.
ResponderEliminarMira lo que era ese Rayo verde en el Horizonte que desaparecía del mísmo modo en que aparecía...Cómo siempre revelándome lo evidente.
No se aflija por la vuelta a casa desde el paraiso... piense que ya le queda menos para las del próximo año.
Como sigas haciendo tremenda publicidad de la zona se te va a llenar Vicedo de gente ...
ResponderEliminar¡Feliz viaje de vuelta!
Beso bien gordo.
Parece que siempre hablo de mí, pero venía a decirte que llorar es una magnífica manera de lavar los ojos y clarificar ciertas emociones. Luego una puesta de Sol -algo tan cotidiano que ocurre todos los días- parece única y mágica (incluso sin el rayo verde, ¡qué suerte!). Nunca había llorado delante de nadie hasta hace unos tres años o cuatro y es, de veras, algo sorprendente, es soltarse, fluir...
ResponderEliminar¡Buen viaje de vuelta! :-)
Sabes como un faquir es insensible a los clavos sobre los que se acuesta, o como resiste una semana enterrado sin afixiarse ?...Pues logra lo que muchos no podemos, porque el se aplicado en desarrollarse como HUMANO, y ha sacado ventaja de eso, tambien jamas ha dejado de dar valor a todo lo que vivido incluso cuando le ha caido un cataclismo encima sin esperarlo él, en su camino.
ResponderEliminarBicos, tu neniña ya esta mayor!...A proposito en mi proximo cumple, me envias en privado una foto tuya en Vicedo, pero mirando al objetico de la cam y desnudo, jejejejjejejej, nooooooo, que va es solo para hacerte reir...
Saludos, bicos e apertas...Sabes quien esta en GALICIA?...mi amigo Avelino Sousa Poza, me ha enviado ya 2 mails y unos envios de regalo para Iria y Rocio.
...............................................July 31/12
ResponderEliminar~ Aguacero ~
Lluvia veraniega
apagas llamas de Sol
amas Misterios como "fondo,
la Gloria se "desploma en Ti
surgiendo a una fuerza pasional
nubes azules, grises, blancas
que descienden lentas, llenas
y siniestras sostienen tinieblas...
Pisadas de barro sucumben
caracoles conquistan "la tierra,
rocios de gotas te merodean,
los arboles se vuelven "molinos,
rios fenecen al desborde,
un gigante rascacielos
es "el Pegaso de esta catarata
que te inunda en su "trama
y te deja en "ascuas
sin saber que hacer...
Todos los "planes se desmayan
ahi que ir "a sus pies,
a la espera te sientas
hasta que se tranquilize
en el desesperado desmoramiento
del cual "ta contagia
creyendote "el culpable
de esta demora "casquivana
que te ha paralizado "de repente
en su sombra "de plata...
Ysa,
Feliz Agosto!!
Ve en paz. Te lo has ganado.
ResponderEliminarVime buscando un padre asustado y orgulloso de la aventura de su hija al ir a comprar sola y me encuentro un hombre todavía herido. Aun más humano.
ResponderEliminarYo una vez, una vez solo, he visto el rayo verde. Pensé que era una leyenda, pero ocurrió.
Saludos.