6.2.12

Cuadros y literatura

1. Ante todo, esto:


Tuve la suerte de leer estos relatos cuando aún buscaban fortuna, y no dudo en recomendarles este libro de mi amigo David, matemático, fotógrafo y escritor él.

Mañana, rodeado de más amigos, y en territorio amigo, lo presenta.

¡Madrileños, acudid!


2. El sábado por la tarde fuimos a una exposición de pintura contemporánea en la Fundación Barrié, en Coruña.

Salvo dos o tres excepciones (cuyas bondades venían dadas, más que nada, por su condición de tuertos en el país de los ciegos), el resto de los aproximadamente 25 cuadros que vimos me parecieron una tomadura de pelo. Tomadura de pelo que llegaba a resultar cabreante cuando uno se acercaba a leer las explicaciones teóricas de los autores: imbricación de texturas, ontogénesis, trazos de dimensiones corporales, etc.



3. Abandono Go down Moses, derrotado.

¡Y yo que creía que sabía inglés! Me temo que a Faulkner (uno de los más grandes) tendré que seguir disfrutándolo traducido, como hasta ahora.

Pero tras una visita a la biblioteca de mi padre, ayer, me dispongo a saldar una de mis infinitas asignaturas pendientes: leer a Marsé. Que tanto me apetece.

Miren esta foto, la de la contraportada de Seix Barral.



Años 70. Me gusta mucho, porque me recuerda a mi infancia, a nuestras últimas fotos en blanco y negro, a una época de mi vida que considero maravillosa: él, a mi padre y a mi tío, con ese jersey y esa juventud, y los libros, a nuestra sala de entonces.


15 comentarios:

  1. Marsé es un grande. Y yo no me atrevería a leer a Faulkner en inglés.

    El arte moderno está tan lleno de pepinos como la literatura, el fútbol y la climatología.

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  2. Pues si no te atreves tú, NáN, me quedo mucho más tranquilo, por motivos obvios.

    Por descontado, esta no es una crítica contra el arte contemporáneo, así a lo bruto. Lo malo de que sea algo contemporáneo es que el tiempo todavía no ha hecho el filtro que hace con los autores de cada época.

    Un abrazo.

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  3. mañana ( si el asma me deja ,que hoy esta peleón ) iré a conocer a David y a NáN .
    El arte a veces me da la sensación que le pasa como a los vinos , los buenos mejoran cuando reposan y los malos se hacen vinagre .

    Preciosa foto

    Un besazo

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  4. Anónimo6/2/12 12:14

    ¿Qué decir de Marsé que no haya dicho ya? Sólo que empieces con uno de sus mejores libros, no de los menos buenos... A mí me gustan mucho "Últimas tardes con Teresa", "Si te dicen que caí", "Un día volveré"...

    http://madredemarte.wordpress.com/

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  5. Pues verás qué estupendos son ambos, Anusky.

    Madre, voy a empezar con La oscura historia de la prima Montse... ¿?

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  6. Anónimo6/2/12 12:51

    ¿Dan pinchos con dátil?

    Sirwood

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  7. Gracias, oh Porto (que no gracias, Oporto: eso quizá mañana aunque supongo que el vino será nacional).

    Sobre Marsé, no sé si has leído la entrevista que le hizo Enric González en Jotdown: estupenda, aquí: http://www.jotdown.es/2012/01/juan-marse-y-enric-gonzalez-o-el-oficio-de-ser-escritor/

    Y sobre el arte, no sé, entonces no tengo crédito, pero, intuyo, no saber es clave para no entender, y yo creo que eso es un fallo, de alguna manera. Vamos, que muchas veces el arte, pienso yo, se pierde en bobadas metafísicas demasiado propias a sí mismo. Pero vamos, que sigo sin saber, luego todo esto es prejuicio, así que tampoco lo pienso muy en serio.

    Y Sirwood, la opción "pinchos con dátil" no ha sido contemplada, pero hey, en la Independiente hay libros de Pynchon. Siempre podemos enrollar dátiles con ellos y hacer algo parecido.

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  8. Leída, con gran placer: una maravilla.

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  9. Anónimo7/2/12 12:12

    Yo es que tengo especial querencia a los que me trasladan a las fotos en B/N de la infancia de mi padre y mis tíos, y a sus calles... Seguro que también te gustará.

    http://madredemarte.wordpress.com/

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  10. Anónimo8/2/12 00:55

    Al ver la fotografía que tantas cosas me transmiten no puedo dejar de preguntarme si nuentros hijos sentirán lo mismo dentro treinta o cuarenta años.Cuesta pensar que las cosas puedan cambiar tanto en las siguientes décadas,cuesta imaginarlo pero, probablemente, así será.

    Berta

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  11. O más.

    Yo creo que sí lo sentirán. ¿Por qué no?
    De hecho, hablando sobre esto, sobre si seremos capaces de que nuestros hijos recuerden su tiempo con nosotros, esta etapa suya, con el cariño con que nosotros (quienes lo hacemos) recordamos aquella, ayer pensaba que probablemente nos estemos olvidando de algo: que nuestros padres habrán pensado lo mismo que nosotros, habrán sentido esa inseguridad; y, lo peor, que quizá sigan sin saber lo que sentimos al ver estas fotos, que algo que damos por hecho tal vez no se lo hayamos dicho nunca: que a lo mejor nuestros padres no son conscientes del bien (cuando ha sido así, repito; en mi caso lo fue) que nos hicieron y nos siguen haciendo, al proporcionarnos entonces esa "base de cariño" que tanto nos vale. Esos recuerdos de mi padre leyendo en la butaquita de al lado de la tele, de mi madre sentada a la mesa en una foto en blanco y negro, sonriendo tan joven...

    Y, si es así, deberíamos decírselo antes de que sea demasiado tarde, ¿no?

    Besos.

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  12. El manual para coyotes... ya no me da tiempo -obviamente- de acudir. pero lo buscaré.

    La exposición... El asunto "arte" es para mear y no echar gota. He de decir que, por un cúmulo de circunstancias escabrosas que no vienen al caso, yo escribí algunos artículillos realizando ese tipo de descripciones ridículas de la intencionalidad del artista. Conseguí dominar ese lenguaje pretencioso en el que un sitio es un "espacio", una exposición es una "propuesta", apoyar algo en una pared es "intervenir en la pared" y un montón de cosas tiradas por el suelo son una "instalación."

    En cuanto a Faulkner...¡hombre de Dios! En este pueblo Todos sentimos devoción por Faulkner.

    Por cierto, te leo siempre, pero sigo teniendo problemas para comentar desde mi ordenador del curro. Sigo sin localizar el problema.

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  13. El arte no tiene porque gustar todo él. Y menos el contemporáneo (?)

    Y me gustaría que no se gastase tanto dinero público en tanta mamarrachada.

    Recomiendo "La Palabra Pintada" de Tom Wolfe, publicada en 1976. Muy ameno y atreviéndose a decir lo que muchos pensamos sobre estas manifestaciones del genio humano.

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  14. A mi Faulkner me cuesta leerlo incluso en español de Medina del Campo.

    A veces no sé que pinto en este blog, de verdad.

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  15. Bueno, también tienes tus momentos.

    Tomo nota de Wolfe.

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