Ideologías y doctrinas
A pesar de que en ciertos ambientes y medios las críticas a la asignatura de Educación para la Ciudadanía son numerosas y atacan desde todos los frentes, casi nunca he oído ninguna que no fuese de carácter moral, y me pareciese completamente retrógrada, casi oscurantista.
Que estaba ideologizada y era adoctrinadora, dicen.
Es verdad, la igualdad esencial de las personas, su igualdad de derechos, la validez de cualquier opción de familia que respete a sus integrantes, la validez de cualquier orientación sexual, la respetabilidad de cualquier planteamiento religioso (incluido el no tenerlo, claro), la conciencia social, la responsabilidad de ser ciudadano en una democracia, favorecer el pensamiento crítico y su aplicación a todo, y el mismo hecho de considerar positivo el pensar por uno mismo, son ideas. Es cierto que hay otras.
Y es verdad que una sociedad, si quiere que sus miembros sean así, les dice desde pequeñitos que eso y no otra cosa es lo bueno.
¿Hacía eso esa asignatura? Ojalá. Creo que no, que más bien se quedaba corta. Pero la dirección debería ser esa y no la contraria.
En cualquier caso, e independientemente de la doctrina, hay formas y formas de adoctrinar.
Como sabemos los padres: unos adoctrinan tratando de dialogar, adoctrinan admitiendo y pidiendo respuestas, adoctrinan avisando de que pueden estar equivocados y no hay por qué creerse ni estar de acuerdo con todo lo que dicen. Y otros, no.
Esta asignatura se hizo sin un necesario consenso, porque lo que a priori puede ser muy positivo y necesario, lo pueden pervertir.
ResponderEliminarSin ir más lejos, como cada Comunidad tiene la posibilidad de gestionar lo que sus estudiantes deben estudiar, en Valencia, Madrid y otras, algunos colegios, generalmente religiosos, escogieron textos aceptados por sus Comunidades en que el espíritu no era ni remotamente lo que tú apuntas. Habían textos que demonizaban el aborto y otros que recalcaban el derecho de la mujer a decidir. Habían textos en que la única familia posible la formaban un hombre y una mujer y en otros en que cualquier opción es válida.
Eso pertenece al mundo de la ideología, queramos o no. Millones de personas consideran el aborto un delito y otros mucho millones no. Millones de personas están en contra de la adopción por homosexuales y millones están en contra. Millones están a favor de las corridas de toros y otros no.
Todas las cuestiones en que hay debate ideológico de amplios sectores a favor o en contra, no deben entrar en esta asignatura, y han entrado.
Esta asignatura sólo se puede poner/imponer desde el consenso amplio sobre cuestiones no ideológicas y en las que la inmensa mayoría está de acuerdo.
Mañana hablamos, Juan.
EliminarCuidado con McCaslin.
ResponderEliminar¿Le he dicho ya alguna vez que es usted lo máximo
EliminarPero no se preocupe... porque no entiendo ni jota.
De lo de Faulkner, le hablaba.
ResponderEliminarYa. Y yo.
EliminarAyuda:
ResponderEliminarhttp://ellamentodeportnoy.blogspot.com/2006/01/un-faulkner-la-semana-viii-intruso-en.html
Gracias. Aunque mejor la entrada sobre Desciende, Moisés, ¿no?
EliminarEl problema es que su sintaxis exige mucho nivel de inglés, I'm afraid.
Buenas noches.
Juan, nada, solo puedo decirte que, si la situación era la que describes, estoy bastante de acuerdo contigo en que era mala.
ResponderEliminarY también de acuerdo en que para hacerlo bien es imprescindible que lo que se va a enseñar sea muy mayoritariamente aceptado por la sociedad.
Ocurre, sin embargo, que la inmensa mayoría de las críticas que yo oigo, como decía, me parecen precisamente una justificación de que exista esa asignatura. Porque me parecen inaceptables.
Y te lo dice alguien acostumbrado a trabajar y relacionarse con gente que piensa muy diferente a él. Alguien que está muy lejos de no saber lo que piensan los que no piensan como él.
Pero, claro, ¿qué no está ideologizado? ¿Qué se puede enseñar en Educación para la Ciudadanía que cuente con consenso (y tenga algún contenido, claro)?
¿Responsabilidad democrática? Supongo. ¿Pero hasta dónde llega? ¿Incluye una postura crítica a la autoridad?
¿Respeto a las ideas de los demás? ¿Respeto, por ejemplo, a cualquier opción religiosa, incluida la no religiosa? No sé, creo que ahí ya empezamos a pisar callos; y sin embargo me parece una batalla propia de hace dos o tres siglos.
¿Respeto a otras culturas? Uy, con la que le cayó a la Alianza de las Civilizaciones.
¿Solidaridad? ¿Justicia social? ¿Responsabilidad económica? Creo que eso ya es política, que por ahí tampoco pasaríamos.
¿Qué se puede enseñar? No es un pregunta retórica.
¿La Constitución, como podría deducirse del cambio de nombre? ¿Es que va a ser una clase de Derecho? ¿Se va a enseñar la Constitución como dogma de fe, o por el contrario se va a enseñar a analizar y pensar? Etc., etc.
Buenos días.
Bueno, ¿y si se enseña Constitución y a algún profe doctrinario le da por hablar del derecho a la vivienda, al trabajo, a la salud...? de esa clase saldrán unos rojazos perroflautas que empiezan por colarse en el metro y acaban por tomar la Bastilla
ResponderEliminarGuan tiquet tu quentuqui.
ResponderEliminarS.
Yo también trabajo en un sector en que, mayoritariamente, piensan de manera distinta a mí. Lo cual me enriquece.
ResponderEliminar¿Qué se puede enseñar?.
Civismo, respeto a las ideas de los demás, normas de comportamiento para hacer más fácil la relación interpersonal, educación en lo emocional..y no es psicolgía sólo. El manejo correcto de las emociones nos puede facilitar la felicidad personal y las relaciones con los demás. Qué es la empatía y como se puede ejercitar. Que es la ira, la rabia, porqué se producen y que beneficios se tiene al controlarlas. Concepto de amor sano de pareja. Beneficios de la solidaridad y perjuicios de las etiquetas. Orientaciones de cómo se puede educar a los hijos y el resultado de los distintos tipos de educación. Pensamiento crítico y autocrítico.
Es inabarcable, se me ocurren muchas más ideas que al final se resume en una: salud mental y emocional individual para construir una sociedad mental y emocionalmente sana.
Juan, pero eso que dices se puede cargar de ideología, como casi todo, como la anterior Educación para la Ciudadanía.
ResponderEliminarPrecisamente por eso se necesita consenso Filla, para que no se cargue con ideología y sí conocimiento contrastado.
ResponderEliminarEnseñar como se gestionan las emociones, si se hace desde un prisma puramente científico, es casi imposible meter ideología. Respetar las ideas de los demás es absolutamente neutro, si así se quiere hacer.
Las normas básicas de comportamiento y civismo, si se quiere, también es neutro. En qué consiste una relación de pareja sana, en que los dos crezcan y sean mutuamente respetados, también.
Si entráramos en el tema de la tolerancia /intolerancia, caeríamos en un abismo doctrinario, porque cada uno tiene conceptos distintos sobre lo que se debe o no se debe tolerar.
Todo esto se puede hacer desde un prisma no ideológico en el que la inmensa mayoría se sientan identificados.
Todo aquello que haya sido, o pueda, ser objeto de debate entre distintos partidos se tiene que quedar al margen.
No es nada difícil y se pueden conseguir textos con una enorme cantidad de contenido interesante e inteligente, si de verdad hay voluntad política de conseguirlo. Y a todos nos interesa porque sea cual sea la ideología de cada uno, una sociedad sana va en beneficio de todos.
Cuando era obligado que nos enseñaran la religión católica, no había problemas.
ResponderEliminarY si alguien daba problemas, antes o después se le aplicaba las ley de fugas que tanto valoraba el predemócrata Fraga.
Y seguía sin haber problemas.
Ahora bien, di o escribe que todos somos iguales y tenemos derechos, y los poderosos mopntan un cirio pascual.
¿Por qué? ¡¿Y cómo voy a saberlo yo, si a mí me adoctrinaron durante toda mi educación, sin enseñarme a pensar, con el aplauso de todos los que ahora se quejan de que hablar de los derechos humanos, de todos los humanos, es ideología y adoctrinamiento?
Sólo aprendí que hay que tratar a palos a los enemigos.
Cuando era obligatoria la enseñanza de religión eran otros tiempos NaN. En los actuales deben primar otros valores, por encima de todos, el diálogo.
ResponderEliminarYo no sé de nadie que se haya quejado por enseñar los derechos humanos como tú expones.
bueno, a mí me enseñaron el derecho a obedecer a los jefes de la dictadura y a la Iglesia, y con eso me apaño (malamente).
ResponderEliminarPor ejemplo, considero un derecho humano a amar a quien sea, con independencia de su sexo, y a seguir teniendo los derechos de todos, por ejemplo el de casarte con esa persona.
Me parece que sí han atacado esa idea un poquitín (pero muy poquitín).
También creo en el derecho a que si se te rompe el preservativo (cosas de, para mí, edades lejanas), puedas comprar en cualquier farmacia una píldora para impedir el embarazo obviamente no deseado (ese derecho ya lo hemos perdido).
Y no sigo con la amplia lista.
Es decir, aquellos tiempos tan lejanos, los veo reproducidos hoy. Y creciendo.
ResponderEliminarPorque los que gobiernan son los mismos y pertenecen a varias de sus sectas extremas, como "legionarios de Cristo".
Nan, una cosa es lo que tú consideras un derecho humano y otra La declaración de los Derechos Humanos, aceptados por el PP.
ResponderEliminarLas bodas entre homosexuales no forman parte de los Derechos Humanos (aunque personalmente estoy absolutamente de acuerdo en que el amor no tiene barreras de ningún tipo) y dado que no hay un amplio consenso en este tema, no creo que sea adecuado meterlo en una asignatura que precisa del consenso de todos.
La píldora del día después, ni se ha quitado ni se quitará del mercado.
No me gusta hacer de abogado del diablo, ya que el PP a mí tampoco me gusta. Pero la mejor crítica es la que se basa en la verdad.
Hola a todos, Juan estoy de acuerdo contigo en todo lo que has escrito, yo he tenido la suerte de vivir en otros lares con culturas religiones,e idiomas diferentes, saber siempre enriquece, en particular yo he aprendido a ser tolerante, y pienso que hay que informar de un modo claro,informar no dirigir, criada en una religión y sumergida durante años en otra te digo que aunque el mensaje que nos llega es diferente, porque el mensage lo lanzan personas, con cargas culturales, emocionales, espirituales, el fondo, la base es la misma, ama al progimo como a ti mismo, respetalo y respetate etc.
ResponderEliminarTendriamos que enseñar a nuestros niños a ser abiertos de mente, a respetar, a amar al progimo, a ser empaticos, enseñarles la magia que encierran los libros y que debajo de la piel todos, hombres, mujeres, blancos, negros, catolicos, musulmanes, todos somos iguales y podemos vivir en paz y armonía etc. Hay muchas formas de enseñar sin tirar hacia ninguna convicción politica, ni religiosa.
Usar el sentido comun, cuando enseñas que es un rio no enseñas si es bonito o si el agua es muy fria, esas son conclusiones que debe sacar el niño.
Exacto anónimo. No es necesario meterse en berenjenales políticos cuando hay tantas cosas de las que hablar y tantas maneras de hacer pensar a los niños.
ResponderEliminarEl tipo de educación que se está dando a nuestros hijos no me gusta nada. No sólo la que se da en los colegios, sino sobre todo la que dan los padres.
Una educación que mata la creatividad con la que nacemos, que no respeta la diferencia, que trata más de domar que de formar, que intenta meter datos en discos duros más que a enfrentarnos con nuestros sentimientos para dejar aflorar lo mejor de nosotros mismos y que nos conozcamos.
Formar, en última instancia, es enseñar a pensar en lo externo y en lo íntimo.
Pero, Juan, esos contenidos que tú propones nada o casi nada tienen que ver con la idea de partida de esta asignatura. Tú hablas de cuestiones mucho más personales que sociales; cosas muy interesantes la mayoría, pero que poco tienen que ver, creo yo, con el "núcleo duro" de lo social: política, economía, derechos civiles, participación, responsabilidad social, etc.
ResponderEliminarEs cierto, claro, que nuestra formación personal tiene consecuencias en todos los ámbitos de nuestra vida, incluido el social; pero aun así creo que la tuya no es una propuesta de contenidos para una asignatura de este tipo, sino de otra asignatura... o de enfoque de la educación paterna, incluso.
Creo que esa asignatura, aquí como en los países en los que hay cosas parecidas, nace con la idea de educar en responsabilidad social, de formar, no personas (aunque nadie niegue las bondades de hacerlo), sino ciudadanos. Es decir, educar en nuestros derechos, deberes y responsabilidades sociales; o políticas, incluso, entendiendo por política la ciencia de organizar la vida en una sociedad.
ResponderEliminarCreo que una asignatura así es no solo necesaria sino imprescindible. También creo que debe tener contenido, tener importancia dentro del currículo, y estar bien dada, claro.
¿Es posible que su contenido goce de cierto consenso? ¿Es posible dotarla de contenido (no meras vacuidades) sin convertirla en un arma entre partidos? ¿Compartimos las suficientes ideas (sobre la sociedad, ojo) como para hacerlo?
No sé. Parece que está resultando difícil.
Creo que lo social empieza en lo individual, Portorosa. Una persona bien formada, es una persona mejor preparada para convivir, para participar en todas las cuestiones sociales, económicas y políticas. No se puede construir una sociedad más libre y justa desde la punta de la pirámide, sino desde la base, desde el individuo bien formado, emocionalmente estable y equilibrado y esto no se puede conseguir sin una educación en lo emocional, en el conocimiento propio.
ResponderEliminarTodos los problemas sociales y políticos de un país o de una cultura se pueden entender perfectamente conociendo los problemas personales de las gentes que lo forman. Y es desde esta base desde la que hay que partir.
Una sociedad sana descansa en individuos sanos. Es imposible construir una sociedad sana con sujetos que no controlan emociones.
Educación para la ciudadanía, o como se quiera llamar, es una oportunidad para, partiendo de lo individual, terminar entendiendo lo social. Hay cabida para todo, aunque no desde luego en un único curso
el individuo bien formado, emocionalmente estable y equilibrado y esto no se puede conseguir sin una educación en lo emocional, en el conocimiento propio
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo. Pero creo que eso (esto de arriba) es algo que pertenece fundamentalmente al ámbito privado; o lo que es lo mismo: que eso se enseña en casa, que lo deberíamos enseñar los padres, día a día.
Aunque las ayudas sean bienvenidas, claro.
Creo que el consenso se hace necesario entre otras cosas para evitar que cada cambio político suponga la variación de la asignatura.
ResponderEliminarDemos por hecho que es posible encontrar un punto de encuentro respecto al civismo ,a las relaciones con los demás ,a aprender a gestionar nuestras emociones etc.Pero,cómo transmitirle todo esto a unos chavales jóvenes que tienen mil cosas en la cabeza.Yo pienso que sólo con textos o situaciones que impliquen la participación de los mismos.
El logro de estos objetivos individuales estoy segura llevaría al de los colectivos porque; qué es una sociedad sino el conjunto de individuos que tienen que convivir y para ello establecer unas reglas y unos principios.
Resulta de todos modos irónico que los que más critican "Educación para la ciudadanía" por ser doctrinal sean los que defienden la existencia de la reigión en el sistema educativo(me da igual que sea optativa).
Berta
Berta
No sé, Berta, si los puntos donde sí podría haber acuerdo son tan... inocuos, que para eso mejor no hacer nada.
ResponderEliminarEs decir, que lo que yo creo que valdría la pena, el tipo de contenidos que sí contribuiría a formar ciudadanos responsables (idea esta sobre la que, me temo, tampoco hay consenso), es eso que llaman doctrinas ideológicas.
Buenos días.
No sé,quizás tengas razón y pretender llegar a un consenso resulte al final frustante.
ResponderEliminarBerta
apelan al consenso los que no están dispuestos a discutir objetivamente sobre las cosas a las que hay que llegar a un consenso y simplemente se guian por sus prejuicios.
ResponderEliminarPor ejemplo, las bodas de homosexuales. ¿No habría que enseñarles a los niños que el amor no tiene fronteras, como dice Juan?
Qué argumentos esgrimen los que no están de acuerdo con las bodas homosexuales? ¿están planteando una alternativa que les iguale en derechos a los heterosexuales, cargándose el derecho de familia? ¿O las rechazan en función de posturas que nada tienen que ver con la igualdad de derechos: son enfermos, si se quieren casar que no sean homosexuales, el matrimonio es para la gente decente... y demás burradas?
ResponderEliminarPara apelar al consenso hay que querer alcanzarlo, esforzarse por ponerse en lugar del otro.
Y apelan a él, y no quieren poner en cuestión sus argumentos porque saben que son fácilmente rebatibles.