¿Al margen de cuestiones políticas?
Los vericuetos de la red (un post de NáN, unos comentarios en su blog y una cita en facebook de Taliesín) me llevan a esta magnífica exposición del filósofo argentino Diego Tatián (no, yo tampoco lo había oído en mi vida):
Una diferencia entre la derecha y la izquierda (...) es que la izquierda se asume como tal. La derecha, en cambio, escamotea la designación y se traviste de neutralidad aduciendo que los problemas son técnicos y la discusión de ideas, los interrogantes acerca de la justicia, la imaginación de cosas nuevas y la deliberación pública son sólo ideologismos que obstruyen la eficaz resolución de los asuntos humanos.
La condición de posibilidad de la derecha actual, aunque no de la derecha clásica, es la despolitización, la sustitución del ciudadano que produce diariamente la ciudad por el vecino que consume y se considera víctima de la corrupción y la ineficacia de los políticos –seres nacidos de un repollo que los buenos vecinos deben padecer sin haberlo merecido–. Esto es lo que hace más de dos siglos Kant llamaba “autoculpable minoría de edad”.
Los medios de comunicación preparan el terreno y los empresarios de la política hacen la cosecha. ¿Sería posible que un discurso tan elemental (...) prosperase si no se hubiera producido antes una destrucción del lenguaje, del deseo, de la imaginación y de cualquier complejidad del pensamiento, por los programas de entretenimiento que atestan la televisión? Exaltación de la inmediatez complementada con periodistas que hablan en nombre de “la gente”, teatralizando una moralina victimizante y ridícula si no fuera altamente eficaz. La derecha opera desde los medios produciendo sentido común, sospecha del pensamiento y el olvido de que todo ser humano, sea cual fuere su condición, es capaz de pensar y de actuar para revertir la situación desfavorecida en la que se halla. No sólo es capaz de hacerlo, nadie lo hará por él.
Hace poco trataba yo de explicarle esto mismo a una amiga, pero concretando en la economía.
Porque tengo la sensación de que son incluso mayoría quienes consideran que la economía es, como dice Tatián, una cuestión meramente técnica, previa y por tanto ajena a la política: se trata de tener una buena economía, que busque los mejores resultados posibles, que ya luego se pondrán al servicio de una u otra política (que desde luego no debe revolverse contra ellos), y sin los cuales ninguna es viable.
Esta mentalidad, por supuesto, olvida u oculta que son posibles muchos modelos económicos, que es no solo factible sino fundamental redefinir qué es una buena economía y replantearse sus objetivos. Y que hacer eso es, más que casi ninguna otra cosa, hacer política. Pues de las ideas políticas, de las ideas sobre cómo ha de ser la sociedad, de la concepción que de una sociedad justa tengamos, dependerá qué entendamos nosotros por bueno.
No creo que la derecha esté por definición desideologizada. Es simplemente que las cosas, tal y como están, le parecen bien; y nada como dejarlas al margen de la discusión para preservarlas. Juegan la baza de la desideologización porque ahora les beneficia. Y es ahí donde entra el último párrafo de la cita (o lo que yo entiendo en él): es necesario convencer a la gente de que ciertos temas son solo cuestión de sentido común, y además demasiado importantes para jugar con ellos. Ya se ocupan los que saben.
Y, a la vista de cuántos lo creen así, de cuántos creen que con ciertas cosas la política y esos políticos-repollo que padecemos no deben meterse, sin duda lo logran. Para lo cual ha sido y es imprescindible, previamente, despistarnos, sedarnos y aborregarnos.
Y en eso estamos.
Me parece muy acertada esta afirmación suya: "Para lo cual ha sido y es imprescindible, previamente, despistarnos, sedarnos y aborregarnos."
ResponderEliminarY creo que esto era lo que buscaban cuando decidieron cambiar el nombre al anterior Ministerio de Trabajo por el de empleo. Y es que no hay que olvidar, cómo dice un antiguo profesor mío, que empleo tenían también los esclavos.
La victimización es un arma política de primera magnitud, no empleada sólo por la derecha. Diría que la izquierda la emplea mucho más.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con el autor en que la izquierda clásica parte de una idea y, lo demás, no son más que los medios para llegar a hacer realidad esa idea. Para simplificar mucho, quizás demasiado, la igualdad es el motor de la izquierda.
La derecha, en cambio, no tiene un ideario claro. Sencillamente porque no parte de una situación de desventaja y por ello, lo único que persigue es que no haya demasiado cambio, o ninguno a ser posible, para que todo siga igual. A falta de pensamiento tienen las "Sagradas Escrituras", manipuladas convenientemente a su favor.
La economía es la base sobre la que se ha construido la sociedad. No se puede definir ningún modelo social sin antes no incidir en un modelo económico. Para hacer realidad la igualdad, el marxismo ideó un sistema económico absolutamente novedoso en su tiempo. Para que las cosas no cambiaran demasiado, la derecha apuntaló el sistema capitalista.
Sin embargo no veo, ni a la izquierda ni a la derecha, deseosas de tener que lidiar con personas con pensamiento crítico, independientes, activas y que se movilicen. Sólo les interesa movilizar a la opinión pública para buscar sus propios fines, sean estos los que sean. Y no les interesa porque a poco que se profundice, el ideario de una y el costumbrismo de la otra quedarían rotos en pedazos.
Ni la igualdad ni la preservación de las costumbres pueden ser el eje fijo de ninguna política medianamente inteligente ni se puede crear, en base a ellas, una sociedad decente.
El borreguismo permite que, aún en los tiempos que corren, haya una derecha y una izquierda (con muchos interrogantes que me producen estos conceptos). No se intenta que la gente sea "mayor de edad", sino que lo conveniente es que sean niños quejosos que se indignan con el contrario. El que piensa de manera autónoma, es tachado de izquierdas por la derecha y viceversa.
Pero el borreguismo no estoy seguro de si es una actitud aprendida, potenciada por los de arriba para seguir manejando el poder, o una posición consustancial con el ser humano, en donde prima la seguridad de lo conocido, la falta de riesgos y la comodidad en última extremo (una comodidad que termina siendo terriblemente incómoda). Los genes aquí podrían tener mucho que contar (no todo, por supuesto, que no soy determinista biológico).
El concepto de codependencia puede aclararnos mucho de como y porqué se construyen las sociedades y los defectos intrínsecos de las mismas. Queremos cambiar lo externo, cuando lo único en que realmente podemos influir es en nuestros pensamientos, emociones y sentimientos. Un cambio social no se puede hacer desde fuera, sino desde dentro.
“Sin embargo no veo, ni a la izquierda ni a la derecha, deseosas de tener que lidiar con personas con pensamiento crítico, independientes, activas y que se movilicen.”
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, Juan. Solo un matiz. Somos muchos los que consideramos que cuando la “izquierda” actúa desde la compulsión del poder, deja de serlo. En este sentido, la esencia de la izquierda sería la redistribución del poder (y de la riqueza, por supuesto).
Creo que ese tipo de matices no existen para la derecha, pues en ese lado, nadie discute que de lo que se trata es de copar el poder para desde allí regular la sociedad de acuerdo a unos principios que justifican las desigualdades sociales, con una ideología del mérito y de la obediencia debida al principio de autoridad.
La ideología del mérito creo que es muy positiva Taliesin. Pero del mérito de verdad, del que consigue beneficios para todos por la excelencia en tu trabajo y sin crear con la meritocracia unas diferencias abismales como existen ahora. Pero para que el mérito sea justo se debe crear una base en que la cuna no tenga que ver con los logros.
ResponderEliminarLa desigualdad social no tiene porqué ser negativa, muy al contrario, puede ser incentivadora para mejorar. Evidentemente esta desigualdad de la que hablo nada tiene que ver con el concepto de desigualdad de la derecha. Es una desigualdad basada en la equidad, mucho más decente que la igualdad a secas. Dar a cada uno lo que le corresponde. la igualdad a secas lleva a la mediocridad.
La compulsión por el poder no sólo afecta a la izquierda. Es un problema mucho más humano, posiblemente por una inadecuada formación en la infancia, que estrictamente político.
Demasiadas veces nos olvidamos que los políticos no vienen de Marte. Comen el mismo alimento y nacen de las mismas mujeres que los demás y, cuando llegan al poder, hacen lo que la inmensa mayoría de la sociedad haría en su lugar. Si la política está podrida es porque la sociedad está podrida, al menos en un régimen como el nuestro actual.
Nadie va a discutir que el que tiene mérito debe ser ser compensado. Por ejemplo, un buen alumno merece promocionar y ser premiado. Lo que se discute es la ideología del mérito, es decir las justificaciones de la desigualdad fundadas en el mérito.
ResponderEliminarPor ejemplo, con la política de becas de actual gobierno de derechas se va a primar el mérito más que los ingresos de los progenitores. De modo que es posible que el hijo de una persona con altos ingresos pueda ser becado y un hijo de un obrero no, simplemente por que el primero tiene un ocho de nota media y el segundo un siete. ¿Quién tiene más mérito? ¿el del ocho?
¿Y si el primero saca nota más alta por que tiene un entorno con más recursos? ¿No tiene mérito el segundo, que quizás se levante a las 6 de la mañana para coger un bus en la zona rural en la que vive y a la que no llega internet, y llega a las seis de la tarde a casa justo a punto para ayudar a su padre a ordeñar las vacas?
Estas preguntas solo se pueden hacer desde la izquierda!
Desde luego que los políticos no vienen de marte y maman de sus madres como también maman de las ideologías que les inculcan. No creo que la política esté podrida porque la sociedad está podrida. Ámbas se retroalimentan. Y yo me inclinaría porque pesa más la corrupción de la política. En todo caso la corrupción no nos debe cegar de que el auténtico problema es la desigual distribución del poder. Por que en sintonía con el discurso de Tatián, yo no me considero víctima de la corrupción sino expoliado del poder que como ciudadano me corresponde.
Me gusta.
ResponderEliminar(Perdone la parquedad, me he embrutecido.)
¡¡Perplejo!! ¡A mis brazos!
ResponderEliminar(Y facebookizado, se ha facebookizado un poco, también)
Juan, Taliesín, hasta mañana...
Es que en las becas, como en tantas otras cosas, debe primar el criterio económico de los padres, sólo así se garantiza la verdadera meritocracia: que todos tengan las mismas posibilidades de formación para que la cuna no sea el determinante fundamental en la carrera de un individuo.
ResponderEliminarEstoy absolutamente de acuerdo contigo en que la corrupción, aún siendo repugnante y más visible, no es el principal problema sino la desigual distribución del poder.
Pero seguirá siendo así mientras la gente no se involucre más en todos los aspectos sociales. Hay un conformismo excesivo, una comodidad extrema en cumplir con las 8 horas de trabajo y se acabó. Casi nadie se quiere implicar en las asociaciones de padres, comisiones de Sanidad, sindicatos y multitud de organizaciones que si tuvieran más participación serían el embrión de ese reparto de poder.
Es cierto que hemos dejado de participar en todas las instituciones desde las cuales podiamos intervenir en la vida social, laboral y política de este pais. Pero yo creo que ha sido por la desnaturalización y desvinculación de los principios fundadores de éstas. Al final parece que las ejecutivas trabajan para ellos mismos y sus allegados o "apadrinados", quedando en el olvido el resto de sus socios o personas a las que deberían representar.
ResponderEliminarEn cuanto a lo del sistema becario, yo tampo entiendo como puede primar una nota sobre una necesidad económica en su concesión para alcanzar una formación de calidad e igualitaria. Quién sabe, quiza estemos equivocados y los que aparentan tener un mayor poder adquisitivo o posición económica, al final son "los más necesitados", y digo esto porque ayer escuché una noticia que me dejo un poco pensativa; al parecer se ha ejecutado una orden de embargo a un colegio que debía a la Seguridad Social 900.000 €, lo que más me sorprendió fue oir de una de las madres que pagaban por cada niño matriculado en ese centro 600 €/mes. Cada uno que saque sus conclusiones.
Giorno.
ResponderEliminarYo creo, como decía, que la derecha sí tiene una ideología, aunque no lo parezca tanto: ideas sobre cierta estructura social, ideas sobre la moral, ideas sobre el país, y sobre todo ideas sobre economía. Y todas ellas sustentadas sobre cierta visión de la realidad, si se me permite decirlo: y no solo sobre la realidad que les gustaría, sino sobre la circundante. Una visión que hace que, como dice Taliesín, en los temas del mérito y la igualdad, aunque expuestos en términos semejantes, en realidad haya tantas diferencias.
Creo haber citado antes esto: no sé qué autor decía que tanto derecha como izquierda quieren ayudar al que menos tiene, pero solo la izquierda lo considera su igual. Pues eso.
Estoy de acuerdo con Juan en el mismo punto que Taliesín: ningún político (ninguno de los que pintan algo, al menos) nos quiere maduros y críticos.
Pero es que creo que hay matizar de quién hablamos. Cuando yo lo hago de izquierda y derecha no me refiero a los políticos; no a las estrellas, al menos. Hablo de nosotros, de personas con ideas; y de cuáles son esas ideas. Hablo de ciudadanos de izquierdas y ciudadanos de derechas.
Y es entonces cuando digo que izquierda y derecha son distintas. Y que la primera es, con sus limitaciones, mucho más crítica. Ojo, crítica con los suyos, que con los otros lo son todos. Esto no es demostrable, claro, es mi percepción; pero a la dispersión del voto de la izquierda, y el diametralmente opuesto cierre de filas de la derecha, me remito.
Hoy, aquí y ahora, ¿quién trata de apartar del debate público un montón de temas que en cambio deberían ser los fundamentales? Y con éxito: Rajoy repite, una frase sí y otra también, la palabra sensatez (ayer volvió a apelar a ella, por los recortes); habla de sentido común y sensatez. Como si fuera todo solo cuestión de eso; como si no hubiera nada que discutir ni sobre lo que discrepar: "Esto es así, señores, y lo sabe todo el mundo; no hay alternativa, hay que hacer los deberes y punto. Con realismo"; y dejarnos de chorradas, añado yo.
(Por cierto, ¿alguien duda de que, gobierne quien gobierne (hablo de España), manda la derecha “social”?)
No soy nada nada de manos negras tejiendo telarañas que nos atrapan irremisible y subrepticiamente, Juan. Pero, en lo del borreguismo, ¿de quién viene? ¿No lo hace acaso (piensa en la televisión y esos programas de tarde que embrutecen hasta la vergüenza ajena, piensa en el 90% de los diarios) de quienes tienen el dinero, y por tanto el poder, y además quieren que siga así?
Además, ¿no es culpable la Administración que no lo impide, que no trata de contrarrestarlo? Su obligación es precisamente la contraria: fomentar el espíritu crítico para poder contar con verdaderos ciudadanos sobre los que fundamentar una democracia real.
El otro día un amigo mío me enseñó un dicho inglés, que él aplicaba a una cuestión concreta (la Sanidad pública en la Comunidad de Madrid), pero que creo válido para la sociedad en general: If you give peanuts, you get monkeys.
La responsabilidad individual y el compromiso social, Juan, 1730, una sociedad civil activa y fuerte, no es que también ayuden; ni siquiera que sea imprescindible: es que es por ellas por donde debe empezar todo, y deben ser ellas, en un proceso abajo-arriba, las que articulen la sociedad, también a nivel político. Es más: o lo hacen ellas, o no lo hará nadie; nadie nos aupará para que podamos estar a su altura.
Un abrazo.
(Siento el apelotonamiento de los párrafos del comentario anterior. Copié y pegué desde Word y así salió.)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que solo con el movimiento social podemos empezar a cambiar la realidad presente.
ResponderEliminarPero es que mis últimas intervenciones en este tipo de asociaciones APA´s (AMPA´s o ANPA´s), sindicatos, asociaciones vecinales, etc... me han demostrado que están tremendamente politizadas y que no moverán un dedo, si eso los desampara del abrigo de los estamentos superiores, aunque esa movilización suponga el benficio para los que se fundó esa asociación. Y le digo, y si conoce a alguién de mi entorno se lo puede confirmar, lo he intentado pero sin ningún apoyo que no fuera simplemente de boquilla o palmadita en el hombro.
Por eso, o hago un levantamiento de poder yo solita contra las instituciones o "seguimos como borregos".
Un Abrazo.
Llegados a este punto, podemos volver al tema de "Educación para la ciudadanía", a cómo se forma una sociedad responsable, madura y democrática.
ResponderEliminarYo no lo sé. Pero creo que todo pasa por la educación; y la de cada casa no la podemos dar, pero sí la "pública".
Pues entonces yo me encuentro en mi punto de partida, llegando a la conclusión de que que cambian la nomenclatura para cambiar la conciencia social y desde este punto la ideologia.
ResponderEliminarPues sí, habra que potenciar la "educación pública empezando desde casa".
Desde mi punto de vista, la educación para la ciudadanía no debe ser adoctrinamiento. Debe, sobre todo, facilitar la competencia para la participación y la toma de decisiones grupales. Y ligado a estas competencias, trabajar en paralelo, las competencias emocionales y las habilidades sociales.
ResponderEliminarPero es que yo creo que es desde aquí (educación para la ciudadanía) desde donde nos empiezan a recortar nuestra posible particípación y finalmente nos dejan desmembrados en ese sentido, con cosas como las que en este post se anticipaban, y que ya están empezando a ejecutar:
ResponderEliminarhttp://japariciotovar.blogspot.com/2011/12/es-el-trabajo-no-el-empleo-senora.html
(No sé como se añade un enlace)
No creo que haya trabajo en paralelo, cuando hay tantas desigualdades sociales y tan abismales, y menos aún con tantos derechos reprimidos.
(palabro: omiscasi drequid) creo que me tengo que ir callando...
1730, con trabajo en paralelo me refiero a actividades de entrenamiento de esas competencias emocionales y sociales en el curriculum de educación para la ciudadanía.
ResponderEliminarEl argumento es claro, una toma decisiones grupales eficaz, depende entre otras cosas, de controlar la agresividad y de saber expresarse sin herir a nuestro interlocutor.
Vale aclarado.
ResponderEliminarPero si eso es difícil a pequeña escala, lo veo casi imposible en mayores niveles.
Todos deberíamos tener en cuenta ese argumento y usarlo como principio fundamental social, sería ideal, al menos en mi modesta opinión.
no estoy para nada de acuerdo con esa lectura de la derecha como un ente "inconsciente". El ejercicio del poder por parte de la clase que gobierna es sistemático.
ResponderEliminarAsumiendo que el reparto justo de la riqueza sea el objetivo de la izquierda, pues no me acuerdo yo cuando lo ha asumido como base de su práctica política en los últimos 30 años. Ah, sí, cuando estuvo en la oposición. Ahí sí.
Esa izquierda, socialdemócrata, no es más que una adaptación coyuntural del liberalismo en época de la guerra fría, y la diferencia entre izquierda y derecha basada en el factor "reparto de riqueza" no creo yo que sea algo más que un reparto de matiz.
Sólo desde esa perspectiva se puede asumir que en un pais como el nuestro, que ha sido representado (no gobernado) por la "izquierda" durante 2/3 de los últimos 30 años, la desigualdad social no haya hecho más que crecer y crecer, y el poder adquisitivo medio del 90% de la gente menguar y menguar.
¿No será hora ya de quitarles la máscara a esos que se dicen de izquierdas?
Despues de todo, la única izquierda, somos nosotros.
¿Inconsciente? No, en absoluto.
ResponderEliminarsin ideas, sin ideología. A un tendero, las cosas como están, le parecen bien. Al presidente de Iberdrola o a un Botín no. Están obligados a competir con sus semejantes, y para ello están condenados a revolucionar las condiciones sociales continuamente: primero apoyan a un partido, luego a otro, ahora una reforma laboral, ahora un plan industrial, ahora la Ley de Costas, ahora no...Ahora privatizamos la sanidad, ahora construimos AVEs. No es cierto que la realidad permanezca siempre igual. Ellos la transforman según sus intereses. Lo que pasa es que esta dinámica está vestida de oportunidad y de discurso único.
ResponderEliminarPara eso, para que todos creamos que nada cambia, es para lo que están los medios...Y los partidos políticos. No hay, hoy en día, bases para seguir siendo socialdemócrata. No tiene futuro material. Y sin embargo "la izquierda" sigue apelando a eso para que les votemos.
Cuando Tatián habla de la desideologización no sé a que se refiere. Si a ese mensaje de la derecha de que la política es un problema técnico de difícil comprensión (explíquenlo), o a la idea de que ya no hay bandos partidistas y de que los matices no valen la pena, idea que EU y PSOE utilizan (cada vez menos) para atacar al 15M, como gente sin ideología, plural y desordenada. Esta última es el uso de la desideologización que me preocupa, no el otro.
Morelli,
ResponderEliminarYo creo que a lo que se refiere Tatián con la desideologización (o despolitización) es que la derecha concibe la realidad como lo dado; hechos, que si son problemáticos se pueden resolver técnicamente. Obviamente ésto es ideología (de la derecha) y además, muy cercana a los presupuestos científicos del siglo XIX.
Vade retro a la hermenéutica que cuestione la “realidad” como una construcción social. La derecha (de los ciudadanos) es una ignorancia de como funciona la realidad social y la derecha (en el poder) no solo se aprovecha de esa ignorancia sino que la propaga, imponiendo una “realidad fáctica” acorde con sus intereses.
Por eso no necesitas ni la ESO para interpretar discursos tan super simplones como el de Rajoy que tanto éxito ha cosechado. Se necesita sensatez y sentido común, es decir aceptar que las cosas son como están para resolver los problemillas (hilillos de problema) que tenemos y dejemos el gobierno en manos de tecnócratas que son los que saben lo que hay que hacer con los tantos por cien.
¿No sabes a qué se refiere? Se ve que hablas con poca gente de derechas; como mucho, con izquierdistas descafeinados :-)
ResponderEliminarLa desideologización es despolitización, es dejar muchos asuntos a salvaguarda del debate político (a veces, llega con descalificar a los políticos, que además lo ponen muy fácil): se empieza por la política municipal y a acaba con tecnócratas supuestamente asépticos.
Ese movimiento, esa actividad del dinero, de la que hablad, ¿no apunta acaso siempre hacia el mismo lado, y es una sucesión de versiones actualizadas de la defensa de un estatus?
Me voy a Vicedo. Eso no es ser de derechas, es ser aristócrata.
Anda, coño, hemos coincidido en tiempo y, casi, contenido...
ResponderEliminarUn abrazo.
El éxito también lo facilita que el gobierno PSOE al no poder presentar un discurso que justifique sus decisiones sobre los "hechos como son" (relativos a la crisis) se dedicara a dar bombo y platillo (con fines electorales) a chorradas progresistas, otorgándole importancia a cosas tan antigüas y banales como el matrimonio (aunque fuera de homosexuales).
ResponderEliminarFermín quieres por esposo a Vicente ... Por los clavos de Cristo, Fermin y Vicentes disfruten de su sexualidad libremente y sin complejos!
(arroutada das catro :)
Yo si creo que la derecha tiene ideario y este siempre esta basado en poner enfasis siempre en la DESIGUALDAD y que el debate en si se haga confuso.
ResponderEliminarPaul Krugman (economista y analista) dice en sus articulos que tanto la izquierda como la derecha no son simetricas y que en general las gentes de todas las creencias tambien mienten, pero la derecha tiene toda una estructura institucional de mentiras que no tiene equivalente en la izquierda.
A proposito mas vale tarde que nunca...felicidades por el cumple del blog, creo que estaba "paveando", por este verano que aun sigue caluroso y me tiene de unos dias de asueto en casa aun, desconectada de la red.
Besos
La despolitización es una necesidad para determinadas cuestiones que precisan de un amplio consenso de la sociedad y que no pueden cambiar al albur del partido en el poder. Hablo de pensiones (no se pueden cambiar las pensiones cada cuatro años), de educación (cada partido que entra no puede ir cambiando el modelo educativo). Cuestiones que están por encima, o lo deberían estar, del juego político.
ResponderEliminarLa POLITICA, con mayúsculas y subrayado, aún no la hemos conocido en España. Conocemos el partidismo, el politiqueo, el peloteo, el todo por el poder, pero no la política, que al fin y al cabo no es más que ir a la raíz de los problemas, no tanto para solucionarlos, sino para conocer lo que es nuestra sociedad y lo que espera la mayoría.
Siempre me ha dado la impresión que los políticos en España son como los jardineros que se ocupan sólo de tener las copas de los árboles bien bonitas y los setos recortados para que se vea todo bonito y se olvidan de cuidar las raíces. Más pronto que tarde el jardín se muere, pero con todo muy recortadito.
Y la base es la responsabilidad individual, la intención de asumir las propias responsabilidades políticas con nosotros mismos y con los demás. Pero para llegar a esto hay que cambiar por completo la educación. Hay que ser "radical" en este cambio.
No hay buenos o malos alumnos. Hay buenos y malos educadores. Y cuando hablo de buenos educadores pienso fundamentalmente en los padres.
Un buen educador es el que respeta y ensalza las potencialidades de cada alumno. Hasta el alumno más torpe de la clase ha nacido con un don que lo hace único y que si lo consigue desarrollar terminará siendo una persona equilibrada y feliz.
Nacemos con una capacidad creativa innata que se mata sistemáticamente para igualarnos. Rara vez se educa de verdad a un niño. Lo que la gente llama educación es realmente una doma, un adoctrinamiento para encajar en la cultura dominante del país.
En el mundo se discute sobre si es conveniente la educación mixta o segregada por sexos. Si es o no aceptabe educar en casa sin la obligatriedad de acudir a un colegio. Si hay que incluir o no Educación para la Ciudadanía o Religión. Bueno, en España ni se discute, directamente se imponen modelos al albur del partido que gane las elecciones.
Pero lo realmente importante ni se pone encima del tapete. ¿Qué hay que enseñar a los niños?. ¿Cómo hay que instruirles?. ¿Es mejor imponer conocimientos o profunduzar en el conocimiento propio?. Si les enseñamos a conocerse, ¿quién mejor que el propio alumno es el más adecuado para decidir los conocimientos que quiere tener?. Queremos una sociedad libre, pero nos da un enorme miedo la verdadera libertad. Por eso es mejor dejar atada y bien atada la educación de los niños con un sistema rígido, impersonal, frío, desmotivador, igualador y asesino de creatividades.
No hay que ocuparse tanto del hemisferio cerebral izquierdo (razón) y empezar a dejar fluir el derecho (emoción).
En el educar debe estar incluida la fórmula para que cada sueño sea más fácil de hacerse realidad. Y para ello, hay que confiar mucho más en las potencialidades innatas del niño, que son infinitamente más creativas e imaginativas que la de nuestros adolescentes capados.
Cuando hablo de política, hablo de Política. Hallar esos consensos, si los hay, dar soluciones a CUALQUIER problema de una sociedad, decidir todas y cada una de las cuestiones importantes para todos, es Política.
ResponderEliminarMuy distinto es que no tengamos ni mentalidad, ni formación, ni madurez, ni fe políticas, ni profesionales políticos.
el consenso es esa cosa a la que apelan los que no están dispuestos a discutir hasta alcanzarlo.
ResponderEliminarPor lo demás, Juan, estoy muy de acuerdo con lo que dices.
Lo de que el PP es la derecha y el PSOE la izquierda es un trauma superado. Es como ser del Barça o del Madrid.
Krugman es un desgraciado...que defiende que la única solución a la crisis en España es bajarnos el sueldo un 20% + un 25%.
(no sé porque mucha gente cree que es un economista progresista. Será porque escribe en el País)
Pero en España han habido consensos muy importantes Morelli. Sin ir más lejos, el más importante de todos: el de la Reforma Política.
ResponderEliminarY los consensos son posibles cuando hay verdadera Política.
Por otra parte, no estoy del todo de acuerdo con Portorosa en cuanto a los tecnócratas. Ser gobernados por ellos no, pero no contar con ellos tampoco. Los políticos pueden y deben definir las líneas maestras de actuación en cualquier ámbito, pero los expertos son imprescindibles para llevarlas a cabo. Un ministro de Sanidad no tiene que ser sanitario (creo que ni debe), pero en el equipo necesariamente tienen que haber economistas, juristas y sanitarios.
Y una pregunta que siempre me hago. ¿Los medios de comunicación influyen en la sociedad o viceversa?. No creo que haya una mano negra que haya creado "Sálvame" para atontar al personal. Creo más bien que existe Sálvame porque hay gente que lo quiere ver. La televisión es más un reflejo de la sociedad que un medio atontador de la misma.
Hombre, Juan, no creo que nadie cuestione la necesidad se contar con técnicos, así sean economistas, chefs o cirujanos...
ResponderEliminarEs la sustitución de los políticos por unos supuestos "técnicos en solucionar problemas económicos de estado" lo que se critica. Es la puesta a un lado de la política para resolver unos asuntos importantes que solo se pueden afrontar de un modo correcto (todo esto es sarcástico, ¿eh?); y, en fin, la consiguiente patada en el culo a la democracia, la representatividad, nosotros, el debate, etc., etc., etc.
el consenso de la reforma política es un consenso muy condicionado, fruto del chantaje a algunas fuerzas políticas, de la auto-excusión de otras fuerzas políticas y sindicales muy relevantes (CNT, por ejemplo). Se asume acríticamente por que le interesa a los dos partidos mayoritarios y algunos nacionalistas. Hay unos tres millones de votantes que, hoy en día, lo cuestionan en alguno de sus puntos. Los vascos rechazaron la Constitución mayoritariamente. En contraposición, el Consejo de Estado, por ejemplo, apoya la reforma electoral que haga más proporcional la relación voto-ciudadano, por consenso. Sin embargo los que apelan al falso consenso constitucional no están dispuestos a llegar a un nuevo consenso político.
ResponderEliminarUna vez más que los que apelan a los consensos son los mismos que no están dispuestos a discutirlos para llegar a nuevos consensos.
Por otro lado, la televisión es un medio de educación social, como la escuela. No es un medio a la carta, en el que la gente puede escoger los contenidos que le apetecen. Lo único que puede escoger es no verla. Es como si vamos a un supermercado y solo tenemos una marca de cada producto (todas muy malas) y luego nos dicen que podemos optar por no comprar comida y no comer. No, lo de la tele es peor, porque es un servicio público. Han preguntado acaso a los televidentes alguna vez que programación desearían que se emitiese en las televisiones públicas, negociado y alcanzado un consenso al respecto?
Otra cosa, sobre los consensos, es que los políticos en España, en los problemas pequeños, están más buscando la gresca que el acuerdo, en detrimento de los ciudadanos y en beneficio de la trascendencia mediática y electoral de sus figuras políticas. Ahí estaría de acuerdo con Juán: el trabajo del político es antes negociar y acordar que defender a ultranza sus propias ideas.
Pero eso es porque somos un país subdesarrollado, nomás.
Lo había entendido mal Portorosa. Estamos completamente de acuerdo.
ResponderEliminarMorelli, yo sí creo que la televisión es un servicio a la carta, hasta cierto punto claro, desde el mismo instante en que si se ve un programa, lo seguirán emitiendo y saldrán otros con formatos similares y si no se ve se quita de la parrilla. Los directores de programación proponen pero los espectadores son los que tienen la última palabra. De hecho, creo que es de las pocas cosas democráticas que tenemos.
Además contamos con la posibilidad de escoger entre infinidad de canales.
Una de las pocas excepciones fue un programa que se llamaba "La clave", presentado por Balbín, excepcionalmente bueno, que lo dejaron de emitir, no por falta de audicencia, sino por presiones políticas. Era demasiado libre para el gusto de los de arriba.
Tampoco creo que la televisión sea un medio de educación social. La pública sí lo debería ser, pero no la privada. El entretenimiento es la base fundamental sobre la que se sustenta. pero claro, hay entretenimientos y entretenimientos.
Efectivamente Morelli, el consenso es la base de una Política sana, justo lo que nos falta. Negociar antes que imponer.
ResponderEliminarLa visión de la derecha y la izquierda en tantos temas es tan dispar.... pero vivimos juntos, codo con codo y hay que aprender a negociar. Aprender a que el que piensa de manera distinta no es el enemigo a batir, sino el contrario con quien negociar para que todos podamos sentirnos lo más a gusto posible.
La derecha y la izquierda, como el hombre y la mujer, somos diferentes, vemos las cosas de manera distinta, tenemos genes diferentes, pero un único planeta. La bronca nos perjudica a todos y los prejuicios hacen que la convivencia sea mucho más difícil
Morelli estas eqivocado, Krugman no escribe para el Pais, es lo contrario el Pais traduce sus analisis y no es que rice el rizo, pero la critica no esta echa para ese medio de comunicacion en especial.
ResponderEliminarCreo que Krugman no es un desgraciado porque proponga como salir del deficit español a costa de rebajas de sueldos, mas bien hay que entender que Kruguman es un critico severo y fundamentalista, que esta obcesionado con el deficit publico y si no mira sus criticas a la administracion Obama y a los republicanos.
Ojo ya se que me diras que España no es comparable con Estados Unidos y ese puede ser el punto a definir, porque esa sola diferencia hace que España de momento no tenga soluciones o las que propone Krugman esten fuera de la realidad española por no tener recursos y mas bien estar dentro de paises pobres en recursos y competitividad.
Besos Morelli
El buen ejemplo que das del programa de Balbín apunta, obviamente, una autocensura. Hace poco escuché en una entrevista a la Directora de Programación de la RTVE que no era viable un programa como "La Bola de Cristal" en los parámetros comerciales actuales (de televisión-fórmula). Por lo tanto hay muchísimos programas que no se llegan a producir porque, según las prioridades políticas, no son convenientes. Si no se producen no se emiten, si no se emiten las medidas de audiencia dan igual.
ResponderEliminarBesos Rocío
El país publicaba un artículo de Krugman cada domingo (hace tiempo que no lo compro). La mayoría, es cierto, dedicados a criticar la obsesión por controlar el déficit público de los EUA del norte. Pero al menos un par de ellos dedicados a presionar a los gobiernos del sur de Europa pidiéndoles que bajasen los salarios. El primero en el NY Times en Febrero de 2010, pidiendo un 25% de rebaja. El segundo en febrero de 2012, pidiendo una rebaja adicional del 20%.
¿Consenso?
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, una izquierda coherente con sus principios, de reparto del poder y la riqueza, tiene que romper el consenso constitucional.
O dicho de otro modo, la izquierda ética tiene que promover la movilización para iniciar un nuevo proceso constituyente, ya que el vigente ha sido roto por la derecha (política y económica) y sus colaboradores socialdemócratas.
Solo así se puede superar la crisis de "representatividad" del actual modelo.
¿En que consiste esa crisis? Pues simple y llanamente en que los dos partidos que se alternan en el poder, gracias a unas reglas de juego democrático trucadas, se presentan a las elecciones con unos programas y después de recibir el voto, aplican otros, en contra de los intereses de los votantes.
desde mi punto de vista el actual presidente del gobierno no está legitimado para gobernar el país. No tiene el apoyo de la mayoría.
ResponderEliminarEl pacto de reforma política fue parte de lo que yo llamo transación democrática. Te saco a los rojos de la calle y tú te olvidas de que aquí siguen mandando los mismos que en el Franquismo. No critico a sus protagonistas, pero han pasado 35 años.
Asumiendo esto y otras cosas, que son ciertas, son datos (no opiniones partidistas) lleguemos a un consenso político. Adelante.
Cuando hablo de consenso, Taliesin, no me estoy refiriendo a los actuales PP y PSOE. Ellos tienen su propio consenso: yo te bronqueo a tí y tu a mí y nos repartimos el poder cada 4 años para que todo siga igual.
ResponderEliminarHablo de un auténtico consenso social, una nueva manera de vivir la política por parte de todos, en la que todos participamos en todos los niveles y estamentos. Una manera de respetar al que es y piensa de manera diferente a nosotros y con el que tenemos que ir de la mano para construir un mundo en el que todos tengamos nuestro sitio y nuestro lugar de confort. Es más un encuentro que una lucha.
Movilización sí, mucha, porque hace falta que la gente se movilice, pero no a la manera del 15M, que se quejan de lo que los demás hacen y proponen lo que los de arriba deberían hacer. No es queja lo que hace falta sino entrar en la arena política. No hay que decirles a los demás lo que tienen que hacer, es ponernos todos a hacer lo que creemos que debemos hacer. No sé si me explico. La queja es pasiva (y eso al de arriba le puede enervar, pero en el fondo se muere de risa).
Hay que pasar a la acción, y no a la acción decimonónica sindical, absolutamente imprescindible en su momento pero absolutamente desfasada en la actualidad, de pancartas, silbatos y "exijos". Es entrar de lleno a dirigir la sociedad desde dentro. A dar el auténtico poder al pueblo, pero para ello el pueblo debe dejar de ser cómodo y pasivo.
Yo sigo a Krugman y me parece un economista muy interesante. Propone, y creo que no le falta razón, que esta crisis, con sus muchas diferencias, se parece a la del 29 y sólo se puede salir de ella con recetas similares a las del New deal de Roosevelt: expandir el gasto público.
ResponderEliminarNo sólo hay que mirar un dato, como el que apunta Morelli, de la reducción de los salarios, sino otros muchos, como los impuestos a las fortunas y un mayor poder económico de los Estados.
Al margen de Krugman, yo también creo en una reducción masiva de salarios.....y de ganancias empresariales. Creo en una teoría, que no sé si puede llegar a ser aplicable: el decrecimiento ordenado.
Una economía, como la actual, basada en un aumento del PIB no es sostenible. Tener todos menos nivel de vida y mayor calidad de vida.
Juan,
ResponderEliminarEl consenso es un excelente modo de tomar decisiones en un contexto en el que es posible armonizar los intereses porque se respeta el igual derecho sobre lo común. Yo comparto esa visión positiva sobre la capacidad que tenemos las personas para gobernar eso común.
El 15M es muy variopinto. Pero yo creo que su parte más significtiva está en la onda de lo venimos hablando. Ahora bien, hay una cosa que no se puede obviar y que explica también las quejas e interpelaciones del 15M a la clase política: pues es la clase política la que ha usurpado los espacios de decisión sobre lo común, con la intención de beneficiarse a ellos mismos y a unos intereses particulares, que a cambio los sostienen en el poder. Y eso con independencia de que reconozcamos que se ha producido porque la sociedad ha cedido ese poder con ingenuidad, por la maldita fe en los gobernantes.
Pero además, me pregunto si en el actual marco político: ¿tendrían capacidad de tomar decisiones sobre un hospital, su personal técnico y las organizaciones de ciudadanos, usuarios de su zona de influencia? ¿Sería posible que la reunión de todos los hipotéticos consejos de salud locales, tomaran decisiones sobre la salud de una comunidad con competencias sanitarias? Lo mismo para la educación, servicios sociales, industria, trabajo, etc.
A mí me parece que no.
Por lo tanto, lo que toca es organizarse en los espacios que ya existen para participar y habilitarlos para que en ellos se puedan tomar decisiones, crear nuevos espacios y sobre todo, forzar a quien detenta el poder de que ceda esos espacios de decisión que han usurpado.
Me temo Juan que esto último solo se puede conseguir con lucha.
Consesuamos, Juan, que lo que nos conviene es consenso y lucha? :D
En el actual marco político no es posible. Hay demasiados intereses creados, demasiada gente aferrada al poder, no para servir, sino para servirse.
ResponderEliminarPero en el actual sistema de libertades, aún imperfecto, sí es posible. ¿Que hay que luchar para ello?. Eso es innegable. Los que están arriba y disfrutan de privilegios no se van a ir o no van a ceder parte del poder por las buenas. Y a los que están abajo hay que despertarlos, hay que convencerlos que si siguen igual obtendrán los mismos resultados por mucho que se quejen. Que hay que dejar de ser cómodos para estar cómodos.
Así pues no me cabe duda Taliesin, consensuamos que hay que luchar para conseguir consensuar. XD
Un gran post y excelentes comentarios (vistos en diagonal, que me tengo que ir).
ResponderEliminarVolveré.