Presidentes de la UE
Yo creo que pocas cosas dan una idea más ajustada de lo avanzada que, por debajo de los baños de modernidad que vaya recibiendo, es una sociedad que el que la gente escupa en la calle o no.
Pero al margen de ese ejemplo, detalles como este tampoco parecen un mal indicador:
Pena de jergón cerrando la finca y completando el cuadro...
ResponderEliminarOtro día ponemos esos jergones y las bañeras-bebederos.
ResponderEliminarAunque esto me parece francamente peor; igual que las omnipresentes lavadoras. Que mira que se toman molestias para dejarlas bien lejos e inaccesibles; tantas que me pregunto si no les costaría menos llamar al ayuntamiento para que se las fuesen a recoger...
Creo que un indicador muy fiable del nivel cultural de un país es el comportamiento que se tiene con los espacios públicos y los comunales (que no son lo mismo), aunque un solo vándalo puede arruinar la imagen de cien buenos usuarios
ResponderEliminar(Te enlazo en mi blog, aunque poca falta te hace, vista la multitud de comentarios)
un saludo
Muchas gracias, Lansky.
ResponderEliminarlo de escupir en la calle es una cuestión cultural, no creo que sea bueno identificarlo con el progreso de una sociedad.
ResponderEliminarLos japoneses podrían decirnos lo mismo a nosotros, que somos unos atrasados por estornudar o sonarnos la nariz en público.
de todas formas, gracias al inodoro abandonado, seremos un poco más modernos. No tendremos que escupir en la calle, literalmente.
No estoy de acuerdo con que sea una cuestión cultural. O con que sea solo eso, al menos.
ResponderEliminarLo de no escupir es una norma de higiene (de hecho, lo he puesto porque para mí es un ejemplo-resumen de todas las normas cívicas relacionadas con la higiene, como tirar un papel al suelo, pero más espectacular), no de pudor personal, no relacionada con la intimidad. Es algo objetivamente perjudicial, que degrada el entorno, igual que tirar basura o mear en la calle, creo yo.
Mucha razón tiene Lansky.
ResponderEliminarEn mi último viaje al extranjero, en un tren de cercanías, pude ver que había a disposición de los usuarios unas bolsitas colgadas detrás de cada asiento, para tirar la basura que uno pudiese generar durante el viaje (papeles, envoltorios, etc.).
Las bolsas eran muy lindas y pensé: "A buenas horas iban a aguantar en su sitio estas bolsas en un tren de los nuestros. Se las habría llevado alguien para su casa."
Nos falta un empujoncito, todavía, para dejar de escupir y mear en la calle, y para respetar lo común como lo que es: nuestro, también.
la educación heredada supongo que es respuesta a circunstancias sociales.
ResponderEliminarLas medidas de higiene colectiva nacen para hacer frente a las epidemias, la ducha se inventó en las carceles francesas, que el mejor cazador se coma las visceras del animal cazado no es porque resida allí el alma del animal, sino porque es lo más nutritivo, el gobierno chino prohibió escupir en las calles con motivo de las olimpiadas del 2008, a saber por qué a los japoneses les parece mal estornudar en la calle...
Porque no saben decir "¡Jesús!".
ResponderEliminarNo hay nada como la santificación de las costumbres.
El comentario de NáN me ha hecho reir mucho!
ResponderEliminarY hasta me sorprendo con mi propia persona el decir que estoy de acuerdo con morelli: es también una cuestión cultural. En efecto, existe un concepto de cultura de la higiene (personal, familiar y comunitaria)...
Esto implica, necesariamente, que habrá un cambio en este comportamiento impulsado por la necesidad de una mayor adaptación cultural...No sé si lo veremos, pero educando a nuestros niños para que no lo hagan, es un buen comienzo...
No, si yo lo del estornudo no digo que no tenga motivos. y, a pesar de mi alusión a la intimidad, que no sean objetivos. Incluso parecen claros, ¿no?
ResponderEliminarDe hecho, cosas como esa, o el horror a sudar en público, no dejan de parecerme, abundando en el tema, síntomas de un mayor refinamiento cultural.
Y es que también la componente cultural de ciertas normas, aun subjetiva y, como dice Morelli, circunstancial, nos habla, desde luego, del grado de desarrollo de esa sociedad.
En un viaje mío yo también vi unas bolsas parecidas, Filla. Recuerdo haber pensado algo parecido. Pero bueno, ejemplos de esos hay tantos...
Un montón, sí.
ResponderEliminarPor no hablar del estado de los parques y demás zonas verdes...
Pero, en fin, como uno no puede escoger el lugar de nacimiento, a jod... toca.
Oiga, y or qué no planta usted un arbolillo en ese bonito sanitario?
ResponderEliminarLo mismo crea tendencia, o algo.
En China siguen escupiendo, y con mucho ruido, tosen sin cubrirse la boca, ercutan para expulsar los gases, e incluso he oído otros sonidos procedentes de otras partes (ejem), y sin tener en cuenta si uno está a medio metro o a dos centímetros de su lado. Sin embargo cuando están resfriados o sospechan de una infección tipo Gripe A se cubren la cara con una mascarilla.
ResponderEliminarComo se entiende eso?
Un abrazo, Porto.
Muy bueno el comentario de NáN.
ResponderEliminarCreo que esto va con la educación, y ésta tiene mucha relación con las costumbres del país. Se avanza en las costumbres, pero se relaja la educación. Está mal visto corregir.
Yo peco en lo de estornudar. No sólo lo hago en la calle, sino que, aunque me tape con ls manos, se oye a diez kilómetros. Y no creo que eso se pueda corregir, es así, como lo de cerrar los ojos al hacerlo.
Un abrazo
lo de cerrar los ojos es por que se genera tal presión dentro del craneo que si no los cerramos nos saldrían separados a la velocidad de la luz...
ResponderEliminaro eso me han contado
separados y paralelos,
ResponderEliminaren todo caso disparados.
Que fuerte,y si solo fuese ese inodoro el que
ResponderEliminardejan por ahi.
Os aseguro que en otro pais seria reutilizable. Lo que sucede es que hay demasiado vicio y seguro que como "estaba anticuado",o no iba acorde con la pintura nueva,...Tenemos demasiado.(lo siento,no se poner acentos con este trasto)
bicos
Como ya esta todo dicho, solo añadire que a mi, personalmente, ver esta imagen me ha dado pena.
ResponderEliminarY mas aun creyendo saber donde ha sido tomada.
Y que no volvere a intentar estornudar con los ojos abiertos.
(sigo sin poder poner acentos)
Lo del inodoro es un pelo de la cola como dicen aqui en Chile...lo que no me gusta es el palillo que te ponen en las cafeterias, el mondadientes...eso si me parece asqueroso, para eso existe la pasta dental, seda dental u o cepillo...vaya lo dije y me desahoge..plop!!!
ResponderEliminarMuchas gracias a los que han visto bondad en mi gilipollez crónica.
ResponderEliminarCon respecto a las bolsas tan cucas, la historia me ha recordado que L comenta que toda Europa está llena de terrazas en verano y en invierno. Y que en Viena hay terrazas en las que, además de esas estufas horrorosas (¿es necesario gastar tanta energía en que unos tontosdelculo europeos se den el gustazo de tomarse una café en la acera a temperaturas a las que los esquimales bizquean?), en cada silla hay una mantita maravillosa para taparse la piernas, de esas que ríete de las de los aviones.
Siempre nos preguntamos cuántas fracciones de hora durarían esas mantas en nuestro amado país.
También puedo contar que en la empresa en la que paso el rato las máquinas de café, agua y cocacola te daban gratis lo que querías. Solo tenías que apretar un botón.
Pues bien, algunos de mis compañeros, de cuya elegancia moral no me cabe la menor duda (¡no la tienen!), los viernes se traían una mochila que llenaban de latas de cocacola.
Me da escalofríos pensar con quiénes me la estoy jugando cuando salgo a la calle.
También este verano (es que era muy al norte) vi las mantitas y tuve ese típico pensamiento hispano.
ResponderEliminarEs como cuando llegas a un sitio, ves el procedimiento de cobro, y dices "¡Coño, pero si aquí está tirado irse sin pagar!".
Y que conste que esto no es una enmienda a la totalidad (a la nuestra).
Entiendo que esas máquinas han rectificado su atrevimiento, ¿no?
En Cádiz hay una pizzería yanki. Hace muchos años, cuando empezó, coger la ensalada consistía en pagar, recibir un bol, y llenarlo por tu cuenta en la zona de ensaladas, separada de la caja.
ResponderEliminarLos lugareños al principio se limitaban a rellenarlo las veces que hiciera falta... ¡Luego se llevaban el bol de casa!
:D
Pusieron cámaras.
Lo de las mantitas también me sorprendió, NáN, por lo mismo.
ResponderEliminarPero yo, que soy muy joven :-P, aún recuerdo cuando tirar un papel al suelo en plena calle era la cosa más normal del mundo. Ahora, cuando vemos algo parecido, a la mayoría nos parece una guarrada.
Avanzar, avanzamos, no?
Yo sigo apostando por plantar un arbolito en el inodoro.
Ahora que estamos echando piedras sobre nuestro propio tejado. Ojo, admitimos latinos en este proceso porque somos la misma familia... ¡pero que no se meta aquí ningún nórdico a decirnos como somos!
ResponderEliminar¿No hay que estar patéticamente locos para llamarlo "inodoro"?
El lenguaje como fingimiento. Esto me recuerda un chiste muy antiguo. El que no le gusten, puede dejar de leer aquí.
Un dentista tiene en la puerta un cartel que dice: "Se extraen muelas. Con dolor: 1.000 pesetas. Sin dolor: 100 pesetas". Entra un cliente, indica la muela que tiene mal y dice que se la saque sin dolor. El dentista se pone a ello, sin anestesia. El cliente empieza a gritar y el dentista le dice: "¡No se me queje que se la cobro con dolor!".
Eso, eso: autocrítica, toda; pero nada de críticas, ¿eh?
ResponderEliminarHombre, NáN, no me puedo creer que hayas contado un chiste gracioso :D
(Y qué, ¿nada de madrugar todavía?)
ResponderEliminarEs el momento que más temo, Don Porto. Me ducho y salgo pitando, porque hacerme un café en casa y encender el ordenador me da unas ganas de encender otra cosa...
ResponderEliminarOye, Rociolat. He estado pensando lo que dices y me parece que los palillos prácticamente han desaparecido de los restaurantes. Están en las barras de los bares, pero es para pinchar la patatita, el mejillón...
Comprendo.
ResponderEliminarCourage!
Bueno, pues en la taza. El arbolito lo plantamos en la taza.
ResponderEliminarNáN, no ceje. ÁNIMO!
Es arte en la calle.
ResponderEliminarAntecedente:
http://sepiensa.org.mx/contenidos/duchamp/1.htm
Que son ustedes unos prosaicos.
Sirwood
¡No, por favor, eso sí que no! ¡Cualquier nombre menos taza!
ResponderEliminarQué asco, esa mezcla semántica.
A ver si vamos a tener el país lleno de Duchamps sin saberlo...
Pues sanitario...
ResponderEliminarSanitario!!!
Manda carallo, también, no?
No hay nada que hacer: unos por bastos, otros por eufemismos ridículos.
ResponderEliminarMingitorio, en el caso de Duchamps.
ResponderEliminarS.
Mingitorio es perfecto, porque el lexema asuena con minga.
ResponderEliminarS.
y el sufijo es "torio", como sanatorio, que es donde trabajan los "sanitarios" que se niegan a llamar "hospital" a lugares tan poco hospitalarios.
ResponderEliminarEl tema, como vemos, se va centrando.
¿Ninguna protesta de las señoras que aquí leen y escriben?
Venga, vamos, que tiene que haberla.
El palabro es "truing", que en una traducción sensata sería "verdadeando".
O sea, que me describe como si me conociera de toda la vida.
A cualquier cosa se le llama centrarse, desde luego.
ResponderEliminarCualquier arbolito en el váter menos un pino por favor, que acabo de desayunar.
ResponderEliminarOh, la-lá.
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