29.12.09

Relato: La partida del guerrero

[Había que escribir un western. Pero ya saben...
Bueno, muy feliz año nuevo, y muchas gracias por todo, a todos
.]



- Mujer, yo irme.
- ¿Cómo?
- Mujer, irme a luchar.
- ¿Que te vas? ¿Cómo que te vas?
- Irme a enfrentar a rostro pálido. Irme a gran lucha allá en las praderas.
- ¿A luchar, ahora?
- Es el momento, mujer. Ir a defender tribu nuestra.
- ¿Pero tú no sabes que hoy comíamos en casa de mi madre?
- Mujer, momento llegar…
- ¿Y que me habías prometido llevarme a Fort Apache de compras?
- Mujer, bravos ir a defender tierra de nuestros antepasados, ir a gran batalla contra rostro pálido que trae caballo de hierro a praderas y mata al hermano bisonte.
- ¿Al hermano bisonte? ¡¿Al hermano bisonte?! ¡No caerá esa breva! Ojalá acabaran con él, que estoy de comer hermano bisonte hasta las plumas, hombre. No, si ya sé yo que tú, en cuanto toca ir a casa de mi madre…
- Mujer, tú conocer…
- ¡Y deja de hablar así ya, que pareces tonto!
- Pero, mujer, Conejita…
- Gazapa, Gazapa Blanca, nada de Conejita.
- Gazapa Blanca atender. Gazapa Blanca saber rostro pálido arrebatar tierras a tribu, Gazapa Blanca saber hombre blanco cruza colinas sagradas Paha Sapa, quema árboles y seca ríos, Gazapa Blanca tener en el corazón…
- ¡Que dejes de hablar así, coño!
- Bueno, pues eso, que tenemos que irnos a luchar, porque esto ya pasa de castaño oscuro. Nos estamos quedando sin nada, y la situación es insostenible. Así que he decidido reunir al consejo de ancianos y desenterrar el hacha de guerra.
- El hacha de guerra ni se te ocurra.
- ¿Qué?
- Que el hacha de guerra la limpié yo ayer, que estaba perdida de tierra. Le di con limpiametales y no pienso dejar que la manches otra vez con la ceniza y la sangre y todo eso.
- Pero Conejita…
- ¡Gazapa Blanca!
- Gazapa, vamos a ver, es que las cosas no son así. Vamos a entrar en guerra, y hay una tradición que respetar. La ocasión no es para menos; se trata de defender nuestras tierras, nuestro sustento, nuestra identidad cultural, nuestra idiosincrasia, el hecho diferencial lakota, nuestra forma de vida: en fin, supongo que serás consciente de la gravedad del momento y de la responsabilidad que yo, como jefe de la tribu, tengo.
- Nuestra forma de vida, nuestra forma de vida… Vamos, hombre, por favor. Ya me gustaría a mí, que cambiara nuestra forma de vida. Y poder dejar de vivir en esta tienda.
- Tipi, tipi.
- ¡En esta tienda cotrosa! Y dejar de andar de un lado para otro todo el día. Y tener una casita, como todas las blancas, con su jardincito, su valla y su triángulo para llamar a comer. Y poder comer otras cosas, y no bisonte, bisonte y bisonte.
- ¿Cómo puede hablar así Gazapa Blanca? Eso que Gazapa dice es una traición a nuestros antepasados, es escupir a las costumbres de nuestros padres que nos miran desde la pradera de Wakantanga.
- Mira, por favor, ¿eh?, ¡por favor! No me vengas con tonterías.
- Los bravos muertos nos contemplan y esperan que yo, Gamo Veloz…
- Sí, eso sí, veloz sí.
- ¿Cómo?
- Lo de veloz, que te va al pelo. ¿Ves? En eso sí que acertó, tu padre. Se ve que ese día estaba sereno.
- No entiendo por dónde vas ni qué quieres, mujer.
- No, ya, no hace falta que lo jures. Que no sabes lo que quiero está claro.
- Bueno, no empecemos, ¿eh?
- Si en lugar de jugar a las batallitas para hacerte el machote te dedicaras a otras cosas, de hombres de verdad…
- Mira, no sé de qué hablas, pero ahora no me puedo entretener. Voy a desenterrar el hacha…
- El hacha ya te he dicho que no. Les dices que la tengo yo, y que no puede ser. Si decidís iros a pelear, allá vosotros, pero el hacha se queda aquí; que no sé a qué viene esa manía del hacha.
- Bueno, no pasa nada. En cualquier caso, me voy.
- Ya. Pues hala.
- Me voy a luchar, Gazapa Blanca.
- Ya, ya.
- Voy a batirme por nosotros. Defenderé lo nuestro contra quienes nos lo quieren arrebatar.
- Bueno, yo no te digo nada, tú sabrás lo que haces. Pero a ver cómo vuelves, ¿eh?, ya te lo digo.
- Puedo volver herido en la lucha, mujer. Puede incluso que mi vida se quede en el campo de batalla.
- No, no hablo de tu vida. No disimules. Hablo de cómo llegaste la última vez. Que te olí cinco minutos antes de que entrases en la tienda.
- Mujer, es que al final nos reconciliamos, y entre la pipa de la paz y el agua de fuego para celebrarlo…
- Sí, claro, el caso es tener una excusa para celebrarlo. Para celebrarlo vosotros, eso sí, porque lo que es conmigo, llegaste muy animado, tú, pero nada.
- ¿Cómo nada? ¿Ya no te acuerdas, Conejita?
- Yo sí, yo me acuerdo perfectamente. El que no se acuerda eres tú, de cómo te quedaste dormido encima de mí a los treinta segundos de lanzar el grito de guerra.
- Anda, coño, yo creía…
- Tú crees muchas cosas. Así que ya sabes, nada de volver a las tantas, y muchos menos alborotando, ¿eh?
- Parece mentira, mujer. Voy a enfrentarme al peligro. Dame al menos tu protección, para que me acompañe a la batalla.
- ¿Mi protección? Lo que te voy a dar es esta lista, y al volver paras en Fort Apache y compras estas cosas. Y que no te engañen como siempre, que te toman por tonto.

Los bravos guerreros lakotas cruzan veloces la pradera a lomos de sus caballos. En sus rostros se lee solo la determinación, no hay lugar en ellos para el miedo.

- Jefe, ¿entonces, lo del hacha?
- Que ya os he dicho que no, que el hacha no está para esas tonterías, hombre. Y además la tengo yo guardada en una vitrina que le he hecho, y… Bueno, eso, que no.
- ¿Pero y cómo vamos a hacer, entonces?
- Pues como todo el mundo.
- Jo, ya, pero es que sin el hacha no es lo mismo.
- Pues es lo que hay. Abrimos las botellas con el sacacorchos, como todo el mundo, y punto.

24.12.09

Feliz Nochebuena

Nochebuena es la noche familiar por excelencia, para mí. Y este año lo será especialmente, pues ceno con ellos. Estoy muy contento.

Os deseo a todos, a todos los que hacéis que tener este blog sea una experiencia maravillosa, una muy feliz noche y felices Navidades.

Besos y abrazos.

10.12.09

Navegar

En alta mar uno no piensa que está sobre un diminuto pedazo de hierro y madera en medio de la inmensidad, y que bajo él hay un abismo. Y es mejor. Sobre todo de noche, cuando solo vemos un animal descomunal que nos recuerda que no tenemos ningún tipo de control sobre él y que si decidiera moverse un poco nos aplastaría y nos sepultaría en el fondo.

En alta mar miramos alrededor y nos cuesta pensar en la vida en tierra. Cuesta pensar en las ciudades, en los edificios, en las calles y las carreteras. Cuesta pensar en la gente andando por la acera. Cuesta incluso pensar en nuestras familias y nuestros amigos como algo físico, tangible. Porque nos parece que ese es otro mundo.

Pero a pesar de eso, a pesar de la sensación de aislamiento casi absoluto, se tiene también la de estar vivo, la de lo excepcional; la de estar viéndole la cara a algo distinto, a esa parte del planeta a la que le damos igual, a otra época en la que apenas somos nada.


9.12.09

Internet, libertad, información, negocio y piratería

En primer lugar, el manifiesto:



EN DEFENSA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES EN INTERNET

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.


Manifiesto que suscribo. Pero al que quiero añadir algunas opiniones ajenas (y doy por sentado que Jesús y NáN no tienen inconveniente alguno al respecto):

Jesús, Pioneros:



Yo me conecté a internet por primera vez en 1996. Lo que entonces caracterizaba a la red era una verdadera sensación de libertad, la posibilidad de compartir sin fronteras, sin límites, la capacidad de explorar el mundo sin que importase vivir en una aldea o en una gran capital. Internet cambió mi vida, y no estoy exagerando en absoluto.

Todos sabemos que la red es un territorio donde abunda el ruido y la inmundicia, una ciudad con sus callejones peligrosos, sus timadores, sus criminales, pero quienes la transitamos diariamente sabemos también de sus tesoros. Para mí el más importante, el que los reúne a todos, es el acceso a la primera biblioteca verdaderamente universal de la humanidad. (...)

Es cierto que con la aparición de internet todo cambia. Hoy pensaba en los copistas y la aparición de la imprenta que les dejaba sin trabajo. (...)

Comprendo que para muchos será duro adaptarse a estos cambios. La industria asociada a la difusión cultural no volverá a ser la que era. Ahora mismo todos los elementos están recolocándose, agonizando, naciendo. (...) Yo no soy ningún experto, sé que hay miles de detalles importantes que se me escapan. Lo que sí tengo claro es que me gustaría que Internet continuase siendo este territorio libre, esta comunidad donde poder compartir las cosas que nos gustan. (...)

No quiero que ninguna comisión ministerial controle todo esto. Si alguien piensa que existe un delito que lo denuncie a la policía, que el juez determine conforme a derecho. No somos delincuentes, sólo somos pioneros.



NáN, en los comentarios a ese mismo post:



Estoy absolutamente de acuerdo en que no se puede producir el retroceso de ser juzgados por el gobierno de turno, en lugar de por la judicatura de acuerdo con las leyes.

Una vez cruzada esa raya, dejo, en distintas escalas de grises, de estar de acuerdo.

El disfrute total gratuito de toda la abundante riqueza comunicable que hay en el mundo no se puede producir a costa de que se abandonen las construcciones complejas, las que lleva tiempo realizarlas, las que necesitan de una profesionalización que exige un cobro por el trabajo.

La fiesta de hoy nos puede llevar a una era oscura. Hay que pensarlo bien. No podemos convertir esto sin más en dos bandos, los del gratis y los del pago (tú eres de Joselito y yo soy del Gallo).

Es un mundo nuevo que hay que ajustar. Me parece perfecto que te bajes películas, pero no que no pagues por ellas. A lo mejor, como hay que reajustarlo todo, habrá que hacerlo también con la duración de los derechos. Poner precios justos: no vas a pagar lo que en una sala de cine, o unos céntimos sería un pago suficiente por una canción. No sé, estoy disparando con pólvora de rey.

Hay todo un campo abierto a lo que en Internet ofrecemos unos a otros, pero debemos ofrecer lo nuestro.

Del modo en que elijamos recorrer ese campo, dependerá, quizás, que los artistas y creadores vuelvan a depender del capricho de los mecenas (no hace tanto que salieron de ahí) o, lo que es mucho peor, de los intereses del Estado.

Por huir de Ramoncín (que repele de tonto) y de una SGAE (que es solamente para música, donde están las empresas tiburón) que nos criminaliza cuando compramos un CD en blanco pensando que vamos a grabar ilegalmente, no deberíamos dar pasos irreflexivos.



Teniendo textos así, precisamente gracias a internet, poco más se puede decir.


6.12.09

Volver (segunda parte)

[Esto iba a ser un comentario, contestando sobre todo a Señá y a Rociolat, pero se me fue de las manos...]

(La verdad es que desde que tengo este blog cada poco tiempo me pregunto cómo me atrevo a escribir sobre ciertas cosas. Me intento justificar pensando que solo hablo de mí y, aunque lo haga en público, para mí.)

Cuando hablaba de volver me refería a regresar física, realmente, a los sitios de mi niñez y a encontrarme con gente que desde hace tiempo ya no forma parte de mi vida diaria. Pero esta vuelta es además algo simbólico, y lo que hacen esos lugares y esas personas (entre las cuales por supuesto están, y de primeros, mis padres, aunque ese es otro tema) es recordarme a mí mismo entonces, o al menos a mi recuerdo del que fui. Una vez enfrentado a eso, lo siguiente es sentir la tensión entre mis deseos (no importa que sean recordados, supuestos o imaginados; este regreso hace de catalizador para aclararlos) y la realidad que veo.

Escribí algo relacionado con el tema cuando el blog era un bebé: aquí. Y aunque en gran parte sigo temiendo lo mismo, creo que ese texto, el modo en que resume el regreso, la visión que elige dar, es el resultado de una mirada triste, pesimista. Porque mirando atrás uno se descubre, paradójicamente, pesimista u optimista.

De eso va el anterior post, del encuentro con el pasado y de las preguntas que éste nos hace sobre nuestro presente (uy, como dice Jesús Miramón, corro graves riesgos de convertirme en Paulo Coelho... si es que no lo soy ya).

Porque de eso se trata, de nuestro presente. Este reto, esa prueba de la que hablo, que va a hacer que inevitablemente nos juzguemos y seamos conscientes de cómo estamos, nos debería enseñar que es desde el presente desde donde construimos y valoramos (si es que ambas cosas no son lo mismo) nuestra vida.

Todas las opciones ante la vida y su sentido me parecen legítimas. Pues ni siquiera la felicidad es un deber. Pero, en cualquier caso, todos los esfuerzos que queramos hacer debemos hacerlos ahora.

A veces esa lucha consiste en poner al mal tiempo buena cara, en sobrellevar desgracias seguramente insuperables; otras, tenemos la suerte de que nuestros lastres son más fáciles de soltar. Cambiar lo que no nos gusta de nosotros, evitar repetir nuestros errores, luchar por satisfacer nuestras expectativas o por reconciliarnos con ellas, etc. Todo lo tenemos que hacer hoy, y solo hoy podemos hacerlo (recuerden, llámenme Paulo).

Uno de mis grandes temores ha sido siempre la frustración: volver un día la vista atrás y descubrir que mi vida no había sido lo que yo quería, que había pasado por ella sin vivirla del todo, que había desaprovechado mi única oportunidad. Y después de años lamentándome de errores pasados que, pequeños o grandes, parecían poner las cosas cada vez más difíciles, parezco estar asumiendo que esa actitud no tiene sentido, que solo me paraliza y es la que dificulta de verdad todo.

Puedo corregir algunas decisiones, curar algunas heridas, abrir de nuevo algunas puertas (cerrar, casi nunca hay que cerrar ninguna; al final no paramos de pasar por delante con miedo), decidir el rumbo (o al menos el siguiente paso) y aprender.

Yo de grandes desgracias poco o nada sé, por suerte, así que me callo. Pero incluso alguien afortunado como yo tiene cosas que lamentar, de las que se arrepiente.

Y me parece importante comprender que si tenemos alguna posibilidad de cambiar el pasado, es ahora.

Por nuestro futuro.


4.12.09

Volver (y no es un tango)

¿Qué significa volver? ¿Qué averiguamos al hacerlo?

Aparte de para constatar el paso del tiempo y ser conscientes, en mi caso con pena y miedo, de un fin que no deja de acercarse, volver nos sirve para saber cómo estamos, cómo nos ha ido.

La vuelta atrás que es volver a los sitios de antes y a nuestros mayores confronta nuestras ilusiones pasadas con nuestro presente y nos pone en la tesitura de comprobar si este era el futuro que esperábamos (por no hablar del que soñábamos).

Para mí, la vuelta a Vicedo este verano con mis hijos, después de tantos años, resultó tan bien porque salí airoso de esa prueba; porque me sentí alegre y tranquilo, y satisfecho con la persona que vino, con la persona que vi: conmigo.

Estuve (y sigo estando) con ellos, paseamos por el muelle, por el pueblo y las playas, y me sentí seguro y, a pesar de todo, contento. A pesar de lo mucho que me podría decir, vi que quiero ser este que soy.

Este sentimiento nace ante todo de mis hijos. Pero a la vez veo que no son solo ellos, que no soy solo ellos. Por primera vez en mucho tiempo (o, simplemente, por primera vez) estoy bien y puedo volver a donde quiera.

1.12.09

Las luces de un coche

De noche. Hace viento y llueve. Con la casa casi a oscuras veo a lo lejos, en la ladera de un monte, las luces de un coche aparecer y desaparecer entre los árboles.

Y pienso que aun mejor es saberse vivo y en medio del mundo cuando es uno el del coche.